Revista Historia
16 de hace 25 o más años
Fue la revista de historia más
academica y más democrática. |
|
1 -
Objetivo; Acabar con la
República por Manuel Tuñón de Lara |
|
2 - La
tragedia de Vitoria en 1976 por José Manuel Arija |
|
3 -
EL hambre en el Madrid de 1900 por Marianne Krause
Madrid había
padecido hambres toda su existencia. Con los Austrias, por las malas
cosechas (cíclicamente repetidas) y la especulación de los alimentos
de primera necesidad por los poderosos.
Durante la guerra de
la independencia, por la concatenación de las malas cosechas y de la
ominosa ocupación francesa, hambre que fue memorable y que dejó
raquíticos a una generación entera de niños y adolescentes. Y con los
estudiados episodios de envenenamiento por dieta continuada de harina
de almortas que se llevó o dejó invalidas a tantas personas.
Con la Restauración,
que no encaró los problemas sociales que tradicionalmente asolaban a
las clases desfavorecidas, todo lo contrario, la despreocupación e
indiferencia de los gobiernos y ayuntamientos rayaba el crimen.
Hambres que son descritas en este trabajo y que se perpetúan pese a la
gran entrada de divisas que supuso la neutralidad en la Gran Guerra,
cuando España se convirtió en una gran exportadora de alimentos,
pertrechos, armas de infantería, municiones y uniformes, actividad
económica que sólo benefició a los poderosos y que detonó la huelga
revolucionaria del 17 y su subsiguiente crisis.
La penúltima, la de
la Guerra Civil, que a la escasez propia de la guerra, se aunaban, el
cerco militar y el acaparamiento.
Y la última, las
hambres de los terribles años de 1944-1945, donde se juntaba la
posguerra, el infame gobierno de los militares franquistas, las malas
cosechas, y la brutal especulación y el contrabando de alimentos: el
Estrapelo.
Esperemos que no
haya que escribir de ninguna hambre más y que la desnutrición infantil
que afecta a parte de la población más desprotegida de los barrios
pobres de la capital, se acabe cuando sus causantes sean botados con
votos.
|
|
4 -
El hambre y lo suministros en el Madrid
de la Guerra Civil
Cuatro historiadores
de la Complutense nos relatan sin templar gaitas la crudeza del sitio
de Madrid durante la GCe. Achacan a la improvisación y la anarquía la
falta de almacenamiento en previsión de lo que podría venir. ¿Y quien
era el profeta capaz de eso? Dislocado el gobierno, cuando el
Ayuntamiento y la Junta de Defensa pudieron reaccionar, Madrid ya
estaba cercado y con verdaderas dificultades para el abastecimiento.
Encima, partidos, sindicatos y organizaciones populares tenían sus
propias ideas sobre el asunto mientras hubo existencias. Después
graznaron como posesos contra el gobierno y el ayuntamiento sin
recordar sus derroches. Para más inri, la población, reacia a ser
evacuada, en vez de menguar, aumentó con la llegada muy considerable
de refugiados. pero además, las prioridades eran para el Ejército
Popular, pero además, el acaparamiento estaba indisolublemente ligado
con la quinta columna, tal y como ya se anuncia en las últimas
investigaciones. En fin, un relato cierto, qué duda cabe, pero muy
poco explicativo y confeccionado con muy poca simpatía.
Este enlace puede serle de más información.
|
|
5 - La agonía
de Azaña por Enrique de Rivas
MANUEL Azaña,
Presidente de la II República, jefe de varios gobiernos republicanos,
fundador del Partido Acción Republicana, sobresaliente periodista,
escritor y orador, murió exiliado en Montauban el 3 de noviembre de
1940. Cuando acaba de cumplirse el cincuentenario de su fallecimiento,
presentamos una extraordinaria investigación sobre los últimos meses
de la personalidad más sobresaliente de la II República. Su autor,
Enrique Rivas, hijo de Cipriano Rivas Cherif y sobrino de Azaña, ha
contado con toda la documentación de la familia; con los recuerdos de
su madre y de su tía, Dolores Rivas Cherif, y con sus propias
vivencias infantiles, y ha buceado en toda la información hoy
disponible en Francia y España. Estamos ante una terrible historia de
impotencia, deslealtades, intrigas, secuestros, miedos..., que
jalonaron los últimos días del Presidente.
|
|
6.-
Los fusilamientos de Mesas de Ibor
por Miguel López Corral
Mesas de Ibor, un
pueblo de la provincia de Cáceres, enclavado en la atalaya que corona
la ladera norte de la sierra de Guadalupe, desde la que se domina el
pantano de Valdecañas, fue testigo de uno de los acontecimientos más
sobrecogedores de la historia de la Guardia Civil. Ocurrió en abril de
1945, en plena resaca de la guerra civil.
|
|
7.- Las
tropelías de Dupont por José Calvo Poyato
Antecedentes
cordobeses al confinamiento de los prisioneros franceses en la isla de
Cabrera Por José Calvo Poyato Catedrático de Geografía e Historia.
Cabra (Córdoba) El 22 de julio de 1808 se rendía en Bailén el general
Dupont y al día siguiente lo hacía su ayudante Vedel. Hubo unos 18.000
prisioneros; de las desventuras de unos 8.000 en la isla de Cabrera.
Hoy llega a nuestras páginas la otra parte de la historia. Las
andanzas y desmanes del ejército de Dupont antes de aquella derrota en
modo alguno justifican el atropello de los vencidos, pero dejan claro
el clima que lo propició y la altanería con que reaccionaron 'los
jefes franceses cuando en sus impedimentas se amontonaba el botín,
fruto del saqueo de Córdoba y otras poblaciones andaluzas.
|
|
8.- La
destrucción de Guernica por Herbert Southworth
Prensa, propaganda y diplomacia en torno al
bombardeo, por el gran Southworth, que es probablemente, el hispanista americano
más metodológico, y bestia negra de los zafios propagandistas franquistas como
Ricardo de la Cierva. Quién nunca tuvo inconveniente en opinar una cosa distinta
según venían dadas, o meramente según instrucciones de la superioridad.
|
|
9.-
Españoles al servicio de Napoleón
Por Jean-René Aymes
Las
aventuras de unos centenares de soldados españoles en Rusia en el año
1812 pertenecen a la historia del Regimiento José Napoleón. Las
andanzas de este cuerpo de voluntarios reclutado en Francia entre los
prisioneros españoles quedan referidas en un libro todavía básico del
que extraemos gran parte de los datos ofrecidos en el presente
artículo, sin que podamos brindar muchas informaciones inéditas porque
ni las Memorias de los jefes imperiales ni los archivos militares
parisienses aluden a las experiencias bélicas de esos españoles
enrolados en el famoso Gran Ejército. Para explicarse esta
sorprendente participación hispana en las guerras napoleónicas, hay
que remontarse al año 1808 y seguir los pasos del general De la Romana
en Dinamarca. El episodio, bien conocido en España por los esfuerzos
de la historiografía nativa empeñada en elevarlo hasta la categoría de
gesta, consistió en la hábil fuga de varios regimientos españoles
enviados por Godoy a orillas del Mar Báltico para que se pusieran al
servicio de los Estados Mayores Imperiales. El triple juego de las
circunstancias, la distancia y la influencia de los oficiales
determinó que no todos los Regimientos se embarcaran rumbo a
Inglaterra en agosto de 1808 con el marqués De la Romana: los
destacamentos de Asturias, Guadalajara y de Caballería de Algarve,
bien porque se amotinasen o porque no lograran escapar, fueron
desarmados por los franceses y considerados como prisioneros.
|
|
10.- Ricardo
Nalda. Historia de un espía. Por Miguel José Rodríguez Álvarez
Ricardo Nalda, un veterano en
labores de información, recuerda su trabajo de espía en la Hungría de 1948 bajo
la identidad de agregado cultural de la República y su posterior destino en
Belgrado.
|
|
11.-
La guerra
de Cuba y los intelectuales. Por José Luis Abellán
Abellán con fino
análisis nos pone en el sitio real de lo que la crisis del 98 fue para
el pensamiento intelectual del cambio de siglo
|