S.B.H.A.C.

Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores

Memoria Introducción Carteles Fuerzas Personajes Imágenes Bibliografía Relatos Victimas Textos Prensa Colaboraciones
Fotógrafos guerra Enlaces
Baldomero y Aguayo

Baldomero Fernández Raigón (1886-1958)

Había nacido en Jaén en 1886. Residió con su familia algún tiempo en Barcelona, pero terminaron recalando en Madrid, donde Baldomero hizo carrera como fotógrafo taurino, aunque antes probó suerte como novillero. El mundo taurino le debe sus mejores instantáneas, de grandes faenas y momentos luctuosos como las históricas fotografías para el toreo de cogidas y toreros yacentes que le hicieron famoso. Introdujo en la fotografía a su hijo José y firmaron muchas de sus obras como Baldomero y Aguayo. Durante la Guerra Civil, encontrándose ambos en Madrid trabajaron como reporteros primero por su cuenta y luego para la Junta de Delegada de Defensa. El Archivo Rojo, creado por la Junta para conservar la memoria del cerco de Madrid y los desmanes franquistas, contiene muchas fotografías de padre e hijo. Probablemente por este motivo, al terminar la guerra les fue retirado el carné de periodista con lo que les imposibilitaba para el trabajo en la profesión. No lo recuperó hasta 1944. No obstante hay fotografías de finales de 1939 con su nombre lo que puede llegar a hacernos pensar que o bien siguió trabajando de alguna forma, o bien el expediente de depuración se inició más allá del final de 1939. En cualquier caso, Baldomero volvió a trabajar como reportero taurino. Murió en 1958.

Una postal de Baldomero en la plaza de Chichón en un festejo taurino durante  la monarquía alfonsina.


José Fernández Aguayo (1911-1999)

El hijo de Baldomero Fernández emprendió la carrera taurina de novillero, tal era la afición familiar. Finalmente, a los 21 años, dejó este oficio y siguió las vicisitudes de su padre. Profesionalmente firmaba como Aguayo, el apellido de su madre. Trabajo mucho en el cine de la época, siempre alrededor del los toros y el folclore español. En la Guerra Civil, la Junta de Defensa de Madrid lo destinó al Servicio de Fortificaciones. En 1937, con motivo de la III Olimpiada Obrera en Amberes, viajo a esta ciudad como corresponsal y pasó varios días en Paris donde entabló relaciones con Buñuel, director de cine al que admiraba, dado que Aguayo tenía gran vocación cinematográfica. Al fin de la guerra y conocida su adscripción política republicana, fue privado de su carné profesional y buscó trabajo en el cine, emprendiendo una gran carrera como director de fotografía. Aguayo tuvo suerte de tener estos conocimientos y poder reciclarse ante la brutal depuración del franquismo sobre los fotógrafos que trabajaron en zona republicana. En el tardofranquismo se reconoció la labor de padre e hijo siéndoles concedidos distintos premios y homenajes. José Fernández Aguayo recibió un Goya de la Academia de cine por su trabajo fotográfico en 1987. Consolidó el archivo de su padre creando el Archivo Baldomero y Aguayo con mas de 25.000 piezas, acetatos, vidrios, positivos y negativos. En 2008 lo compró el Instituto de Patrimonio Cultural. El fondo incluye interesantes reportajes de la época republicana y de la República en guerra, además de espléndidos reportajes taurinos y deportivos.

7 de mayo de 1922, enfermería de la plaza de toros de Madrid. El torero Granero de cuerpo presente. Qué extraordinaria fotografía de Baldomero Fernández, que supo captar esa sinfonía de rostros de hombres vivos contemplando el rostro del muerto. Hay miradas huidizas, negatorias, las hay compasivas, o desoladas y apesadumbradas, y las hay profesionales como las del joven empleado de la enfermería. Pero todas ellas son verídicas, todas tienen su verdad, y todas desnudan a sus dueños. Magistral, Baldomero.

Valencia 1925. Juan Belmonte entra a matar.

Madrid julio de 1936, desfile de milicianos por la Puerta del Sol

Visita de la presidencia de la Junta Delegada de Defensa de Madrid, Miaja, Vicente Rojo y Antón, a la 46 división de Valentín González.