S.B.H.A.C. Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores |
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Sagarra
Josep María Sagarra nació en una familia rica de Barcelona. Tuvo problemas en casa por querer ser fotógrafo por lo que se marchó a Paris donde trabajó en la casa Gaumont. Pertenecía a la segunda generación de foto periodistas catalanes, con Brangulí, Pérez de Rozas, Gaspar y Torrents, que son denominados por los expertos generación pre-Leika, pero que ya disfrutaban de adelantos técnicos que los diferenciaban de sus antecesores, tanto en las máquinas fotográficas como en las técnicas de revelado. Sagarra parece que ya tenía carné profesional en 1909, con 15 años, y que durante la Semana Trágica capturó instantáneas que merecieron la aprobación de la profesión, de modo que encontró trabajo a tan tierna edad, publicando en la revista La Actualidad y en la Ilustración Catalana, además de publicaciones deportivas como la popular Stadium. Todas ellas leídas mayormente por las clases adineradas de la ciudad. En su carrera, Sagarra se afianzó como una gran valor para la prensa burguesa, publicando en Diario de Barcelona y en La Vanguardia. Y para completar la influencia de Sagarra, fue miembro fundador de la Agrupación de Reporteros Gráficos de Barcelona (1921). Con 30 años se casó y tuvo cuatro hijos en el mejor de los mundos, el final de la monarquía y la llegada de la II República, la Edad de Plata de las ciencias y de las artes de la España del siglo XX. Abundando en esto, la Exposición Universal de Barcelona de 1929 animó a todas las profesiones artísticas produciéndose iniciativas muy interesantes desde el punto de vista comercial y el artístico. Concretamente Sagarra se unió a Gaspar y Torrents, para fundar una sociedad profesional que le sacara partido a los novedosos tiempos que corrían por la capital catalana. Eran tres grandes fotógrafos y en el medio se les llamaba los Tres Reyes Magos. Continuó luego en solitario, con enorme prestigio que le proporcionó colaboraciones en la revista francesa Le Miroir du Monde, a la par que se le ofrecía trabajo institucional en la ciudad. Se dice que Sagarra siempre estuvo muy bien relacionado con el poder, fuera el régimen que fuera. Nada que no fuera normal proviniendo de una importante familia catalana. El punto de inflexión fue la II República y la Guerra Civil, donde colaboró institucionalmente con la Generalitat, siendo uno de los fotógrafos oficiales del Govern. El año 1937 le marcó duramente, enfermó de tuberculosis y hubo de ser hospitalizado, y perdió su estudio por los bombardeos fascistas. El final de la guerra, ya repuesto al parecer de su dolencia, fue todavía más demoledor, pues le fue retirado el carné de fotógrafo. No se amilanó y se dedicó al retrato y al reportaje social, con lo que pudo ganarse la vida sobradamente. Murió a los 74 años. |
Marineros celebran en Barcelona la llegada de la II República |
En 1932 la CNT del Alto Llobregat declaró la Huelga General Revolucionaria en un intento de mejorar las deplorables condiciones de vida de los mineros de esa región. La Huelga se volvió violenta a mediados de enero de 1932 y se formaron Milicias Confederales que proclamaron el Comunismo libertario. La República tuvo que enviar tropas y la rebelión fue sofocada. Estas tropas de montaña llevan el inconfundible uniforme anterior a la reforma de Azaña, y bajo ningún concepto deben confundirse con tropas republicanas durante la Guerra Civil |
Fiesta de la Cruz Roja en Barcelona en 1932. Los jóvenes de la alta burguesía se lo pasan siempre pipa en estas fiestas caritativas. Nada como ponerse hasta arriba de todo a la salud de los pobres. |
La batalla ha terminado en Barcelona, los facciosos se han rendido. Las mulas de los artilleros rebeldes han caído por los tiros milicianos. Con el calor se empiezan a hinchar y el olor se hace insoportable. Al final se decidió quemar los cuerpos in situ. |