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Periodistas y corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española.

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Frank Ryan


  Periodista e intelectual irlandés, miembro del IRA. Corresponsal de un periódico dublinés. Fue cronista del Lincoln y jefe de la sección irlandesa James Connolly de La Marselleise. Ryan, como la mayoría de los voluntarios irlandeses, se opuso al monopolio que los comunistas ingleses querían mantener en las Brigadas Internacionales, lo que le valió un altercado con André Marty y un grave arresto. Los propios voluntarios ingleses intervinieron para quitarle hierro al asunto. Ryan intervino como propagandista de las BB.II. sobre todo en el entorno irlandés tan católico en su país de origen. Entre otros frentes luchó en el Jarama destacándose como líder militar capaz de recuperar una posición perdida a base de reagrupar a los voluntarios desperdigados y agotados y darles moral. En esta acción fue herido y repatriado.

Como la situación militar de la República era cada vez peor, regresó a España sin aún estar restablecido del todo con la intención de ir repatriando todos los voluntarios irlandeses que pudiera. Pero como comisario del batallón hubo de incorporarse al combate interviniendo en la batalla del Ebro con la XV Brigada. En los alrededores de Gandesa fue capturado por los italianos que no lo fusilaron como hacían los franquistas con los comisarios, y enviado a Alcañiz y posteriormente al campo de San Pedro de Cardeña en el páramo burgalés. Este campo pensado para internacionales y militares y políticos señalados del Ejército Popular estaba organizado al modo alemán, es decir un campo de exterminio por agotamiento, falta de atenciones y malos tratos. Todo esto se sabe tras las investigaciones recientes de historiadores demócratas.

Ryan fue condenado a muerte en varias ocasiones pues se le añadían cargos y se le volvía  a procesar. Si no se le ejecutó es por que el gobierno irlandés pidió clemencia a Franco y porque el servicio secreto alemán se fijo en su persona a partir del estallido de la guerra mundial. Ryan estaba ya enfermo del pulmón, como muchos de sus compañeros y tuvo suerte de que los alemanes se interesaran por él. Llevado a la frontera francesa fue entregado a la Gestapo que le presionó para que colaborara con ellos. Ryan no aceptó la componenda (1) y fue puesto a trabajar en instalaciones cercanas a Dresde. Debido a las enfermedades pulmonares contraídas en el campo de San Pedro de Cardeña fue ingresado en un hospital donde murió sin haber vuelto a su tierra. Sus restos fueron recuperados y llevados a Irlanda y enterrado junto a otros caídos irlandeses de las BB.II. Durante la Guerra Civil escribió varios artículos en la revista The Sing.

 (1) Hay una teoría sobre una operación de la Gestapo para usar a Ryan junto con su compatriota Sean Russell para desatar en Irlanda una operación al estilo de la realizada por la inteligencia del Kaiser en la Gran Guerra. Se dice de  un submarino alemán que los llevaba a Irlanda con planes operativos. Pero Sean Russell, sufrió un ataque de apendicitis y murió en el viaje por lo que el submarino regreso a Alemania con Ryan. Esta historia, así como tal, es difícil de creer. Para empezar si Ryan hubiera aceptado colaborar, la muerte de Sean era un gran contratiempo, sí, pero les quedaba Ryan, ¿por qué no lo desembarcaron como estaba previsto? Todo muy raro. Dios es grande, dicen, pero la lista de infundios y calumnias sobre los voluntarios brigadistas en la GCe es más grande aún.