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Joan Andreu Puig Farran (1904-1982)

Joan Andreu Puig Farran nació en Lérida en 1904. Desconocemos datos de su infancia y juventud. Su carrera profesional se potenció con el acontecimiento del siglo hasta la presente, 1929, que le aconteció a Barcelona. La Exposición Internacional. Este evento fue un importante acicate para la profesión de fotoperiodista. Ayudó a la creación de agencias y facilitó la adaptación de los medios a las nuevas técnicas gracias a la necesidad de generar ilustraciones modernas. Puig Farran sabemos que se asoció con su amigo en gran fotógrafo Carlos Pérez de Rozas en una agencia llamada primero "Pérez de Rozas & Puig" y más tarde "Art Express", el estudio estaba precisamente en el edificio llamado Palacio de las Noticias. Puig Faran se había casado con la maestra de escuela, decididamente progresista, Samara Vicente.

A principios de los treinta, con la llegada de la II República se separa de sus socios por motivos que ignoramos. Inicia, pues, una trayectoria profesional en solitario principalmente en la prensa más liberal y progresista. Con el alzamiento militar se inicia una gran oportunidad para Puig Farran, y para muchos otros fotógrafos de prensa, de oficiar como fotógrafo de guerra. Hay un documento fechado el 15 de agosto donde la Agrupación Profesional de Periodistas (UGT) envía una lista de periodistas barceloneses antifascistas, para que les sea autorizados el uso de sus cámaras fotográficas en el territorio de la Generalitat, pero ya Puig Ferran se encontraba en el frente de Aragón con las milicias, pues el 4 de agosto publica un reportaje sobre el cerco de Huesca. Días después parte con el capitán Bayo a la conquista de Mallorca confeccionando un reportaje que se publica en la revista Ultima Hora el 22 de agosto y en La Vanguardia el 23. Con el curso de la guerra Puig Farran se implica en la dirección del sindicato de fotógrafos profesionales pasando a formar parte de la Junta Directiva de la sección de reporteros gráficos. El fin de la guerra es dramático para Puig Farran, pues como medio millón de catalanes se exilió a Francia, penando en distintos campos franceses cuyos nombre ignoramos. En 1940 decidió acogerse a la posibilidad de retorno a la España de Franco. Lo que fue una ingenuidad y un gran error que puso su vida en peligro. Fue internado en el campo de Miranda de Ebro, un auténtico campo de exterminio a la luz de lo que se va conociendo de este siniestro lugar. Juzgado por rebelión militar fue condenado a muerte y estaban listos los fusiles franquistas para hacerla cumplir, aunque gracias a un familiar militar que sirvió con los franquistas le fue conmutada la sentencia de muerte.

En 1945, sabemos que regresó a Barcelona en mal trance físico y mental, pero Puig Farran mantuvo su dignidad y al contrario que otros compañeros de profesión, que se habían afiliado a UGT para poder trabajar en zona republicana, y luego se afiliaron a Falange, para que les dieran el carné de periodista y poder trabajar con Franco. Puig Farran, después de lo que había pasado preso, se negó a colaborar con el régimen y no le quedó otra, como a muchos colegas de su profesión, que dedicarse a la profesión de fotógrafo comercial, en los campos industrial y publicitario, donde la firma personal no tenían relevancia. A principios de los cincuenta y con su antiguo amigo Antoni Campañà fundaron una empresa de postales en color que por aquellas fechas era el no va más de los recuerdos turísticos. La producción de esta empresa "Postales CyP", (Campañà y Puig) fue inmensa permitiendo a Puig Farran mantener a su familia. En 1982 murió con 77 años. Su hijo Andreu Puig Vicente había abandonado España y murió en el extranjero.

En sus últimos años hubo de ver como su obra había sido completamente olvidada mientras aparecían con gran revuelo las de otros compañeros de tesitura parecida al pairo del fin del franquismo. Además, algunas de sus instantáneas aparecían con autoría de otros compañeros. Lo que no dejó de frustrarle, aunque según la familia lo aguantó en silencio. Tras su muerte, los historiadores saben que se accedió a su estudio donde se guardaba su archivo, apareciendo posteriormente parte de su trabajo en el Archivo de Salamanca cuando la familia de un importante compañero reportero de guerra y con el había estado asociado en su juventud, vendió sus negativos al gobierno español ante el desinterés del govern. Finalmente, la familia de Puig Farran encontró sus fondos, donde efectivamente faltaban negativos muy importantes. Todo esto ha revolucionado el mundillo catalán de la historiografía de la imagen histórica, pero por muy grande que sean los mitos, al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.

Elecciones de febrero de 1936. Puig Farran fotografía a Torrents subido en una escalera.

Hechos de octubre de 1934. (Archivo familia Puig)

Llegada del barco soviético Ziryanin al puerto de Barcelona, 1936. (Archivo familia Puig)