Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores

René Brut había nacido el 25 de julio de 1903. Su padre además de joyero era una gran aficionado a la fotografía, afición que trasladó a su hijo, que bien joven empezó a trabajar en la productora cinematográfica Pathé Newsreels en su departamento comercial. Poco después ya rodó su primer documental. En 1936, era ya un profesional, casado y con hijos y con un gran porvenir en la empresa Pathé. Sabemos que René Brut no trabajó en la zona republicana, pero en cualquier caso, como fotoreportero en zona rebelde, contribuyó enormemente a divulgar la matanza de Badajoz, en colaboración con los periodistas portugueses Felix Correia y Mario Neves, el americano Jay Allen, y de su compatriota y colega Jean D´Esme. Y por eso está aquí.

Al parecer, estos reporteros venían trabajando desde Andalucía, pasaron a Extremadura y terminaron en Castilla. las más significativas grabaciones y reportajes que realizó Renè Brut son los que realizó en Extremadura. Primero, el 16 de agosto en Almendralejo, una semana después de la entrada de los regulares y legionarios en la población, que hubieron de vencer una dura resistencia de medio centenar de paisanos de izquierda, mal armados (y gracias a que algunos guardias de asalto los proveyeron de algunas armas, granadas  de mano y munición) pero muy bien parapetados en la iglesia de la Purificación. Los legionarios emplearon tácticas muy agresivas para sacarlos de la torre de la iglesia. Quemaron paja con azufre, gases asfixiantes a toda luz, y también colocaron cargas de trilita. Aun así los valientes  y recién milicianos aguantaron 4 días a la mayor fuerzas de choque del ejército colonial español, que avanzaba a sangre y fuego por el valle del Guadiana. La iglesia se incendió y los supervivientes se rindieron con la promesa de ser respetadas sus vidas, lo que no se cumplió, excepto tres, que eran chóferes y los necesitaban. René grabó algunos minutos burlando al "escolta" falangista, de las iglesia quemada y de algunos cadáveres. Destacaban las manchas de la paredes producto del fuego provocado. La imagen era espectacular y no tardaron los periódicos que recibieron las fotografías en afirmar que los rojos habían crucificado y luego quemado vivos a los derechistas. Lo que era mentira. En Almendralejo los republicanos mataron a 28 personas que tenían encerradas en la prisión local y que fueron atacadas con disparos y bombas de mano cuando trataban de escapar al conocer la cercanía de las tropas de África. Los rebeldes fusilaron en Almendralejo más de 400 personas durante el verano de 1936.

La toma de Badajoz por Yagüe produjo otra matanza de ciudadanos, milicianos, soldados y fuerzas de orden público defensoras de la ciudad. Unos 4.000. La operación se inició el 14 de agosto y la matanza duró varios días después, mientras Brut y sus compañeros se encontraban en Almendralejo. Estos periodistas, siguiendo el avance rebelde, se dirigieron alarmados a Badajoz y cuando recibieron permiso para visitar la ciudad comprobaron asombrados el resultado de la furia rebelde sobre todo bicho viviente que se les pusiera delante. Los rebeldes se justificaron posteriormente diciendo que la reacción se había producido por la muerte de decenas de legionarios en el asalto a la muralla ordenado por Yagüe. Pero todo esto eran mentiras como demostró Francisco Espinosa en su libro "la Columna de la muerte" donde demuestra, primero que la citada compañía de la Legión no tuvo más proporción de bajas que en otras acciones, segundo que Badajoz fue tomada en realidad desde Portugal por las tropas de Castejón, y tercero que los historiadores militares franquistas lo sabían y mintieron o compusieron mentiras para sus "certeros y definitivos" estudios.

La segunda intervención de René Brut y sus compañeros periodistas fue, precisamente en Badajoz, tomada a sangre y fuego. Burlando de nuevo a su escolta y con la complicidad de su compañero Jean D´Esme, pudieron grabar escenas de la ciudad de la Plaza de la República, sembrada de cadáveres, y de las Torres de Espantaperros. Y al día siguiente, las más dramáticas, en el cementerio de San Juan, con las piras de cadáveres quemados y por quemar que sacudieron al mundo cuando las vio publicadas en un periódico francés a finales de agosto. Lo que le costó la cárcel a René Brut detenido por orden de Queipo en Sevilla el 8 de septiembre. Tras darle un paseito por la ciudad y amenazas de fusilarle le condujeron a la cárcel donde estuvo seis días. Lo que se tardó en presionar a Queipo hasta que ordenó expulsarlo del territorio rebelde. René Brut se salvo por los pelos.

Más información sobre la matanza de Badajoz...

Pira de cadáveres quemados en el cementerio de San Juan (Badajoz)

La plaza de toros de Badajoz días después de la matanza.