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Periodistas y corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española.

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Mathieu Corman

Se trata de un periodista belga multidimensional, que tenía una librería en Ostende, pero que además era de izquierdas, antifascista declarado, viajero por gusto y reportero, tanto gráfico como redactor. Las primeras noticias en España de este intrépido personaje son de 1934 cuando en compañía de un amigo ni corto ni perezoso partió para España al enterarse del estallido de la Huelga General revolucionaria de Octubre. Pero Corman ya había visitado anteriormente España tras un viaje a la zona francesa de Marruecos donde crítico la política colonialista francesa. El caso es que España le sedujo y las noticias que le llegaban, como decimos, le animaron a buscarlas donde había estallado una revolución. Buscó a su amigo, Lucien van Vye, un periodista y artista plástico y se buscaron una moto, donde cargaron lo que pensaron necesitaban para este audaz viaje. Al llegar a Pamplona y leer los periódicos, cambiaron de rumbo hacia Asturias donde la revolución había triunfado en las cuencas Mineras. Las vicisitudes de estos valientes reporteros son variadísimas y algunas muy peligrosas. Pasaron con desparpajo haciéndose pasar por turistas varios controles de la Guardia Civil. Entablaron conversaciones con los revolucionarios con toda naturalidad. Previamente, Corman sometió a su amigo Lucien a un rapado de melenas y a deshacerse del gorro ruso y de su aspecto revolucionario, que el pintor, amante de la plástica al fin y al cabo, se había agenciado para estar en consonancia con los revolucionarios. Oviedo les sorprende. La ciudad esta llena de edificios dinamitados. Las aguas, rotas las conducciones, corren libres por algunas calles con lo necesarias que son para apagar los fuegos, pero nadie se ocupa de esto. La batalla ha terminado recientemente y se empiezan a organizar las cuadrillas de obreros para estas labores. Hay cadáveres de personas y animales por las afueras de Oviedo. En las cuencas, también rendidas, reinan el silencio esperando la entrada del Ejército y las tropas coloniales procedente de Oviedo. Más cadáveres y presos detenidos. A su regreso a Ostende, Corman escribió un libro llamado "Incendiarios de ídolos", que se público en 1935 y que ha sido publicado recientemente en Oviedo por la editorial Cambalache.

Arde una iglesia de Guernica a mayor gloria del héroe de la cristiandad. No solo las quemamos los rojos...

Al año siguiente, la deriva alemana le hace afiliarse al Partido Comunista belga y para el verano se marcha a España y trata de alistarse en la Columna Durruti. Y parece que estuvo seis meses en el frente de Aragón. No tenemos informaciones de este periodo, pero si sabemos que realizó fotografías. Regresó a Bélgica y consiguió la acreditación como corresponsal del diario Ce Soir en la primavera del 1937. Recaló en Bilbao y allí estaba cuando por otros periodistas, Steer y Monks, se enteró del bombardeo de Guernica, debía ser mediodía e interrumpieron sus comidas para salir pitando para el pueblo. Cuando llegaron allí, tras quedar impresionados, Corman hizo algunas fotografías impactantes, sobre todo la de una iglesia cuyo altar mayor todavía ardía. Unos días después, Ce Soir publicaba su crónica.

El trabajo de Corman fue alabado por todo el mundo aunque su memoria se perdió con los años pese a sus libros y ensayos. Corman salió del país vasco y regreso a la zona Centro visitando  Quinto, Fuentes, Mediana, Teruel, Gavín, Biescas, Torla, Morella, Brunete, Madrid, El Escorial, Benicassim y Valencia. Especial interés tienen las fotografías que hizo en Fuentes de Ebro, Belchite y Teruel. Otra anécdota curiosa es que en su visita al frente de Brunete meses después de la batalla sacó una fotografía del coche con el que Gerda Taro se acercó al frente y que quedó en tierra de nadie, dado que la periodista murió después lejos de allí en el hospital de sangre.

Pedro Mario Armero, escritor primigenio y serio, cuenta en unos de sus libros que a Corman le entusiasmaba la acción y que participo en el asalto de Teruel con la 40 división de carabineros provistos de bombas de mano y revolver en mano, es decir como si hubiera formado parte de la sección de dinamiteros de la división. Nos lo tomaremos con prevención, pero desde luego sus imágenes son de pura primera línea.

Durante la II Guerra mundial, Corman, como no, trabajó para la resistencia antinazi. Sorprendentemente es detenido en una visita a la Barcelona franquista y no salió libre hasta pasados unos cuantos meses. Se sabe que realizó muchos viajes y reportajes más. Murió en 1975.

Segunda ofensiva contra Zaragoza. Septiembre 1937. Trincheras en Fuentes de Ebro. Bombardeo Aéreo italiano. Una imagen impresionante de Corman que como decía Capa, si quieres fotografías de acción hay que acercarse, y entonces la mayoría te saldrán movidas.

Segunda ofensiva contra Zaragoza. Septiembre de 1937. BT-5 republicano en acción.

Tanquista ruso gravemente herido en diciembre de 1937. Probablemente conductor de un BT-5 en la segunda ofensiva contra Zaragoza. Maniobra acorazada de 30 carros rápidos de caballería, muy mal diseñada sobre un terreno inadecuado, con soldados del batallón Spanish de las Brigadas Internacionales montados a modo de jinetes de carros. Invento ruso muy peligroso para los infantes, más si están poco entrenados en la guerra acorazada. Los franquistas inundaron el llano y cuando los carros quedaron atascados los pulverizaron con obuses de quince y medio. Se perdieron tanto jinetes como los carros. En la maniobra estaban implicados, Modesto, el coronel Casado, el propio coronel Rojo y un par de asesores rusos. Todos lo negaron echando la culpa a los rusos, que no negaron nada.

Plaza de toros de Teruel. Tres carros republicanos a la expectativa a las puertas de la plaza. Un soldado ha caído y sus compañeros, probables tripulantes de carros pues no llevan arma larga, lo atienden. magnifica fotografía, encuadre y perspectiva. Corman siempre iba al fuego...