S.B.H.A.C. Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores |
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Periodistas y corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española. |
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Virginia Cowles (1910-1983) Esta periodista americana estaba especializada en artículos de viajes que entre los americanos de clase alta eran muy populares. Con la guerra de España, Cowles vio una oportunidad de oro para demostrar su valía. Contactó con la cadena del magnate Hearst y partió para España con intenciones de visitar las dos zonas y hacer comparaciones que siempre dar valor añadido a los reportajes. Era un visión muy equidistante, pero en su descargo diremos que era una joven periodista americana de su tiempo en una sociedad muy alejada de Europa. El caso es que se subió a un avión francés en Toulouse que tras una parada en Barcelona la dejó en Valencia. En el aeródromo, se dio cuenta de su primer error de escenificación, muy propio de las familias bien americanas, que creen que en todos los sitios son recibidos como los reyes del mambo. Ningún taxista quiso conducirla sin pago por adelantado, y en pesetas. La joven no se arredró y consiguió transporte colectivo y llegó a Madrid, que se encontraba asediado y diariamente bombardeado, y se instaló en el Hotel Florida, el putiferio de Hemningway y otros locos idealistas bajo las balas, como dice Preston. Cowles debió aparecer por allí muy arregladita según dijo otra periodista al parecer envidiosa. Pero arregladita o no, Cowles se fue para en frente con sus alegres compañeros y demostró que sabía lo que se hacía. Hizo buenas migas con la periodista Martha Gellhorn, en trances con Hemingway y sin prisa pero sin pausa empezó a escribir sus artículos, que viniendo de una periodista con experiencia en viajes, tendrían un salero y una descriptiva muy exitosa en un Madrid en guerra completamente desquiciado. Solo que hasta que no regresó a Paris, no pudo enviarlos. Cowles protagonizó algunas interesantes anécdotas en el frente de Madrid, donde personajes y personajillos pululaban a su anchas, como José Quintanilla, hermano del pintor y responsable del SIM (la policía militar republicana). También fue invitada por el general Gal de las Brigadas Internacionales. Y tras tres días de ausencia recibió la bronca de la austriaca Ilse Kulczak, novia de Arturo Barcelona, Censor de Prensa del Comisariado de Guerra de la JDDM. La austriaca se tomaba su trabajo muy en serio y no le gustaban nada los periodistas sajones que se movían sin ninguna disciplina, como también apuntó sobre la austriaca Henry Bucley en su libro Vida y Muerte de la República española. Cowles salió de la zona republicana, se fue a Biarritz y entró en la zona rebelde al segundo intento. El cambio fue brutal para ella. Estuvo presente en la ofensiva italiana sobre Santander y se entrevistó con militares rebeldes que admitían el bombardeo de Guernica sin ningún pudor. Después marchó para Paris y de vacaciones con su hermana. En 1938 pasó una semana en Barcelona y lo que vio la dejó bastante apesadumbrada por la mala suerte de las armas de la República y los sufrimientos del pueblo. Con la WWII fue corresponsal de los Aliados y tras la guerra se afincó en Londres con su marido. Le gustaba venir a España de vacaciones y siempre tuvo muy presente los meses que pasó en Madrid bajo las bombas y la vida nocturna del Hotel Florida. Murió en 1983 en un accidente de tráfico regresando precisamente de sus vacaciones en España. Una de sus hijas se animó recientemente a publicar una biografía de su madre que complementara su más conocido libro, "Buscando problemas" que narra sus experiencias en España en las dos zonas. |