S.B.H.A.C. Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores |
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Periodistas y corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española. |
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Ludwig Renn (1889-1979) (Arnold Vieth von Golßenau) Arnold Vieth von Golssenau, su verdadero nombre, fue un escritor alemán de familia noble y nacido en Dresde que en su juventud tuvo una vida exitosa y acomodada. Combatió como oficial en la Gran Guerra con brillante historial. En la República de Weimar, durante los sucesos revolucionarios de 1919 y 1920 ejerció de jefe de policía en su ciudad natal. Durante el Kapp-Putsch de 1920, el golpe de estado de Wolfgang Kapp, un político de derechas, y el general Walther von Lüttwitz, que consiguió que el gobierno huyera de Berlín, aunque los trabajadores y los sindicatos lo desactivaron en una semana a cambio de centenares de muertos, que los Freikorps, la policía y hasta el propio ejército causaron con su violenta repuesta. Pues bien, Arnold Vieth von Golssenau, como jefe de la policía de Dresde se negó a disparar contra los trabajadores. Hubo e abandonar la policía y se puso a estudiar Derecho, Economía, Arte, Historia, Filología, terminando de marchante de arte en Dresde, profesión que le encantaba y le permitía viajar por el sur de Europa y el Cercano Oriente. En 1927 amplió sus estudios en Viena estudiando Arqueología e Historia. Ideológicamente, von Golssenau, iría evolucionando desde su visión cosmopolita pero burguesa de la vida hasta un pacifismo militante que se plasmó en 1928 en su primera y exitosa novela, "Krieg", "Guerra", de carácter antibelicista. Y él sabía de lo que hablaba pues combatió cuatro años en un regimiento de granaderos de la élite del Ejército del Kaiser.
Joris Ivens, Ernest Hemingway y Ludwig Renn con motivo de la película Tierra de España. En la republica de Weimar, el pacifismo se pagaba caro, pues las fuerzas reaccionarias que andaban con la mentira podrida de la puñalada por la espalda (1) no perdían ocasión de demonizar a todo bicho viviente que no comulgara con sus delirios. De modo que el éxito de su novela "Krieg", trajo consigo algunos problemas de seguridad, como le estaba pasando a todos los intelectuales alemanes progresistas. Nuestro escritor reaccionó con presteza, primero se cambió de nombre, quedándose con el nombre del protagonista de su novela, Ludwig Renn, y después se afilió al Partido Comunista, el combativo pero dogmático KPD. Sus siguientes libros, "Posguerra" y "Viaje a Moscú" tuvieron grande éxito entre los trabajadores alemanes. Tras el incendio del Reichstag y los decretos represivos de Goering que le siguieron, Renn junto con otros intelectuales comunistas fue encarcelado y condenado a 30 meses de cárcel en enero de 1934, de los que cumplió religiosamente 18. Y así liberado en agosto de 1935, se exilió, recalando en España unos meses antes de la Guerra Civil. Al estallido de esta se unió al batallón Thaelmann y posteriormente el propio batallón y él mismo se integraron en las Brigadas Internacionales, que pensadas inicialmente como el Ejército de voluntarios de la Kominter, terminaron siendo un cuerpo del Ejército Popular, al que Indalecio Prieto con muy mala leche, equiparó legalmente con la Legión Extranjera. El batallón formó primeramente parte de la XII Brigada Internacional, pero al poco pasó a la XI Brigada, y con el, Renn que ocupó un puesto en el Estado Mayor de la brigada.
En esta imagen de los Archivos alemanes vemos al escritor noruego Nordahl Grieg, la periodista también noruega Gerda Grepp y al escritor alemán enrolado en las BB.II., Ludwig Renn. La XI B.I. luchó en todas las batallas importantes de la Guerra Civil española y dio un tributo de sangre impresionante, tanto es así que reconstruida una y otra vez, al final, en el Ebro, más de la mitad de la tropa eran soldados españoles. Renn pasó al Estado mayor de la 35 División a la par que la XI se integraba en esta división. Con la derrota pasó a Francia y en 1939 probablemente fue internado en un campo de concentración para extranjeros indeseables y en 1940, como les pasó a muchos de sus compatriotas, tras la firma del Pacto Molotov-Ribbentrop fue liberado por presión de las autoridades alemanas (presionadas a su vez por las soviéticas) sobre el régimen de Vichy y pudo exiliarse a Méjico, donde trabajó con los exiliados alemanes. Al final de la guerra regresó a Alemania a su destruida ciudad, Dresde, pasando del extinto KPD al Partido Socialista Unificado Alemán (SED) que es como se llamaba en la nueva republica el partido comunista. Ocupó cargos en la universidad de Dresde y finalmente pasó a la Humboldt de Berlín. Tubo una carrera artística muy premiada y reconocida. Murió en 1979. (1) La mentira era que los políticos socialdemócratas alemanes habían firmado la paz en la Gran Guerra sin que el Ejército del Kaiser hubiera sido verdaderamente derrotado. Era la mentira más gorda de toda la guerra. Cuando el Estado Mayor, verdadero poder en Alemania durante la Gran Guerra, comprendió tras la ofensiva en el frente del Oeste de 1918 de que no había ninguna posibilidad de ganar la guerra, se quitó de en medio encargando a los políticos y al inoperante parlamento que negociara la paz. Y así, terminado el ruinoso negocio que para Alemania fue la Guerra y su hija la Derrota, la culpa fue del cha, cha, cha... |