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Opinión de Lucas Molina Franco

(Redactor jefe de la R.E.H.M.)

Revista de Historia Militar nº 9 Marzo de 2001

     Después de la lectura serena y sosegada del amplio comentario al libro de G. Howson, con el que Artemio Mortera nos deleita, no creo que a nadie le quepa ya ninguna duda respecto a lo verosímil que resultan muchas de las tesis mantenidas por aquel autor y la falta de rigor que manifiesta en numerosos aspectos de su obra. En terminología marinera, el libro hace aguas pero, como reza el refrán castellano, "siempre hay un roto para un descosido", y cuando menos te lo esperas surge el historiador al que los errores de Howson vienen como anillo al dedo, pues su adscripción a una determinada tesis preconcebida está necesitada de los datos que la corroboren. Y en este caso, el historiador es Santos Juliá, al que, sin ninguna duda, como antes apuntaba, vienen de perlas los datos de Howson. Por que Santos Juliá los necesita para intentar, a estas alturas, demostrarnos la cuadratura del círculo. Por que, aunque cueste creerlo, lo que a Santos Juliá le duelen son las tesis mantenidas por los hermanos Salas Larrazábal, tesis cargadas de rigor histórico, investigación, sentido común y altura moral y profesional. Y es por ello, supongo, que a través del poco académico método de la descalificación a estos militares e historiadores, intente por todos los medios imbuirse de los errores de Howson, amenazando con re-escribir (otra vez) la Guerra Civil. Porque, en fin, Santos Juliá, el historiador, necesita esos errores para justificar una derrota y reavivar así, las cenizas del rencor y del odio.

     No me queda otra alternativa, desde mi modesta posición de francotirador de la historia de la Guerra española, la cual comparto con mi amigo Artemio, que hacer constar mi más absoluto desprecio por los que, desde posturas doctrinales, cargados de soberbia y llenos de prejuicios, intentan por todos los medios a su alcance que la Historia se adecue a sus particulares deseos.

     Poco más me resta por decir respecto al bochornoso ridículo que supone, bajo mi punto de vista y con los datos aportados por Artemio Mortera en la mano, la crítica aparecida en el diario "El País" el 20 de enero pasado y firmada por el historiador Santos Juliá, al libro del "hispanista de estirpe", como él lo califica, Gerald Howson.

Lucas Molina Franco