S.B.H.A.C. Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores |
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1.2- Galería de personalidades y políticos republicanos en la GCe - De la G a la L - |
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SIGNIFICADO ICONOS |
Ángel Galarza Gago.
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Jesús Galíndez Suárez.
Al terminar la contienda se marchó a la República Dominicana donde no tardó en ser reconocido en esta sociedad aplastada por la brutal tiranía del dictador Trujillo como una persona digna de confianza para las negociaciones sociales y otras actividades de los españoles exiliados en esta isla. Viendo Galíndez y otros muchos españoles allí exiliados como se ventilaban las cosas en la "finca" de Trujillo decidió y otros con él marchar a los EE.UU., donde fue profesor de la Universidad de Columbia. Hallándose en Nueva York —en cuya ciudad era el delegado del Gobierno autónomo vasco en el exilio—, fue secuestrado por unos agentes del dictador dominicano Trujillo debido a sus publicaciones donde denunciaba esta tiranía. Fue conducido a la citada República y asesinado (al parecer con la complicidad de la CIA). Autor de algunos libros relacionados con el conflicto español —Los vascos en el Madrid sitiado (Ed. Vasca Ekin, Buenos Aires, 1945), Estampas de la guerra. Páginas arrancadas a la memoria de un gudari vasco (Ed. Vasca Ekin, Buenos Aires, 1951), etc., y de un trabajo titulado "La era de Trujillo", que fue muy probablemente la causa de su muerte. Hay una película llamada "El caso Galíndez"
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Eli Gallastegi
Fuente: Felipe Peña
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Gregorio Gallego García
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Ignacio Gallego Bezares.
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José María Gallegos Racafull. Canónigo de la catedral de Córdoba que al iniciarse el conflicto condenó la rebelión militar adhiriéndose al gobierno. Terminada la guerra y en el exilio solicitó permiso al obispo español para regresar. Recibió una disparata respuesta llena de odio y sarcasmos donde le apremiaban a buscar un país lejano donde nadie supiera del horrible crimen perpetrado apoyando la legalidad vigente. En Guadalajara de Méjico donde estaba exiliado y daba clases, escribió "La pequeña grey. Testimonio religioso sobre la guerra de España". También escribió sobre la realidad mejicana, pasado y presente. Murió en 1963 de un infarto mientras daba clase. Su vida fue un ejemplo de limpieza política y honestidad. Que la diosa Razón lo tenga en su seno.
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Juan Gallego Crespo
Información enviada por: Rafael E. González Gallego
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Pedro Luis de Gálvez (1882 - 1940)
Vio unos cómicos y quiso participar de modo que se metió de meritorio en la compañía de Rosario Pino Bolaños, en el Teatro de la Comedia. Enterado su padre, ex-general carlista, subió al escenario y sin que hubiera dicho su frase le dio una soberana paliza con lo que la compañía prescindió de su servicios. Y vuelta a la p. calle, pero esta vez salió para Paris donde sobrevivió mendigando y vendiendo dibujos. De regreso a Andalucía y con formación libertaria se ganó la vida dando conferencias sobre el anarquismo en los locales populares. Se le daban bien los sonetos e iba siendo conocido en Andalucía como poeta, como bohemio y como anarquista. Tras un mitin republicano celebrado en 1904 en Jerez de la Frontera es detenido por la Guardia Civil en un pueblo apellidado El Terrible, y la benemérita le construye un buen sumario y lo manda al juez, que contento de trincar a un joven de sus características le declara reo de lesa majestad, ya son ganas de exagerar. Su delitos eran los mismos que ahora también te llevan a la cárcel, llamó a Alfonso XIII sifilítico, dicen que era verdad, y que era el mayor cretino del Reino. Total, al penal de Ocaña para unos años. En el penal volvió a montarla, encabezó un motín y fue condenado a grilletes, es decir, hacía su vida carcelaria encadenado de pies y manos, y por la noche le encadenaban a la pared. Y así estuvo varios meses. Pero este superviviente de la vida, se puso a escribir novelas y relatos y envió uno de ellos, "El ciego de la flauta" al concurso que El Liberal organizaba desde hacía tres años. ¡Y lo gana! Cual sería la sorpresa del jurado al enterase de que Gálvez escribía desde un presidio. En el jurado estaban, nada más y nada menos, entre otros, Armando Palacio Valdés y Ramón Gómez de la Serna. Quienes decidieron tirar de conocidos y solicitar el indulto a tan estupendo literato. Artículos, reuniones y peticiones airean el caso, y la lesiva sentencia de que juez reaccionario, se deroga y Gálvez obtiene en 1908 el indulto, ¡y ofertas de trabajo! Primero estuvo en Portugal como corresponsal de O Mundo y luego tuvo una corresponsalía de El Liberal en Melilla, cierto que el lugar no tenía mucho interés para Gálvez pese a la campaña de 1909 y el Barranco del Lobo. El Liberal lo despidió y Gálvez volvió al Madrid de su juventud. Y en Madrid el estilo de vida de Gálvez alcanzó su máximo de vida bohemia, Se caso con una actriz meritoria Carmen Sanz y tuvo un hijo con esta madrileña que nació muerto. Algunos escritores que lo conocían, hartos de sus sablazos, lanzaron el bulo de que Gálvez iba con el niño en la caja por los bares y tabernas pidiendo dinero para el entierro. Pero era mentira, como digo. El niño se enterró, bien es cierto, porque un conocido pagó el entierro. Y el dinero que iba pidiendo por las tabernas era para llevar, decía, a la pobre madre del niño al entierro en coche de caballos. Gálvez partió para Europa y visitó todas las naciones próximas a la Gran Guerra. Vivió en Barcelona desde 1915 hasta 1927 donde se relacionó con conocidos artistas de la orbita libertaria entre las que se encontraba Lola Iturbe. La vida sigue y Gálvez se casa y tiene dos hijos. La economía familiar es paupérrima y está basada en lo poco que gana Gálvez pese a lo mucho que escribe y el arte del sablazo. Gálvez, consciente de su artibuli, publica incluso un tratado: "El sable. Arte y modos de sablear". Este fue un modo de sablazo colectivo. La guerra no le facilitó las cosas, en un mundo de escasez, la bohemia y el sablazo lo tienen muy difícil, así que Gálvez que era un anarquista de toda la vida encontró modo de vida en el Partido Sindicalista al que se afilió y del que recibió un carguillo que sería su ruina, inspector de prisiones. Experto en sobrevivir, se apiadó de dos conocidos derechistas, uno de tomo y lomo, Ricardo León y un deportista, el famoso portero Ricardo Zamora, a los que escondió en su casa. También avisó a sus benefactores cuando corrían peligro, de modo que pudieran encontrar acomodo en otras casas y los milicianos de retaguardia no pudieran encontrarlos en casa. Incluso intentó salvar al comediógrafo que sería la causa de su muerte, Pedro Muñoz Seca. Así que la vida no le había endurecido el corazón y Gálvez entendía que los muertos no sirven para nada salvo para fastidiarla. Al final, un amigo le ofreció marchar a la Argentina con la familia, incluso otro le aseguró que le ayudaría en Venezuela. Pero Gálvez no había hecho mal a nadie, si acaso partió y mondó a muchos de risa. Pero amigo, cuando llegaron los salvadores de la Patria, hubo gente que aseguró tener un carta del comediógrafo Pedro Muñoz Seca, fusilado en Paracuellos, donde se decía que Gálvez era habitual entre la guardia de milicianos de la Cárcel Modelo. Nadie ha visto esa carta. Además una delación anónima aseguró que era amigo de Felipe Sandoval, el anarquista de los servicios especiales de la CNT en Madrid, que trabajaba para el Comité Provincial de Investigación Pública de Madrid, lo que los franquistas llamaron la checa de Fomento, para desprestigiar a los servicios de contrainteligencia republicanos. A Sandoval, el SIPM (Policía Militar franquista) del Madrid recién tomado por los franquistas le dio tales palizas que era un cadáver andante. Eduardo de Guzmán que lo vio en el patio de la cárcel lo atestiguó. Sandoval acabó siendo arrojado por la ventana ya que una vista judicial era inviable. Este conocimiento perjudicó a Gálvez del que no sabemos qué tratara con Sandoval, a lo mejor sólo le pedía información para avisar a sus amigos, que ya lo hizo varias veces. El caso es que fue detenido, maltratado, juzgado y condenado a muerte y fusilado sin que se publicara la sentencia. Muy raro. Los amigos a los que benefició no aparecieron y los dos que escondió en su casa, el escritor León y el deportista Zamora, no se enteraron hasta después de haber sido fusilado y toda ayuda era inútil. Era el 20 de abril de 1940, contra las tapias del Cementerio de Madrid. Gálvez sí que era español de pura cepa, paupérrimo, generosísimo, humano, caritativo, aventurero y picaron, por contra de los que le fusilaron que solo eran unos p. godos.
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Juan Gandulla Vargas Panadero y sindicalista dirigente de la Sociedad Obrera de Panaderos, natural del Puerto de Santa Maria que fue detenido en 1927 en el bar La Lucha de la citada localidad junto con seis camaradas entre los que se encontraba, el afamado medico y fundador del Quinto Regimiento, Daniel Ortega (no confundir con el de allende los mares) Juan Gandulla había fundado la primera célula del Partido Comunista en el Puerto junto a Ramón Mila y Alfonso Manzaneque. A ella se unirían futuros líderes nacionales como Juan Guilloto León (Modesto) y Daniel Ortega, ya citado. Tuvo destacada presencia en la prensa comunista porteña, como "El Proletario". Modesto lo cita en "Soy del Quinto Regimiento" y nos dice que fue fusilado por los franquistas, como Daniel Ortega.
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Agapito García Atadell.
Atadell y Pedro Penabab
En el aislado gobierno Giral de julio de 1936, se decidió que el comisario Antonio Lino (1), a la sazón Jefe de Primera Brigada Criminal en la Dirección General de Seguridad, republicano moderado y con la confianza del Director General, José Alonso Mallol (2), dirigiría la Milicia Popular de Investigación con García Atadell como jefe y Javier Méndez como subjefe, de modo que la Brigada de Atadell por un lado (socialistas) y la Brigada del policía Javier Méndez Carballo por otro (comunistas), ambas en dura competición, quedarían bajo control de la Dirección General de Seguridad. Los milicianos de estas brigadas serían considerados agentes al igual que los de carrera hasta nuevo aviso. Los anarquistas se apuntaron al nuevo Comité Provincial de Investigación Pública, creado en agosto por el nuevo Director General, Manuel Muñoz, con el que se pretende regular las Comisiones Represivas y los Tribunales Populares. Pero el control de los grupos represivos de la CNT no funcionó, ni se intentó, pues además, la propia CNT tenía prácticamente el control de la Contrainteligencia militar en el creado Servicio Especial, al alimón con el comunista Ángel Pedrero, futuro director del SIM, en el nuevo negociado de la segunda sección del reconstruido Estado Mayor del Ministerio de la Guerra. Todas estas brigadas y grupos iban de incidente en incidente, con la creciente indignación de gran parte de los partidarios del Frente Popular, pues a medida que trascurría el verano de 1936 la legítima labor investigadora y de represión contra los traidores, quintacolumnistas y desafectos, se fue pervirtiendo en sus fines y, todavía peor, con la formación de nuevos grupos incontrolados que sólo buscaban robar y eliminar testigos, algunos con presencia quinta columnista desestabilizadora. La propaganda rebelde se encargó rápido de deslegitimar la legal defensa de la República, que la policía política y el contraespionaje militar querían practicar con todas las garantías ante la avalancha de actividades clandestinas contra el legítimo gobierno de la II República. En el caso que nos ocupa, el inteligente Atadell se procuró recursos e inmuebles, donde vivía a cuerpo de rey y donde elaboraba su retorcida estrategia de asesinar por un lado, robar por otro, y proteger a derechistas de importancia para cubrirse las espaldas por si acaso. Pronto, otros grupos represores parapoliciales adoptaron esta táctica. En la dura lucha por el control político de la represión, la fracción más progubernamental que encabezaban los comunistas se hizo con la autoridad legal y el comisario Lino y, principalmente, Atadell y su segundo y paisano, Pedro Penabad, que pasó de Jefe de las Milicias Gallegas a agente de la Brigada Atadell, le vieron las orejas al lobo (y encima, Franco aproximándose a Madrid) y, Atadell, tras ayudar a Lino a exiliarse a Francia pues se le pedían responsabilidades, decidió sacar a su familia y largarse él mismo con su segundo y con todo lo que habían arramblado a sus víctimas derechistas. Estaba claro que todo aquel estado de cosas iba a cambiar y que se iban a pedir responsabilidades, hartos como estaban las personas decentes del Frente Popular de estos desalmados que corrompían la necesaria y honesta labor de contrainteligencia en un Madrid cuajadito de desafectos, traidores, espías y quintacolumnistas. De modo que Agapito García Atadell y Pedro Penabad, con la excusa de una misión de contrainteligencia en Francia, partieron con su botín rumbo a Marsella, donde tenían intención de partir a Sudamérica y reunirse con sus familias. Pero cometieron varios fallos, uno, no percatarse de que el barco, el Mexique, hacía escala en Tenerife, y otro no conservar la debida compostura en el viaje y levantar sospechas entre los pasajeros. Se dijo que agentes de la República filtraron la información a los franquistas, incluso, se dice que fue Buñuel, el director de cine, que viajaba de pasajero rumbo a Cuba, el que se chivó al capitán del barco. El resto es la historia de un drama personal, donde Atadell, preso en la Sevilla franquista, se derrumba y se vuelve su contrario. Fue ajusticiado a garrote vil, que los militares rebeldes tuvieron el agrado de reponer para gusto y consumo de su enfervorizados partidarios. Notas.- Lea los interrogatorios y la sentencia de su juicio en Sevilla. Pero no se lo crea todo. El tribunal franquista trataba de sacarle todo el jugo a este caso y usarlo de artillería en su causa propagandística contra la barbarie roja. (1) El comisario Antonio Lino, que por haber pertenecido a la Brigada Criminal durante el Bienio Negro, no era sospechoso de faccioso, recibió este envenenado encargo que partió su carrera y casi su vida por la mitad. Como el propio comisario reconoce en sus memorias, el control del gobierno en estos grupos represivos era nulo aunque se mantenía un cierto paripé funcional y administrativo. Pero Atadell, Méndez y Mancebo (CNT), hacían y deshacían sin importarles mucho la opinión de Lino y del propio Director General, Manuel Muñoz de los que supuestamente dependían. El comisario Lino trató de salvar a todos los derechistas que pudo, sobre todo a su compañeros policías de la Brigada Social, que habían sido unos bárbaros torturadores, si no asesinos, y lo tenían muy crudo. Se dice que buscó por todos los medios exiliarse, pues lo de pasarse al enemigo, imposible, lo hubieran fusilado en el acto. Las memorias del comisario Lino son muy interesantes pero hay que tener en cuenta que son exculpatorias. Afirma con desparpajo que privado realmente de mando sobre la Brigada Criminal, los hombres de la antigua policía no se atrevían a salir a a la calle solos, por miedo a ser asesinados por los agentes de la nueva policía, y que prácticamente pasaban la vida en el despacho de Antonio Lino. A quien al parecer tenía verdadero pánico, Lino y otros agentes, era a su vez a Javier Méndez Carballo, segundo jefe de las Milicia Popular de Investigación, que era igualmente policía antes de la guerra y miembro del PCE.
(2) Véase este importante personaje. Mallol sería prontamente sustituido por Manuel Muñoz en el cargo de Director General.
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Cristino García Granda.
Más información: Lea este Artículo de Xavier Lacosta |
Veneranda García-Blanco Manzano
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Juan García Oliver.
En la imagen con otra ministra anarquista, Federica Montseny, el día de la presentación como tales ante el presidente de la República, a la toma de posesión del presidente del Consejo de Ministros, Largo Caballero. (1901-1980). Dirigente anarcosindicalista, nacido en Reus (Tarragona), que formó parte, junto con Buenaventura Durruti, Francisco Ascaso y otros, del grupo terrorista conocido por «Los Solidarios». Durante la dicta-dura del general Primo de Rivera se exilió a Francia, donde entró en contacto con otros revolucionarios anarquistas y contribuyó muy eficaz-mente al nacimiento de la FAI y a la preparación de un atentado, que resultó frustrado, contra Alfonso XIII. Aunque partidario de la acción directa, no compartió sus métodos ni con los idealistas ácratas, más teóricos que prácticos, ni con los sindicalistas de Angel Pestaña, a los cuales consideraba meros reformistas. Tras ser encarcelado varias veces, al proclamarse la República fue puesto en libertad, convirtiéndose en poco tiempo en uno de los líderes más cualificados de la CNT y, más tarde, de la citada FAI, participando personalmente en la mayoría de los sucesos revolucionarios —huelgas del Alto Llobregat, etc.— ocurridos en España en el periodo comprendido entre 1931 y 1936. Al producirse el alzamiento militar del 18 de julio de este último año se distinguió en el aplastamiento del mismo en Barcelona, formando parte del Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña. Más tarde fue nombrado ministro de Justicia, como representante de la CNT-FAI, en uno de los gobiernos que presidió Francisco Largo Caballero. Lo insólito del nombramiento —era la primera vez, y posiblemente la última, que un anarquista desempeñaba la cartera de Justicia— dio lugar a numerosos comentarios y a no menos quebraderos de cabeza. Incluso entre sus propios correligionarios, como dice Hugh Thomas (La guerra civil española, Ed. Urbión, S. A., Madrid, 1979), produjo un indisimulable estupor oír por radio que se le llamaba «el excelentísimo señor ministro de Justicia, camarada García Oliver». De su paso por tal departamento queda el recuerdo de un discurso sin precedentes en la larga nómina de ministros de Justicia (Hugh Thomas, op. cit.): «... La justicia ha de ser caliente, la justicia ha de ser viva, la justicia no puede estar encerrada dentro de los estrechos limites de una profesión. No es que despreciemos de forma definitiva los libros y los procedimientos, pero lo cierto es que había demasiados abogados... Cuando las relaciones entre los hombres sean las debidas, no habrá necesidad de robar ni de matar... Por primera vez, se dirá que el criminal delincuente común no es un enemigo de la Sociedad; es, acaso, una víctima de la Sociedad. ¿Quién es capaz de decir que no va a robar obligado a ello para dar de comer a sus hijos y para comer él mismo? No creáis que quiero hacer la apología del robo, pero a las masas hay que hablarles con dureza. El hombre no procede de Dios, procede de la caverna, de la bestia... La justicia es algo tan sutil que basta con tener corazón para interpretarla...» Ya en otra ocasión, refiriéndose a los «paseos» había dicho: «Lo de los paseos era la justicia administrada directamente por el país, por el pueblo, en ausencia absoluta de los órganos de la justicia tradicional, que había fracasado.» De todas formas, y a pesar de tan peregrinas manifestaciones y de que, al parecer, su sueño era hacer una enorme pira con todos los registros dependientes del Ministerio de Justicia, cosa que no llevó a cabo, aunque es cierto que ordenó la cancelación de todos los antecedentes penales por delitos cometidos con anterioridad al 15 de julio de 1936, hizo todo lo posible para que el Gobierno recuperara su natural autoridad y nadie desempeñase, aun mismo tiempo, el doble papel de juez y de verdugo. A pesar de tales esfuerzos —dice Diego Martínez Barrio en sus Memorias, Ed. Planeta, Barcelona, 1983—, «no consiguió nunca ser recibido en audiencia privada por el presidente de la República, señor Azaña». También como representante de la CNT fue miembro del Consejo Superior de Guerra, dando pruebas de no escasa competencia en todo lo relacionado con la organización de academias en las que preparar a los nuevos oficiales del ejército republicano. Como jefe de la organización y la administración de las escuelas de formación de oficiales —escribe Burnett Bolloten en su libro La revolución española, Ed. Grijalbo, S. A., Barcelona, 1980-, se ganó la admiración incluso de sus adversarios ideológicos. Antonio Cordón y yo —escribe Martín Blázquez, oficial profesional del Ministerio de la Guerra—nos pusimos en contacto con él, pero lo único que nos quedaba por hacer era ejecutar sus instrucciones. Inmediatamente se consiguieron alojamientos, instructores y equipo. Oliver era infatigable. Lo disponía y supervisaba todo personalmente. Entraba en los menores detalles y se preocupaba de todo. Hasta se interesaba por los horarios de estudios y por la organización de la cocina. Pero insistía sobre todo en que los nuevos oficiales fuesen adiestrados en la disciplina más estricta. Yo, que no creo en la improvisación, estaba asombrado ante la capacidad organizadora de aquel anarquista catalán. Observando el acierto y la capacidad con que actuaba, comprendí que era un hombre extraordinario y no pude menos de deplorar que tanto talento se desperdiciara en una actividad destructiva.» Durante los sucesos acaecidos en Barcelona en mayo de 1937, desempeñó un importantísimo papel, consiguiendo que los anarcosindicalistas depusiesen las armas y, como consecuencia, se diese por terminada aquella guerra civil dentro de la guerra civil. Tras la caída de Largo Caballero y el acceso de Negrín —y de los comunistas— al poder, su estrella comenzó a declinar hasta casi desaparecer de la vida política de la España republicana. Al final de la contienda se refugió en Francia, Suecia, Venezuela y México, permaneciendo en este último país hasta su fallecimiento. Fuente: Manuel Rubio Cabeza. Diccionario de la GCe.
García Oliver es besado por una compañera cuando parte con su columna para el frente aragonés. Obsérvese el subfusil MP-28. Que entonces no se llamaban subfusiles sino metralletas, carabinas automáticas, etc...y que, por supuesto, aún no se llamaban naranjeros.
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Alejandro García Val
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José Gárdeñas Sabater Activista anarquista que era miembro del combativo Sindicato de la Construcción de Barcelona y señalado pistolero que participó en atracos, atentados y asesinatos que si bien aparecían como actos revolucionarios, no dejaban de inquietar a los dirigentes de la CNT que muy bien sabían que así no se va a ninguna parte. Gardeñas llevó una vida nada halagüeña, una vida de pobreza, cárceles, sobresaltos y uso desmedido de la violencia. Tenía aspectos personales sorprendentes, pues no sólo colaboraba en las publicaciones del movimiento sino que tenía opinión fundada y buena argumentación. Para más complejidad del personaje, Gárdeñas escribió novelas populares, seguramente de contenido social y hasta psicaliptico, que se decía entonces. Al estallido de la guerra, se metió de lleno en labores de represión en Cataluña y además de sangrienta, a Gárdeñas le resultó productiva pues se puso a robar y a otros desmanes en beneficio propio. Escorza, responsable de "inteligencia" de la CNT barcelonesa dio la orden de eliminarlo, junto con Fernández, otro de lo mismo, del Sindicato del Ramo de la Alimentación.
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Ventura Gassol Rovira.
Fuente: Ramón Cuellar Sorribes.
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Ángel González Gil-Roldán. Era médico interno en el Hospital de San Carlos en Madrid. Miembro de la CNT durante la guerra tuvo distintos puestos en el Comisariado. Primero fue Subcomisario general encargado de los Servicios de la Asesoría Jurídica del Comisariato. Como miembro de la Comisión Regional de la CNT de la zona Centro tuvo destacada actuación en los incidentes que rodearon al famoso suceso "Yagüe". (1) y en octubre de 1937 causa baja en este puesto y en el Comisariado. En octubre de 1938 fue de nuevo admitido en el Comisariado y nombrado nada menos que Comisario delegado del Grupo de Ejércitos de la Región Oriental. GERO. Se exilio a la República Dominicana
(1) La CNT tenía controles permanentes en las zonas donde era mayoritaria o tenía edificios confiscados por el vacío de poder a raíz de la marcha del gobierno y mientras tanto la Junta de Defensa se ponía en marcha. Los sucesos consistieron en que los controles de la CNT no dejaban pasar a los coches de otros partidos sin el sello de su sindicato, lo que a todas luces rayaba con el sabotaje. Los miembros del PSOE y del PCE detenidos o desviados en esos controles ilegales protestaron en todas las instancias de la Junta, pero el inestable equilibrio de poderes de Madrid, difícilmente podía dar la razón a unos en detrimento de otros. Las cosas se complicaron todavía más cuando la CNT impidió el paso a líderes señalados del PCE en funciones de la Junta Delegada, lo que, sin duda, era traición. El clima de enfrentamiento se polarizó entre la CNT y el PCE para horror de muchos dirigentes y militantes sensatos de ambas organizaciones. El 23 de diciembre la situación explotó cuando a las tres de la tarde en el control de Ventas y tras una fuerte discusión, el coche donde viajaba el Delegado de Abastos de la Junta, el comunista Pablo Yagüe fue tiroteado, resultando este último herido muy grave. El Delegado de Orden Público de la Junta, Carrillo, movilizó a una compañía de asalto y detuvo a los culpables que se habían refugiado en el Ateneo Libertario de Ventas. El PCE exigió su ejecución, pero el caso es que los presos pasaron a depender de un Tribunal de Justicia. La prensa de ambas organizaciones no paraba de echar lecha al fuego, indicando Mundo Obrero que la CNT se la tenía jurada a Pablo Yagüe por no aprovisionar los establecimientos colectivizados de la CNT, y que al ver los milicianos de quién se trataba, abrieron fuego. Como en este tema ya había habido un muerto de la CNT de Abastos, por manos de pistoleros desconocidos, Mundo Obrero concluía que se trataba de una simple venganza. Sospechando el PCE, que la justicia no le iba a dar la razón, se liaron la manta a la cabeza y asesinaron a tres cenetistas, cuyos cadáveres abandonaron con el carné de la CNT en la boca. Este terrible crimen tuvo la misma repuesta, tres cadáveres de comunistas aparecieron en la misma tesitura. Contraatacó el PCE y dos anarquistas más cayeron y después varios comunistas. Asustadas y presionadas, ambas organizaciones llegaron a un acuerdo y cesaron los asesinatos en la zona Centro. La Justicia Popular absolvió a los tres anarquistas detenidos y los periódicos de la CNT se hartaron de exigir disculpas que no venían a cuento, dado el gusto que le tenían a las funciones de policía en la CNT. Mundo Obrero no dijo nada, pero estaba que echaba humo. |
Bernardo Giner de los Ríos y García.
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José Giral Pereira.
(1879-1962). Químico, farmacéutico y político, que fue catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Salamanca v de Química Biológica de la de Madrid. Republicano activo 7 masón, fue encarcelado por su participación en la huelga revolucionaria de 1917, y volvió a serlo, varias veces más, durante la dictadura del general Primo de Rivera. Afiliado a la Masonería y amigo personal e incondicional de Manuel Azaña, al proclamarse la Re-pública fue nombrado consejero del Estado y rector de la Universidad de Madrid, y poco más tarde, ministro de Marina. cartera que desempeñó en todos los gabinetes constituidos por el citado Azaña en el bienio 1931-1933. Elegido en 1931 y 1936 diputado a Cortes por Cáceres (Acción Republicana y Izquierda Republicana, respectivamente), tras el triunfo del Frente Popular, en febrero de 1936 fue nombrado nuevamente ministro de Marina, en sendos gobiernos presididos por el citado Azaña y Santiago Casares Quiroga. Conocedor de la conjura militar que venia tramándose para derribar la República, en los días inmediatamente anteriores al estallido de la guerra civil, hallándose desempeñando el citado departamento ministerial, prohibió la práctica de unas maniobras navales que habían de llevarse a cabo en las inmediaciones de la costa marroquí y en la de las islas Canarias, situando en las estaciones radiotelegráficas de la Armada, especialmente en la de Madrid (Ciudad Lineal), personal de su más absoluta confianza, a fin de poder detectar cualquier movimiento sospechoso relacionado con la referida conjura. El 18 de julio de 1936, al tener conocimiento de la sublevación de las tropas destacadas en el Protectorado de Marruecos, se puso en contacto telegráfico con los destructores Lepanto, Sánchez, Barcaiztegui y Almirante Valdés, surcos en Melilla, y con el destructor Churruca y el cañonero Dato, estos dos últimos en las inmediaciones de Ceuta, y ordenó a sus respectivos comandantes que inmediatamente de recibir el mensaje rompiesen fuego sobre los campamentos y cuarteles de Regulares, centros militares o agrupaciones de fuerzas. "La República Española —decía textualmente el despacho— espera de la lealtad y disciplina de esas dotaciones sabrán hacer honor a la tradición brillante de la Marina. Continuarán el fuego hasta solicitud de tregua o haber consumido la mitad de los cargos. En todo caso, darán cuenta inmediata del cumplimiento de esta orden. Evitarán disparar sobre edificios enclavados en el casco de la población." La orden, no obstante la claridad de sus términos, no es obedecida. Al día siguiente, visto el fracaso obtenido por el efímero Gobierno que encabezaba Diego Martínez Barrio, acepta el encargo de Azaña —elevado ya a la Jefatura del Estado— de formar un nuevo gabinete, en el que sólo da entrada a republicanos moderados y en el cual, además de la Presidencia, se reserva la cartera de Marina. Para hacer frente a la rebelión, que ya había comenzado a extenderse por la Península, decide, por un lado, armar a las masas obreras y sindicales —a lo que se opusieron algunos ministros—y, por otro, acuerda disolver el ejército sublevado, medida esta última que, lógicamente, resultó ineficaz y, al mismo tiempo, contraproducente. En la noche del 19 al 20 de dicho mes, posesionado ya de la Presidencia del Gobierno, dirige un telegrama al jefe del Gobierno francés en demanda de ayuda: «Sorprendido por un peligroso golpe militar —le dice—, le ruego nos ayude inmediatamente con armas y aviones. Fraternalmente, Gírala' Algún tiempo después recabó una ayuda semejante del Gobierno de la URSS. A continuación adoptó una serie de medidas que no tenían otro fin que el de legalizar una serie de situaciones de hecho creadas por la puesta en marcha de la revolución, tales, como por ejemplo, la destitución de todos los funcionarios públicos que habían colaborado en el alzamiento militar o no fuesen suficientemente adictos ala República; la sustitución de la Guardia Civil por la Guardia Nacional Republicana; la incautación de las industrias y establecimientos cuyos dueños los habían abandonado o habían desaparecido, etc. A primeros de septiembre de 1936 presentó la dimisión como jefe del Gobierno, siendo sustituido en el cargo por Francisco Largo Caballero. A partir de entonces y hasta finalizar la contienda —no obstante su escasa fe en la victoria republicana y sus no ocultos deseos de alcanzar la paz— fue ministro sin cartera en los dos gabinetes presididos por el citado Largo Caballero; después, con Juan Negrin en la jefatura del Gobierno, ministro de Estado y otra vez ministro sin cartera. Al margen de su actividad ministerial, representó al Gobierno republicano en las negociaciones que se llevaron a cabo para el intercambio de prisioneros entre una y otra zona, y que tan escaso éxito alcanzaron por las muchas dificultades que en todo momento pusieron las autoridades nacionalistas. Al terminar la guerra se exilió a Francia, acompañando a Azaña mientras éste se alojó en la embajada de España en París. Más tarde se refugió en México, donde volvió a dedicarse a la enseñanza. ejerciendo como profesor en el Colegio de México, en el Instituto Politécnico y en la Universidad Nacional Autónoma de dicho país. En agosto de 1945 presidió en dicho país —en el cual residió hasta su fallecimiento— un Gobierno republicano en el exilio —reconocido por las autoridades mexicanas—, cesando en tal cargo en febrero de 1947. Fuente: Manuel Rubio Cabeza. Diccionario de la GCe.
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Domingo Girón García.
(1) Juan A. Portela escribió no hace poco en una carta enviada al diario El País, que el motivo por el que Domingo Girón y sus doce compañeros de proceso no fueron fusilados antes, fue por un pacto entre los Alemanes y la Unión Soviética, donde esta última respetaría las vidas de los espías nazis detenidos en Rusia a cambio de que se respetara las vidas, entre otros presos, de los encausados en el proceso del "Expediente de la Junta de Casado". Cuando Alemania invadió Rusia, sólo les llevó a los franquistas unas semanas para fusilar a los doce.
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Arturo Gómez-Lobo.
Imagen: Gómez-Lobo ejerciendo de abogado en Ciudad Real en 1912. |
Julián Gómez García (Gorkin).
Gorkin en su madurez con su güisquito haciendo estruendosas declaraciones contra los comunistas Conocido por Gorkin, fue dirigente del Partido Obrero de Unificación Marxista. Militó en Valencia antes de la Guerra Civil. Al inicio de ésta se trasladó a Barcelona para trabajar de redactor del rotativo "La Batalla", que era decididamente antirrepublicano. Tras los sucesos de mayo de 1937 fue detenido por el gobierno republicano y juzgado. Se encontraba en la cárcel un poco antes de la caída de Barcelona, pero pudo evadirse y exiliarse primero a Francia y luego a Méjico. Gorkin evolucionó al anticomunismo furibundo, lo que le llevó a trabajar para los servicios de inteligencia americanos en la peor época del Macartysmo. Gorkin y sus compañeros tenían derecho a sentirse maltratados por el gobierno republicano, pero también la República tenía derecho a defenderse de estos aventureros incendiarios, cuyos editoriales llamaban a destruir la república burguesa, precisamente cuando la República estaba en guerra y luchaba por sobrevivir al fascismo internacional. Qué hubiera pasado con gentes así, que en la Segunda Guerra Mundial hubieran militado y publicado editoriales antigubernamentales, en Inglaterra, Estados Unidos, (y no digamos Alemania, Italia o Rusia) dónde sin duda los hubieran tratado de traidores con toda razón. Pues eso.
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Mariano Gómez González.
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Francisco Gómez Hidalgo (1886 - 1947)
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José Ramón Gómez Osorio (1882 - 1940)
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Paulino Gómez Sáiz.
Addenda: Se trataba de un problema político motivado por la presencia en el gobierno de ministros de ERC, Jaime Ayguadé, Giral de Izquierda Republicana e Irujo del PNV, Irujo (1), que protestaban por las ejecuciones de los tribunales populares, amen de otras irregularidades, decían, en las policías gubernativas, especialmente en la Inteligencia Militar (SIM) al que recientemente se le habían dado competencias en campos de trabajo y batallones de castigo. La cuestión era que los partidos nacionalistas que apoyaban a Negrín abominaban de las legítimas acciones de contrainteligencia con que a duras penas el gobierno se mantenía en el descontrolado mundo de la resistencia clandestina y quinta columnismo enemigo. Negrín sopesó las críticas políticas, pero calibró que la República estaba en un durísimo trance militar tras la retiradas de Aragón en marzo. Que el Ejercito Popular estaba reclutando en Cataluña casi a niños y que si el pueblo se estaba sacrificando terriblemente, bien la retaguardia podía hacer lo mismo y que a los traidores condenados se les aplicasen sus sentencias. Mucha gente comprometida que sabía cuál iba a ser su destino si caía en manos franquistas, aun estando en contra de las penas de muerte, se desentendía ante el brutal estado de choque en que vivía la II República. Añadiendo nosotros que de todas las sentencias de muerte de los tribunales legítimos del gobierno, la mayoría no se cumplían o se indultaban, y que negar este derecho legal a un Estado legítimo en guerra, era negar la resistencia militar. ¡Claro, si vamos a perder, para qué detener a nadie! Y así en unos meses todos muertos... (1) Cuando Irujo fue nombrado Ministro de Justicia en el primer gobierno de Negrín sólo se ocurrió tratar de Procesar a Santiago Carrillo por los asesinatos de Paracuellos. Naturalmente no pudo. |
Trifón Gómez Sanjosé.
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Fernando González Barón Abogado que pertenecía al Cuerpo Jurídico Militar por oposición. Socialista cercano a Azaña que fue asesor jurídico del Ministerio de la Guerra que dirigía Azaña en el periodo constitutente. Con el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936 fue nombrado Magistrado interino de la Sala VI del Tribunal Supremo, que juzgó y condenó a muerte al general Fanjul, por la sublevación en Madrid, vencida en el Cuartel de la Montaña. Fue confirmado en su puesto en marzo de 1937 y estaba claro que si caía en manos franquistas su destino sería bien triste. Así que al terminar la guerra procuró exiliarse recalando en Méjico donde se acercó al entorno prietista de la JARE. El gobierno mejicano le reconoció el título de Viceconsul de España en Méjico (de la España del exilio, claro)
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Miguel González Inestal (1901-1991)
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Serafín González Inestal Cenetista, hermano del anterior. Miembro del Comité de Defensa Confederal de la Región Centro. Fue consejero civil de la organización de las Brigadas Mixtas en Albacete y luego Inspector Comisario del Ejército de Andalucía. Fue encarcelado después de la guerra.
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Emilio González López
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Manuel González Marín
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Ramón González Peña.
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Francisco Gonzalo de Francisco
La imagen fue publicada por el semanario "Abril" portavoz de las izquierdas en la provincia de Guadalajara. (1) El obispo fue detenido por las milicias el día 25 de julio y liberado por intercesión de Cipriano Mera, pese a que gran parte del pueblo seguntino le acusaba del asesinato de Francisco Gonzalo. Al día siguiente fue detenido por milicianos y fusilado. Su cuerpo fue ocultado y quemado para evitar su reconocimiento. |
Joaquín Gonzalo.
Información e imagen extraída del ABC republicano |
Félix Gordón Ordás.
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Juan Gracia Colas
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Julián Grimau García.
Lea esta crónica del Francisco Erice: https://conversacionsobrehistoria.info/2024/01/19/julian-grimau-un-crimen-de-estado-contra-la-reconciliacion-nacional/ (1) La Causa General instruida por el Ministro Franquista de Justicia, Esteban Bilbao en la inmediata posguerra que cumpliendo órdenes de arriba pretendía recolectar toda la información habida y por haber de los crímenes rojos en la España republicana desde el mismo momento de la proclamación de la II República. Para ello, la administración de justicia franquista dotó de personal y medios a los encargados de esta tarea que rápidamente fue organizada en Piezas y Ramos para poder desglosar por provincias y municipios el trabajo. Se mandaron oficios a los alcaldes, cuarteles de la Guardia Civil, cuarteles falangistas, juzgados, párrocos y demás con la intención de consignar los 300.000 asesinatos que quería el mismo Franco. La forma en que estos datos fueron recogidos era altamente insolvente pues estaba basada en delaciones propiciadas por las autoridades de personas que muchas de las veces hablaban de oídas, o se veían impelidas a confirmar las tropelías que las autoridades judiciales les suministraban en los interrogatorios. Otros, familiares de represaliados o ellos mismos victimas locales de la represión republicana o simplemente acérrimos del régimen no paraban en cuentas de la trascendencia de sus declaraciones, no queriendo nadie en aquellos años de ninguna manera enfrentarse a las autoridades locales que a su vez se veían presionadas por la necesidad de acumular crímenes y más crímenes. El trabajo duro siete años y fue exhaustivo, tan exhaustivo que estudios serios sobre la documentación destacó las inmensas duplicidades que contenía al contabilizar muertes en varias provincias a la vez, que los autores de un ramo no podían controlar, y de esta forma de los 80.000 casos de asesinatos republicanos, que por cierto decepcionaron a Franco, los estudiosos los dejaron en unos 60.000 que probablemente tras más estudios quedarán en las 36.000-40.000 victimas de la represión republicana de los estudiosos democráticos. Todas estas delaciones ciertas, exageradas o falsas eran enviadas a los juzgados junto con los antecedentes requeridos para los procesos sumarísimos a que los detenidos republicanos eran sometidos por la justicia militar franquista. La causa general era muy determinante de las sentencias y costaron la vida a muchos republicanos declaraciones que eran mayoritariamente insolventes. A propósito de los crímenes imputados a Grimau, estamos en 1963 y no había ninguna referencia a lo supuestos crímenes de Grimau. ¡Cómo era posible! Pues si no había bastantes inventos en la Causa General, los de Grimau se los inventaron a base de declaraciones recogidas a familiares y victimas de la represión republicana en 1963 en la Barcelona de 1936-1939. A tenor de esto, Grimau era mas malo que los kapos de Auschwitz. Pero no, era un puro invento que escritores franquistas tan pérfidos como Emilio Romero contribuyeron a sostener. El estudioso Floren Dimas sobre la represión franquista en el área levantino-murciana describe así en la carta a un amigo, la estructura de la causa general: "...la Causa General está dividida en "Piezas" que es la clasificación por temas. La Pieza 1ª (o principal) contiene una síntesis de todos los actos de violencia cometidos en toda la provincia por "los rojos" (en las que provincias sublevadas es un pequeño lío porque la única violencia es la que promueven los fascistas) y está muy resumido todo en tres modelos de formularios.. A su vez, la Pieza 1ª se divide en "Estados". El Estado 1º Incluye una relación de personas asesinadas por "los rojos" y de sus posibles asesinos, todo ello descrito muy detalladamente con pelos y señales de los hechos, declaraciones de testigos, etc... El Estado 2, es una relación de personas asesinadas no residentes en el municipio en donde son encontrados sus cuerpos, estén identificada o no. El Estado 3, relación de torturas, sufrimientos, saqueos, destrucciones, robos, etc. con todos los detalles del alcance de los mismos (relación de objetos, valoración en ptas., posibles autores, circunstancias, etc.) El Estado 3 incluye además los famosos "Ramos"; cada provincia se subdivide en "Ramos" (uno por cada municipio, grande o pequeño. Un "Ramo" es una subcarpeta, es decir, como una especie de Estados 1, 2 y 3 pero referido específicamente a cada localidad, ampliando los detalles de los hechos recogidos en la Pieza 1ª. EL ESTADO 3 PERMITE RECONSTRUIR BASTANTE BIEN LA HISTORIA LOCAL, ya que se refleja la organización política y social del pueblo o ciudad durante la República y hasta la sublevación. La Pieza 2ª (Alzamiento Nacional) es la película de los preparativos de la sublevación. Primero, en el ámbito provincial, y va descendiendo narrando el complot que se teje desde la capital al último caserío para cuando estalle el "Movimiento". Es muy importante porque nos cuenta quién están a favor y en contra de los sublevados. Y así..." |
Enrique Griñán Guillén (1908-1982)
Al terminar la guerra se exilió a Francia donde fue perseguido por el agente Urraca como una pieza importantísima junto con Azaña, Companys, Zugazagoitia y otros. La propia Festapo colaboró en la persecución, tuvo más suerte que los anteriores y tras llegar a Marsella, uno de los puntos de evacuación de refugiados españoles, llegó a Méjico donde trabajo como comercial. Los franquistas expulsaron a Griñán de la carrera judicial y de haberle pillado lo hubieran fusilado luego de un tratamiento especial de la "mano" de la Falange. Regresó a España en 1970 de tapadillo aprovechando un pseudo indulto de Franco por los 25 años de paz y ciencia "paciencia", decíamos nosotros, pero Griñán hubo de salir de nuevo para Méjico. EN 1977 pudo finalmente regresar a España, pleitear por su carrera, recuperar derechos pasivos reingresar en el Escalafón y recibir el pago de todos los trienios atrasados. Rehabilitado se le dio destino en la audiencia de Palma de Mallorca donde se jubiló para regresar a Méjico donde falleció en 1982.
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José Guardiola Ortiz. Alicante (1874-1946) Abogado, presidente de la Caja de Ahorros de Alicante (1918). Miembro de la Real Sociedad Económica de amigos del País. Miembro de la Real Academia de Bellas Artes. Presidente del Ateneo de Alicante (1930). Comisario Regio para la enseñanza (1917) y presidente de la Comisión Provincial de Monumentos. Director desde 1897 del diario "El Republicano". Se negó a incorporarse al Partido Liberal y formó parte de la dirección provincial de Unión Republicana. En 1908 se integró en el Partido Radical. Concejal de Alicante en varias ocasiones. Defensor de políticos republicanos en procesos judiciales y Gobernador Civil de Valladolid (1931-1933) Decano del Colegio de Abogados en 1936. Represaliado y expulsado de la profesión por el franquismo, fue rehabilitado el día de su muerte, pues sus amigos colocaron su toga y su birrete sobre el ataúd. Fuente: María Jesús Gallar
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Isidro Gullón Martínez Grande (1888-1939)
Gentileza de Virginia Escribá - 23-11-2007
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Leonardo Guridi Arrazola (1896-1936). Sacerdote vasco, coadjutor de la parroquia de Mondragón (Guipúzcoa), que tras la ocupación de Guipúzcoa por las tropas nacionalistas que mandaba el general Mola, fue hecho prisionero por éstas. Encarcelado en Ondarreta (San Sebastián) y acusado de profesar ideas separatistas, fue fusilado, poco tiempo después, sin formación de causa, en unión de otros sacerdotes y seglares.
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Eduardo de Guzmán Espinosa (1908-1991)
M.B.
Nota.- Eduardo tenía tres hermanos más, Ángel, periodista deportivo en "La Libertad" antes de la guerra, pero corresponsal de guerra en ésta, murió en el frente, en la localidad de Chapinería en octubre de 1936 cuando viajando en un coche de prensa entraron en el citado pueblo que había sido tomado por los rebeldes, y sin mediar palabras al ver que eran periodistas republicanos, los sacaron del coche y los fusilaron allí mismo en la plaza del pueblo. Otro hermano, Mariano, que fue periodista de "Castilla Libre", pasó largos meses en el Campo de Concentración de Nanclares de Oca hasta que consiguió la libertad. De una tercera hermana, Dora, no tenemos noticias de que fuera sancionada. Por cierto, hoy en día sabemos que Eduardo Guzmán era sumamente crítico con Val, Salgado, y García Prada, los capitostes de la CNT de Madrid que eran lo suficientemente intrigantes y aficionados a la represión para que Guzmán los detestara. Les llamaba "Capitanes Araña" |
Rafael Henche de la Plata
Los franquistas le habían quitado su magnífica vivienda en la calle Alfonso XIII y las pasó canutas para rehacer su vida. Aún tuvo gracia para participar en la comisión ejecutiva clandestina del PSOE del interior. En septiembre de 1961 falleció en Madrid.
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Antonio Hermosilla Rodríguez (1885 - )
(1) Estos eran los refugiados en la embajada de Chile en abril de 1939:
Antonio Aparicio Herrero, escritor, 22 años Edmundo Barbero, artista, 39 años José Campos Arteaga, estudiante, 24 años Fernando Echeverría Barrio, arquitecto, 40 años Pablo de la Fuente, escritor, 33 años José García Rosado, médico, 28 años Luciano García Ruiz, abogado, 33 años Antonio Hermosilla Rodríguez, periodista, 54 años Luis Hermosilla Cívico, estudiante, 18 años Antonio de Lezama, periodista, 57 años Santiago Ontañón Fernández, artista, 35 años Eusebio Rebollo Esquevillas, contable, 24 años Aurelio Romeo del Valle, abogado, 26 años Julio Romeo del Valle, estudiante, 24 años Esteban Rodríguez de Gregorio, médico, 26 años Arturo Soria y Espinoza, abogado, 31 años Luis Vallejo y Vallejo, médico, 31 años
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Julio Hernández Ibáñez
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Santiago Hernández Ruiz
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Jesús Hernández Tomás (1907-1971)
Hombres de la 11 División, supervivientes de Brunete, escuchan con paciencia, el mitin de Jesús Hernández. A destacar la uniformidad de los soldados, que no milicianos, que han adquirido el aspecto más paradigmático de los veteranos de las unidades de élite del Ejército Popular. A la derecha en el centro, Lister comandante de la 11 y Álvarez comisario de la división.
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Carlos Hernández Zancajo
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Ignacio Herrero Fuentes (1909-2001) Nació en Piedrafita 1909 destacándose en actividades magisteriales y sindicales (FETE-UGT) dentro del republicanismo. Al estallido de la guerra fue encarcelado, sintió los rigores de la represión provocada por la traición de los militares golpistas, Huyo de la cárcel, y pudo exiliarse primero a Cuba y luego a Panamá dónde ejerció la docencia en la Universidad de Panamá y luego se traslada a Venezuela donde permanece en San Carlos trabajando dentro de la educación, Subdirector del Colegio estatal Cojedes, escribió textos sobre educación, historia y filosofía. Muere en San Carlos, estado Cojedes a la edad de 96 años.
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Remigio Herrero Diez (1913-2005)
Fuente: Marichina García Herrero, venezolana, periodista, cuarta hija de una familia numerosa y madre de cinco hijos (dos gemelos, dos gemelas y una pequeñita adoptada), nieta del Miliciano Remigio, un prodigio para guerra y para la paz. Reciban un abrazo. |
Dolores Ibarruri, "La Pasionaria"
(1895-1989) Dirigente comunista, más conocida por el sobrenombre de Pasionaria, nacida en la cuenca minera próxima a Bilbao, hija y esposa de mineros, que desde muy joven participó en las luchas obreras del País Vasco. Instalada en Madrid a raíz de la proclamación de la República —durante cuyo régimen fue encarcelada en distintas ocasiones—, muy pronto escaló los más altos puestos en la dirección del Partido Comunista de España —miembro del Comité Central y de la Ejecutiva, etc.—, convirtiéndose en uno de los puntales máximos de dicha organización política, especialmente en todo lo concerniente a la propaganda. Elegida diputada a Cortes por Asturias en febrero de 1936 —fue, además, vicepresidenta del Congreso de los Diputados—, brilló como estrella de primera magnitud, tanto por sus excepcionales dotes oratorias como por el tono agresivo y contundente de sus intervenciones parlamentarias. «... Ni los ataques de la reacción, ni las maniobras más o menos encubiertas de los enemigos de la democracia —decía en su discurso de 16 de junio, el último que pronunció en aquellas Cortes—, lograrán quebrantar ni debilitar la fe que los trabajadores tienen en el Frente Popular y en el Gobierno que lo representa. Pero es necesario que el Gobierno no olvide la necesidad de hacer sentir el peso de la ley a aquellos que se niegan a vivir dentro de la legalidad, y que en este caso concreto no son los obreros ni los campesinos. Si hay generalitos reaccionarios que en un momento determinado, azuzados por elementos como Calvo Sotelo, pueden levantarse contra el Gobierno, hay también soldados heroicos, como el cabo de Alcalá, que pueden meterlos en cintura. Cuando el Gobierno se decida a cumplir más rápidamente que hasta ahora el programa del Frente Popular e inicie la ofensiva republicana, tendrá a su lado a todos los trabajadores dispuestos, como el 16 de febrero, a aplastar a esas fuerzas y a hacer triunfar una vez más el Bloque Popular....» Y dirigiéndose al jefe del Gobierno, añadió: «Señor Casares Quiroga: para evitar las perturbaciones que tanto molestan a Gil-Robles y a Calvo Sotelo, para terminar con el estado de desasosiego que existe en España, no basta con hacer responsables de lo que pueda ocurrir a un señor Calvo Sotelo cualquiera, sino que hay que comenzar por encarcelar a los patronos que se niegan a aceptar los bandos del Gobierno. Hay que encarcelar a los terratenientes que lanzan a la miseria y al hambre a los campesinos; hay que encarcelar a los que con cinismo sin igual, llenos de sangre de la represión de octubre, vienen aquí a exigir responsabilidades por lo que no se ha hecho. Y cuando se comience por hacer esta obra de justicia, señores ministros y señor Casares Quiroga, no habrá un Gobierno que cuente con un apoyo más firme, más fuerte que el vuestro, porque las masas populares de España se levantarán para luchar contra todas esas fuerzas, que, por decoro, no se debería tolerar que se sentasen ahí.» (No parece cierto que, en esta ocasión, ni en ninguna otra de sus intervenciones parlamentarias —al menos no consta que así fuese en el Diario de Sesiones del Congreso—, profiriese amenazas de muerte contra el líder monárquico José Calvo Sotelo, como se ha dicho innumerables veces por ciertos escritores y comentaristas.) El 18 de julio de 1936, al conocerse la sublevación militar de Melilla y de algunas guarniciones de la Península, desde los micrófonos de Unión Radio de Madrid, instalados en el Ministerio de la Gobernación, se dirigió a las masas trabajadoras en estos términos: «... Trabajadores, antifascistas, pueblo laborioso: todos en pie, dispuestos a defender la República, las libertades populares y las conquistas democráticas del pueblo. A través de las notas del Gobierno y del Frente Popular, es conocida por todos la gravedad del momento actual. En Marruecos y en Canarias se sigue luchando con entusiasmo y coraje, unidos los trabajadores con las fuerzas leales a la República. Al grito de el fascismo no pasará, no pasarán los verdugos de octubre, comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos, soldados y todas aquellas fuerzas fieles a la voluntad del pueblo, van destrozando a los traidores insurrectos que han arrastrado por el fango y la traición el honor militar de que tantas veces han hecho alarde. Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados que quieren, por el fuego y el terror, sumir a la España democrática y popular en un infierno de terror. Pero no pasarán...» (Este no pasarán se convertiría, a partir de entonces, en un eslogan propagandístico de la zona republicana, especialmente de los defensores de Madrid.) Cuatro días después, desde los mismos micrófonos, vuelve a dejar oír su voz: «... Frente al caos que intenta provocar el enemigo, es preciso defender la República, la democracia, el pueblo. Descubrid y denunciad implacablemente a los provocadores, muchos de los cuales se escudan tras una fraseología revolucionaria para mejor engañar a los combatientes revolucionarios. ¡Disciplina, serenidad, vigilancia para impedir la provocación!» Desde el primer momento del conflicto desarrolla una activísima labor de propaganda, arengando a las mujeres —«más vale ser viudas de héroes que mujeres de cobardes», dice en una ocasión— y a los soldados, consiguiendo no pocos éxitos en su afán de reclutar voluntarios para encuadrarlos en las milicias de su partido. A lo largo de la contienda afirma cada vez más su puesto en la cúspide del comunismo español: se le impone su nombre a un batallón de milicias de las Juventudes Socialistas Unificadas; es nombrada comandante «de honor» del 5º Regimiento; forma parte de un comité especial de ayuda a España en el que también figuran André Marty y Palmiro Togliatti; etc. En noviembre de 1938, en el acto de despedida a las Brigadas Internacionales, se dirige a las mujeres de Barcelona en estos términos: «... ¡Madres! ¡Mujeres! Cuando pasen los años y las heridas de la guerra hayan cicatrizado; cuando la oscura memoria de los tristes y sangrientos días se convierta en un presente de libertad, amor y bienestar; cuando los sentimientos de odio hayan desaparecido y cuando todos los españoles sientan el orgullo de una patria libre, entonces hablad a vuestros hijos. Habladles de las Brigadas Internacionales. Contadles cómo, llegando a través de mares y montañas, atravesando fronteras erizadas de bayonetas y vigiladas por perros ansiosos de destrozar su carne, estos hombres llegaron hasta nuestra patria como cruzados de la libertad. Abandonaron todo, sus hogares, su patria, casa y fortuna, padres, madres, esposas, hermanos e hijos, y vinieron para decirnos: aquí estamos. Vuestra causa, la causa de España, es nuestra causa. Es la causa de toda la humanidad avanzada y progresiva. Hoy se marchan. Pero muchos de ellos, miles de ellos, se quedan aquí con la tierra de España como mortaja, y todos los españoles los recuerdan con el más profundo sentimiento...» A primeros de marzo de 1939 salió de España, en avión, junto con otros dirigentes comunistas, con dirección a Oran. De esta ciudad se trasladó primeramente a Marsella y después a París, donde residió algún tiempo, asistiendo, en su calidad de vicepresidenta, a la reunión de la Diputación Permanente de la Cortes que tuvo lugar en la capital francesa. Poco después se instaló en Moscú, encontrándose allí con sus hijos y permaneciendo en dicha ciudad durante algunos años. En el exilio prosiguió sin descanso sus actividades políticas, sobre todo en el campo de la propaganda, siendo elegida, con aprobación de la Internacional Comunista, secretaria general del Partido Comunista de España, lo que le permitió contactar con la mayoría de los dirigentes políticos antifascistas de todo el mundo. Poco después de que cumpliese sesenta y cinco años de edad fue nombrada presidenta del mencionado partido y, en 1961, doctora honoris causa por la Universidad de Moscú. A continuación, el Presidium del Soviet Supremo de la URSS le concedió la Orden de Lenin y el Premio Internacional de la Paz. En 1977, tras treinta y ocho años de exilio, regresó a España, siendo elegida diputada a Cortes por Asturias. Autora, entre otros libros, de El único camino y Me faltaba España (Ed. Planeta, Barcelona, 1985). Fuente: Adaptación de la reseña de Manuel Rubio Cabeza en Diccionario de la GCe.
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Eduardo Iglesias Portal (1884-1969)
En 1932 de la mano de su amigo Álvaro de Albornoz, a la sazón Ministro de Justicia, fue nombrado Magistrado del Supremo en la Sala Segunda, la de lo Penal. Allí tuvo casos movidos, como el golpe de Sanjurjo que le tocó como instructor, ordenando detenciones e investigaciones de conocidos políticos conservadores de la época. Durante el Bienio Negro con motivo de la Huelga General Revolucionaria de 1934, hubo de intervenir en la detención de Azaña, entre otros. Eduardo iglesias se manifestó con contundencia a favor de no procesar a Azaña, que nada tenía que ver con la huelga. Otra gorda que le cayó fue la causa por prevaricación que se abrió contra dos magistrados de la Audiencia de Oviedo en el caso por el asesinato del Periodista Luis Higón Rosell (Luis de Sirval) por el teniente ruso blanco de la Legión, Ivanoff (1), y cuyos jueces sentenciaron que se le había disparado la pistola, ¡seis veces!, la última en la sien... y cuya condena fue de risa, seis meses y un día por homicidio por imprudencia temeraria. Un mes por disparo. Pero es que encima no la cumplió. El propio Lerroux, el político mayor demagogo de la historia de España, se rió del pobre Sirval, diciendo que un periodista se había abalanzado sobre el pobre teniente Ivanoff con resultas de muerte. Dos meses después el Tribunal Supremo pese a los esfuerzos de Eduardo Iglesias, ratificó el fallo, en medio de un escándalo monumental. ¡El gran Luis Higón, que tenía tan grande porvenir! asesinado por un fascista ruso blanco llevado por Franco a Asturias y mandado por Yagüe. Todos estos casos y la postura democrática de Eduardo Iglesias le dieron fama como juez objetivo e imparcial. Aún le tocó el asesinato de Calvo Sotelo. El 25 de julio, estallada la guerra, varios milicianos robaron el sumario cuando Iglesias estaba ausente de su despacho. Todavía se enfrentó con uno de los milicianos que por allí rondaba aún, con gran riesgo de su vida. Tras la debacle de la justicia ordinaria en el verano revolucionario de 1936, Iglesias tuvo cargos lejos de Madrid, hasta que en noviembre de 1936 el gobierno buscaba un magistrado prestigioso para juzgar a José Antonio Primo de Rivera. Fue Nombrado presidente accidental del Tribunal Especial Popular de Alicante. Pues en la cárcel de Alicante se encontraba el acusado falangista con su hermano y su mujer, detenidos antes de la guerra. (2) El jurado respondió que sí a las veintisiete preguntas que le hizo el tribunal. En consecuencia se condenó a muerte legalmente a José Antonio Primo de Rivera, a cadena perpetua a su hermano Miguel y a seis años a la mujer de este último. Tras el juicio, aún hubo de servir a la República en otro tribunal especial. En diciembre de 1936 fue nombrado para presidir el Tribunal de Espionaje, Alta Traición y Derrotismo. Esta tarea debió caerle a plomo. Pero era necesaria, muy necesaria. En calidad de tal organizó el proceso contra la cúpula del POUM, donde salvo Nín, asesinado por agentes del la policía secreta rusa, nadie fue condenado a muerte. Y eso que conspiraban para destruir la República y se alzaron en armas contra ella en mayo de 1937. Algo de mérito seguro que tuvo Iglesias en evitar sentencias a muerte. En el otro lado, a Hedilla, el falangista que se alzó contra Franco, le impusieron dos penas de muerte, aunque fue indultado por el bien del negocio. Al fin de la guerra, se exilió a Francia, menos mal porque de haber sido detenido por los franquistas lo hubieran triturado sin piedad. Tras un periodo en un campo francés, pudo exiliarse a Méjico donde colaboró con los organismo del exilio republicano. En 1959 solicitó el regreso a España y tras recibir apoyo de la familia de Primo de Ribera que sabía que Miguel primo de Rivera y su mujer estaban vivos en gran parte gracias a Iglesias, le ayudaron y Eduardo pudo regresar a su casa de Aguilar de la Frontera, donde pasó sus últimos años junto a su familia.
Notas.- (1) La historia es bien conocida, el periodista Luis Sirval había descubierto que oficiales de la Legión habían disparado a sangre fría contra revolucionarios rendidos, como el caso de Aida Lafuente, asesinada por el propio teniente Ivanoff en San pedro de los Arcos. Sirval había sido detenido en Oviedo precisamente por publicar la dudosa actuación de las fuerzas del Ejército de África en la capital asturiana. Esto llegó a oídos de los oficiales de la Legión que se presentaron en la cárcel, pidieron ver a Sirval y seguidamente Ivanoff le descerrajó seis tiros. Dos jueces de Oviedo, prevaricadores, prácticamente le exculparon en una sentencia insultante para la familia de Luis Sirval, y el propio Supremo ratificó la ridícula condena que ni siquiera cumplió. Detenido al triunfo del Frente Popular se encontraba en la cárcel de Salamanca a la espera de nuevo juicio cuando fue liberado por los rebeldes en julio de 1936. Readmitido en la Legión murió el 8 de noviembre de 1937 en el intento de tomar Madrid por Varela. (2) Se ha escrito mucho sobre este caso. Lo mejor que podía haber hecho la República era canjearlo y mandárselo como regalito a Franco, pero como en muchas otras ocasiones difíciles, la República optó por la legalidad. José Antonio actúo de abogado defensor y estuvo muy brillante llegando a emocionar a amigos y enemigos. El reo, lider de un partido fascista ultra violento, había experimentado en la cárcel una metamorfosis extraordinaria, entendiendo que la violencia contra la República le había llevado hasta allí y que militares arrivistas de desmesurada ambición personal habían cogido el relevo de sus afanes con gran desgracia para el país y sus gentes. La epifanía que sufrió el líder del partido falangista fue sincera de eso no cabe duda, pero sus actuaciones y las de otros a todos lados del espectro político les habían puesto España en bandeja a los africanistas irredentos ávidos de mando y oro y modernos vampiros sedientos de sangre humana. |
Lorenzo Iñigo Granizo
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Manuel de Irujo Ollo.
Fuente: Manuel Rubio Cabeza. Diccionario de la GCe.
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Luis Jiménez de Asúa.
Fuente: Manuel Rubio Cabeza. Diccionario de la GCe. Nota: Asúa actúo con gran competencia, dificultades aparte, en la compra de un gran lote de armas a Checoslovaquia, donde se adquirieron los excelentes mosquetones VZ-24 y las aún mejores ametralladoras ZB-26. Estas armas tardaron muchísimo en llegar a España pese a su temprana compra. Fue una gran compra de armas de la República exceptuando las rusas.
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Enrique Jiménez González
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Nicolás Jiménez Molina (1896-1987)
(1) A propósito de las fracciones en el PSOE: En 1936 había tres fracciones, Besteiro, un socialdemócrata de derechas, Largo Caballero un obrero socialista y pablista (Pablo Iglesias), líder mayoritario de la UGT y donde la conservación de la organización lo era todo, bastante demagogo haciéndose pasar cuando le convenía como de extrema izquierda cuando realmente era un burócrata sindical. Y la fracción de Prieto, un socialdemócrata muy inteligente y capaz pero que odiaba que le hicieran sombra. En algún momento de la lucha política de la II República, Prietistas y Largo Caballeristas llegaron a tirotearse, las escoltas claro. El mayor daño que este cainismo le hizo a la II República fue cuando el poderoso Largo Caballero impidió que Prieto formara parte del gobierno provisional de Azaña, implicando a la izquierda en el proceso constitucional de la II República adelantando el Frente Popular cinco años donde Prieto no hubiera tenido ningún asco ni excusa para triturar las conspiraciones eclesiásticas, laicas, militares y medio pensionistas. |
Carlos de Juan Rodríguez
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Julio Just Gimeno.
Fuente: Manuel Rubio Cabeza. Diccionario de la GCe.
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Victoria Kent y Siano (1891-1987)
Esta insigne española había nacido en Málaga en una acomodada familia liberal que contra la imperante norma social dieron estudios a su hija. Primeramente estudió Magisterio en Málaga, donde tuvo la suerte de encontrar profesoras adelantadas a su tiempo. La carrera de Magisterio durante la monarquía alfonsina se hacía sin necesidad del Bachillerato Superior (1), necesario para la Universidad. De modo que la familia la mandó a Madrid, matriculándose en el Instituto Cardenal Cisneros, en Noviciado, donde tenía su sede también la Universidad Central. Victoria Kent se alojó en la Residencia de señoritas que dirigía otra insigne española, María de Maeztu que siempre ponía su impronta en las alumnas. Pasó luego a la facultad de Derecho como alumna no oficial que sólo iban a examinarse y que recibían enseñanza particular. Entre sus profesores dos pesos pesados del republicanismo español, el socialista Jiménez de Asua y el republicano moderado Sánchez Román. Al terminó de sus estudios de Derecho procedió a colegiarse para poder ejercer la abogacía, era 1924 y fue la segunda mujer que se colegiaba, tras Ascensión Chirivella Marín, gran republicana y luchadora por los derechos de la mujer que se exilió a Méjico. Victoria inició su trabajo de abogado y pronto fundó un despacho laboralista de los primeros de España. Además, los sindicatos y otras organizaciones y cooperativas obreras recogieron el reto y pronto requirieron sus servicios de Asesoría. En 1930, los partidos republicanos, ya muy impacientes, fundaron el Comité Revolucionario Republicano, produciéndose la sublevación de Jaca. Entre los acusados estaba Álvaro de Albornoz, fundador del Partido Republicano Radical Socialista (PRRS), y Victoria Kent se aprestó a defenderlo de la absurda acusación de rebelión militar, cuando el acusado se encontraba durante esos hechos detenido en prisión. Naturalmente ganó. En esta época se afilió al PRRS. En 1931, con el primer gobierno provisional de Alcalá Zamora es nombrada Directora General de Prisiones, una de sus más significativas labores que aunque sólo duró algo más de un año por la durísima labor de zapa de la prensa que se cebó en Victoria tras algunos hechos desafortunados y otros provocados por los funcionarios del Cuerpo de Prisiones que veían como se quería controlar sus actividades, pues había fuertes indicios de mala gestión y corrupciones. Victoria Kent siguió la senda que Concepción Arenal había marcado, y diseñó una reforma carcelaria, que mejoraba la condición del preso y sus derechos, eliminando los castigos inhumanos, retirando grilletes y cadenas (con los que mandó hacer una estatua a Concepción Arenal y que fue retirada tras la guerra), mejorando la alimentación, creando un Cuerpo Femenino de Prisiones. Cerró un muchas cárceles infames (3) y mando construir otras nuevas. La dimisión de Victoria Kent se centra en un periodo en que Azaña quería consolidar la idea de que la República era un sistema de orden, y el asunto carcelario les quemaba las manos a los tibios dirigentes republicanos. Por contra, los medios de prensa y no todos de derechas, supieron exagerar los sucesos carcelarios de motines y fugas de modo que la población creyó que las reformas penitenciarias estaban permitiendo estos excesos. Cuando en años anteriores la prensa apenas prestaba atención a similares sucesos. En definitiva, se puso en duda la reforma de las prisiones asociándola con la blandura con los presos. Victoria había iniciado su andadura como Directora General de Prisiones con Fernando de los Ríos del PSOE, pero en el tercer gobierno republicano, segundo de Azaña y primero no provisional, y con un ministro de Justicia, Álvaro de Albornoz, del propio partido de Victoria, la situación se hizo insostenible y se vio obligada a dimitir. Era una gran derrota para el reformismo liberal carcelario pues se iniciaba inexorable la contrarreforma penitenciaria. Una reforma tan necesaria como la Reforma Agraria y que parafraseando a Concepción Arenal, España necesitaba más escuelas y menos cárceles... (4) Victoria Kent también tuvo un importante papel en la discusión de las Cortes sobre el derecho a voto de la mujer. Hasta esas fechas el sufragio era masculino, no universal, si bien algunas mujeres, solteras y viudas tenían derecho de voto. La iniciativa republicana para otorgar el derecho de voto a todas las mujeres. Esta iniciativa se les mostraba muy peligrosa a todos aquellos republicanos que conocían bien la estructura social española y la condición de la mujer, principalmente la mujer casada. El argumento era simple: las mujeres casadas votarían a la derecha por influencia de los púlpitos y de sus confesores. Otros republicanos, donde destacaba otra protofeminista del Partido Radical, Clara Campoamor, afeaban esta postura como oportunista y contraria a los derechos humanos. Lo peor del asunto es que ambos pensamientos estaban bastante en lo cierto, como se demostró. (5) Margarita Nelken, la tercera diputada del congreso apoyó sin ambages a Victoria Kent pues entendía lo mismo que ella. La votación la ganó el Derecho a Voto de la mujer tras votar 83 diputados socialistas a favor, de los 115 presentes. La derecha votó que no. Durante la Guerra Civil española continuó su labor política en la pequeña parte que los parlamentarios y los miembros de su partido tenían. Al término de la contienda se exilió primero a Francia, donde residió durante algún tiempo y escribió un libro titulado "Cuatro años en París. 1940-1944", Ed. Sur, Buenos Aíres, 1947, y después, tras una breve estancia en México, se fue a Nueva York, en cuya ciudad fundó y dirigió la revista política "Ibérica", que se publicó a lo largo de más de veinte años.
Notas.- (1) La II República reformó la carrera de Magisterio con su plan Profesional, dignificando a los maestros y ganándoselos para la causa republicana. Cuando llegó Franco, Magisterio volvió al Bachiller Elemental, lo que se llamaba Cuarto y Revalida. (2) Concepción Arenal Ponte (Ferrol, 31 de enero de 1820-Vigo, 4 de febrero de 1893) fue una visitadora de prisiones licenciada en Derecho, periodista y escritora española encuadrada en el Realismo literario y pionera en el feminismo español. Perteneció a la Sociedad de San Vicente de Paul, colaborando activamente desde 1859. Defendió a través de sus publicaciones la labor llevada a cabo por las comunidades religiosas en España. Colaboró en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE). A lo largo de su vida y obra denunció la situación de las cárceles de hombres y mujeres, la miseria en las casas de salud o la mendicidad y la condición de la mujer en el siglo XIX, en la línea de las sufragistas femeninas decimonónicas, y las precursoras del feminismo. (Literal bajado de Wikipedia) (3) Concretamente 322 cárceles de Partidos judiciales. (4) Todos los relatores del tema han llegado a una clara conclusión, la reforma penitenciaria entro en la lucha partidista y política, y como en la actualidad las victimas del terrorismo, fue usada para infundir miedo a las gentes de "bien", ¡las cárceles se vacían!, y de este modo ganarse a la opinión pública de cara a las elecciones. (5) En las elecciones de 1933, la derecha sacó mayoría según todos los relatores por dos motivos, la masiva votación a la derecha de las mujeres y el miedo a los discursos incendiarios de líder socialista Largo Caballero, que tras ser toda su vida un burócrata sindical moderado, le había dado por ser el Lenin español para combatir a su rivales Indalecio Prieto y arrinconar definitivamente a Besteiro. hay también afirmaciones de que la CNT llamó a la abstención masiva para castigar a los débiles gobiernos republicanos que sólo se mostraban fuertes contra los trabajadores. |
Matilde Landa
Al final de la guerra se encontraba en Barcelona y pasó a Francia. Lister la cita en la frontera francesa y como les ayudó a los oficiales del V Cuerpo. La organización decidió que pasar a la zona que todavía quedaba como republicana y para ello hizo un peligroso viaje clandestino por carretera. La idea del Socorro Rojo era sacar a todos los camaradas que se pudiera. Pero el coronel Casado y Cipriano Mera se pusieron por medio y los franquistas entraron en Madrid con una gran cantidad de líderes comunistas ya en la cárcel. El 4 de abril Matilde fue detenida, y tras varios meses de torturas, malos tratos y aislamiento, fue condenada a muerte e ingresada en la cárcel de Ventas. Destacando allí por su inteligencia y capacidad de liderazgo. Como una buena activista, fundo una fantasmal Oficina de las Penadas en su propia celda y con una maquina de escribir escribía recursos y mas recursos para intentar salvar al máximo número de gente. Familiares derechistas de Matilde consiguieron el indultoy quedó con cadena perpetúa. Su activismo molestaba a la dirección de la cárcel y se decidió trasladarla a la Cárcel de Palma de Mallorca de mucho peor de trato y servicios y además privada de ayuda exterior. Pero Matilde pronto destacó allí igualmente como referente moral y de resistencia. Por este motivo, fue escogida por el capellán (y las "buenas familias" de la ciudad de Palma de Mallorca), para obrar el milagro doctrinario (lavado de cerebro, en puridad) de su conversión al catolicismo para ejemplo del mundo y mejora de las condiciones de vida de las presas (eso le prometieron). Atrapada en este brutal chantaje, donde su conversión era fundamental para la supervivencia de las presas, y a la par significaba su muerte moral, escogió la muerte física y se suicidó arrojándose al patio desde el tejado. El escritor David Ginard i Ferón acaba de publicar un libro sobre esta heroína, titulado: Flor del viento.
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Antonio Lara Zárate
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Francisco Largo Caballero (1869-1946)
(1869-1946). Político y dirigente obrero, nacido en Madrid, que siendo muy joven ingresó en la UGT y en el PSOE, de cuyas organizaciones, con el tiempo, llegaría a ser uno de sus más cualificados representantes. Designado, a principios de siglo, vocal obrero del Instituto de Reformas Sociales, formó parte en 1917 del comité revolucionario que organizó la Huelga General Revolucionaria (1) que convulsionó al país, por lo que, junto con los otros miembros del citado comité, como Besteiro, fue condenado a reclusión perpetua, pena que se le remitió al año siguiente, al salir elegido diputado a Cortes por Barcelona. Nombrado en 1918 secretario general de la citada UGT —cargo que desempeñó por espacio de veinte años—, se convirtió en poco tiempo en el líder socialista con más fuerza dentro de su partido, en dura lucha con Besteiro y más adelante con el emergente Indalecio Prieto. (2) Al advenir la dictadura del general Primo de Rivera se opuso tímidamente al nuevo régimen, aunque, poco tiempo después, tras su nombramiento como consejero de Estado, se avino a colaborar con el sistema, con lo cual libró a la UGT y, en parte también al PSOE, de toda clase de sospechas y recelos, consiguiendo ambas organizaciones durante ese período una mayor cohesión y operatividad en perjuicio de la CNT y de un importante grupo de socialista encabezados por Prieto que se encargó públicamente de discrepar. Esto para Largo fue una ofensa que no olvidó y que afectaría notablemente a las relaciones entre los dos líderes y en suma al Partido Socialista y por ende a la II República. En abril de 1931, al derrumbarse la Monarquía y proclamarse la República, Largo fue nombrado ministro de Trabajo. Desempeñó la cartera redactando el famoso Contrato de Trabajo que desarrolló su departamento pero no abordó otras reformas urgentes. Malas lenguas afirmaron que la reglamentación se la habían redactado miembros afines del partido pues Largo no tenía suficientes conocimientos de jurisprudencia. Elegido presidente del PSOE y reelegido secretario general de la UGT, hubo de enfrentarse, en más de una ocasión, dada su radical forma de plantear y resolver los principales problemas políticos del momento, con el sector intelectualista del partido —Julián Besteiro, Fernando de los Ríos, etc.—, saliendo airoso de la prueba y fortaleciendo su figura entre la mayoría de sus correligionarios. Al cesar como ministro y pasar a la oposición en el Bienio Negro, endureció su postura política y se alejó cada vez más de toda actitud posibilista, pidiendo públicamente la disolución del ejército y de la Guardia Civil, y otras mil cosas aún más imposibles de llevar a cabo en una república de estructura liberal y burguesa como la española. Considerado, al menos moralmente, como uno de los máximos responsables de la revolución de Asturias de octubre de 1934, fue procesado y reducido a prisión —ocasión que, al parecer, aprovecho para leer por primera vez a Carlos Marx—, siendo absuelto de los cargos que se le imputaban y recobrando la libertad algunos meses después. Convertido en el Lenin español, se enfrentó de nuevo con Indalecio Prieto, que acaudillaba un sector más moderado y menos radical que el caballerista. Estos enfrentamientos, como decimos, distanciaran a ambos hombres y los convertirá poco menos que en enemigos irreconciliables de por vida, afectando a la vida política de la II República. Convocadas elecciones generales para febrero de 1936, se lanzó con toda vehemencia a predicar la revolución, amenazando a sus enemigos con lanzar sus huestes a la calle, a la lucha armada, si no conseguía los suficientes votos en las urnas. Impidió a Prieto para que participara en el primer gobierno el Frente Popular, lo que hubiera sido muy beneficioso para desbaratar la conspiración golpista y siguió con su raca raca demagógico (3). Al estallar la guerra civil se abstuvo de nuevo de colaborar con el Gobierno, pero en septiembre de 1936 accedió a presidir un gabinete en el que, además de la jefatura, se reservó la cartera de Guerra. La labor de Largo como presidente del gobierno fue buena con matices. Acertó en algunos nombramientos. Puso a Prieto de Ministro de Marina y Aire con la intención de ningunearle, pero Prieto cobró todo el protagonismo que pudo y le sobrevivió como ministro. Una de las más cuestionadas decisiones de Prieto fue la expedición de la flota al Norte, a la que se vio obligado por su especial relación con sus compañeros socialistas de Asturias y Bilbao necesitados de gestos y de pertrechos. (4) Largo Caballero tuvo también acierto al nombrar algunos ministros, como es el caso de eficiente Juan Negrín al que nombró ministro de Hacienda pese a ser Negrín un declarado prietista además de su amigo personal. Pero el verdadero éxito de este gobierno, es que por primera vez, todos los partidos del Frente Popular estaban representados bajo la dirección del mayor de ellos, el PSOE. Un mes después entraría la CNT al segundo gobierno de Largo. Era todo un éxito para el Frente Popular y corresponde al mejor momento de la II República tanto militar como políticamente. En el aspecto militar, pese a que Largo tenía ideas muy peregrinas, como que milicianos montados en camiones tomaban toda España, supo aprovechar el talento de Asensio, un coronel africanista, leal geográfico en puridad, para la Subsecretaria de Tierra que propició el éxito de la militarización de las milicias, sin la cual la derrota hubiera sido inminente en el Centro. No se suele decir, pero la militarización salvó Madrid (las seis primera Brigadas Mixtas más un par de Brigadas Internacionales). Largo ganó en Madrid por la mínima, empató en el Jarama por desfondamiento del enemigo, perdió estrepitosamente en Málaga y ganó en Guadalajara por un cuerpo. El Norte es tema aparte. Habrá que atribuir el mérito a quién corresponda, pero él era el ministro de la Guerra y suya debe ser la alabanza: convertir un montón de columnas de milicianos contrarias a la disciplina militar en el embrión del Ejercito Popular. En otras cuestiones políticas no estuvo tan acertado. La política de las Industrias de guerra se eternizó y no resolvió la penuria de suministros estratégicos. El control del orden público y la aceptación del Gobierno Central como autoridad suprema por parte de Cataluña y Euskadi estaba atascada y bien atascada. Además, sus relaciones personales con su partido, con los comunistas, los asesores rusos y con los mandos del Ejército empezaron bien pero se fueron estropeando. En el Partido, Besteiro estaba anulado rumiando su rencor, pero Prieto esperaba una oportunidad. El mismo manifestó a sus próximos que se la tenía guardada a Largo Caballero. Los comunistas le apoyaron mientras caminaron por la misma senda, al fin al cabo, ¿no era el Lenin español? La decisión más estratégica hasta entonces y clave en el derrotero político militar de la II República fue abandonar la capital y marchar a Valencia en noviembre con el gobierno y la administración. Fue una mediada muy prudente que garantizaba la supervivencia de la República en caso de debacle en Madrid, y además recuperaba el control político y de orden público del díscolo Levante español, propiciando el control agrícola e industrial de una zona tan productiva. Por contra, sentenció Madrid. Y si Largo controlaba la Zona Centro antes de la mudanza y un poco del Levante, ahora pasaba a controlar el Levante y un poco de Madrid. El gobierno y menos el Presidente y Ministro de la Guerra no debieron abandonar la capital. Esto hubiera evitado, la entrada de Miaja en acción, la creación de la Junta de Defensa que aunque salio victoriosa de la batalla de Madrid se constituyó en ente político militar semi independiente complicando el futuro de la República, dando nacimiento a los señores de la guerra más tarde conocidos. Y permitiendo las acciones de otros señores, no de la guerra pero sí de la represión que con Largo en Madrid no hubieran podido actuar. Hablando en plata, Paracuellos no hubiera sucedido tal como fue. De modo que marcharse de Madrid fue el peor consejo que Asensio le dio a Largo (5). Con los comunistas empezó bien, pero Málaga estropeó esta relación y su favorito, el General Subsecretario como se llamaba a sí mismo Asensio, entró en dificultades y con él todo el dispositivo de mando del Ejercito del Sur y el propio jefe del Estado Mayor Martínez Cabrera (6). Fue el primer toque de atención de que la política militar del Largo Caballero había tocado fondo y se necesitaban nuevas y audaces ideas que superaban al africanista subsecretario enemistado ya con todos los poderes del universo militar del gobierno de Largo Caballero a principios de 1937. Llegaba el tiempo de Rojo y su ejercito de maniobra y de Prieto y sus ofensivas. Pero entremedias, la pugna entre los poderes reales en algunas regiones, básicamente nacionalistas y anarquistas, y el Gobierno Central, e incluso el Govern, estaba llegando a una insoportable situación donde muchas voces pedían terminar con este estado de cosas de una vez por todas y acabar con las Patrullas de Control y demás engendros que estaban dejando muy mal a la II República en el panorama internacional. Y no digamos ya a nivel agrícola o industrial en Cataluña y Levante donde la CNT y la UGT porfiaban a ver quien colectivizaba más para producir nada, pues los bancos, controlados por el Gobierno les racaneaban el crédito si no estaban avalados por la Generalitat. Los incidentes eran cotidianos, tiroteos y asesinatos cruzados entre partidos políticos, principalmente entre anarquistas y PCE. Represión incontrolada, que en Madrid ya había detenido la Junta Delegada de Defensa. Latrocinios y apropiaciones de industrias y comercios, ingerencias en las tareas del Estado y los Servicios Públicos más esenciales, como las fronteras, las aduanas portuarias y los fielatos y las comunicaciones telefónicas. Autenticas batallas campales como las que ocurrieron en Valencia a finales de octubre de 1936 entre las indisciplinas columnas anarquistas que acudieron armadas a Valencia para el funeral de un compañero parece que asesinado por miembros de la Guardia Popular Antifascista, (que sustituía a las fuerzas de Orden Público y que naciendo unitarias estaban finalmente controladas por los socialistas y comunistas) con el resultado de más de 30 muertos y centenares de heridos. Un especie de pequeño "mayo" valenciano y que tras la llegada del gobierno a Valencia dejó la situación bajo control gubernamental primero en el orden público y luego y poco a poco en el orden económico, con la recuperación de las divisas en la exportación de la naranja que los anarquistas querían monopolizar con su organismo el CLUEA, que fue sustituido por la CEA gubernamental y otras medidas para la industrial local. De modo que Largo Caballero se afianzó en Valencia, ganando la región para el Gobierno. Por otro lado, Negrín con sus Carabineros, (la policía fiscal de toda la vida en España, que no se la inventó este ministro), limpió la frontera francesa de contrabandistas metidos a cenetistas o viceversa, como el famoso caso del Cojo de Malaga en Puigcerdá y que resultó muerto de manos de algunos vecinos y milicianos nacionalistas cuando trataba de recuperar la aduana de la ciudad, que se había convertido en un vivero de espías, falsificadores de pasaportes para fugas clandestinas bajo altísimos precios. Controladas las fronteras por Negrín, Ministro de Hacienda del gobierno de Largo, no se nos olvide, quedaban las comunicaciones y sobre todo el POUM, partido antirrepublicano, revestido de radicalismo trotskista, pero denostado por el propio Trotski (7), con incendiarias portadas a toda columna en su órgano "La Batalla" reclamando todo el poder para los soviets, y lo peor, en el ojo de la Policía Política soviética (NKVD) desde hacía tiempo. Aunque este no era un tema que le inquietara Largo Caballero bastante bien considerado por los radicales catalanes, que veían en los comunistas del PSUC, los "chinos" de toda la vida sus verdaderos enemigos. Tras lo que pasó en Valencia a finales de 1936 entre las fuerzas de apoyo del gobierno y las levantinas columnas díscolas de la CNT, como primer aviso de lo que venía, en marzo, Tarradellas, Conseller en Cap, harto de la situación, lanzó un decreto que prohibía que los milicianos de las fuerzas de policía pudieran tener afiliación política y además la orden de entregar todas las armas que los sindicatos y partidos tenían en retaguardia. Era un órdago, pero lo perdió, Companys hubo de retirar el decreto y que las Patrullas de Control siguieran campando a sus anchas. Pero la campana ya había sonado era cuestión de tiempo. En este ambiente de lucha no declarada, la alianza no pactada entre Prieto y los comunistas para deteriorar a Largo Caballero fructificó con la ayuda de los sucesos de mayo de 1937, detonados por el intento de la Generalitat de tomar el control de la Telefónica catalana, donde personal de la CNT espiaban a todo bicho viviente, pasaban hojas con las conversaciones a los servicios de inteligencia de la Confederación y además se permitían el lujo de interrumpir las conversaciones del propio presidente de la República al habla con Company. Era pura traición y sabotaje. El tres de mayo llegó la fuerza de orden público al edificio y fue recibida a tiros. Las noticias corrieron como la pólvora, y los más extremistas de la CNT y la FAI y el POUM al completo que llevaban meses preparados para esta eventualidad iniciaron el tiroteo muy a su estilo, parapetados en barricadas y edificios, pero sin lanzar ataques, salvó bombas de mano contra los coches de la fuerza publica. Ya por la tarde, el POUM lanza la Huelga General revolucionaria contra el gobierno de la República en guerra. Esto era el final del POUM y en cierto modo de la CNT, cuyos principales líderes comprendieron que el aventurerismo de muchos de sus afiliados y de la FAI podía provocar una crisis militar de la que la República no se recuperaría. Largo Caballero llamó a Company y le prometió refuerzos blindados de la Guardia de Asalto, y de Infantería de Marina. Amén de destructores que el ministro de Marina y Aire, Prieto mando con solicitud tras conseguir la aprobación del inicialmente reticente presidente del gobierno, asustado por las declaraciones de algunas fracciones de la CNT-FAI y del POUM constituidos en Junta Revolucionaria. Largo Caballero supo pronto que este era su fin. Antes de irse se negó a firmar el decreto de ilegalización del POUM. El Partido Comunista se movió rápido, y con Prieto e Izquierda Republicana, es decir Azaña, de acuerdo, se provocó la crisis de gobierno y fue nombrado por Azaña para formar gobierno el prietista Juan Negrín. Largo Caballero entró en crisis personal, y ya vacante se negó a acudir a las cortes y a los actos oficiales y royó su rencor en silencio mientras sus partidarios se pasaban con armas y bagajes a la etérea oposición, pero oposición, al gobierno republicano. Con el tiempo, otro grupo socialista, Prieto y sus amigos, se pasaría también con armas y bagajes a la oposición republicana contra Negrín. Instalado Largo Caballero en Barcelona con su familia, poco antes del final de Cataluña marchó a Paris donde se instaló, sobreviviendo con la ayuda de los sindicatos franceses. No tomó partido o al menos no lo manifestó públicamente en la feroz contienda que emprendieron las dos facciones que quedaban del Partido Socialista, los defensores del gobierno de Negrín, los menos, y el ala Prietista, que fue apoyada entonces por los que habían sido mortales enemigos, los partidarios de Largo Caballero. En el exilio, Prieto pasó a ser el dirigente más importante del Partido, mientras que Negrín y los suyos fueron marginados y Largo Caballero no abría la boca en Francia. Se le aconsejó desde su círculo íntimo abandonar Francia y partir para Méjico donde ya vivía una hija suya, pero teniendo dos hijos presos en España decidió quedarse. Tras la invasión de Francia dejó Paris y fue instalarse en la pequeña ciudad de Albi, donde Rodolfo Llopis le proporcionó ayuda. Con la llega del régimen de Vichy, la policía francesa le puso bajo arresto domiciliario y tras varias vicisitudes llegó la petición motivada de extradición del gobierno de Franco, que solía ser igual para todos, más o menos que Largo Caballero era Atila el rey de los hunos y Gengis Kan en la misma persona. Un conocido abogado liberal francés, Moro de Giafferri, les defendió, pues iban varios españoles en la misma demanda de extradición, y como sería la cosa de torticera, que el propio tribunal de Vichy, nada sospechoso de bolchevique denegó la extradición. Cuando en 1943 la Whermatch ocupó la Francia de Vichy, Largo Caballero fue detenido por la Gestapo e interrogado durante días en condiciones inhumanas. Quizá el interrogatorio se hacía por cuenta ajena, por cuenta de Serrano Suñer, a lo mejor. Después de varios traslados por los cuarteles generales de la Gestapo donde en todos se producían las mismas escenas e interrogatorios fue enviado a un campo al norte de Alemania. En 1945, una unidad de polacos comunistas integrada en el Ejército Rojo, le liberó. Los rusos le alojaron en Berlín a cuerpo de rey, probablemente querían su colaboración política en la guerra fría que se cernía. Como el viejo se mantenía en sus trece, le metieron en un avión y desembarcó en Paris donde fue alojado por amigos. En esta última etapa de su vida quiso relanzar su vida política apoyando iniciativas del partido, esto es de Prieto, pero enfermó de resultas de los malos tratos nazis y murió en 1946. Tenía 77 años. Su muerte fue un duro golpe para los socialistas en el exilio y su entierro fue una manifestación de duelo de todo el Partido Socialista en el exilio y de muchos otros líderes republicanos, comunistas como Dolores Ibarruri, cenetistas, republicanos, etc... Rodolfo Llopis en "El Socialista" encabezó la necrológica con el verso que Antonio Machado le compuso a Francisco Giner en su elegía: " !Yunques, sonad/enmudeced campanas!
Sus restos fueron trasladados a Madrid con la llegada de la democracia a España. La manifestación de homenaje en 1978 convocó a medio millón de personas. Notas.- (1) Dijo Edmundo Domínguez, líder ugetista, cuando estaba en el exilio, que los héroes de la HGR del 17 fueron Besteiro y Saborit y que junto a Largo y otros sufrieron duras condenas que afortunadamente no cumplieron. Pero que ahí acabo toda la energía revolucionaria de Besteiro, como si el líder socialista hubiera aprendido la lección de lo que significaba enfrentarse en serio al a los poderes constituidos y al Ejército. Añade Domínguez que Besteiro se mostró contrario desde entonces a toda acción revolucionaria que pusiera en riesgo las personas de los dirigentes y sobre todo al Partido. Y que durante la dictadura primoriverista, su fracción boicoteó toda acción, unitaria o no, contra la dictadura y a favor de traer la República. Fue, sigue, en 1934, cuando la división en Partido se hizo más honda, fundando tras la fracasada HGR del 34, la publicación "Democracia" donde cargaban contra Largo Caballero y su demagógico lenguaje, acusándole de la represión y las privaciones de los trabajadores por lanzarles a aventuras imposibles. Largo Caballero decidió entonces fundar en 1935 el semanario "Claridad", donde se lanzaban consignas revolucionarias. Luego paso en 1936 a diario. (2) Los tres representaban las fracciones del Partido Socialista que pugnaban por controlar UGT y la Comisión Ejecutiva. Besteiro representaba la fracción derechista muy poco socialdemócrata con un fuerte componente de "Pablismo", esto es, la conservación del Partido es la tarea primordial de los militantes. Besteiro tenía una grande opinión de sí mismo y siempre estaba confrontando con su papel histórico. Prieto no era un socialista al uso, probablemente se trataba de un liberal avanzado muy adaptado a la realidad, práctico y muy ambicioso en lo personal. Se mostraba disciplinado en apariencia, pero cuando le interesó dejó la disciplina a un lado. Era muy mal tomado y Largo Caballero era su principal enemigo. Con el tiempo se volvería un anticomunista enfermizo. Prieto controlaba principalmente el Norte peninsular y era idolatrado en Bilbao y en Asturias. Editaba El Liberal de Bilbao. Durante el final de la monarquía y los años de la República en paz, tanto Largo Caballero como Prieto disponían de escoltas, casi paramilitares, con las que llegaron incluso a tirotearse. Largo Caballero era el más importante de los tres dentro del partido, pues controlaba la UGT y la fracción más pablista del Partido. Siempre se mostró moderado y conservador dentro de la UGT y en el Partido nada se movía sin su consentimiento. Los tres eran líderes autodidactas, y pese a la aparente erudición de Besteiro y a la también aparente brillantez de Prieto, demostraron poca capacidad de análisis y de compresión de los tiempos políticos que vivieron. Demostraron también grande oportunismo y poca categoría humana a la vista de como se comportaron con sus correligionarios durante la II República, la guerra y el exilio. Es conocido el veto que Largo Caballero le impuso a Prieto cuando Azaña le llamó para formar parte del gobierno provisional del Frente Popular. Siendo el PSOE la fuerza más importante del Frente Popular, era un suicidio dejar el gobierno en manos de los centristas republicanos que le tenían más miedo a los trabajadores que a los militares levantiscos de África. Además Prieto que sabía perfectamente quien era cada quien en el golpismo español, y que además estaba curado de espanto desde 1934, hubiera desarticulado la conspiración con la inestimable ayuda de José Alonso Mallol como Director General de Seguridad, uno de los políticos de IR más expeditivos que tuvo la II República que solicitó permiso para cortar por lo sano pero que Azaña y Giral se lo negaron. Resumiendo, los tres líderes del partido más importante del Frente Popular conspiraron unos contra otros perjudicando la buena marcha de la II República, la guerra y el propio exilio. Para paliar esta fallo, afortunadamente, un socialista de prestigio, miembro de ala prietista y amigo personal de Prieto, levantó a la República en guerra con ayuda del Partido Comunista. El doctor Juan Negrín, probablemente el mejor político que nunca tuvo el Partido Socialista Obrero Español. Los otros líderes fraccionarios fueron extremadamente desleales y crueles con su gobierno y con su persona. Prieto rayó el delirio en su relación de despecho y rencor con Negrín. Besteiro y miembros de la fracción de Largo Caballero, como Wenceslao Carrillo participaron en el golpe de Casado que apuñaló a la doliente República española, y el nexo que los unía en esta torticera traición no era ni más ni menos que el odio a los comunistas y especialmente a Negrín. Y en exilio para desgracia del Socialismo continuaron con sus bajezas. (3) En sus memorias, Largo afirma que conocía perfectamente quiénes y cuándo estaban en la conspiración militar. Ya hay que ser irresponsable si lo sabía, para impedir a Prieto formar gobierno con Azaña. (4) El hecho tuvo ventajas políticas y militares (se pudo romper el bloqueo rebelde y desembarcar pertrechos para Bilbao), pero dejó desguarnecido el Estrecho, factor que aprovecharon el Canarias y el Cervera para proteger los convoyes rebeldes y de paso hundir al Destructor leal Ferrándiz y averiar seriamente al Gravina, cuando trataron de impedirlo. (5) La pregunta es, ¿hubiera resistido Madrid si un gabinete de crisis con el presidente al frente se hubiera quedado en Madrid? Nuestra opinión personal es que sí, hubiera resistido igual porque Franco no tenía infantería de choque suficiente para esta tarea. Además, Miaja hubiera seguido en la irrelevancia de su División Orgánica y nunca se hubiera convertido en el virrey que tanto perjudicó a la II República ni Casado hubiera podido tramar su conspiración derrotista. Además, Rojo hubiera continuado en Madrid y difícilmente se hubiera embarcado en la costosa aventura de Belchite. Tampoco creo que se hubiera combatido en Teruel, que cambió la dirección estratégica del conflicto. Me inclino más por Extremadura, escenario a todas luces más favorable para el Ejército Popular. La opción de resistir hasta la Guerra Mundial hubiera tenido más posibilidades, quedando naturalmente descartado ganar la guerra, que era imposible una vez perdido el Norte. ¿El riesgo? Una derrota militar en Madrid que finalizara la guerra hubiera sido una debacle represiva brutal, del medio millón de republicanos que paso la frontera francesa tras la caída de Cataluña, más de la mitad provenían de la zona centro. Y de perderse la guerra en este escenario hubieran engrosado las listas de los que realmente cayeron. Pero no hubiera sido tan fácil derrotar al Ejército Popular con sus tropas de choque en la capital. Se sabe que Franco hubiera atacado en Madrid si Rojo no hubiera atacado Teruel. Y en este escenario, Franco atacando en una quinta batalla por Madrid, el Ejército Popular le hubiera dado lo suyo, la cuestión hubiera quedado en tablas y se hubiera podido firmar un alto el fuego pues ambos ejércitos hubieran quedado exhaustos. (6) Junto con el jefe del Estado Mayor general Martinez Cabrera, el jefe del frente Sur, Martínez Monje, y el jefe del sector de Málaga Villlalva Rubio. El dispositivo de militares profesionales que Asensio había montado para el Sur cayó estrepitosamente. Y para más inri, dos eran leales geográficos, y todos ellos criticaban abiertamente los mandos de milicias y a los asesores rusos. (7) A pesar de todo, el POUM llegó a proponer que se invitara a Trotski a residir en Cataluña. Se ignora que dijo el afectado. Otras notas: Largo tuvo dos hijos varones y tres hijas. Uno de los varones cumplía el servicio militar en el Regimiento de Transmisiones de El Pardo, el que fue conducido prisionero a Segovia y mantenido en prisión hasta tiempo después de terminada la Guerra, en que se exilió en México. Varias veces se anunció su muerte. El otro hijo, del primer matrimonio, era ferroviario y estaba distanciado de su padre y también detenido. |
Luis Lavín Gautier.
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Martín Lecuona Echabeguren
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José Leiva Expósito (Ubeda 1918-Caracas 1978). Militante de las Juventudes Libertarias y redactor de Juventud Libre. Hecho prisionero en el puerto de Alicante, fue condenado a muerte. Su pena fue conmutada por 30 años de cárcel y, finalmente, fue liberado en 1943 y se exilió. Estuvo encerrado en el campo de Los Almendros, Castillo de Santa Bárbara, cárcel de Santa Engracia, Ocaña, Pamplona, etc. Es autor de "En nombre de Dios, de España y de Franco" (Buenos Aires, 1948) y del testimonio "Memorias de un condenado a muerte" (España, 1978).
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Jesús María Leizaola y Sánchez
Nota.- Eso de querer una paz por separado con Franco, lo practicaron todos los nacionalistas, del Norte y del Este. Pero estuvo muy feo. |
María de la O Lejárraga García (María Martínez Sierra)
Nota.- Hay una espléndida biografía de María Lejárraga por Antonina Rodrigo, historiadora especializada en biografías de mujeres republicanas y casualmente también compañera de Eduardo Pons, anarquista de pro e historiador del exilio republicano.
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Antonio De Lezama y González del Campillo
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Isidro Liarte Lausin.
Nota: Isidro Liarte fue fusilado por el coronel Aranda, ese "militar liberal" rehabilitado por el Rey a principios de la transición.
(1) Nos preguntan a veces que qué queremos decir con eso de "...que la diosa Razón lo tenga en su seno..", dado que todo el mundo sabe nuestro ateismo militante. Lo que queremos decir es que la diosa Razón es la memoria colectiva de la España republicana, nuestro recuerdo y es a nosotros los que recordamos a nuestros antepasados físicos o políticos represaliados a quienes nos toca recordar |
Francisco López de Goicoechea Inchaurrandieta.
Francisco fue socio fundador del Ateneo Español en México. Francisco López de Goicoechea, estuvo casado con Da. Dolores Díaz del Rincón. Tuvo una hija llamada Paloma y dos nietos, que son D. José Luis y D. Francisco Lastra y López de Goicoechea, residentes actualmente en las ciudades de Madrid y Barcelona respectivamente. D. Francisco regresó a España de su exilio en el año de 1.964, donde continuó su lucha antifranquista, mediante la creación de varios grupos clandestinos, que más tarde se convertirían en partidos políticos y falleció en Madrid en 1.973, en el momento en que era miembro de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.
Fuente: José Luis Lastra y López de Goicoechea. |
Juan López Sánchez.
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Doctor Lozano. Doctor Lozano. Médico Bilbaíno que cumpliendo con su deber atendió a los heridos de las fuerzas vascas. Fue capturado por los rebeldes y condenado a muerte, se le conmutó la pena por cadena perpetua.
Fuente: Julián Zugazagoitia |
Juan Lozano Ruiz. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Desarrolló una parte importante de su trabajo en la Confederación Hidrográfica del Segura y del Guadalquivir, y en obras civiles para la Diputación de Granada. Pertenecía al Partido Radical Socialista. En Granada se relacionó con Fernando de los Ríos que era un referente político para el progresismo en una ciudad tan acartonada como la Granada del siglo pasado. Esta amistad le llevó al ingreso en el PSOE. Por el que fue diputado por esta ciudad. Posteriormente fue diputado por Jaén. Con la rebelión militar, el PSOE lo envió desde Madrid a Valladolid para que clarificara la situación y en su caso organizara la resistencia de los trabajadores (1). Detenido en la entrada de la capital por los militares ya sublevados, juzgado por un Consejo de guerra, fue condenado a muerte y ejecutado junto con José Maestro San José. Es héroe por su voluntad de enfrentarse al peligro en ayuda del gobierno legal.
(1) Qué buena idea tuvo el que lo mandó... |
Virgilio Llanos Manteca (1896-1973)
Por este motivo hubo de exiliarse a Rusia y permanecer en Moscú hasta principios de 1936. La estancia produjo sus frutos y Virgilio se fue escorando hacía posiciones pro comunistas. Dicen que firmó una carta a Largo Caballero donde le apremiaba a la unidad. Tras pasar por Inglaterra y Francia regresó a Barcelona a tiempo justo para unirse a las milicias del recién fundado PSUC. Una de sus primeras acciones significativas fue participar como comisario en la expedición catalana para reconquistar Mallorca organizada por el capitán Bayo, en la que participó entre otras la columna del PSUC-UGT llamada columna también "Libertad", pero conocida como López-Tienda por ser militarmente mandada por el capitán de ingenieros Rafael-López Tienda y por que había otra columna anarquista de nombre "Libertad". Tras la retirada de la expedición balear pasó a formar parte de la expedición a Madrid de esta unidad miliciana, casi 3.000 hombres, aunque dejaron sus armas en Cataluña. La columna pasó primero por la base de de Albacete, retaguardia y deposito militar del gobierno. Allí recibió uniformes pertrechos, armas y las insignias del nuevo reglamente que en los mandos sustituían las estrellas por barras. A decir de los testigos, esta fue la primera unidad miliciana que lo hizo. (1) Como les sucedió a todas las columnas catalanas a su llegada a Madrid, el escenario bélico y el poco bagaje militar de las tropas influyó en sus ánimos y no estuvieron inicialmente a la altura de las expectativas en una contienda tan dura como la de este frente. En sucesivos combates la columna quedó muy mermada y su comandante, López-Tienda fue herido de muerte en un accidente con su arma participando en los combates por el Hospital Clínico. El 17 de octubre una quincena antes de la muerte de López-Tienda, Llanos había recibido su flamante nombramiento como Comisario. Los restos de la columna fueron integrados en la recién creada 5ª Brigada Mixta. A finales de Diciembre, Llanos sería nombrado Inspector General de Nuevas Brigadas con rango de Comisario de Brigada. Para febrero y con vistas a la proyectada ofensiva del Jarama, a la que se adelantaron los franquistas, Llanos fue nombrado comisario de la Agrupación de fuerzas de Arganda, cuyo mando militar recibió el coronel Mena. Durante la guerra Llanos fue miembro del Comité Nacional de la UGT, continuando su andadura como comisario de unidades del Ejército Popular. En junio de 1937 fue nombrado Comisario de la IV División Orgánica, es decir el territorio de la antigua División Orgánica de Azaña. Llanos había llegada a Aragón con las tropas del V Cuerpo que se preparaban para Belchite y de paso para acabar con el Consejo de Aragón que presidía Domingo Ascaso. Llanos estaba bajo las órdenes de Pozas que tenía el mando de la Cuarta División Orgánica pues aún no se habían creado los Grupos de Ejército. Este nombramiento provocó las protestas de la CNT que esperaba un comisario de su sindicato. En septiembre de 1938 se le nombró Comisario Político del XII Cuerpo de Ejército en el frente de Aragón (Este) y algo después Comisario Político del Ejército del Este. En 1938 envió a sus tres hijos a Rusia con los que trataría de reunirse posteriormente. Se dice que Llanos se adhirió al PCE a principios de 1939, sería en un acto formal pues de hecho Llanos oficiaba en la órbita de comisarios del PCE. En 1939, se encontraba en la zona Centro-Sur y se le ordenó acompañar a las fuerzas de la 206 B.M. de Pedro Mateo Merino que acuarteladas en Valencia para reponerse de las pérdidas sufridas en esa batalla fueron enviadas de urgencia para someter la rebelión profranquista de Cartagena. Una vez concluida con éxito esta tarea, y mientras saltaba el golpe de Casado, se les ordenó proteger todo el flanco sur levantino hasta que el 23 de marzo recibieron autorización para salir de España apoderándose de los aviones de la escuela de polimotores de Totana. Con uno de ellos llegó Llanos a Argelia. Los franceses los encarcelaron, primero en la cárcel de Orán y luego en el campo de trabajo de Suzzoni-Boghan, junto con otros muchos republicanos. En mayo de 1939 pudo marchar a la Unión Soviética donde pudo ver a su familia. Sus planes eran partir para España y continuar la lucha. La invasión nazi impidió estos planes y fue enviado a Samarcanda al cargo de un hogar de niños españoles. Allí la vida fue muy dura para Virgilio. Para empezar recibió la noticia de que su hija Carmen de 18 años había sido capturada por los alemanes en el Cáucaso y entregada a Franco. Sus otros dos hijos estaban también a cientos de kilómetros. Nunca pudo salir de Rusia para continuar la lucha y sobrevivió moralmente de mala manera volviendo al teatro mientras se desolaba viendo como la Unión Soviética y el propio Partido Comunista Español se diluían en la guerra fría e inacabable, tan interminable como era la espera de la muerte de Franco. Virgilio Llanos murió en 1973 a los 77 años. Su vida fue una permanente lucha por el genero humano y una doliente espera por continuar la lucha, bloqueado en un país, que no es que fuera el de "la gran mentira" como decía Jesús Hernández, pero al que tras la Gran Guerra Patria, le quedaron pocas verdades a las que agarrarse.
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Todas estas afirmaciones pueden comprobarse en: |
Manuel Llopis Dirigente de la UGT de Madrid que el 14 de julio de 1936, junto con otros elementos de la Federación Nacional de Juventudes Socialistas, Casa del Pueblo también de Madrid, Partido Socialista Obrero Español y Partido Comunista de España, suscribió un documento, que se hizo público en la prensa, apoyando al Gobierno del Frente Popular: «Conocidos los propósitos de elementos reaccionarios enemigos de la República y del proletariado —decía, entre otras cosas, el citado documento—, las organizaciones políticas y sindicales, representadas por los firmantes, se han reunido y han establecido una coincidencia absoluta y unánime en ofrecer al Gobierno el concurso y el apoyo de las masas que les son afectas, para todo cuanto signifique defensa del Régimen y resistencia contra los intentos que pueden hacerse frente a él. Esta coincidencia no es solamente circunstancial; por el contrario, se propone subsistir, con carácter permanente, mientras las circunstancias lo aconsejen, para fortalecer el Frente Popular y para dar cumplimiento a los designios de la clase trabajadora, puestos en peligro por los enemigos de ella y de la República."
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Rodolfo Llopis Ferrándiz.
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Juan Lluhí i Vallescá
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Rev. 5.0 Dic 2024. - SBHAC Nº 1.4