S.B.H.A.C.

Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores

Cartelistas republicanos de la Guerra Civil española

39.- PARRILLA

Parrilla pertenecía al Sindicato de Profesionales de las Bellas Artes (UGT) de Madrid. Había trabajado para Blanco y Negro y era poco conocido cuando estalló la guerra. Tenía cierta tendencia al barroco, como buen andaluz, pero pocos como Parrilla han sabido hacer propaganda política.

39.1.- Este cartel y que me perdone Parrilla (o los otros) siempre me recuerda al del Domund. Fuera de bromas, la composición es alegre, colorista y llamativa. Y es que Parrilla es uno de los grandes.

39.2.- Un poco sombrío para mi gusto este cartel de las Brigadas Internacionales. El Brigadista, con pinta de "poilu" francés, parece triste mientras la alegoría republicana le mira con intensidad.

39.3.- ¿Cuántas veces habrá sido reproducido este cartel? Parrilla que tenía dificultades con el vestuario de los soldados, Renau decía que muchos cartelistas, nunca se habían acercado al frente, estuvo aquí acertado en su personal estilo. Los soldados atacan, ¡vaya que sí!

39.4.- Dramatismo para solicitar más refugios para la población civil. Crudo dramatismo, aunque no tanto como la realidad misma ofrecía tras los cruentos bombardeos rebeldes. La República, pasada la primera época de la guerra, renunció a bombardear las ciudades enemigas. Algunos historiadores dicen que porque no podía. Esta contradicción entre afirmar la abundancia de aviones que la URSS suministró y la anterior afirmación les deja tan campantes.

39.5.- ¡Vaya contraste de colores! Mano verde, careta roja, fondo azul oscuro para el emboscado...

39.6.- Otro 10 para Parrilla y uno de mis favoritos. Todas las banderas patrocinan este fogoso ataque. El oficial (o el comisario) se dirige a sus hombres enérgicamente, los soldados que le siguen demuestran pareja determinación. Un excelente cartel, lleno de moral, sin duda.

39.7.- Alegría para este homenaje. Alegría incluso en la despedida de las Brigadas Internacionales, a finales del 38 en Barcelona. Nada sorprendía más a los internacionales que la alegría del pueblo español, incluso en aquellas terribles condiciones de guerra civil.

39.8. -El héroe de Madrid flanqueado por la República y la misma Cibeles. La verdad, nunca vi foto de Miaja con semejante determinación. Milagros de Parrilla

39.9.- Qué pacífico paisaje el que bajo el libro, el soldado estudia. Suponemos que ante tanta belleza y paz, no quedan dudas en estudiar para defenderlo del enemigo con todos los saberes de la estrategia militar.

39.10.- Los mejores carteles de la Brigadas Internacionales son sin duda los de Parrilla. La República, sus soldados, y los voluntarios internacionales. ¿Se puede pedir más en un cartel de guerra republicano?

39.11.- Un tema recurrente para el duro invierno del 37-38 en la batalla de Teruel. Y una aclaración para los lectores. Los soldados republicanos iban mejor dotados en cuanto a calzado y vestimenta se refiere, en esta batalla, que sus oponentes, salvo excepciones documentadas de algunas levas para el Ejercito de Maniobra que al ser tan rápidas dejaron los almacenes de los CRIM vacíos y tuvieron que proveerse de fortuna. Las bajas por congelación, en la batalla de Teruel, fueron numerosas en ambos bandos, pero mayores en las unidades rebeldes, muchas de ellas mal calzadas y sin uniformes adecuados, pues la mayor parte de la industria del calzado y textil estaba en Cataluña y en el Levante leales. Los soldados rebeldes aparecen en las imágenes de la GCe mejor uniformados en apariencia que los republicanos. Pero éste es otro tópico franquista. Los soldados republicanos tenían más libertad a la hora de componer su uniforme, de hecho iban un poco como les daba la gana, es decir, había menos disciplina de los aspectos formales de un ejercito. Lo que era malo para el ejercito. Pero, resumiendo, no se trataba de un problema de calidad textil, la penuria republicana en textiles, como en todo, desató su crisis en 1938, por el bloqueo naval fascista y el terrestre francés. Para solucionarlo se recurrió (lo mismo que en la Alemania hitleriana en 1944) a recortar los uniformes sustituyendo casacas y guerreras por cazadoras, y las espléndidas gorras pasamontañas de 1936-1937 por gorritos isabelinos y gorras cuarteleras. La recogida de ropa y de trapos (recurrente en la cartelística republicana) es más propaganda que otra cosa.

39.12.- Esta esforzada trabajadora parece capaz de manejar los pesados engranajes sin ayuda de nadie bajo la atenta mirada de un varón.

39.13.- Juramento sobre las manos de la República. Casi el juramento de los Horacios.

39.14.- La muralla del Ejército Popular ante los desconcertados enemigos. Digo, yo...

39.15.- Perfecta alegoría del Ejercito Popular que expresa muy bien lo que se quería conseguir, y que no pudo ser excepto algunas unidades, pese a los esfuerzos de Largo, de Prieto y de Negrín.