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Pau Lluis Torrents

Torrents es una ejemplo palmario de como la noche y la niebla franquista no solo les truncó la vida profesional a muchos de los artitas, periodistas y fotógrafos del periodo republicano español sino que también les robó la memoria, su memoria histórica. Poco sabíamos de este fotógrafo, incluso nosotros teníamos su nombre equivocado, pues lo teníamos como Torrens. Pero gracias a las investigaciones de estudiosos catalanes se despeja la noche y la niebla, y las luces de muchos y en concreto las de este gran profesional llegan al público interesado, entre los que nos encontramos. Pues resulta que Luis Torrents era uruguayo, nacido en Montevideo en 1893, pero que desempeño su actividad en la Cataluña de la edad de plata española, la España del final de la monarquía alfonsina y de la II República. Fue un fotógrafo de gran prestigio y actividad y estuvo asociado a otros grandes de la fotografía catalana, como Sarraga, Gaspar y él mismo. Sus estudiosos dicen que el trío era conocido como los Tres Reyes Magos. La activa y agitada vida barcelonesa era un escenario para triunfar en el reporterismo, y este fue el caso de estos fotógrafos que lo trabajaban todo. Eran también corresponsales de las grandes revistas madrileñas. Y el futuro parecía espléndido para la profesión.

Pero todo cambió con el golpe militar del 18 de julio. Ciudadano comprometido con la legalidad, Torrents trabajo para el Comissariat de Propaganda de la Generalitat. En 1937 le fue encargado el duro trabajo de documentar los efectos de los bombardeos franquistas en la zona republicana y concretamente en Cataluña y Barcelona. Era un trabajo muy comprometido que los franquistas no le perdonarían jamás, y probablemente Torrents lo sabía, pero lo encaró con gran profesionalidad.

Con la derrota, Torrents hubo de asumir la cruel realidad y las pocas esperanzas de salir sin menoscabo de la entrada de los fascistas en Barcelona, y emprendió el camino del exilio en su coche y al parecer con su archivo personal. Las vicisitudes del exilio hicieron que perdiera el archivo. Gracias a la familia de su mujer, que era francesa, pudo acomodarse en Paris y ayudar a muchos de sus colegas en pareja tesitura o en peor, pues algunos como Centelles pasaron por campos de concentración franceses. La entrada de los alemanes en Paris puso su vida en peligro, pues la policía secreta franquista se paseaba por la Francia ocupada como Pedro por su casa persiguiendo y deteniendo a conocidos republicanos. Y así se embarcó en un buque que partía para su tierra natal, el Uruguay, donde se especializó en la fotografía industrial y comercial y otras actividades relacionadas con el periodismo gráfico. También vivió un tiempo en Buenos Aires donde había más oportunidades para la industria gráfica. Murió en 1966 con 73 años sin poder regresar a su amada Barcelona. Su obra anda todavía un poco perdida, pero poco a poco se aclara el panorama recuperando la autoría de muchas fotografías atribuidas a otros autores o de las que se desconocía el autor. Hay fondos suyos en el Archivo General de la Administración, la Biblioteca nacional y sobre todo en el Archivo Nacional de Cataluña.

Caída colectiva en la vuelta ciclista a Cataluña de 1933

Las fotos de Torrents de la Plaza de Cataluña del 19 de julio no son tan vistosas como las de Centelles/Gonsanhi pero sí más verídicas, pues los guardias no están posando. El lector puede ver que se trata de los mismos caballos que en la famosa instantánea de Centelles/Gonsanhi.

Despedida de las Brigadas Internacionales en Barcelona. Se dice que esta fotografía la tomó Torrents. El excelentismo Sr. Presidente de la II República, Manuel Azaña, el excelentísimo Sr. Presidente del Gobierno, Juan Negrín, y los fotógrafos, por la izquierda, David Seymour, "Chim", luego, un fotógrafo desconocido para nosotros, quizá el camarógrafo Roman Karmen, y a la derecha Robert Capa. En cualquier caso, es una fotografía histórica y espléndida. Era el 28 de octubre de 1938.