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Fotógrafos extranjeros en zona gubernamental durante la GCe Enlaces
Walter Reuter (1906-2005)

Nació en un barrio de Berlín en una familia alemana de trabajadores. Walter tuvo interés desde muy joven por las artes escénicas y musicales, la danza, el canto y la música. Se relacionaba con los artistas del barrio y con las asociaciones juveniles naturistas de izquierdas. Estudio quimiografía y encontró trabajo en una imprenta berlinesa.

El 1 de mayo de 1929, el jefe de la policía berlinesa, un socialdemócrata, prohibió la tradicional manifestación obrera. Los trabajadores ignoraron la prohibición y se manifestaron. Las fuerzas del orden se comportaron violentamente con el apoyo de los paramilitares nazis y hubo 30 muertos y 100 heridos en medio de una conmoción en los partidos de izquierda.

Walter protagonizó un acto de protesta en el trabajo solicitando a sus compañeros firmas en un manifiesto de protesta. Por este motivo fue inmediatamente despedido. Como llevaba varios años trabajando en la empresa le correspondía un subsidio de desempleo, y con esta ayuda se compró una cámara de fotos, se fue para el campo, y empezó a hacer fotos naturistas de sus amigos que consiguió publicar el la revista Belleza y Fuerza (Schönheit und karft) Cuenta el propio Reuter en una entrevista que le hicieron en Méjico, ya anciano, que estas fotos de desnudos tuvieron éxito y que una revista francesa se las solicitó y que resulta que era pornográfica. Y que por este motivo dejó de hacer fotos naturistas.

Se dedicó pues a los reportajes políticos y de denuncia social en los barrios obreros de Berlin, como aquel que tituló "Miseria en las casas de las afueras de Berlín" y que venía a cuento por la estúpida pretensión del ministro Brunink de sacar a los pobres de la capital. Consiguió publicarlo en la revista ilustrada progresista AIZ (Arbeiter Illustrierter Zeitung). La cosa de la fotografía iba mejorando y Walter se compró una amplificadora para sustituir a la que se había fabricado el mismo tiempo atrás. A la revista AIZ les gusto el trabajo de Walter y viendo posibilidades le animaron a que trabajara para ellos. Aún así, Walter siguió aprendiendo música y haciendo sus pinitos en el teatro y la danza, si bien, como el mismo reconoció era todo de forma autodidacta.

En 1930, una serie de fotografías sobre las manifestaciones en contra del NSAP, llamó  la atención de estas bandas nazis y tuvo que huir a Suiza con su mujer, la judío-polaca, Sulamith Siliava y su amiga Margarethe Timbal, sin poder poner a recaudo sus negativos. Desde allí se dieron una vuelta por Europa reconduciendo sus pasos al sur de España, que cuando estás exiliado y con poco o ningún dinero es mejor el Sur por la cosa del clima mediterráneo. Llegado a Torremolinos, Málaga, donde había numerosa colonia extranjera. Se ganaba la vida con su mujer, cantando por las terrazas de la soleada ciudad. Como llevaba su cámara, no dejó de practicar el oficio. Además pronto se juntó a intelectuales de izquierda nacionales y extranjeros, entre los que se encontraba Altolaguirre y el propio García Lorca. Y así llevaba una vida muy regalada pero sin alharacas. Tenía dos hermosas niñas, Almuth Christine y Jasmin, y en la Edad de Plata de la II República no vivían en el mejor de los mundos, pero casi.

Al inició del golpe Walter y su familia quedaron en zona republicana, y deseoso de apoyar a la causa republicana se alistó en una milicia de las JSU. Algunos relatores afirman que Walter y su familia se encontraban en Granada en casa de García Lorca en esas fechas y que partieron a Madrid. Lo cierto es que Walter envió a su familia a Francia como precaución.

Walter y su segunda hija Jasmin en Málaga en 1935

Tenemos también imágenes de Reuter con su capote, su casco y su fusil en el frente, pero como Reuter se llevó su cámara, y la propaganda era tan importante como la artillería, pronto se encontró fotografiando el frente y la retaguardia republicana con el permiso de las autoridades militares. Sus fotografías las publicaron el diario gráfico Ahora, convertido en órgano de las JSU, donde tenía como jefe al pintor Gabriel García Maroto, quien en cierto modo actuaba de agente de sus fotógrafos. También publicó en la revista Regards, Zürcher Illustrierte y la agencia Black Star. Como miembro de Antifafot se guardaron algunos reportajes suyos sobre Madrid en el Archivo de la Delegación de Propaganda de la Junta de Defensa de Madrid (hoy Archivo Rojo) En el Madrid sitiado se alojaba en el hotel Gran Vía, preferido de los extranjeros, donde conoció a periodistas y fotógrafos, como Capa y Taro, los Mayo, etc...

Portada del diario gráfico Ahora (segunda época) órgano de las JSU, el 26 de febrero de 1937, con una fotografía firmada por Walter

Walter se conocía prácticamente todos los frentes de la zona Centro y al final de la guerra el de Cataluña. Incluso estuvo pasando frío en Teruel, pues hay una foto suya muy curiosa dándose palmadas en el abrigo. Allí en Teruel conoció  a su compatriota Reisner. Y hablando de fotógrafos, Reuter está por derecho en la división de fotógrafos extranjeros defensores de la República, como Capa, Taro, Namuth, Horna y Chim, Reisner, Turai, etc... por citar los principales. Reuter firmaba sus fotografías como Walter. Trabajó también con el Ministerio de Instrucción Pública en Valencia junto al afamado diseñador hispano-polaco Mauricio Amster, para confeccionar las famosas cartillas de la II República, la cartilla escolar antifascista y la cartilla aritmética antifascista. También toda la propaganda relativa al Instituto para Obreros, idea que consistía en una formación especial para que los, hijos de los obreros pudieran hacer el bachillerato con mayor facilidad. Y también colaboró con Renau en el proyecto Airesol. Las fotografías de estos  montajes eran de Walter.

Al final de la guerra, Walter huyó por la frontera francesa. Su archivo y el del fotógrafo español Guillermo Zuñiga, fueron metidos en una maleta y dejada en deposito en la oficina de prensa del gobierno republicano que se organizó en Figueras mientras el pueblo y lo que quedaba del estado republicano huían a Francia. Aunque probablemente Zuñiga recuperó la maleta horas o días después.

Como el resto de la tropa del Ejército Popular pasó por un campo de concentración francés, en su caso por apátrida, era un alemán sin papeles. De ahí huyó a Paris donde se reunió con su familia. En la capital francesa sobrevivieron sin papeles hasta la declaración de guerra a Alemania. En un arranque de ingenuidad se presentó en un banderín de enganche con la sana intención de alistarse como voluntario contra los alemanes, como había hecho al inicio de la guerra en España. pero las autoridades militares francesas lo consideraron un peligro y lo encerraron. Con el armisticio, Walter, no esperó la llegada de los nazis y volvió a escaparse y tras contactar con la incipiente resistencia francesa pudo salir para Casablanca, donde tras otro tiempo de ilegal fue detenido y llevado al deposito de la Legión Francesa en Sidi-Bel-Abbes en Argelia. Enrolado a la fuerza en un batallón presidiario de trabajos forzados se pasó un par de añitos trabajando en el ferrocarril trans-sahariano. Un día se solicitaron voluntarios para trabajar en Alemania, y tras ofrecerse voluntario volvió a escaparse y tras contactar con su familia embarcó en un barco portugués para Veracruz, Méjico. Estuvo algún tiempo en Puebla y no sabemos de qué vivía, pero compatriotas como Anna Seghers consiguieron ponerle en contacto con editores. El reportaje "Campos de concentración en norte de África", una colección de fotografías inéditas de su participación en la construcción del ferrocarril trans-sahariano se publicaron en Méjico abriéndole las puertas de la profesión. Walter pudo así encarrilar su vida profesional tanto fotográfica como de camarógrafo y de realizador de cortos documentales, aunque todas de poco rendimiento económico, aspecto que a Walter nunca preocupó en demasía. De sus documentales destaca "Tierra de Chicle". Se dice que a la muerte de este esforzado fotógrafo y cineasta, a los noventa y muchos años, su peculio era escasísimo.

No sabemos qué fue de su primera mujer, Sulamith Siliava, si le pasó algo o simplemente se divorciaron, pero el caso es que Walter casó por segunda vez con una mejicana con la que tuvo tres hijas. La menor de ellas, Hely Reuter se dedicó a rememorar la obra de su padre, tarea que se clarificó bastante cuando la familia Zuñiga encontró tras la muerte del fotógrafo español Guillermo Zuñiga, la maleta que este fotógrafo amigo de Reuter, conservaba sin que nadie lo supiera y que contenía además de negativos de Zuñiga gran parte de la obra de Reuter en la Guerra Civil española. La Asociación Española de Cine Científico (ASECIC) llevó a cabo estudios para determinar la autoría de los negativos que aparecieron en una de las latas de la maleta de Zuñiga.

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