S.B.H.A.C.

Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores

Memoria Introducción Arte Fuerzas Personajes Imágenes Bibliografía Relatos Victimas Textos Prensa Colaboraciones
Imágenes de la historia de España Enlaces

25.- ¡OCTUBRE, OCTUBRE!

Causas de la revolución de Octubre

25.1.- ASTURIAS

En 1934 para evitar la entrada en el gobierno de Lerroux de un partido contrarrevolucionario y antirrepublicano, la CEDA, cuyo ideario era la destrucción de la II República (y sus avances) por vías legalistas, el Partido Socialista (con la renuencia de Prieto) y todos los partidos y sindicatos a su izquierda proclamaron la revolución social como único medio de evitar la vuelta por otros medios a la situación anterior a la II República. La milonga de que la derecha, CEDA incluida, defendieron la II República, puesta en circulación por propagandistas nostálgicos del franquismo, es absolutamente falsa. La derecha pura y dura lo que quería era volver a la situación anterior, bien a un régimen republicano completamente descafeinado o bien a la monarquía antidemocrática como la alfonsina. Esto lo querían hacer, unos por las bravas y otros mediante vías legalistas y torticeras. Esa es la pura verdad, amigos míos. Los revolucionarios querían mejorar la suerte del pueblo español, aunque el método escogido desde el punto de vista burgués fuera censurable, que no desde el nuestro si hubiéramos estado allí. Y vista la que nos tenían preparada para dos años después, con más razón todavía, pues una vez que perdieron las elecciones del 16 de febrero del 36, se les acabaron las vías legalistas y fueron a por todas, es decir, a sangre y fuego que es verdaderamente como el cuerpo le pide a la derecha española alcanzar el poder, que como todo el mundo sabe, Dios les cedió en herencia para toda la eternidad por la vía legítima de mis cojones 33. En este caso 36.

25.2.- BARCELONA

En Cataluña, en Barcelona concretamente, las izquierdas tuvieron como compañeros de viaje fuerzas centrifugas, nacionalistas y moderadamente de izquierdas, y otras más arriesgadas como los amigos de Dencàs.

25.3.- OTROS LUGARES

En Madrid, en Eibar y en otros lugares, los revolucionarios lo intentaron, aunque con menor fortuna que en Asturias.

Rev.4.00