S.B.H.A.C.

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1.4- Galería de personalidades y políticos republicanos en la GCe

- De la Q a la Z -

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Eleuterio Quintanilla

Este asturiano de Gijón nacido en 1884 fue un reconocido pedagogo de ideas anarquistas, purista y hombre de paz que hubo de exiliarse en 1937. Era de clase trabajadora pero destacó muy pronto como excelente escolar. Como era de familia humilde hubo de ponerse a trabajar en una fábrica de chocolate. Durante su juventud frecuentó el Ateneo Obrero y la compañía de señalados dirigentes y maestros del anarquismo. Ya formado como anarquista, su vida de militante, como a todos, le pone en dificultades con la justicia alfonsina y durante la semana trágica de 1909 fue encarcelado. Pese a su juventud destacaba como orador, cronista y buen organizador. Participó en la fundación de prensa anarquista como "Acción Libertaria". A partir de la Semana Trágica, la fuerte represión y el resurgir de los movimientos obreros y republicanos puso en jaque a la monarquía que respondió con dureza. En Gijón las huelgas radicalizaron a los empresarios que presionaron a la policía, y los detenidos de importancia fueron maltratados como es el caso de Quintanilla que llegó a perder el conocimiento por una paliza. Lo que generó airadas protestas de los diputados de izquierda. En 1911 la CNT fue ilegalizada. En 1914 Quintanilla abandona su menestral profesión para dedicarse a la docencia en la escuela fundada en 1911 en Gijón por el movimiento trabajador. Durante el III Congreso de la CNT, Quintanilla se manifiesta partidario de la colaboración de los sindicatos CNT y UGT y critica con firmeza a la III Internacional en la que ve un peligro para los trabajadores. Por motivos personales fue abandonando la militancia anarquista para centrarse en sus tareas docentes, aunque participa de la opinión de volver a la legalidad bajo las estrechas reglas de la dictadura primoriverista. Quintanilla volvió al ostracismo docente que le gustaba más que los tejemanejes de la política obrera en Asturias. La llegada de la República no cambia su actitud aunque se mantiene en la oposición en la CNT. No participo destacadamente en la revolución de octubre ni en la Guerra Civil, pero en septiembre de 1937 abandonó Gijón en misión oficial de custodia del tesoro artístico, dejando atrás a su familia que fue represaliada por los franquistas. Ya en Barcelona, volvió a la docencia y al final de la guerra se le ve cruzando la frontera con un centenar de huérfanos a su cargo. El exilió fue muy duro para Quintanilla. Perdió el contacto con gran parte de su familia, fue internado en un campo de trabajo. Al enterarse que su mujer y tres de sus hijas están en Burdeos, solicita trabajar en la construcción de una base alemana de submarinos próxima a su familia. Al final de la segunda guerra mundial se afincó en Burdeos con la intención de regresar a España, pero el régimen, que odiaba especialmente a los maestros, se lo impidió. Murió en Burdeos en 1966. Se le hizo un homenaje en Gijón con participación de familiares venidos del exilio y se le dio su nombre a una calle de la ciudad.

Heriberto Quiñones

Heriberto Quiñones es un personaje olvidado de todos. Su historia es estremecedora. Quiñones, de nacionalidad incierta, pues había nacido en Besarabia en 1907 (zona rumana ocupada por Rusia), parece que era de origen judío, quizá sefardí, dada su facilidad para hablar castellano. Sabemos que había pasado un tiempo en Sudamérica probablemente organizando partidos comunistas. El caso es que se encontraba en España desde 1931 con documentación falsa a nombre de Heriberto Quiñones, supuesto gijonés nacido sobre 1907 y era un instructor de la internacional para dirigentes medios del PCE. Hablaba varios idiomas y tenía una especial capacidad para camuflarse como personaje anodino. Vamos, un auténtico agente de la Comintern. Aunque Quiñones no estaba a sueldo de nadie y tenía que ganarse la vida con su trabajo, detalle importante a la hora de valorar al personaje. Tras un tiempo en Asturias, región de inicio laboral de muchos agentes de la Comintern, donde Heriberto afinó su castellano con giros locales que eran perfectos para su camuflaje ibérico. En 1933 y quizá antes, se encontraba en Palma de Mallorca trabajando de albañil donde se había casado con la líder comunista local Aurora Picornell. Se trataba de dos comunistas serios, trabajadores y guapos y se llevaban muy bien pues sus mentes estaban en lo mismo, trabajar, trabajar y trabajar para la grandeza del Comunismo Internacional, Heriberto, y ella, para la liberación de las mujeres y de los hombres mallorquines bajo la bandera del P.C. Balear. A la hija que tuvieron, que sobrevivió a la catástrofe de sus padres, la llamaron Octubrina (1).

En 1934 son detenidos a cargo de la Revolución de Octubre y pasan una buena temporada en prisión. La policía sospecha de la identidad de Heriberto y naturalmente descubre que la persona con ese nombre no ha cumplido el servicio militar. Curiosamente es declarado inútil total debido a su avanzada tuberculosis pulmonar. Ya en libertad, la pareja continuó su lucha en el agitado periodo del final del bienio negro y las elecciones de febrero. En la primavera de 1936 partieron para Madrid, donde él quedó internado en un sanatorio pues padecía tisis, mientras su mujer, tras participar en actividades del feminismo comunista, incluso con Lina Odena, regresó a Mallorca donde fue fusilada por los rebeldes en enero de 1937. Con la guerra Heriberto colaboró con el PCE en tareas de organización. También participó de la expedición de Bayo a Mallorca. En Menorca dedicó una temporada a intentar reconstruir el Partido Comunista local. De vuelta a Valencia trabajó para la embajada de la Unión Soviética en España en papeles de interprete-traductor. Algunas informaciones aseguran su participación en acciones de unidades de guerrilleros del XIV Cuerpo de Ejército, probablemente también en funciones de interprete pues dominaba varios idiomas. Hay también informaciones de su participación en el SIEP el servicio de inteligencia especial para la periferia del gobierno, que se fundió con el SIM. El fin de la guerra le pilló en Valencia. Fue detenido (sin que la policía franquista supiera realmente quién era) y encerrado en el campo de concentración de Albatera, de donde escapó rumbo a Valencia, proponiéndose reconstruir el PCE local con algún éxito.

En el verano de 1939, los franquistas detectan sus actividades y es detenido. Tras ser sometido a las torturas reglamentarias para averiguar quién es, y tras la feroz resistencia de Heriberto a delatar a nadie, se prepara su ingreso en la cárcel, pero hete aquí que un grupo de la Gestapo especializado en la busca y captura de agentes de la Komintern recala por Valencia llamándole la atención la fortaleza moral de Heriberto, señal inequívoca de que se trata de un agente de la IC (Internacional Comunista o Komintern) Estos criminales habían creado un método de tortura mediante corrientes eléctricas que destruían el cuerpo y la mente de la victima (2), siendo irrelevante que la victima muriera en el proceso siempre que hubiera hablado. Tras varias y terribles sesiones la policía decidió deshacerse de Quiñones para que la palmara en otras dependencias, cosa harto corriente en aquellos tiempos. En la recepción se dice que los presos de confianza escucharon una conversación entre el director de la cárcel y los agentes de policía al respecto de que le entregaban en realidad un muerto. La respuesta de los policías fue: ¡claro, si estuviera vivo seguiríamos con él! La conversación fue relatada posteriormente por un preso comunista, Ormazabal, que relató las vivencias de Heriberto en este trágico trance.

Pero el caso es que desde la enfermería, aquel cadáver con brazos y piernas abrasados por la corriente y con verdaderas dificultades para moverse debido al reflejo de los calambrazos en nervios y músculos, aquel cadáver fue recuperándose y aquel tuberculoso comenzó a andar y a preparar su fuga. El mismo se dio por muerto en varias ocasiones postrado como estaba en la enfermería. Pero no. ¡Qué tipo!

La forma de escapar es representativa de la España de posguerra, la mujer de un cuadro comunista, Francisco Badía, conocía a un cura que tenía acceso a los expedientes del Juzgado Militar y podía rellenar tranquilamente un oficio de libertad provisional y ponerlo a la firma. Solo pedía pasta, bastante pasta. ¡Qué angelito de Dios! Cuando el oficio llegó a la cárcel todos pusieron el grito en el cielo pero lo cumplimentaron. Heriberto fue puesto en libertad y con su maltrecho cuerpecín se dirigió a Barcelona. En la cárcel se montó la marimorena, y poco después el cura y todos los funcionarios que pusieron la mano terminaron en prisión, pero seguramente poco, ¡Eran de los nuestros, amigo! y en la España de Franco todo el mundo ponía la mano.

Durante un año o más nada se sabe de Heriberto hasta que de acuerdo a la propuesta del camarada José Wajsblum Herman a la Comisión creada para reorganizar el Partido (que sería fusilado en octubre del 43 en las tapias del cementerio del Este) de acercar a Madrid a un líder ajeno a la región, Heriberto llega a Madrid. Dice Gregorio Morán (3) que apareció en la casa preparada para él, vestido con elegancia y al parecer perfumado. Cómo se lo podía permitir, no sabemos, pero estos detalles distinguían a Quiñones de sus camaradas. Quienes despreciaban estas mariconadas. Pero insiste Morán en que Heriberto era un profesional de la clandestinidad y sus detractores aunque camaradas, unos aficionados. Siguiendo el hilo de Morán sabemos que le acompaña Luis Sendín López que había sido dirigente de las juventudes comunistas antes de la fusión. Esto es importante pues conocía bien a Claudín, Girón y Cazorla, lideres de las juventudes anteriores a la fusión que dio lugar a las JSU. Naturalmente a Santiago Carrillo no lo conocía, pues este venía de las juventudes socialistas. Hay también una curiosa descripción de Sandín por parte de Moran, cuando nos dice que había trabajado en el Mundo Obrero y que en la guerra fue Comisario de una unidad de tanques. De paso nos enteramos de que a Sendín le perdía el sexo femenino. Algo muy peligroso en la clandestinidad y que de hecho, leemos que le costó la vida.

Puestos ya a reorganizar, Heriberto soslaya su primer obstáculo, el camarada Calixto Pérez Doñoro que también se había escapado del campo de Albatera y que tenía mas o menos asumido que iba a ser él quien se hiciera cargo del Partido. Pero Quiñones actúa como un veterano apparátchik, es decir la mano del partido que ordena y no da más explicaciones. Su argumentación política es sencilla para adaptada a las circunstancias. Nada de seguir las consignas inamovibles de Moscú, Paris o Méjico, en definitiva personas lejanas, que no conocen la situación de derrota y desmoralización que embarga a todos los perdedores. No. Hay que pensar por nosotros mismos. El interior, o sea él, tiene que generar sus propias líneas políticas. Esto es arrianismo político aunque libera mentes y cuerpos. Además se desarrolla una idea que el PCE usará poco tiempo después. ¡Hay que aprovechar las organizaciones sindicales y políticas del enemigo para prosperar en sus contradicciones, apoyar a los carlistas contra los falangistas, y si se tercia militares contra Franco, etc... Lo curioso es que prácticamente todas las organizaciones regionales que todavía emitían aceptan estas propuestas salvo excepciones como Bilbao. Precisamente escribe Moran con fina ironía, Heriberto despacha a Calixto Pérez Doñoro para Bilbao y le proporciona una partilla para suicidarse antes de caer en manos de la policía. Calixto en Bilbao quedó, poco convenció a nadie, apenas quedaban un par de militantes, y cuando Heriberto cayó, Calixto se vengó con muy mala baba apoyando las medidas de los jefazos contra Quiñones.

Quiñones consiguió organizar al PCE del interior en poco más de un año. Superó el pacto Ribbentrop-Molotov, que ya tenía bemoles para los comunistas españoles. Organizó el Buró Político del Interior con doce camaradas sacados de donde se pudo. Superó la grave caída que supuso la detención de un camarada, Manuel Prades, que tenía una taberna, lugar de cita discreta de toda clase de fugados y huidos. Prades cantó y colaboró con la policía al saber que de lo contrario iba a ser fusilado de inmediato. Y sabiendo de un acto, un bautizo donde iban a recalar muchos militantes, dijo a la policía lugar y hora. Fueron detenidos una decena de militantes, pero la mayoría aguantaron las brutales torturas y pasaron a la cárcel donde fueron fusilados poco después. El propio Prades al que la policía ¡sorpresa! no respetó el pacto fue fusilado al lado de sus antiguos camaradas que no cesaron de insultarlo. Amigo mío, un comunista durante la dictadura de Franco es un señor que resiste todas las torturas sin abrir la boca, salvo para confundir a los Sociales, a riesgo de terminar muerto por las terribles palizas. Eso va en el oficio y hay que tener más miedo a tus camaradas que a la policía. Y si no, no vengas. El caso es que la policía ya estaba alertada y además Quiñones no tenía más remedio que establecer contacto con la IC y con los mandamases del exilio, que en aquellos tiempos estaban en Méjico. El documento elaborado por Quiñones que llego a la dirección de Méjico desató todas las alarmas y pese a que la redacción, dicen todos era muy correcta, muy de la IC (Comintern). Su lectura dejaba claro que Heriberto Quiñones era quien había reorganizado el PCE del interior y era precisamente él quien cortaba el bacalao, eso sí, con vosotros y la IC. Y va terminando la misiva con una frase estremecedora que asegura es doctrina de la IC: todos los militantes del exterior que no estén condenados a muerte deben regresar a España. Y sigue la porfía, necesitamos nos pongáis en contacto con la IC, lo que deja a la dirección de Méjico de meros intermediarios. Y Firmado "Paco" ¿Pero quién rayos era ese Paco? se dijeron los mejicanos. Inmediatamente se mueven y consiguen contactar con un vasco que trató a Quiñones en la cárcel y que se encuentra en esas fechas en Portugal. Ormazábal, quien les aclara la identidad de Heriberto y su supuesta delegación de la IC. Los mejicanos envían a Dieguez y Larrañaga de la dirección. Se envía también una carta a Bilbao para Pérez Doñoro, supuestamente para Quiñones pero los de Bilbao no se la entregan. Y así empezó la conspiración contra el hombre que había conseguido reorganizar el PCE en el opresivo ambiente de la posguerra franquista, donde los líderes comunistas del centro terminaban todos detenidos y fusilados. El delito de Quiñones fue querer crear la organización del PCE desde abajo sin subordinarse a los dirigentes históricos y tener plena autonomía política. Y ese es el mayor delito que se puede cometer en un partido comunista, pues ese trono no era suyo, como clamaba la dirección desde Méjico y Paris (Carrillo). Mientras tanto Quiñones introduce en el hacer comunista de toda la vida iniciativas a todo punto heterodoxas que provocan aullidos en la Dirección: apostilla de puño y letra los Mundos Obreros recibidos del exterior. Confecciona boletines de una sola hoja donde recomienda añadir comentarios de los militantes, promueve entre los presos la discusión fraternal con los otros presos de todas las tendencias. ¡Pero dónde se había visto eso!

También trata de educar a la militancia en las reglas estrictas de la clandestinidad publicitando su bagaje de técnicas de los servicios al uso soviéticos. Reduce las células a las famosas triadas, grupos de no mas de tres personas. Implanta un sistema de comunicaciones por señas mediante el paseo por la calle, una especie, cuenta Moran, de "contactos de saludos". Estas medidas recibieron muchas críticas pero ayudaron mucho en el caso Prades que hemos relatado. Mientras tanto, desde Méjico, Uribe envía a dos jóvenes de las JSU para contactar con Quiñones previa recepción de instrucciones de Dieguez y Larrañaga que junto con tros muchos cuadros del PCE, sobrevivían en Lisboa. Los dos militantes del JSU se llamaban Perpetua Rejas y Eleuterio Lobo (no es broma) y llegaron a Lisboa, recibieron instrucciones y partieron para Barcelona donde contactaron con Quiñones que pensó en una provocación y no quiso saber nada de ellos. Hizo bien pues la policía detuvo a los jóvenes Reja y Loba y tirando ellos desarticuló la organización en Galicia, y con la colaboración de la policía portuguesa fueron detenidos y enviados a España la mayoría de comunistas españoles de Lisboa. Unos meses después (enero de 1942) fueron todos fusilados. Esta catástrofe no le enseñó nada a la Dirección pese a que se sabe que antes de ser fusilados éstos enviaron cartas al Comité Central explicando la debilidad de la organización en el interior y criticando el optimismo del exterior. En cualquier caso, la Dirección ya había iniciado una campaña contra Quiñones y su mala influencia mientras Quiñones les reprochaba enviar aficionados que cantaban ante la primera hostia. Quiñones se defendió cortando las comunicaciones y obligando a la Dirección del Partido en Méjico a comunicarse estrictamente con la Comisión Nacional. La dirección no obstante, lo tiene muy difícil pues no tenía a nadie que enviar, así que se decide hacerlo desde Francia, contacto que se produce y que advierte a Quiñones de parte de Uribe (Méjico) que la única dirección es la del exilio. Cuenta Morán, que la Dirección no podía romper con Quiñones por que no había otra cosa. Pero si podían hacerlo un tratamiento estándar de repudio y calumnias, acusarlo de traidor y de agente británico y que la propia organización del interior hiciera el trabajo sucio. Y añade Morán que el doble cerco, policial y de la Dirección deja a Quiñones en precario. Hay caídas en Barcelona y en Madrid, y en diciembre de 1941, la policía detiene a Quiñones.

Se declara Secretario General del PCE, y a partir de ahí no vuelve a abrir la boca. La pasta de Quiñones es de otro mundo, proviene de una generación de agentes de la Comintern cuyo mayor desdoro y delito es cantar ante la policía. La policía recibe algunas informaciones sobre la pensión que habitaba Quiñones y detiene a la patrona que era del PCE pero cuya misión no era más que camuflar a Quiñones entre los huéspedes. Le caen treinta años, pero esta mujer de nombre Guadalupe Jiménez ya había limpiado la pensión y la policía no pudo encontrar nada. La caída de Luis Sendín, segundo de Quiñones, en una casa de dos mujeres a las que probablemente cortejaba con una maleta llena de documentos termina por fastidiar las cosas hasta un límite sin retorno. Sendín se comportó y no habló, pero dio igual su maleta hablaba por él. Fue fusilado al poco.

Quiñones pasó dos meses en los calabozos del cuartel de Zaragoza (anexo a la DGS). La policía franquista le torturó hasta el límite de la muerte y su espalda fue rota a golpes. Quiñones no delató a nadie ni siquiera dio sus verdaderos datos personales. Sí que tenía entereza este hombre. Fue ingresado en la cárcel en camilla y completamente paralizado de cintura para abajo. Ingresado en la enfermería tuvo la suerte de contar con la ayuda de un preso común que compadecido le ayuda en su higiene, comidas y has para fumar, pues Quiñones era un invalido completo. Un medico del partido preso le comunicó oficialmente que había sido expulsado del partido por traidor y agente británico. Y que no esperase nada de ellos. La policía y el juez también le visitaron y le confirmaron estas noticias para mortificarle y para intentar que abandonara el PC y colaborara. Pero quiñones se mostró impasible. Las cuestiones internas del Partido solo se discuten en el Partido, les dijo. En el juicio sumarísimo sólo reconoció que era el máximo responsable del PCE en el interior. Lo que era cierto. Para fusilarlo lo ataron a una silla, también contra las tapias del Cementerio del Este. Dolidas tapias de eternidad. Su caso es muy parecido al de Jesús Monzón, otro comunista por cuenta propia, que no tuvo tan trágico fin, pero a punto estuvo. Los hombres de la Comintern, ¡Qué cuajo! y que desgracia que estos hombres de acero trabajaran para el mayor asesino de comunistas, el padrecito Stalin.

(1) Parece que Octubrina tras pasar penurias sin cuento consiguió rehacer su vida.

(2) Este método se perfeccionó en las Escuela de las Américas (Canal de Panamá) y fue empleado masivamente por las dictaduras de Pinochet y de Videla. En la actualidad sabemos que gracias a la colaboración Gestapo-Policia Española estos señores de negro hacían turismo por las cárceles españolas. Material no les faltaba.

(3) Gregorio Morán "Miseria, grandeza y agonía del PCE- 1939-1985" que aunque ya falleció es junto con Fernando Hernández Sánchez quienes mas saben del PCE. La descripción de Heriberto Quiñones en la página 77 de la obra citada, versión de 2017, es genial. De hecho hemos confeccionado esta reseña principalmente con el citado libro del gran Gregorio Morán, no se lo pierda si lo encuentra.

Heriberto fotografiado por sus captores.

Enrique Ramos y Ramos

Militante de Izquierda Republicana y persona de confianza de Manuel Azaña. Subsecretario de la Presidencia del Gobierno con Azaña. Después que el Frente Popular subió al Poder, desempeñó la cartera de Trabajo y la de Hacienda, cargo que ocupaba al estallar la Guerra.  Se exilió a Francia y posteriormente a los Estados Unidos.

Luis Recasens Siches.

Había nacido en Guatemala en 1903. Realizó sus estudios en España y otra parte en Europa. Catedrático de Filosofía de] Derecho en la Universidad Central de Madrid. Discípulo y amigo de Ortega y Gasset. Fue nombrado poco después de proclamada la República, Director General de Administración Local, y también fue diputado en las Cortes Constituyentes y en las de 1933. Se exilió en 1937 a Méjico donde continuó sus labores docentes.

Cayetano Redondo Aceña (1888 - 1940

Este probo segoviano fue un trabajador socialista que gracias a su notable militancia fue alcanzando puestos de responsabilidad en la UGT y en Partido Socialista. De profesión tipógrafo, gran profesión en los tiempos que corrían, destacó en su juventud presidiendo los órganos juveniles de la ASM. Fue director de El Socialista tras la dimisión de Andrés Saborit. En las elecciones municipales de abril de 1931 iba en las listas de la Conjunción Republicano Socialista y además de traer la II República, puso a nuestro personaje como teniente de alcalde del distrito de Universidad. Para las Cortes Constituyentes se presentó en las listas del PSOE, saliendo elegido naturalmente hasta las elecciones de 1933. Cuando Pedro Rico, a la sazón alcalde de Madrid al inicio de la guerra y que con los nervios rotos decidió huir de España temiendo que los anarquistas atentaran contra su vida tras el funesto episodio donde los hombres de Mera y miembros de la salvaje Columna del Rosal le amenazaron de muerte en Tarancón cuando partía para Valencia con el gobierno republicano, Cayetano Redondo, entregado militante donde los hubiera se hizo cargo de la alcaldía de Madrid el 8 de noviembre hasta el 23 de abril de 1937. Un tiempo donde el Ayuntamiento bien poco podía hacer por sus vecinos dado que la vida municipal había sido usurpada primero por sindicatos, partidos, milicias y demás, y luego por la Junta Delegada de Defensa de Madrid. El caso es que en abril de 1937 fue sustituido por Rafael Henche otro gran militante socialista capturado en Alicante y fusilado por Franco gracias a la conjura del coronel Casado.

Redondo tuvo después distintos cargos donde destaca al final de la guerra el Comisariado del IX Cuerpo de Ejército del Ejército de Andalucía. Al final de la guerra fue detenido en Jaén y tras un cierto periplo carcelario, acabó en Madrid en la cárcel de Torrijos donde fue condenado a muerte y fusilado en mayo de 1940 contra las tapias del cementerio de la Almudena, como otros cuatro mil o más que pasaron por esas tapias. Sus familiares rescataron el cuerpo de la fosa común y lo enterraron junto a José Gómez Osorio, el ultimo Gobernador Civil de Madrid durante la República.

Fusilado

Vicente Relaño Martínez

Secretario del Comité Provincial del PCE en Guadalajara. Se demostró buen organizador y buen cumplidor de las leyes de la República, especialmente con ocasión del asalto el 6 de diciembre de 1936 a la cárcel de Guadalajara por una enfurecida multitud tras el sangriento bombardeo aéreo a la ciudad. Un preso llamado Higinio Busons, maestro derechista consiguió escapar y sus familiares pidieron ayuda a Relaño, quien se ofreció a protegerlo, tras dirigirse con el imputado al gobierno civil a protestar contra semejante desmán. Busons fue posteriormente juzgado por un Tribunal Popular y absuelto. Relaño se significó contra todo tipo de detenciones ilegales, incluidos sus correligionarios, destacando su actuación contra miembros del centro de detención de "Los Paules", que comandaban miembros de su partido. Concretamente expulsó del partido a dos camaradas, siendo uno de ellos Raimundo Serrano,  de los fundadores del PCE en la provincia y comandante del Quinto Regimiento provincial entre otros cargos. Es evidente que fue apoyado por el PCE nacional, de lo contrario esto hubiera sido imposible. Se sabe además que protegió a varios derechistas, que como Busons le avalaron cuando fue detenido por los franquistas al fin de la guerra. No sirvió de nada, pues el cargo de Relaño llevaba indefectiblemente implícita la pena de muerte. Como así fue el 8 de mayo de 1943.

Fusilado Torturado...

Fuente: Xulio García Bilbao (1)

(1) Este historiador recabó información de familiares donde se atestiguó que Relaño murió a causa de las brutales torturas a que fue sometido por sus interrogadores, y fue simuladamente fusilado con disparos en el rostro para ocultar las huellas de los terribles golpes que habían deformado su cara. Los familiares habían insistido legalmente en reconocer el cadáver y en ese acto descubrieron la terrible verdad.

Pedro Rico.

Pedro Rico. Alcalde de Madrid 1931-1934 y 1936

Giral, Azaña, Lerroux y Martinez Barrios, sentados y rodeados de correligionarios al principio de la II República, marcado con una flecha, Pedro Rico.

Este abogado madrileño que había nacido en 1888 estudió Derecho en la Central de Madrid. Siempre estuvo unido a las causas obreras y progresistas. Era como los laboralistas del final del franquismo. Rico militó en el partido de Azaña. Fue candidato a la alcaldía de Madrid por la coalición republicano-socialista del 12 de abril de 1931 y que terminaron con la monarquía. Pedro Rico era muy popular entre los trabajadores. Creó ingentes programas de obras públicas para paliar el paro obrero. Pasó la titularidad de la Casa de Campo al pueblo de Madrid, y ahí sigue. Puesto de acuerdo con Prieto que ejercía de Ministro de Obras Públicas y bajo la supervisión de señalados arquitectos, como Zuazo, se acometió la reforma urbanísticas de la capital, el hipódromo, la piscina de la Isla, la Casa de las flores, los Nuevos Ministerios, la nueva Plaza de toros y el derribo de la vieja, la prolongación de La Castellana, la Ciudad Universitaria, etc... En el campo de la Vivienda, la Sanidad y la Enseñanza, hay un antes y un después de Pedro Rico. Se hicieron barriadas enteras para trabajadores, se hicieron escuelas y comedores escolares (por fin había tantas plazas para niños como demanda de plazas. Era la primera vez en toda la historia de Madrid), se hicieron dispensarios municipales... Por cierto, todas estas reformas se hicieron a pesar del déficit del Ayuntamiento. Está claro que si quieres hacer políticas sociales, tienes que endeudarte. Las políticas de ajuste son siempre contra los trabajadores, pues se ajusta al que se deja, es decir a los pobres. A los ricos no hay manera de ajustarles salvo en periodos revolucionarios. Y bien que lo sabía Pedro Rico que no le importó endeudar el Ayuntamiento por la causa de los trabajadores. Rico fue alcalde hasta octubre de 1934 cuando el gobierno derechista disuelve el Ayuntamiento de Madrid. La legalidad fue repuesta en febrero de 1936. En esta segunda etapa, Rico tuvo que volver a poner en marcha todo lo que los gobernantes del bienio negro habían paralizado.

Con el estallido de la guerra, Rico se vio atado de pies y manos para llevar a cabo su labor. Los sindicatos y algunos partidos establecieron sus propios centros de suministro y distribución, compitiendo con el legal Ayuntamiento. Resultado, una vez agotadas las reservas, vino la escasez. Y en un Ayuntamiento sin autoridad y sin respaldo político era imposible abastecer a la capital. Se le ha criticado a Pedro Rico el fracaso de los abastecimientos de Madrid, incluso por los mismos que lo boicoteaban, los sindicatos, algunos partidos irresponsables, la quinta columna y los acaparadores avariciosos. Pedro Rico no podía dedicarse a la represión del fraude y del acaparamiento, esas no eran sus labores. Y para colmo Madrid fue sitiada. En esta tesitura, Pedro Rico decidió en Noviembre marchar a Valencia con el gobierno. Pero a la altura de Tarancón, desaprensivos milicianos de la columna del Rosal, de la CNT, que saqueaban Ciudad Real a diestro y siniestro, y que sin habérselo pedido nadie, hacían el papel de policía de carreteras (los que abominaban de los cuerpos represivos de Estado) en vez de ir a primera línea. Detuvieron la comitiva gubernamental y los bajaron a todos con amenaza de fusilamiento (¡qué valientes!). El caso es que tras hablar con Mera, que según sus propias memorias, estuvo tentando de fusilarlos por traidores, dejó partir a todos menos a los ministros anarquistas, Juan López y Juan Peiro, y a Pedro Rico. Cada uno de estos políticos le daba cien mil vueltas en militancia, dedicación a la causa, e incluso graves peligros corridos durante su vida, a estos anarquistas metidos a policías. Pero así es la Guerra Civil española, todo está al revés. Pedro Rico entró en crisis, no sabía a que le tenía más miedo si a los incontrolados o a los fascistas. Regresó a Madrid y sin poder superar su estado de ansiedad, decidió pedir asilo en la embajada de Méjico. Días después Pedro Rico, temiendo por su vida, se ocultó en el parta-equipajes de unos amigos y marchó a Valencia, donde gracias a sus amistades consiguió embarcar para América (Argentina, al parecer), tras pagar el exorbitante soborno de los anarquistas valencianos metidos a aduaneros. El 13 de noviembre se constituyó un nuevo Ayuntamiento con Cayetano Redondo como nuevo alcalde teniendo como ayudantes a Besteiro, Rafael Henche (sucedería a Redondo en 1938) y Wenceslao Carrillo. Pedro Rico murió en el exilio, olvidado y denostado por todos, sólo por haber intentado marchar a Valencia. Nadie se acuerda de la gran labor realizada en Madrid, de la que actualmente disfrutan sus vecinos, creyendo muchos que fue cosa de Franco.

Nota: Los republicanos, disgustados con su alcalde, y con la sorna que les caracteriza, le pusieron su nombre al panzudo avión canadiense Grumman G-23.

 

José del Río

Ya de estudiante, José del Rio se afilio a FUE. Posteriormente ingreso en el Partido Radical Socialista. Al fundarse Unión Republicana de Diego Martínez Barrios se pasó con armas y bagajes. Al inicio de la guerra civil era ya Secretario General de las juventudes de este partido y además de la agrupación de Madrid. A la caída de Cataluña y al no regresar Diego Martínez Barrios a España, José del Río fue nombrado Secretario General de Unión Republicana. Contactado por Casado, formó parte desde el primer momento del Consejo Nacional de Defensa, como secretario de éste y que se constituyó el 5 de marzo de 1939, en Madrid. Tenía también la Consejería de Instrucción Pública. María Ruipérez lo entrevisto en Tiempo de Historia en los años finales del franquismo. José del Río en esta entrevista, (eran otros tiempos), tomó por idotas a los republicanos y a los historiadores, al componer, como excusas del golpe de Casado, las más inverosímiles teorías. Las mismas, casi con que se sublevaron contra el gobierno (si Negrín había perdido la legitimidad republicana, como decían, por arte birlibirloque se la encontraron ellos), para entregar a Franco a todo el mundo bien atadito de pies y manos. ¡Ay, puerto de Alicante!

Fernando de los Ríos Urruti.

(Ronda 1879 - Nueva York 1949). Como dice el poema, De los Ríos era huérfano desde su más tierna infancia. Curso el bachillerato en Córdoba, y trasladado con su familia a Madrid, continuará sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza. Esto le marcará de por vida, pues al final de sus estudios continuó de profesor en la institución. Tras el doctorado, opositó a la Cátedra de Derecho Político de la Universidad de Granada. Una vez aprobada la oposición comenzó sus clases con un alumno de excepción, García Lorca. Cercano a la cuarentena, se afilió al PSOE culminando así un proceso de concienciación social que ya venía de atrás. Fernando era brillante, ponderado y de los mejor que tenía el Partido Socialista, así que fue presentado para diputado de la circunscripción de Granada. Y salió elegido en 1920. Poco después fue elegido miembro de la Comisión Ejecutiva del Partido. Como todos los partidos de izquierda del momento, una cuestión les embargaba a todos, ¿era llegado el momento de adherirse  a la exitosa III Internacional? Para dilucidarlo, fue enviado a la URSS.  A la vuelta lo tenía claro, nada de revoluciones autoritarias. Esto tuvo un pequeño costo, pues algunos militantes se escindieron para formar el embrión del futuro PCE. para las siguientes legislativas, De los Ríos se presentó por Madrid, saliendo, también elegido. Como todos los pertenecientes a élites intelectuales fue tentado por la Masonería en la que ingresó en 1926. Lo que la gente ignora es que esto era un acto completamente intrascendente, donde uno se afiliaba a un gran club de nombre rimbombante pero que no pasaba de cuatro ritos exóticos. Lo importante eran las amistades que se hacían y la ayuda que podían darte, como en todos lados. El odio de la caverna española a la masonería, y perdone el lector, por esta divagación, proviene de que se consideran un club exclusivo y no iban a permitir que las clases medias ilustradas se lo montaran. Es como el odio de la Iglesia Católica española a la Institución Libre de Enseñanza. Los motivos son obvios. De los Ríos se opuso a la colaboración con la dictadura de Primo de Rivera. En 1930 participa en el pacto de San Sebastián, y con la de Jaca, fue encarcelado como muchos otros republicanos. En 1931, en las elecciones de junio, ya proclamada la República es elegido diputado por Granada y pasa a formar parte como Ministro de Justicia del gobierno provisional que presidiera Azaña bajo la Jefatura del Estado de Alcalá Zamora. Con el bienio de Azaña repetirá cartera. Tuvo importancia parlamentaria en todas las reformas que la joven República puso sobre la mesa. La nueva Constitución, Religión, derechos civiles, Enseñanza, etc... En diciembre de 1931 Azaña forma nuevo gobierno y De los Ríos ocupará la cartera de Instrucción Pública. nadie mejor que él para esta labor. En junio de 1933 se le dio la cartera de Estado (exteriores) hasta su dimisión por el cambio del nuevo gobierno Lerroux, no obstante volvió a salir elegido diputado por granada en las elecciones de 1933. Al inicio de la guerra se encontraba en el extranjero con Pablo de Azcárate en la Sociedad de Naciones en Ginebra. Partieron para París, donde el embajador se había pasado a los rebeldes. Hasta la posesión del nuevo embajador, Álvaro de Albornoz, De los Ríos se hizo cargo de la embajada, posteriormente fue nombrado embajador en los Estados Unidos. Al final de la guerra, se dedicó a actividades docentes en la misma ciudad, donde falleció en 1949. En España fue desposeído de todos sus cargos, multado y privado de sus bienes por la ilegal ley de Responsabilidades Políticas de Franco.

Cipriano Rivas Cherif (1891-1937)

Escritor y director teatral madrileño de una categoría excepcional con mucha experiencia como escenógrafo y director durante la monarquía alfonsina y durante la edad de plata de la II República. Su hermana Dolores Rivas Cherif estaba casada con Manuel Azaña, y ambos eran muy amigos. Durante la guerra realizó trabajo diplomáticos en el consulado de Ginebra, precisamente guardaba parte de las memorias escritas por su hermano político, las que, en extrañas circunstancias, le fueron sustraídas apareciendo posteriormente en la España franquista para ser usadas contra Azaña. Con la retirada de Cataluña Cipriano Rivas acompaño a Azaña, ya muy fatigado en su exilio francés. Un exilio lleno de humillaciones y peligros y que tras la derrota francesa se puso peligrosísimo, pues el Embajador franquista en Vichy, Lequerica buscaba prender a Azaña y entregárselo con un lazo a Franco, ayudado en este afán por el agente 477, el Sr. Pedro Urraca. A punto estuvieron de detener a Azaña, sólo que el ex presidente de la II república tuvo la decencia de morirse unos días antes. Rivas Cherif tras salir de un campo francés donde estaba internado quiso reunirse con su familia pero fue detenido por policías de Vichy, agentes españoles y miembros de la Gestapo que lo enviaron a España junto al gran Zugazagoitia, Cruz salido y a otros insignes republicanos que se refugiaron en Francia tras la derrota. Rivas Cherif fue condenado a Muerte, junto con Zuga, Cruz Salido y otros muchos juzgados ese día. Rivas Cherif tuvo suerte y se le conmutó la condena por cadena perpetua. Pasó por muchos penales, el famoso turismo carcelario ideado por los barandas de las prisiones franquistas para desmoralizar a los presos. Pero en el penal del Dueso, contra su inicial propio criterio recreó su famoso TEA, Teatro Escuela de Arte. Los propios funcionarios de prisiones acérrimos del régimen vieron la utilidad de esta iniciativa y la orientaron hacia su beneficiosa propaganda como pasó con la revista carcelaria Redención donde colaboraban brillantes plumas prisioneras de Franco. La cosa aguantó lo que se pudo. En 1945 Rivas Cherif es acusado, ¡en la cárcel! de conspiración y encerrado en una celda de castigo hasta que en 1947 tras ser indultado pudo exiliarse a Méjico y reunirse con su familia.  En Méjico cobró nuevas fuerzas y se dedicó a su profesión con éxito recorriendo centro América con sus obras. Cipriano murió en 1967 en Méjico.

Emma Roca Rodrigo (1919-2004)

Se había afiliado en 1935 al grupo Izquierda Comunista de Maurin, suponemos que en Madrid. Con la fusión de IC con el Bloque Obrero y Campesino de Nin, se formó el Partido Obrero de Unificación Marxista. En Madrid eran muy minoritarios y bastante menos radicales. Al inició de la Guerra se unió a una columna del POUM donde también militaba Mika Etchebehere y su marido Hipólito. Esta columna formaba parte de las milicias del sector de Sigüenza, con anarquistas, socialistas y comunistas. Por allí anduvieron Cipriano Mera y Feliciano Benito y el comandante Martínez de Aragón en teoría comandante de sector. El valor militar de estas milicias era malo, con un mando difuso que desapareció en cuanto las cosas se complicaron, empezando por Feliciano Benito y Martínez de Aragón. Una importante parte de las milicianos quedó cercado y se fortificó en la catedral. En el caso de la columna del POUM y algunos cenetistas derrocharon valor con intentos de fuga, algunos de los cuales tuvieron éxito. Los que quedaron finalmente hubieron de rendirse. Este fue el caso de la miliciana Emma Roca que fue cogida prisionera y con su frágil aspecto debió evitar ser fusilada. Once años después salió libre y pudo marchar al exilio a Paris. Allí rehizo su vida y tras la muerte de Franco, en 1978, regresó a España. Emma murió en el 2004 a los 85 años.

Wenceslao Roces Suárez.

Wenceslao Roces Suárez nace en Soto de Sobrescobio, Asturias, el 3 de febrero de 1897 y fallece en México el 28 de marzo de 1992. Todavía niño se traslada con su familia a Gijón, donde realiza sus estudios de secundaria. Después de cursar la carrera de Leyes, en la Universidad de Oviedo, obteniendo el Premio Extraordinario de Licenciatura en 1919, al año siguiente gana el Premio Extraordinario de Doctorado, al dar lectura en la Universidad Central de Madrid de su tesis, El caso fortuito en el Derecho de obligaciones. Consigue una beca de la Junta de Ampliación de Estudios, y se marcha a Alemania para ampliar su conocimientos sobre filosofía del Derecho, con Stamnler, adquiriendo una sólida formación. En 1922 obtiene la cátedra de Derecho Romano de la Universidad de Salamanca. Su solidaridad con Unamuno, al ser desterrado por el General Primo de Rivera, le lleva a perder la cátedra que no recuperará hasta la proclamación de la República. Colaborador de la Revista de Derecho Privado y El Estudiante. Cofundador de la editorial Cenit en 1930, traduce muchas obras de los principales autores marxistas, entre ellas, las propias obras de Marx, Manifiesto comunista, El capital y Manuscrito económico-filosófico. Se siente atraído por el pensamiento de Marx y funda con José Bergamín y otros, el Grupo Intelectual de Acción Revolucionaria (GIAR), ingresa en el Partido Comunista de España, se integra en el Frente Antifascista, en la Unión de Escritores y Artistas Proletarios y en Socorro Rojo Internacional. Participa muy activamente en la asociación Amigos de la Unión Soviética. La revolución de 1934 le lleva a Asturias, siendo detenido y encarcelado. Después de cumplir su condena se exilia a la URSS, donde permanece hasta la victoria del Frente Popular en las elecciones de 1936. Tras la rebelión militar del General Franco, se entrega a la defensa de la República. Es nombrado Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, desarrollando una muy estimable tarea a nivel formativo y artístico, destacando su encomiable labor para preservar el tesoro artístico del Museo del Prado. Al finalizar la guerra emprende el camino del exilio, llegando a México en 1942, después de pasar por Francia, Chile y Cuba, en estos dos últimos países imparte clases de Derecho e Historia Antigua en las universidades de Santiago de Chile y de La Habana. En México se dedica a la traducción de obras de filosofía. A partir de 1947 imparte clases de Derecho Romano y de Historia de Roma en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ejerciendo también, a partir de 1954, como profesor de Historia de Grecia en la Facultad de Filosofía y Letras. En noviembre de 1947 asiste a la Conferencia de la UNESCO, celebrada en México, como miembro de la delegación de la República Española. Colaborador de la revista del exilio UltraMar. En 1969 es nombrado profesor emérito de la UNAM. En 1977 regresa España. Es elegido senador por Asturias, en la candidatura "Para un Senado Democrático", en las primeras elecciones democráticas de 1977, pero a los pocos meses renuncia al escaño por problemas de salud y retorna a México. En 1980 recibe la Orden del Águila Azteca. Es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Morelia (Michoacán) y en 1985 obtiene el Premio Universidad Nacional Autónoma de México de Docencia en Humanidades.

Fuente: http://www.articuloz.com/biografias-articulos/wenceslao-roces-suarez-2244326.html

Paulino Rodríguez González

Paulino Rodríguez natural del concejo de Siero era de familia socialista y de muy joven ya pertenecía a las Juventudes Socialistas. Ya temprano en su militancia se presentó a concejal del ayuntamiento de Lugones en las elecciones de abril de 1931 por el PSOE. Parece que fue alcalde pedáneo de su pueblo. Participó en la organización de la Huelga General Revolucionaria con la misión de reconstruir las armas que los trabajadores de la fábrica de La Vega sacaban por piezas. Al final de esta gloriosa acción de la clase trabajadora asturiana, fue detenido y pasó a sufrir las brutalidades de la policía del bienio negro. Pero al triunfo del Frente Popular en la de febrero de 1936, salió amnistiado y se puso a organizar milicias populares con las que constituir las columnas que debían cercar Oviedo. Sustituyó a Martinez Dutor como Comisario del III Cuerpo Asturiano en mayo de 1937. Al fin de la guerra en el Norte consiguió pasar a Francia y de allí retornar a la zona republicana. En Cataluña se le dio la Comisaría Política de la Aviación de la región aérea del Este. Al fin de la guerra pasó a Francia y tras una temporada en campos franceses se estableció Narbona donde trabajo de minero. Al fin de la Guerra Mundial organizó a los repartidos restos del dividido partido socialista en el exilio y de la UGT. Murió en la Gironde en 1980 sin haber abandonado jamás su militancia socialista.

Imagen: gentileza internauta.

Antonio Rodríguez Sanz

Cuadro medio de la CNT madrileña, de profesión librero de viejo, que tuvo destacada actuación en la retaguardia madrileña durante toda la guerra. Pertenecía al Comité Regional de Defensa de la CNT madrileña, bajo las órdenes de Eduardo Val y Manuel Salgado. Antonio Rodríguez participó en el asalto al Cuartel de la Montaña, y a su fin con un grupo de compañeros se incautó del colegio de los Maristas de la calle Fuencarral con la intención de convertirlo en la sede del periódico Campo Libre, edificio que al parecer terminó convirtiéndose en un centro de detención e interrogatorios de muy mala fama, una "checa" que dicen los franquistas. Sus actividades contra la quinta columna le llevaron a conocer al jefe de E.M. de la 14 División de Mera, Antonio Verardini, con quién, montaron la falsa legación de Siam, una trampa para capturar incautos derechistas en peligro en el Madrid en guerra. En este ardid se encontraba también Alfonso López de Letona, conocido agente doble que sería encarcelado por los republicanos, y posteriormente en la inmediata posguerra juzgado por los franquistas a causa de denuncias, y fusilado.  Con el transcurso de la guerra, la dirección de la CNT madrileña decidió actuar contra Antonio Rodríguez por el uso privado que hacía de las instalaciones del colegio de los Maristas, y fue enviado a un batallón de castigo controlado por la CNT. Hay relatores que afirman que aprovechando estas irregularidades, en realidad, el Comité de Defensa de la Región Centro, Val y Salgado, lo que quería era deshacerse de Rodríguez, que al parecer sabía demasiado de los impresentables tejemanejes del trío Val, Salgado y García Pradas con la Quinta columna, los capitanes Araña, como les llamaba Eduardo Guzmán. Rodríguez Sanz pudo marchar para Alicante al final de la guerra, pero ante la imposibilidad de subir a un barco, regresó a Madrid, donde fue detenido, brutalmente interrogado, condenado y ejecutado en las tapias del Cementerio del Este. Sus compañeros le denominaban "El Antoñito"

Francisco Rodríguez Rodríguez.

Pertenecía al PSOE. Nombrado por Largo Caballero gobernador civil de Málaga durante los meses de octubre a diciembre de 1936 en sustitución de José Antonio Fernández Vega. Consciente del imposible caos en que Málaga se había convertido por la sinrazón de los sindicatos y partidos, decidió apoyar la salvación de personas amenazadas por los incontrolados de siempre. Esta actividad se la sugirió el cónsul de Méjico en Málaga que era quien llevaba el peso de la labor, con el apoyo del gobernador. En el resto de los campos a su mando no destacó, pero hacerlo en la Málaga del otoño invierno de 1936 hubiera sido un milagro.

Pedro Rodríguez Gómez.

Teniente auditor de primera; actuó como fiscal en el Consejo de guerra que condenó a muerte a los generales Goded y Fernández Burriel. Fue detenido a la caída de Barcelona y fusilado en mayo de 1939 tras una pantomima de juicio donde se le acusaba de intervenir en el juicio del general Fanjul, quien se sublevó en Madrid refugiándose en el Cuartel de la Montaña. Rodriguez Gómez no tuvo anda que ver con tal juicio, pero dio igual. Cuando llegó la hora de juzgarlo por el juicio de Goded, ya estaba muerto.

Leamos un extracto de su intervención en el proceso a Goded publicado por la prensa barcelonesa:

El fiscal, don Pedro Rodríguez Gómez, pronuncia un informe sobrio, exento de pasión pero en el que alienta un intenso espíritu republicano:

“Voy a cumplir el deber del ministerio fiscal y espero conseguir expresarme con una serenidad absoluta, pero no puedo ocultar la emoción cálida que despierta en mi espíritu la gravedad de los hechos ocurridos. Con esta emoción séame permitido saludar al pueblo catalán que ha escrito con su sangre una epopeya gloriosa en defensa de su régimen estatuario y la auténtica República, plasmada en la Constitución, aplastando, con la colaboración de las fuerzas leales, el movimiento revolucionario.

El movimiento iba contra el Estatuto, la Constitución y el Gobierno constituido a su amparo. Nadie, ni por nada, bajo ningún título podía arrogarse autoridad para derrocar un Gobierno legal aunque se aleguen ideales equivocados que han determinado horrendas consecuencias que a todos los espíritus han de conmover. Después hay que tributar un homenaje a las fuerzas leales que se han opuesto al movimiento y que felizmente lo han hecho fracasar.

He aquí los hechos tal como los entiendo. El 18 de julio se inició en Marruecos una rebelión militar que estaba previamente concertada con todas las fuerzas militares del territorio nacional. En la madrugada del día 19, después de una reunión de generales convocada por el general Llano, éste dio cuenta de las medidas de precaución que debían tomarse. No obstante estas medidas, se comprobó que la mayor parte de las fuerzas de la División, se colocaban en una actitud de franca y descarada oposición a la República. La rebelión se produjo e iba directamente contra el Gobierno constituido. Que quede esto bien entendido. Iniciado el movimiento, las fuerzas populares, junto con las de Carabineros, Intendencia, Guardia Civil y Aviación, se opusieron a la rebelión.

No obstante la importancia numérica de los sublevados, éstos no pudieron vencer al pueblo ni a las fuerzas leales. A mediodía, un elemento destacado de la rebelión, que tenía el convencimiento del fracaso, acudió a la División con el propósito de arreglar lo que ya no tenía arreglo, puesto que cuando se ha dado el primer paso en estos casos es imposible retroceder. El auténtico jefe de la rebelión cayó en manos del pueblo y de las fuerzas leales. Los responsables son muchos, pero ahora vamos a ocuparnos de aquellos sobre los que pesa la mayor culpa.

El general Burriel, según nos ha dicho, tomó partido por la rebelión, y puesto en el camino de ésta, a falta de otro general más significado, no tenía más remedio que ser el jefe de la rebelión. Presenció como el coronel de su brigada se dirigía a las tropas en forma subversiva.

Ningún subordinado podía hacer semejante cosa sin la venia de su jefe”.

Enlace de interés: http://quienfueraborges.blogspot.com/2017/06/derecho-y-guerra-v-el-del-general-goded.html

 José Rodríguez Vega.

(Madrid 1902 - Méjico 1966) Secretario de la Unión General de Trabajadores, designado, el 19 de octubre de 1937, en sustitución de Francisco Largo Caballero. Pertenecía al gremio de impresores, en donde era muy conocido y donde llegó a ser presidente  del Sindicato de Artes Gráficas de UGT. En su juventud mantuvo militancia comunista, pero llegada la Segunda República reingresó en PSOE. En ese camino le acompañaban Ramón Lamoneda y Amaro del Rosal. También y ya en la guerra, fue vocal del Comité Nacional de la UGT y representante de la UGT en la Comisión Nacional de Industrias de guerra. Fue detenido en Alicante junto con miles de republicanos, sufriendo el turismo carcelario, hasta que gracias a un error administrativo fue puesto en libertad. Se exilió a Méjico y escribió un libro en el que justificaba su actuación en el golpe de Casado. Murió en Méjico capital en 1966.

 

 

 

Melchor Rodríguez ("El ángel rojo").

Melchor Rodríguez con el fotógrafo Alfonsito

(1893-1972). Anarquista. En noviembre de 1936 fue nombrado delegado especial de Prisiones. Desde su toma de posesión, se suspendieron las sacas de presos y sólo se cumplieron las sentencias de muerte dictadas por tribunales. Su intervención salvó la vida de multitud de presos, contándose entre ellos Muñoz Grandes, Serrano Suñer, Sánchez Mazas, Miguel Primo de Rivera, Margarita Larios, Raimundo Fernández-Cuesta, etc. En marzo de 1937 cesó en su cargo y acusó públicamente a José Cazorla, consejero de orden público de la junta de Defensa de Madrid, de haber utilizado «métodos feroces». Si bien estaba ya demostrado que Melchor escondía facciosos, que tenía ayudantes (chofer y secretario) que pertenecían a la quinta columna y que facilitaba pases y pasaportes falsos para que los derechistas perseguidos pudieran salir del país. El Servicio Especial que dirigía Manuel Salgado y el Propio Eduardo Val, dirigentes madrileños de la CNT, veían con muy malos ojos estas actividades de Melchor. Hay relatores más duros, que afirman que cuando quedó claro que la guerra se perdía, muchos cuadros del Frente Popular participaron en actividades de salvaguardia de derechistas, como respaldo por lo que pudiera pasar. A Melchor, desde luego le salvó la vida, aunque estamos seguros que lo hubiera hecho igual, si la Republica fuera ganando. Al concluir la guerra, fue detenido, procesado y condenado. En el curso del proceso, el general Muñoz Grandes testificó en su favor. Gracias a esta intervención y a otras, al año y medio de prisión fue puesto en libertad. A su entierro en Madrid acudieron tanto militantes de la CNT como franquistas.

Nota: En la imagen, en el centro, protegiendo con sus brazos a los hermanos Álvarez-Quintero, presos por la República, que contra lo que graznó Queipo de Llano, fueron tratados con corrección.

Casadista


Nota de M.B.: Para algunos y sobre todo, para el propio gobierno de la Republica, la actuación de Melchor Rodríguez es muy loable en algunos casos, pero en otros raya la traición. Tenía refugiados en su casa a quintacolumnistas que habían cometido delitos contra la seguridad de la Republica. Su propio secretario era un quintacolumnista contumaz, y su chofer era un mando de la Falange clandestina. Todo el mundo lo sabía o lo sospechaba, menos al parecer, él mismo, pero nunca se le tocó un pelo, y eso que quien más ganas le tenían eran algunos de sus propios correligionarios de la CNT. Franco no, Franco le condenó a 20 años, y gracias a que las personalidades franquistas que salvó (más de 2000 según costa), intercedieron por el. No se conoce caso similar en la zona franquista. La postura más correcta hubiera sido entregar a la justicia a los traidores que protegía para evitar que fueran fusilados, más, cuando los incontrolados dejaron de actuar desde finales de 1936. Quizá Melchor era muy buena persona, pero quizá debería haber pensado más en los soldados del frente y los civiles madrileños que sufrían los bombardeos que señalizaba la quinta columna, el sabotaje y el espionaje de los personajes que escondía, y menos en estos traidores al gobierno legal, pues no se trataba de salvar sólo a inocentes civiles, sino también a enemigos de la República que una vez salvados por Melchor se reintegraban en el aparato militar o político franquista. Díganme ustedes en qué país en guerra, esto hubiera sido perdonado. La terrible conclusión, es que la dedicación de Melchor menoscababa la legalidad jurídica de la II República, convirtiendo en inocentes a los que no lo eran y en vulgares pistoleros a los que defendían el gobierno legítimo.

Otra mas no muy laudable para Melchor Rodríguez es su connivencia con el coronel Casado para acabar la guerra pactando con Franco y traicionando a Negrín en la línea de los cenetistas Mera, Val, Salgado y García Pradas

A la izquierda y con el 1, su chofer, Rufo Rubio de la Falange clandestina, con el 2 Juan Batista, secretario personal de Melchor y quintacolumnista de pro.

Parece que el chofer se puso su mejor traje y se afeitó para esta foto. Dicen que esta foto la hizo Alfonsito, amigo de Melchor, el mismo día de la entrada de los franquistas en Madrid. Dicen que Alfonsito no se atrevió a negarse por miedo a Rufo y a Batista.

Isabelo Romero

Miembro destacado de la CNT madrileña del metal y militante de la FAI que tras largos años de militancia en Madrid participó y sufrió de los avatares de la lucha sindicalista y la cárcel durante los años de la Monarquía y el nacimiento de la II República. Era secretario General del Sindicato de la Metalurgia de la CNT del Centro. Al comienzo de la guerra civil fue nombrado secretario del Comité Regional de la CNT del Centro. Combatió igualmente en la defensa de Madrid al mando de la Columna Romero. Era contrario al radicalismo de García Pradas en el diario "CNT" y por ello fundó un periódico de nombre "Castilla Libre" del que fue director el gran Eduardo de Guzmán. A su alrededor se tejieron opiniones muy realistas sobre la guerra en cuanto a cual debía ser la política militar del gobierno republicano y en concreto de la militarización de las milicias. A mediados de 1937 sufrió una septicemia mortal muriendo de resultas el 15 de julio de 1937. El entorno de Isabelo Romero: Eduardo de Guzmán, Manuel Alarcón de Castro, Mariano Aldave, Gregorio Gallego García, Manuel Zambruno Barrera (Nobruzán ), José Bort Bela (Ariel), Antonio Agraz y Mariano de Guzmán, quedó profundamente afectado por la pérdida de este gran líder anarquista.

Amaro del Rosal Díaz.

Militante de las Juventudes Socialistas de España, fundador de la Federación Nacional de Dependientes de Comercio, Industria y Banca de la UGT; miembro del Comité Nacional de la UGT, en 1934, elegido vocal de su Comisión Ejecutiva y en 1937 y Secretario Adjunto de la misma, cargo que desempeñará hasta su salida de España en 1939 y, ya en el exilio, hasta 1950. Fue el director general de la Caja de Reparaciones durante la Guerra Civil. En 1948 ingresa de nuevo en el Partido Comunista de España. Se exilia en Francia, Marruecos y México hasta que, en 1976, regresa a España. Es autor de numerosas obras sobre el movimiento obrero en España

José Rovira Canals

Dirigente del POUM. había nacido en Rubí, Barcelona en 1902. De origen humilde, ya trabajaba como peón de albañil a los 14 años. Llamado a filas tras el desastre de Annual, no se lo pensó dos veces y se las piró para Francia. En este exilió se juntó con nacionalistas catalanes y los radicales de Estat Català con los que colaboró en el famoso complot de Prat de Molló. Rovira, persona inteligente, vio pronto la sinrazón de aquellos pequeños burgueses que aspiraban a ser como España pero en pequeñito. De regreso a Cataluña se afilió al Bloque Obrero y Campesino de Maurín, y eso, entonces, eran palabras mayores. Ya en 1934, vivamente destacado, fue elegido miembro del Comité Ejecutivo. Miembro, también, del Ateneo Popular de Barcelona, allí conoció a su compañera María Manonelles. Colaboró además con el semanario L´Hora y se convirtió en un serio activista que dirigió los Grupos de Acción en octubre de 1934. Cuando el Bloque se fusionó con Izquierda Comunista para formar el POUM, Rovira iba bien colocado y pasó a formar parte del Comité Ejecutivo. Con la rebelión militar rápidamente preside el Comité Militar del POUM, interviniendo en los sucesos del 19 y 20 de julio. El 21 es nombrado representante del POUM en el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña, donde mandaba la CNT, que mandaba en Barcelona, pese a que, frente a lo que cree la gente, la sublevación fue sofocada mayoritariamente por las Fuerzas de Orden Público de la Generalitat que fueron decisivas para evitar otro Zaragoza. Las columnas milicianas parten para Aragón y en agosto Rovira es nombrado jefe de la columna Lenin en el frente de Huesca. La columna avanza inicialmente pero es pronto detenida. La columna, aunque entusiasta y numerosa, carece de medios pesados, está deficientemente instruida y peor armada. La primera militarización, la de la Generalitat no provocó demasiada oposición pues aunque las columnas pasaron teóricamente a regimientos y divisiones, el cambio fue puramente nominal, pasando de Columna Lenin a División Lenin. Pero con la llegada de la militarización gubernamental, la columna pasó a 29 División del Ejército Popular, siempre al mando de Rovira. Eso no hizo que esta fuerza recibiera mejor material y suministros, simplemente debería acatar el mando militar gubernamental. Estas fuerzas ya habían tenido embates con el enemigo, en las que como todas las columnas milicianas, no habían salido muy bien paradas en el frente de Huesca. La prensa oficial y la del PSUC incidió en ello, pero era completamente injusto achacar defectos militares al las fuerzas del POUM, cuando los padecía todo el mundo. El defecto principal de estas fuerzas, y este si que era gordo, es que no defendían al gobierno de la II República sino a su propio proyecto revolucionario, y esto a voces y con más énfasis que la poderosa CNT. Y eso era una continua provocación, y además, los hombres de Stalin andaban husmeando en busca de trotskistas. Conclusión, tras los sucesos del mayo del 37 en Barcelona donde las fuerzas de retaguardia del POUM se alzaron contra el gobierno central y la Generalitat, y donde fueron derrotadas, no solo las fuerzas del POUM, sino también las de la FAI-CNT, el POUM estaba sentenciado y nadie lo iba a defender, ni la propia CNT, más allá del bla, bla, bla. Rovira es detenido en junio de 1937. Prieto, Ministro de Defensa en el nuevo gobierno de Negrín, ordena su liberación, pero la 29 división es disuelta y sus fuerzas repartidas entre las distintas divisiones del Ejército del Este. Los dirigentes del POUM pasan a la clandestinidad y las consignas revolucionarias quedan relegadas a la propia supervivencia. Rovira es detenido en octubre de 1938 y allí le pilla la caída de Barcelona. Afortunadamente, un grupo de camaradas lo libera saliendo todos pitando para Francia. Rovira participa clandestinamente en actividades anti-nazis y de ayuda a los presos del POUM. Al final de la guerra mundial, Rovira se marcha del POUM por cuestiones ideológicas y se afinca en Paris donde muere en 1968. Sus compañeros trasladaron los restos de este revolucionario a Barcelona. Rovira era un honesto revolucionario, leninista y combativo y en absoluto nacionalista, pero el POUM fue una fuerza política centrifuga a su pesar, y el puño de hierro del Gobierno, la Generalitat y los comunistas los pulverizó. Esto hubiera ocurrido, con rusos y sin rusos, con Stalin y sin Stalin, pues el POUM iba a toda velocidad por la vía insurreccional tomando al pie de la letra las ideas bolcheviques y leninistas en un escenario completamente irreal donde eran la fuerza menos poderosa de Cataluña. Analfabetismo político y mal de victoria. Ya lo dijo Lenin en "La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo"

Carlos Rubiera.

Nació en Gijón, el 19 de abril de 1904. Abogado y militante socialista, formó parte de la primera Junta de Defensa de Madrid, llegando a Gobernador Civil de Madrid entre el 7 de octubre y el 31 de diciembre de 1936. A finales de marzo de 1939, fue elegido miembro de la Comisión Ejecutiva Nacional del PSOE, bajo la presidencia de José Gómez Osorio. Carlos Rubiera fue detenido en el puerto de Alicante junto al alcalde socialista de Vallecas, Amós Acero Pérez. De Albatera fue trasladado a la cárcel de Porlier y condenado a muerte en juicio sumarísimo. Fue fusilado en las tapias del Cementerio del Este el 7 de noviembre de 1942.

Luis Ruiz de Aguirre (Sancho de Beurko)

Militante de Acción Nacionalista Vasca y gran activista de la causa vasca en su ciudad natal, Baracaldo que organizó unidades paramilitares nacionalistas de ANV en previsión de acontecimientos. Al estallido de la guerra civil se integró en las milicias vascas de Aguirre que posteriormente se militarizaron en la medida que el Gobierno Vasco se dejó para formar primero el Cuerpo de Ejercito Vasco, el Primer Cuerpo del Ejercito del Norte, y finalmente el XIV Cuerpo del Ejercito del Norte, de escasa duración por el devenir de la guerra. Ruiz de Aguirre fue nombrado Comisario Delegado del I Cuerpo, puestos que los nacionalistas vascos tomaban sin ninguna ilusión pues sus batallones se organizaban a dos oficiales al mando, uno táctico y otro logístico, lo que era bastante singular, amen de contar con capellán castrense. Al termino de la guerra se exilió a Venezuela y fue cuando empezó a escribir con el seudónimo de Sancho de Beurko, muy conocido en los ambientes nacionalistas. En la actualidad hay una asociación de investigación de la Guerra Civil en Euskadi que lleva ese nombre.

A principios de 1970 regreso al País Vasco-francés y cuando murió Franco paso a España. Estuvo en contra de formar parte de la coalición de partidos de Herri Batasuna lo que le dejo fuera de la política nacionalista. Eso no obstó para que siguiera con sus investigaciones sobre la Guerra Civil en Euskadi, siendo sus archivos y escritos una referencia histórica en Euskadi. Murió en 1989 en San Sebastián.

Julián Ruiz Caviña.

Esposo de La Pasionaria, combatió en el frente del Norte. Salió en el último momento de Gijón, cuando los rebeldes ocupaban la ciudad. Al término de la Guerra, se exilió en Rusia, donde desempeñó humildes menesteres y en donde su hijo Rubén murió durante la Segunda guerra mundial, en acción bélica. Inválido, fue asilado. En noviembre de 1972 regresó a Somorrostro, su aldea natal, en Vizcaya, donde fue internado en un asilo.

Florián Ruiz Egea (1)

Licenciado y bibliotecario. A principios de 1937 y para evitar tener que afiliarse a UGT, dado su talante derechista, junto con un grupo de colegas, decidieron afiliarse a la CNT que autorizó la fundación del Sindicato Único de Técnicos (2) donde se integraron funcionarios y bibliotecarios derechistas (3). La CNT tenía una política de admisión muy permisiva en su necesidad de superar a socialistas y comunistas de UGT. Esto permitió que trabajadores derechistas buscaron refugio en la CNT. Estas afiliaciones fueron muy numerosas y se dieron en todos sus sindicatos anarquistas. En el caso que nos ocupa, no parece que Ruiz Egea fuera muy activo en sus labores quintacolumnistas, perteneciendo a lo que el historiador Javier Cervera, experto en el tema, denomina "la quinta columna autónoma". A mediados de 1938, los servicios de contraespionaje del sindicato anarquista, el famoso Servicio de Estadística de la CNT Nacional (Valencia), pero controlado en Madrid por Eduardo Val y Manuel Salgado, decidió acabar con los afiliados derechistas y en concreto con Ruiz Egea del que conocían desde tiempo atrás sus actividades quintacolumnistas. El encargado fue el conocido pistolero Felipe Sandoval, que engañando al bibliotecario con una requisa de libros, lo trasladó en realidad a una finca de nombre "El Quinto", donde lo asesinó en compañía de otros miembros del sindicato.

Quinta columnista...

(1) Florián Ruiz está aquí no por su condición de republicano, opción que le repudiaba, sino por haberse afiliado a la CNT para proteger su vida, y una vez dentro sucumbió a tentación de conspirar contra la República.

(2) Al parecer estaba dentro del Sector de la Enseñanza.

(3) Se sabe de más casos. En concreto Juan Tebar Carrasco, quintacolumnista que llegó a ser Secretario de este sindicato y que fue desenmascarado por los militantes Antonio Cerezo y José Caztán.

José Ruiz del Toro.

Dirigente socialista murciano que proclamó la Republica en esta ciudad en 1931. Diputado socialista por Murcia en las Cortes dé 1936.  Sirvió como mayor de milicias en el Ejército Republicano. Se exilió al término de la Guerra a la República Argentina, donde falleció.

Mariano Ruiz-Funes García.

Político republicano, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Murcia. Fue Ministro durante la República y propuesto para formar Gobierno el 20 de julio de 1936 al declinar Martínez Barrio el encargo que se le había dado. Al declararse la Guerra Civil, desde septiembre a noviembre de 1936 fue nombrado Ministro de Justicia en el gobierno de Largo Caballero, logrando restaurar el orden legal en una situación convulsa y colaborando a controlar los episodios de represión. Después fue destinado como embajador en Polonia y Bélgica, hasta que al finalizar la guerra se exilió a México, donde fue Catedrático de Criminología en la Universidad Nacional Autónoma y en la Universidad de Xalapa.

Andrés Saborit Colomer.

Fue presidente de las Juventudes Socialistas de España en sus inicios. Afiliado al Partido Socialista Obrero Español, fue vicesecretario desde 1915. Miembro de la Comisión Ejecutiva de la Unión General de Trabajadores (1914). Miembro del Comité de Huelga de 1917, salió del penal de Cartagena al ser elegido diputado por Asturias en las elecciones de 1918. Director de «El Socialista». Diputado por Madrid en 1931 y por Ciudad Real en 1933. Concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid. Exiliado en Suiza fue dirigente de las organizaciones socialistas en el exilio. Entre sus obras destacan: «Julián Besteiro» (1961), «Asturias y sus hombres» (1964), «La huelga de agosto de 1917: apuntes históricos» (1967), «Joaquín Costa y el socialismo» (1970) y «El pensamiento político de Julián Besteiro» (1974).

Manuel Salgado Moreira

Histórico militante anarquista y miembro de la CNT y la FAI, que llegó desde Galicia a Madrid muy joven. Llevó una agitada vida de sindicalista y activista de la causa. Fue dirigente sindical, periodista y trabajador manual. Durante el Bienio Negro sufrió junto con sus compañeros madrileños los duros golpes de la represión cedista. Lo que le radicalizó grandemente. La llegada del Frente Popular agitó sobremanera el activismo revolucionario del anarquismo que despreciaba por burguesa a la II República. Participó en asalto al cuartel de la montaña, bautizo revolucionario a todas luces de todos los militantes de izquierda madrileños. Fue nombrado para dirigir el Comité de Defensa de la región central de la CNT, donde formaba un triunvirato con Eduardo Val y José García Pradas.

Con estas credenciales se auto pronunciaron como miembros de todos los organismo represivos que la misma tarde del 21 de julio se crearon por todo Madrid y en concreto por los anarquistas. Salgado fue encargado por Eduardo Val de la representación de la CNT en el Estado Mayor y jefe de los Servicios Especiales de los Servicios de Inteligencia del Estado Mayor del Ministerio de la Guerra, que Saravia y otros militares leales trataban de organizar. Este servicio era en teoría un negociado de la segunda sección del Estado Mayor (Información, es decir, contrainteligencia). Inmediatamente iniciaron su labores represivas, que si en principio eran completamente legítimas en defensa de la legalidad vigente en una ciudad llena de contrarrevolucionarios, quintacolumnistas, desafectos, saboteadores y traidores en general. Pronto degeneró en una represión descontrolada y pervertida, donde los detenidos carecían de las mínimas garantías. Un baldón para la República que en un estado desquiciado, los poderes públicos no pudieron en ningún modo controlar, estando, incluso, ministros, subsecretarios y altos cargos con el mismo riesgo de muerte que los propios derechistas. En cuanto el Estado Mayor del Ministerio se organizó medianamente, este Servicio Especial fue expulsado del ministerio. Pero eso no significo su fin, pues Salgado lo trasladó por orden de Eduardo Val a otro edificio, el Ministerio de Hacienda, donde siguió sus discutidas actividades represivas, cambiando su nombre por el de Servicios Especiales del Ejército del Centro.

Todos los intentos del gobierno de Largo para regular la Justicia y la Policía del nuevo estado y controlar los numerosos organismos represivos creados por partidos y sindicatos, chocaban con los intereses de CNT y UGT, sindicatos con milicias armadas, y también con los partidos, que controlaban batallones y hasta regimientos. La disolución del grupo del socialista García Atadell y el descubrimiento de sus crímenes y latrocinios, dejo también en evidencia al resto de los centro represivos, "checas" que decían los rebeldes. La creación del SIM, el DEDIDE y otros organismos de control militar y contraespionaje dieron finalmente con la clave para dejar reducidos a su mínima expresión a estos grupos para policiales de dudosa actuación.

Manuel Salgado Y Manuel Alarcón

Aprovechando que Salgado había sufrido un accidente automovilístico, fue nombrado Ángel Pedrero García, del PSOE, para dirigir el SIM, y el Servicio Especial se disolvió. Salgado pasó entonces a otras actividades del sindicato, que en Madrid se sintetizaban, en completo acuerdo del triunviro anarquista, Val, García Pradas y el propio Salgado, en las actividades anticomunistas y en la potenciación del anarquismo en el Ejército del Centro, a partir del IV Cuerpo de Mera. Actividad muy exitosa, toda vez que las principales unidades comunistas (herederas del Quinto Regimiento) partieron para Aragón conformando el V Cuerpo de Ejercito del futuro Ejército de Maniobra creado por Vicente Rojo.

El anarquismo en Madrid se hizo militarista y se hizo antigubernamental en la componenda con el coronel Casado y sus compañeros militares profesionales derrotistas o simplemente traidores emboscados en los Estados Mayores de los ejércitos del Grupo Central. Se sabe que Salgado siguió ocupándose de ocasionales tareas represivas encargadas por los dirigentes cenetistas madrileños, de los que él formaba parte, como son los casos de miembros del sindicato que eran en realidad quintacolumnistas emboscados al calor de la protección que les daba la CNT, y que a mediados de agosto de 1938, decidieron detener, tras haberles proporcionado alegremente durante media guerra, franca entrada.

La más siniestra hora de la II República. Al micrófono Mera. Vigilante, el coronel Casado. Detrás, temerosos de sus actos, García Pradas y con corbata y chaleco, Manuel Salgado. Lea los delirios de Mera ante este mismo micrófono acusando a los combatientes del Ebro de traición, precisamente lo que él estaba haciendo, patrocinado por el SIPM de Burgos, componenda que era imposible que Salgado, Val y García Pradas no conocieran.

Faltaba Besteiro. Y como Mera, también enseña los dientes bajo la luz inmisericorde del siniestro flexo que ilumina la traición.

Al terminar la guerra, Val, García Pradas, Mera y Salgado gestionaron una alianza con los militares traidores de la órbita casadista, y sus antiguos rivales, los eternamente agraviados largo caballeristas de Wenceslao Carrillo, y hasta con el propio Besteiro, el líder de la derecha socialista. El resultado fue que la guerra terminó, los frentes se disolvieron y el baño de sangre y represión se trasladó a las cárceles, campos de concentración y batallones de trabajo franquistas. Todo un éxito para la CNT madrileña de Val, García Pradas y Salgado que no se quedaron a probar su receta y salieron pitando en barco y en avión según quienes. Salgado siguió militando en la CNT en el exilio. Con el seudónimo de Tabarro, Salgado escribió abundantes trabajos teóricos del anarquismo, donde siempre está presente su fobia anticomunista, derecho que no le niega nadie, pero que como todo el mundo sabe, el anticomunismo feroz, es una niebla que te impide ver la realidad y hace que te cojas de la mano con gentes a las que no ves el verdadero rostro, pues de verlo, saldrías espantado.

Casadista

Felix Estanislao Sampedro.

Presidente del Frente Popular de León, juzgado y condenado en Noviembre de 1936. Tenía 55 años.

Más información sobre los fusilamientos en León al inicio de la guerra en:

https://www.diariodeleon.es/articulo/leon/legalidad-fusilada-1936/201304230400011342548.html

https://documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com/2018/03/05/aniquilacion-en-leon-los-franquistas-asesinaron-a-cerca-de-3-000-republicanos-durante-la-guerradeespana/

Miguel San Andrés.

Este navarro militante de Izquierda Republicana fue diputado a las constituyentes del 31 por el Partido Republicano Radical Socialista. En febrero de 1936 revalidó su escaño. Durante la guerra civil ocupó distintos puestos administrativos en la ciudad sitiada. Destacando la Presidencia de La Junta de Espectáculos. Era director del diario "Política" órgano de Izquierda Republicana. Con el golpe de Casado, ocupó el puesto de Consejero de Justicia en el Consejo Nacional de Defensa. Consecuente, y como Besteiro, se queda en Madrid a la espera de su detención por los franquistas. Quizá esperaba un trato más suave para alguien, que,  como él, no había ejercidos cargos comprometidos. Los franquistas le condenaron a muerte. recibió un indulto y posteriormente murió de enfermedad en 1940 en el fuerte San Cristóbal de Pamplona, más o menos como Besteiro.

Muerto en la carcel...

Manuel Sánchez Arcas

Arquitecto madrileño miembro del PCE y presidente de la Junta de Obras de la Ciudad Universitaria al que se le encargo el desarrollo de un plan de fortificación basado en las mismas obras de la Ciudad Universitaria y que tendría tan grande importancia en la defensa de Madrid. Había nacido en Madrid en 1897, obteniendo el título de arquitecto en 1921. tras ampliar estudios en Londres entró en el despacho del gran Secundino Zuazo, el arquitecto de la II República en Madrid, que llevó adelante el gran plan urbanista de Indalecio Prieto. En 1925, Sánchez Arcas, inició una serie de trabajos propios o en colaboración con otros arquitectos. Pasó temporadas en el extranjero estudiando sobre todo ciudades universitarias que permitirían al autor hacerse con los encargos de obras fundamentales en la Ciudad Universitaria (1), como el Hospital Clínico Universitario San Carlos. Emprendió trabajos en asociación con el ingeniero Eduardo Torroja, con el que fundó el Instituto Técnico de la Construcción y Edificación y la revista Hormigón y Acero. En 1932, Sánchez y Torroja recibieron el premio Nacional de arquitectura por la central térmica de la Ciudad Universitaria (2). Sus obras, propias o en compañía de otros arquitectos, se encuentran repartidas por toda España. Tras la guerra civil se exilió a la URSS y posteriormente a Polonia donde trabajó en la reconstrucción de la Varsovia arrasada por los nazis. Murió en Berlín en 1970. Era tal el odio que le tenían los franquistas por su activo papel en la construcción de fortificaciones en la defensa de Madrid que fue uno de los tres únicos arquitectos que fue sancionado por el Colegio de Arquitectos de Madrid franquista con la inhabilitación perpetua y privación del ejercicio de la profesión. Como a Zuazo, sus obras fueron retomadas por otros arquitectos y su nombre sometido al más injusto olvido.

(1) La Ciudad Universitaria fue un proyecto de la monarquía alfonsina de 1927, que retomó la II República, y que terminó tras la guerra el franquismo.

(2) Se trataba de una central de calefacción distribuida, sistema pionero en España pero muy corriente en Estados Unidos y otras naciones desarrolladas. Funcionó al completo hasta 1955, y algunas facultades fueron desenganchándose, pese a que la termia salía más cara en los sistemas menores. En la actualidad suministra calefacción a dos o tres edificios (2010)

Rafael Sánchez Guerra.

(1897-1964) Periodista, hijo de José Sánchez Guerra. Participó en la sublevación de 1929 y en 1930 se declaró republicano. Secretario de la Presidencia de la República con Alcalá-Zamora. Hizo la Guerra como oficial del Estado Mayor y al término de ésta fue encarcelado y condenado a pena de prisión. Como secretario de Casado intervino junto con Besteiro en los prolegómenos de la entrega de Madrid que precedió al término de la Guerra. Pudo escapar a Francia y fue Ministro en el Gobierno republicano en el exilio. Regresó a España en 1960 e ingresó en un convento de la Orden Dominicana. Falleció cuatro años después en Pamplona.

 

 

Casadista

José Sánchez Requena (1899-1946)

Era empelado de los altos hornos de Sagunto y militaba en la CNT. A la llegada de la II República participó en valencia en la fundación del Partido Sindicalista de Pestaña. Es conocida por sus coetáneos su vida íntegra y dedicada a la causa de la humanidad y como tuvo que enfrentarse a las terribles tensiones generadas en la zona valenciana tras la rebelión militar y a la inmisericorde represión miliciana que asoló a los derechistas de la ciudad y alrededores. Se opuso a esta falsa justicia de sangre impuesta por el Comité de Salud Pública, creado por el Comité Ejecutivo Popular y también a la actuación de la indisciplina Columna de Hierro al mando de uno de sus líderes, apellidado Pellicer, que recorrían el camino del frente a la retaguardia y viceversa deshonrando el buen nombre de la República, del Frente Popular, y del movimiento anarquista, con crímenes, extorsiones, saqueos y toda clase de desmanes injustificables. Sánchez Requena se enfrentó a todos los que trataron de sacar presos para pasearlos. Tuvo sus más y sus menos con los dirigentes nacionales de la CNT y tras la disolución del Comité Popular Ejecutivo de Valencia fue nombrado gobernador de la provincia. Al final de la guerra formó parte del Consejo Nacional del Defensa de Casado motivo por el que se trasladó a Madrid. Detenido por los franquistas, fue condenado a muerte y posteriormente indultado. Salió de prisión en 1946. Se dice que los Sindicatos Verticales le tantearon para que se uniera a la organización, sin éxito.

Santiago Carrillo y Fernando Claudín visitan la tumba de Pablo Iglesias en julio de 1936. Nadie se atreve a decirlo pero todos pensamos que la chica menuda de la izquierda es Asunción Sánchez, y la de la derecha la novia de Claudin. Un par de meses antes se formaron las JSU y habían visitado Moscú.

Asunción Sánchez Tudela, "Chon"

Chon conoció a  Carrillo en Asturias durante la revolución de Asturias. Chon era una chica militante, menuda y agraciada. Como pareja eran muy amigos de Claudin y su novia. Asunción y Santiago se emparejaron y se casaron. Chón padecía una importante dolencia cardiaca que la afligió seriamente. Durante la Guerra Civil tuvieron una hija que nació con un minusvalía severa. Tras la guerra, la niña murió en Moscú. Ambos ya estaban muy distanciados. En el exilió, en Buenos aires en 1943 decidieron separarse legalmente, cosa que de facto ya pasaba. Chón partió para Francia al fin de las Segunda Guerra Mundial y trabajó para el Partido. Se casó con Antonio Muñoz ex combatiente republicano en Rusia. Muñoz llevaba la propaganda radiofónica y puso a trabajar a Chon en este cometido. En 1950, los franceses ilegalizaron el PCE e intentaron deportar a todos los comunistas sin pasaporte francés. Chon y Antonio Muñoz pudieron salir para Cuba, donde coincidieron con la revolución. Chon, ya muy fatigada por su dolencia, murió en 1958.

(1) Los papanatas de siempre, ven misterios donde sólo hay la vida misma. No hay ningún misterio en la vida de Asunción Sánchez, "Chon" murió prematuramente de su grave dolencia cardiaca estando en Cuba tras ser expulsada de Francia. Carrillo se separó de ella en 1943, aunque llevaban tiempo distanciados. Habían estado casados, pero a Carrillo no le gustaba reconocerlo para hacer el trance más suave. Tuvieron una hija en plena guerra, pero nació enferma y murió al final de la guerra en Moscú. Asunción se exilió y en alguna ocasión trató de reencontrarse con Carrillo que le puso todos los impedimentos que pudo. Era Lisboa, y Carrillo salía para Francia dejando a Giorla la orden de que retuviera a Chon, Giorla debía tener mejor corazón pues no cumplió la orden. La prensa infame, llegó a decir, tergiversando unas supuestas declaraciones de Lister, de que Carrillo personalmente la había estrangulado y enterrado en el jardín de la casa de Pasionaria en Francia. Aunque Pasionaria vivía en Moscú por entonces, con achaques desde hacia dos años por una operación de vesícula. Estos descerebrados construyen su mierda así... Y no se confundan, a mi personalmente Carrillo me parece un cabronazo, pero, ¡hombre!, no se pasen...

Por si acaso, ahí va el artículo que nuestro admirado Fernando Hernández Sánchez escribió a este proposito.

Felipe Sánchez Román y Gallifa.

(1893-1956). Catedrático de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de Madrid. Ahogado en ejercicio y activo político. Integró la Agrupación al Servicio de la República. Durante ésta no desempeñó cargos políticos, pero actuó en las filas republicanas. Auspició la creación del Frente Popular, pero negándose a que participaran en él los comunistas: y al integrarlo éstos desistió de ingresar en él. Se exilió durante la guerra en México, donde fue catedrático de la Universidad autónoma.

 

Felipe Emilio Sandoval

Albañil madrileño, militante de la CNT y activista violento. Pistolero al servicio de los elementos dirigentes más radicales, Eduardo Val, García-Prada, Manuel Salgado, etc... Sandoval llevó una dura vida de activista durante todo el periodo anterior a la Guerra Civil, siendo perseguido y reprimido con tesón por todas las policías, de la monarquía y de la II República. Es la llegada de la revolución en julio de 1936 cuando la CNT, necesitada en la retaguardia de tipos sin escrúpulos, cuando su papel pasa de reprimido o represor. Un papel del que se sentía muy orgulloso:

"Los anarquistas somos la hostia, compañero. Sabemos retorcernos el corazón si hace falta para cumplir nuestro deber revolucionario. Lo que estos jovencitos comunistas que presumen de coraje no se atreven a hacer (1), aquí está el viejo Felipe, anarquista, dispuesto a hacerlo en bien de nuestros ideales. Aunque el corazón se me salga por la boca"

Sandoval participó en todas las actividades de contrainteligencia que la CNT pudo montar. Primero en el Estado Mayor del Ministerio de la Guerra, en los primeros meses de la guerra, en un servicio especial, de que finalmente Rojo y Prieto les expulsó. Además trabajó para el Comité Provincial de Investigación Pública de Madrid (llamada por los rebeldes, la checa de Fomento) (2) y para el Comité de Defensa de la CNT del Centro.

 La linde entre la represión de espías y desafectos y el puro expolio y asesinato que se practicaba en los centros de detención que los partidos y sindicatos, la linde, digo, era muy tenue. Se conocen casos sangrantes, como la falsa embajada de Siam (3), las actividades de la Sección de Estadística del Comité Nacional de la CNT de Valencia, autentico aparato clandestino anticomunista y antigubernamental, desde el que los dirigentes cenetistas de Madrid del Comité de Defensa ordenaron toda clase de despropósitos, ganándose una muy mala fama, incluso para sus propios correligionarios(4).

Uno de los casos que más llamó la atención, y que fue aclarado por el pintor Carlos García-Alix, cuando se topó en los archivos de la Causa General franquista, con la declaración de Sandoval, al que la Policia Militar franquista trituró física y literalmente hasta el punto de confeccionar una declaración inculpadora de más de sesenta páginas. Sandoval fue detenido en el puerto de Alicante, y conducido a Madrid junto con un centenar de republicanos relevantes detenidos en ese puerto, conducción que se decía la "expedición de los 101". ¡Pobres!

El caso es que García-Alix encontró la citada declaración, que no sólo convertía a Sandoval en un traidor a ojos de sus camaradas, sino que dejaba a las claras cómo se las habían gastado los organismos represivos de la CNT nacional y del Centro. Unos de las más dolorosas acciones declaradas era el asesinato del bibliotecario Florián Ruiz Egea, que si ciertamente era un quintacolumnista emboscado, no parecía ofrecer ningún peligro a las alturas del verano de 1938. El relato del crimen es espeluznante.

Parece que en el verano de 1938 el Comité de Defensa de la CNT de Madrid se puso a la tarea de desenmascarar a los quinta columnistas y desafectos emboscados en los distintos sindicatos que con tanta alegría se habían afiliado en 1936 y 1937. En algunos casos, la orden era de ejecución. Sandoval reconoció en su declaración que la decisión la tomaban Eduardo Val y Manuel Salgado. Reconoció también que los hechos terminaron en la quinta "la granja" (5), dependencia de la CNT, donde secretamente se asesinaba y enterraba a emboscados y quintacolumnistas. Al parecer cerca de una decena se enterraron en los prados adyacentes.

Eduardo de Guzmán, condenado a muerte, insigne y honrado anarquista de los de verdad, no deja muy bien en su estremecedor relato, "Nosotros los asesinos", a esta caterva de dirigentes de la CNT: Eduardo Val y Manuel Salgado, y sus ejecutores, entre los que se encontraba Sandoval. El final de Sandoval fue horroroso, estaba en tan mal estado tras las terribles palizas a que fue sometido por la policía franquista, que se arrojó (o fue arrojado) por la ventana y murió. La sospecha surge porque fue declarado en rebeldía con paradero desconocido al no encontrarse su certificado de defunción. Y porque tanta gente se ha tirado por las ventanas de las comisarías franquistas que, ¡en fin...!

(Especial reseña de M. B. a partir del libro del pintor Carlos García-Alix "El honor de las injurias" y de la trilogía de Eduardo de Guzmán, más otras informaciones en la red alrededor del personaje)

Brutales torturas y presunto suicidio.

Notas.-

(1) Se refiere a Cazorla y Carrillo de las JSU

(2) El Comité Provincial de Investigación Pública de Madrid (llamado checa de Fomento por los rebeldes) fue un intento del Director General de Seguridad, Manuel Muñoz, de regular y unificar las actividades represivas que sindicatos y partidos iniciaron por cuenta propia una vez que el Estado republicano se desquició por el golpe militar. Fue probablemente el único organismo represor en el que colaboraban la policía gubernamental y el resto de sindicatos y partidos.

(3) Con la colaboración del inefable mayor Verardini, destinado en el Estado Mayor de Mera, un extraño personaje que se dio a conocer a los anarquistas en la cárcel durante la estancia de miembros de sindicato de obreros de la construcción de la CNT por causa de la huelga del ramo en Madrid, que Mera y sus correligionarios lanzaron durante el  inicio del verano de 1936 desafiando al gobierno del Frente Popular y a la misma UGT. Lo inmoral de la falsa embajada de Siam, no era que se utilizara esta argucia para detener espías y desafectos para juzgarlos y mandarlos a la cárcel, sino que lo que buscaban los organizadores era exigirles altas sumas de dinero, joyas o similares, y luego, probablemente,  asesinarlos. ¡Terrible!

(4) La Sección de Estadística del Comité Nacional de la CNT en Valencia, era el resultado de la derrota de la CNT en los sucesos de Mayo. La CNT no estaba dispuesta a que nada semejante volviera a pasar y para ello se necesitaba un servicio de espionaje e investigación prácticamente orientados contra los comunistas, rivales políticos a los que se odiaba en algunos ambientes mucho más que a los franquistas.

(5) La llamada checa "Campo libre"

José Antonio Santacruz.

Era el Ingeniero Jefe de Obras Públicas Municipales en la Granada de julio de 1936. Había diseñado y ejecutado importantes obras públicas para el bien de la ciudad. Era de familia aristocrática y se dice que tuvo amores con una gitana del Sacramonte con la que tuvo un hijo y del que se hizo cargo. La sociedad granadina bienpensante, anclada en la Reconquista, probablemente la mas cainita de toda la Guerra Civil, no se lo perdonó y le encarceló al mismo inicio de la rebelión militar y tras graves humillaciones y dos falsos fusilamientos, fue fusilado en los mismos días que el Alcalde Manuel Fernández Montesinos y muchos otros.

Pablo Sarroca Tomás (1889-1940)

Nacido en Francia de padres emigrantes españoles, Pablo Sarroca Tomás era Teniente vicario castrense de la Primera División Orgánica antes de la II República. Entre los vicarios castrenses era considerado un tipo excéntrico bastante fuera de lugar, pues era partidario de la llegada de una República. A la proclamación de la II República se animó mucho y llegó a publicar un librito sobre este hecho histórico. Se sabe que mantenía algún tipo de relación con señalados republicanos. De modo que fue nombrado capellán castrense del gabinete militar del Ministro de la Guerra, Manuel Azaña. Era 1932.

Al estallido de la rebelión militar, Sarroca era vicario castrense en la Primera División Orgánica, si bien y debido a la reforma de Azaña que suprimía la figura del capellán castrense en el Ejército, estaba disponible forzoso junto con todos sus compañeros de la región, pese a la contrarreforma de Gil Robles durante el Bienio Negro. Parece que ya avanzado el verano, en agosto, un miliciano de la Retaguardia en funciones de policía auxiliar fue a detenerle, probablemente porque su figura salió a relucir en algún interrogatorio. Sarroca era un cura fornido y sanguíneo que tenía malas pulgas, caracteres muy corrientes en su profesión, y que se lió a mamporros con el miliciano y no le desgració de milagro. Reducido al fin, fue llevado a comisaría y luego a la cárcel a la espera de ser juzgado por desafecto y atentado a la autoridad, por la badana que le había dado al miliciano. Sarroca movió sus influencias y unos días después fue liberado.

Parece que el militar republicano Díaz Tendero que llevaba muy eficientemente el Gabinete de Control de militares profesionales y que quizá lo conocía, pero que en cualquier caso se fijó en él para aprovechar sus conocimientos personales sobre militares profesionales. Recién estrenado el gobierno Largo Caballero, Diaz Tendero consiguió que Sarroca fuera nombrado para ser consejero civil en el Estado Mayor del Ministerio de la Guerra, Segunda Sección (Información) y Segundo Negociado (Contrainteligencia). Lo que se denominaba Servicios Especiales del Ministerio de la Guerra. Como sabía francés y algo de italiano , fue puesto a trabajar en el importante puesto de censor militar y parece que realizó buenos servicios, incluso como interprete. Sarroca se juntó con sus compañeros de trabajo, los milicianos anarquistas de los Servicios Especiales del Ateneo Libertario de Ventas, y se dio a disfrutar de su nueva vida de civil, empezando por la buena vida y el genero femenino, que si lo había practicado de cura, seguro que había sido de tapadillo. Libre pues de ataduras se lanzó a la conquista de cuantas mujeres le gustaban, y parece que en algunas tuvo éxito, pues eran tiempos de guerra y quizá el mundo iba a acabar malamente, cosa que como el lector sabe afloja braguetas y corsés con toda legitimidad. Después empezaron cosas peores, la impunidad, el poderío de las pistolas y el cada vez quiero más. De modo que arrambló con suministros que usaba para sus afanes y participó en interrogatorios a derechistas sobresaltados cuyo delito era ser enemigos de la República. Y dicen que era muy duro en esta tarea. Además se echó una novia que era cabo honorario de la Guardia de asalto. Era su superior Fernando Arias.

Con la marcha del gobierno de Largo a Valencia y las reformas que Vicente Rojo hizo en el Estado Mayor, Sarroca marchó para el edificio de Hacienda junto con los miembros del los Servicios Especiales. Sus prerrogativas se estrecharon pues salió el escándalo de Atadell y Penabad y la Junta de Defensa recuperó parte del control de orden Público. Pero la CNT no estaba dispuesta a perder este organismo y ante la marcha a Valencia de Fernando Arias y su segundo, el Comité Regional de Defensa Confederal, por iniciativa de Eduardo Val ordena a Manuel Salgado que tome el mando del desprestigiado pero temido organismo.

Sarroca, dicen que se pasó al lado oscuro del contraespionaje, y que como otros agentes de este Servicio Especial en caída libre, se hizo un mafioso y un cabrón. De hecho fue investigado por la policía a petición de la Dirección General de Seguridad desde Valencia. Los rumores eran tremebundos, robos, asesinatos, etc... Pero Madrid era una ciudad llena de rumores, unos casi ciertos y otros falsos de toda falsedad, propalados por la Quinta Columna como arma de desmoralización y en perjuicio de señalados republicanos. Ya se sabe, la gente asegura con vehemencia que le contaron que uno vio como fulano destripaba monjas, bebes y obispos y luego hacía embutidos.

No sabemos como sobrevivió Sarroca en el Madrid sitiado de finales de 1937 hasta 1939. Pero no huyó, pues fue detenido, interrogado aun mejor que como él mismo sabía hacer, firmando su declaración, y delatando un poco a algunos otros republicanos. (1)

 Fue fusilado en Alcalá de Henares el 13 de noviembre de 1940. Tenía 50 años. Esta enterrado en la fosa nº 393 del cementerio de Alcalá de Henares.

 

 

(1) El que la República no pudiera controlar debidamente a estos tipos es uno de nuestros mayores errores. No hicieron la verdadera y urgente contrainteligencia y nos llenaron de mierda.

José Serrano Batanero (1880 - 1940)

Había nacido en Cifuentes (Guadalajara) en 1880. Estudio derecho y se destacó como un gran jurista especializado en la vía penal. Muy popular por sus conocidos procesos. A la llegada de la República se presentó a las municipales de Madrid en la lista de Conjunción Republicano-socialista, saliendo elegido concejal. Como laboralista, que en aquellos tiempos no era muy distinto de la vía criminal siempre estuvo asociado a las Casa del Pueblo y a la UGT. Uno de sus procesos más conocidos fue la defensa de Pablo Iglesias falsamente acusado de tener relación con los autores del asesinato del presidente del gobierno José Canalejas. Una calumniosa y virulenta campaña al estilo de las que ahora se hacen contra el líder de Podemos del mismo nombre. Durante el bienio negro y tras los sucesos de octubre de 34 hubo de defender a los líderes socialistas. Durante la guerra continuó su labor en el Ayuntamiento. Cuando fue detenido y juzgado dejó helados a los miembros del tribunal militar que lo conocían y no sabían que hacer. En cualquier caso daba igual, su sentencia había sido hecha en instancias muy superiores y fue condenado a muerte y privado de indulto. En febrero de 1940 junto a otros lideres socialistas fue fusilado contra las tapias del cementerio de Madrid este insigne jurista republicano.

Segundo Serrano Poncela.

Durante su etapa de estudiante (cursó la carrera de Filosofía y Letras y posteriormente se licenció en Derecho) ingresó en la Federación de Juventudes Socialistas (FJS). Pertenecía, como la mayor parte de las juventudes, al ala caballerista, enfrentada a besteiristas y prietistas y formó parte de la redacción de Renovación, el órgano de las FJS, ingresando en la comisión ejecutiva en 1934, como vocal. Tomó parte en las conversaciones de unificación con las Juventudes Comunistas, y tras la creación de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), formó parte de su ejecutiva. Junto con la mayor parte de los dirigentes de las JSU procedentes de la FJS, ingresó en el Partido Comunista el 6 de noviembre de 1936, siendo nombrado inmediatamente después delegado de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid a las órdenes de Santiago Carrillo, secretario general de las JSU, y también proveniente de las FJS. Permaneció en el cargo hasta el 27 de noviembre, fecha en la que, dependiendo de las fuentes, dimitió o fue cesado por Santiago Carrillo. Como presidente del Consejo de la Dirección General de Seguridad de la Consejería de Orden Público, su firma avalaba las extracciones de presos que tuvieron lugar en las cárceles madrileñas durante los meses de noviembre y diciembre de 1936, la mayor parte de las cuales terminaron en el asesinato de sus integrantes (en el episodio conocido como matanzas de Paracuellos). Serrano Poncela siguió formando parte de la ejecutiva de las JSU durante la Guerra Civil. Exiliado al finalizar esta, abandonó cualquier relación con la política. Fue profesor de Literatura Española en las universidades de Santo Domingo, Puerto Rico y Central y Simón Bolívar de Venezuela, convirtiéndose en un reputado crítico de la literatura española.

Braulio Solsona.

Conocido periodista y escritor catalán. Había editado junto con Francisco Madrid la revista literaria y satírica "El Escándalo". Fue gobernador de Burgos y de Huelva (donde intervino para detener al golpista Sanjurjo) y con la victoria del Frente Popular y al iniciarse el golpe, Gobernador Civil de Valencia, en donde actuó enérgicamente para dominar a los militares sublevados. Al parecer un soldado valenciano, Vicente Bensach Espuig, que servía como ayudante del coronel del regimiento de caballería, recibió la orden de éste de entregar en otros regimientos las órdenes escritas para la insurrección. Ni corto ni perezoso este buen republicano se fue para el gobierno civil y pidió se entregasen estas órdenes al gobernador civil. Lo que hizo muy difícil la insurrección. El 6 de agosto dimitió del cargo y regresó a Cataluña para continuar su labor de periodista.

Mariano Rodrigo Soriano.

(1868-1944). Diputado republicano por Valencia, que tuvo violentas polémicas con el también diputado republicano Vicente Blasco Ibáñez. Fue deportado a la isla de Fuerteventura por Primo de Rivera, pero escapó y se refugió en Francia. Proclamada la República, fue diputado en las Constituyentes. Posteriormente fue Embajador en Chile, donde al término de la Guerra fijó su residencia y falleció en diciembre de 1944.

Carlos Soto Romero

Al iniciarse la guerra civil se encontraba al mando del torpedero 17 atracado en Barcelona. Con la rebelión, Aranguren, general de la Guardia Civil leal, ordenó al Capitán Bayo que enviara al teniente de navío Soto y su torpedero a Palma de Mallorca como parlamentario del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, para tratar de la rendición de los sublevados. Esto le costó la vida a Soto, pues los rebeldes lo detuvieron le juzgaron en Consejo de Guerra sumarísimo según su bando de guerra y los fusilaron en el Fuerte de San Carlos.

Xavier Lacosta nos cuenta en su artículo:

"Ese mismo día 21, un emisario de la legalidad republicana desembarcó también en el Port de Pollença procedente de Barcelona –había hecho la travesía en el torpedero nº 17- para instar la rendición de los alzados y evitar así un derramamiento de sangre. Se trataba del teniente de navío Carlos Soto Romero y obraba bajo órdenes directas del general Aranguren, leal al Gobierno. Exhibió bandera blanca y se dirigió hacia la base de hidroaviones –aún en servicio- del mismo puerto. El mando militar de la base le consiguió un coche de alquiler, conducido por el joven Macià Plomer, para cubrir los cerca de 60 kilómetros hasta la capital.

Un control detuvo el vehículo a la altura de Inca, en manos de los sublevados como toda Mallorca, pero, tras comunicar con la autoridad de Palma, le dejaron continuar viaje. En la capital se entrevistó con el sustituto de Goded, el coronel Aurelio Díaz Freijoó para que se sometiera a la autoridad gubernamental, con resultado infructuoso. Los rebeldes querían salirse con la suya. Carlos Soto dio por concluida su gestión y, en la creencia que le amparaba su condición de emisario de la legalidad, se dispuso a regresar a Pollensa y a Barcelona para notificar a sus superiores el resultado de la entrevista. Pero no le dejaron: en la puerta del mismo despacho de Díaz Freijoó le esperaba un grupo de militares y falangistas con Alfonso de Zayas a la cabeza, que le detuvo.

Al saber todo esto, Franco montó en cólera. Telegrafió a Baleares, tildando al torpedero leal a la República de ‘barco pirata’ y ordenando el juicio sumarísimo del teniente de navío detenido."

Luis De Tapia

 (Madrid 1871-Valencia 1937). Republicano convencido, fue elegido diputado por Madrid, en 1931, como republicano independiente. Colaboró en los principales periódicos españoles y algunos de América. Al periódico La Libertad mandaba coplas que escribía por los cafés madrileños o en el mismo Congreso. Eduardo de Guzmán lo recuerda como un sesentón que «no anda sobrado de salud y no suele trasnochar». Fue evacuado a Valencia y falleció en 1937.

Fuente: Memoria y trauma en los testimonios de la represión franquista.

Josep Tarradellas i Joan

Cervelló 1899 -Barcelona 1988. Militó de joven en diversas organizaciones de izquierda y nacionalistas. En 1931 fue secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya. Diputado en las Cortes Constituyentes españolas de 1931, fue consejero de Gobernación y de Sanidad de la Generalitat bajo la presidencia de Francesc Macià, y durante la guerra civil de 1936-1939, consejero de Servicios Públicos, Economía y Finanzas, y Cultura (1). Exiliado a Francia en 1939, al dimitir el Presidente Josep Irla fue elegido Presidente de la Generalitat en el exilio en la embajada de la República Española en Méjico el año 1954. Después de la muerte del general Franco en 1975, en 1977 fue llamado a Madrid por el Presidente del Gobierno Adolfo Suárez (también fue recibido por el rey) y negoció de acuerdo con las fuerzas políticas de Cataluña el restablecimiento de la Generalitat que tuvo lugar en octubre del mismo año. Recibido solemnemente en Barcelona, constituyó un gobierno de unidad nacional. Tarradellas había mantenido la institución en el exilio y representaba la continuidad histórica. Fue el único gobernante del tiempo de la República Española (1931- 1939) que retornó pare ejercer funciones de gobierno en la democracia reinstaurada. Acabó  su mandato con las elecciones al Parlament de Catalunya en marzo de 1980.

Fuente: Ramón Cuellar Sorribes

(1) Fue el artífice de la puesta en marcha de la Comisión de Industrias de Guerra de Cataluña organismo que posibilitó la creación de una industria de guerra catalana que si no tuvo más éxito fue por las disputas políticas internas de Cataluña y las cuestiones centrifugas con el gobierno de Valencia.

Julia Tello Landeta, "La Tellito

Esta joven modista de familia socialista se afilió muy joven a las JSU, que como todo el mundo sabe, fueron la columna vertebral de la resistencia republicana. En las JSU de Madrid, Julia pertenecía al grupo más activista de la organización, el AgitProp (La agitación y propaganda en el argot comunista). Al estallido de la guerra recorrió con su grupo los pueblos de los alrededores de Madrid, llamando ala movilización militar y sus compañeros se percataron de su fuerza gestual y oratoria, amen de comenzar a llamarla La Tellito, por su figura menuda. Por aquellos días la revista Estampa en una fotografía sacada por Benitez Casaux el 31 de octubre de 1936, la inmortalizó arengando al pueblo de Madrid en los días difíciles de primeros de noviembre donde Madrid se la jugaba.

Se casó con un miliciano tan jovencito y entusiasta como ella, de nombre Ernesto Niño y que cayó en el frente de Guadalajara. Dentro del AgitProp recorrió los frentes de España sobre todo acompañando a las Brigadas Internacionales. Tuvo destacado papel en la Conferencia Nacional de Mujeres Antifascistas, que era la segunda y se celebró en Valencia en noviembre de 1937. Eran jóvenes, poderosas, antifascistas y defendían la República desde los Comisariados de Propaganda insertos en los Cuerpos de Ejército del Ejército Popular.

Con la derrota, junto con muchos otros se dirigió al puerto de Alicante en la creencia de que la Junta de Casado había preparado medios de evacuación como habían prometido, pero era mentira y la Junta solo evacuó a los suyos en un buque de guerra inglés atracado en Gandía, donde Wenceslao Carrillo tuvo la osadía en el propio muelle donde estaba atracado el buque de negarle el paso a soldados republicanos que se acercaron queriendo embarcar, y mandarlos a Alicante asegurándoles que había buques para todos.

Julia hubo de regresar a Madrid después de presenciar probablemente  las terribles escenas de desesperación que se produjeron en el puerto de Alicante mientras el Stanbrook zarpaba lleno de refugiados por iniciativa de su valiente capitán, el escocés Archibald Dickson y con grave peligro de escorar con más de 3000 personas desde la sentina al palo mayor, literalmente. Y cuando llegaron los italianos al puerto al que cerraron los accesos con sus ametralladoras y cañones y ya no quedaba ningún buque para zarpar y cuando apareció en la bocana del puerto el minador rebelde Júpiter, la desesperación se extendió entre los más de diez mil republicanos desolados como el viento estremece la mies. Sonaron entonces disparos de suicidas y bombas de manos estallaron en círculos de soldados determinados a morir antes de caer en manos franquistas, donde igualmente iban a morir pero tras largas humillaciones, palizas y penalidades. No sabemos cómo, pero Julia volvió a Madrid donde trató de rehacer su vida y su familia que tras la guerra se encontraban casi en la indigencia. Encontró un trabajo de modista pero unos meses, en agosto, tras un atentado contra un oficial franquista, la policía inició la caza de las jóvenes de la JSU y detuvo a 13 de ellas, a las que condenó a muerte para escarmiento de la población, las famosas Trece Rosas, fusilamiento del que Julia se libró por los pelos pues no estaba en casa cuando llegó la policía. Su madre ya estaba en la cárcel de Ventas y los policías se llevaron detenidas a dos tías suyas.

Dionisia Manzanero y Julia Tello trabajando en AgitProp. Dionisia fue fusilada con las Trece Rosas. Julia se salvo de puro milagro.

Pasó Luisa a la clandestinidad y se cambió el nombre por el de Amaya, yéndose a trabajar a Zaragoza, donde conoció al pintor Ciriaco Párraga que sería su pareja el resto de su vida. No acabaron aquí sus vicisitudes, pues Párraga fue detenido en Bilbao en 1958, donde se habían trasladado. Julia fue militante de Partido Comunista de Euskadi, en la clandestinidad y se ocupó de editar el Mundo Obrero y la revista comunista local "Euskadi Roja". Al final de franquismo, Julia era militante de los movimientos vecinales y cuando llegó Felipe González se trasladó a un pueblo de Guadalajara donde vivió hasta los 92 años. Una hija suya vive en los USA donde julia pasó temporadas departiendo con sus antiguos amigos del bon. Lincoln. Falleció en 2016.

Belarmino Tomás.

(29 de abril de 1892, Gijón - 14 de septiembre de 1950, México) . Militante socialista miembro de la Unión General de Trabajadores y minero de Asturias. Fue secretario del Sindicato Minero Asturiano (federación minera de UGT), vocal de la Federación Internacional de Mineros y concejal del ayuntamiento de Langreo. Como uno de los principales dirigentes obreros, en la Revolución de 1934 contra el gobierno republicano español, mandó una columna de milicianos. En febrero de 1936 resultó elegido diputado del Frente Popular por Asturias. En agosto de ese mismo año, durante la Guerra Civil atacó Oviedo al frente de las columnas de mineros. Al crearse el 24 de agosto de 1937 el Consejo Soberano de Asturias y León, es nombrado presidente del mismo. Se queda en Gijón hasta que el 20 de octubre del mismo año la ciudad es tomada por las tropas franquistas, pasando seguidamente a la zona republicana donde continuó luchando en diversos frentes. Al finalizar la guerra se exilió en México.

 Vicente Uribe.

Dirigente comunista. Miembro de la ejecutiva que integró, en representación de ese partido, el Consejo Superior de Guerra constituido durante la presidencia de Largo Caballero. Uribe fue el principal teórico del PCE durante la GCE, fue la sombra de José Díaz, y siguió estrictamente los dictados de la III internacional para España. Como ministro de Agricultura de los gobiernos de Largo y Negrín, enfocó la reforma agraria hacia los pequeños propietarios enfrentándose directamente a las colectivizaciones anarquistas. Fue el último comunista importante en abandonar España y ya en en el exilio se enfrentó a Carrillo y cayó en desgracia.

 

 

Eduardo Val (1906-1992)

Líder sindicalista de la CNT de la zona Centro que había nacido en La Coruña. Presidía el Sindicato Único de Hostelería. Durante el periodo anterior a la guerra, formó parte del trío animador de la CNT madrileña, que eran García Pradas, Salgado y él mismo. Durante la guerra fue Secretario del Comité Regional de Defensa, es decir sobre las milicias anarquistas. En el Madrid sitiado, Val tenía un poder omnímodo sobre la vida y la muerte de los derechistas y cualquier otra persona sin protección sindical o de partido, y tanto él como García Pradas y Salgado tuvieron una destacada actuación sobre la represión en Madrid. Tuvo también importancia en el final de la guerra, pues ferviente anticomunista influyó decisivamente, según cuenta Gregorio Gallego, en el apoyo de las fuerzas de Cipriano Mera al golpe de Casado. El final de la guerra los devoró como a todos los que apoyaron a Casado, y la CNT, la organización obrera más importante de la historia de España, desapareció como agua en azúcar, pagando su jacobinismo, su antirrepublicanismo y sus excesos represivos, mientras sus innegables virtudes sociales, políticas y patrias, desaparecían también en la irrecuperable hecatombe ideológica de la primavera de 1939. Val se exilió a La Argentina.

Emilio Valldecabres Pechuan

Había nacido en Quart de Poblet. Auditor del Ministerio de la Guerra en la Tercera División Orgánica. Tras el fusilamiento del líder falangista, fue despertado de urgencia para que informara de que la sentencia recaída contra José Antonio Primo de Rivera, que lo condenaba a muerte, se ajustaba a Derecho. Naturalmente se negó, pero, ejecutada ya la sentencia, o informaba en un sentido o en otro, dado su cargo judicial. Finalmente lo hizo.  Al final de la guerra y consciente de lo que le esperaba, trató de huir de España, dirigiéndose a Gandia, donde las autoridades de la zona Centro-Levante (Casado y parte del Consejo nacional de Defensa, así lo hicieron) se evacuaron en el buque inglés Galatea, pero por la torpeza o maldad del chofer, parece que no llegaron a tiempo y hubieron de dirigirse a Alicante, con el resultado de todos sabido en este puerto. Detenido en Los Almendros y también en las Albatera, estaba claro cuál iba a ser su destino. Lo peor fueron las humillaciones sufridas por Emilio y sus próximos, aunque la familia directa pudo finalmente exiliarse. Fue fusilado en enero de 1940. Parece que pretendieron enterrarlo en Valle de los Caídos al modo de los funerales bárbaros,  al pié de José Antonio Primo de Rivera. La familia se negó en rotundo y Emilio está enterrado en el cementerio civil de Madrid.

Información: Lector

Pedro Vallina Martínez

Pedro Vallina nació en 1879 el 29 de junio, en Guadalcanal, pueblo de unos 5.000 habitantes de la provincia de Sevilla. Su familia gozaba de una situación acomodada. Eran los propietarios de una confitería. Curso sus estudios de bachiller en Sevilla, y sus estudios de medicina en Cádiz, donde fue considerado como el mejor estudiante del año. Perfeccionó sus estudios en Madrid, donde se relacionó con los ambientes progresistas y revolucionarios. La coronación de Alfonso XIII  le valió seis meses de cárcel preventiva. A la salida se marcho para París donde vivió el exilio revolucionario en compañía de los mejor del republicanismo español. estaba al tanto de la intentona contra Alfonso XIII en la visita que éste hizo a París en mayo de 1905. A la llegada de la Gran Guerra como residente en Francia se alistó en la sanidad militar francesa. Cuando se le concedió la amnistía en España, regreso, convalidó su titulación de médico y se puso a ejercer en un hospital de Sevilla, abriendo también consulta en un barrio obrero. No dejó por ello su militancia obrera, que le costo cárcel y deportaciones. Vallina es conocido por promover un sanatorio antituberculoso para trabajadores, que paliara las duras condiciones de trabajo y de vida de los obreros de la época, génesis de esta enfermedad. Primo de Rivera se lo cerró a iniciativa de las piadosas damas católicas de la aristocracia que consideraban a Vallina un intruso, ¡y lo peor!, en su sanatorio se curaban los pacientes, con buena alimentación, buenos cuidados, aire limpio, y con financiación popular. Y eso era inaceptable. El sanatorio de Cantillana volvió a abrir con la llegada de la II república, pero en julio de 1936, los rebeldes lo quemaron, eso lo dice todo. La vida revolucionaria y en cierto modo apostólica de Vallina, al modo de los anarquistas primitivos, le llevo a mil correrías, conspiraciones y peligros, encarando la llegada de la II República en la madurez. A la rebelión militar, Vallina que se encontraba en Almadén, organizó la resistencia contra los rebeldes y se alistó en las milicias y con ellas fue médico en muchos frentes y tuvo destacada actuación en el de Sigüenza. Partió luego para las colectivizaciones de Aragón donde se encaró con las tropas gubernamentales que disolvieron el Consejo de Aragón. Partió para Valencia intentando ingresar en la Sanidad Militar, donde terminó la guerra. se exilió a Méjico donde siguió con su labor sanitaria. Murio en febrero de 1970. Pedro Vallina es un referente del anarquismo romántico de finales del XIX y principios del XX.

José María Varela Rendueles

Gobernador Civil de Sevilla, que se rindió a Queipo de Llano, a cambio de la "palabra de general español" de que se respetaría las vidas de todos los que le acompañaban. Naturalmente esto no se cumplió. Y sólo la familia Varela se salvó gracias a que consiguió ser juzgado en Consejo de Guerra. Pese a ser condenado a muerte, Franco, a petición de la condesa de Lebrija y de un jesuita influyente lo indultó. Escribió un libro que narraba los hechos infaustos: "Rebelión en Sevilla" que se publicó en España en los ochenta.

Fuente: Santos Juliá y otros.

 

 

Enrique Vázquez Camarasa.

Canónigo de la Catedral de Madrid, que estuvo al lado de los republicanos y trató de parlamentar con el coronel Moscardó la rendición del Alcázar, en cuyo recinto ofició una misa.

Nos escribe Josune Olabarria Azkue de La Real Academia de la Lengua Vasca para decirnos:

Solicitan en su página web información sobre la biografía de Vázquez Camarasa. Su nombre era Enrique, supongo que ya tendrán documentado que fué el sacerdote que entró en el Alcazar de Toledo antes del asalto, era canónigo magistral de Madrid, y he encontrado tirando del hilo de un autor vasco una pequeña referencia a su fallecimiento. La copia digital que les adjunto es una carta del sacerdote vasco Alberto Onaindia a Manuel Irujo, comentando el fallecimiento del sacerdote Manuel Mendiola ( escritor vasco documentado como Imanol Mendiola) . Como pueden ver menciona algunos papeles de Vázquez Camarasa. La documentación sobre el euskera de Mendiola se guardan en este archivo, pero no los papeles relativos a Vázquez, que es posible se guarden en el Archivo del Nacionalismo Vasco. Les saluda atentamente.

Mariano Vázquez Rodríguez (Marianet)

(1909-1939). Secretario del Comité Nacional de la CNT al empezar la guerra. Partidario de la colaboración con el Gobierno de la República y de subordinar la revolución a la consecución de la victoria. Algunos relatores dicen que murió en extrañas circunstancias.

Ángel Vera Coronel.

(Elda 1888 - Zaragoza 1937) Miembro de  Izquierda republicana, que fue gobernador de Cáceres y de Cádiz y que al triunfo del Frente Popular tomó el puesto de Gobernador Civil de Zaragoza. Al inicio de la rebelión militar se mantuvo en su puesto aunque no repartió armas a los numerosos obreros de la CNT que había en esta ciudad. Fue detenido por los guardias que debían protegerlo, que se pasaron al golpe al segundo día. A pesar de ser intimo de Cabanellas y quizá por ello, y en la sorda lucha por el poder entre los generales rebeldes durante 1936, Franco, Mola, Queipo y Cabanellas, no fue procesado, pero sí asesinado con la excusa de una fuga.

José Villaverde Velo

Destacado anarquista gallego nacido en Santiago que se inició en el oficio de la madera trabajando de carpintero de ribera (barcos), y también como tallista. Desde muy joven participó en los movimientos obreros, primero en los gremios, luego en UGT y finalmente en CNT. Vivió en Vigo y luego en Coruña, donde era un personaje muy conocido y muy querido. El final de la monarquía y la llegada de la II República marcó su punto máximo de actividad, pues en 1933 perdió el cargo de secretario general de la CNT de la región Galaica, pasando el testigo a los elementos más radicales del sindicato. Al llegar la rebelión militar, se escondió unos días, pero el 4 de agosto fue detenido. Los falangistas pensaron que dado su moderado talante, podían utilizarlo para sus sindicatos amarillos, pero Villaverde se negó. Los falangistas lo fusilaron el 24 de septiembre y al día siguiente apareció su cadáver en la playa de Sabón en la Coruña. Villaverde publicó y genero mucha prensa y literatura social y sindical. Sus paisanos le colocaron una calle en La Coruña.

Ángel Samblancat Salanova

(1885-1963). Abogado, periodista, novelista y político catalán. Se inició en el periodismo con cabeceras marginales y satíricas. Durante la monarquía alfonsina sufrió cárcel por sus radicales manifestaciones y por ser un abogado defensor de obreros. Fue diputado independiente en las Constituyentes del 31. Durante la Guerra actuó en uno de los tribunales marginados que en Barcelona reprimían a quienes eran enemigos de la República, o quizá sólo ricos y conservadores. Posteriormente fue nombrado Presidente de la Audiencia de Barcelona de los Tribunales Populares. Este era un cargo que nadie en su sano juicio hubiera aceptado, pero Samblancat era un radical que llevaba estas tragedias en el personaje. Junto con Eduardo Barriobero presidieron el Tribunal Popular Especial desde el barco prisión Uruguay de triste recuerdo para los rebeldes. Se exilio a Méjico al final de la guerra, donde se dedicó a la literatura.

José de Unamuno.

El sexto hijo de Unamuno, José, además de médico, fue catedrático de Matemáticas y una persona extraordinaria. Durante la guerra civil fue también profesor de Táctica y Estrategia Militar en  la Escuela Popular de Guerra. Fue ascendido a teniente el 28 de enero de 1937 y herido muy poco después en el frente del Jarama. (En la imagen)

Juan Simeón Vidarte. 

Estudió Derecho en Madrid y pronto perteneció a las Juventudes Socialistas. Fue diputado socialista por Badajoz en las tres Cortes de la República. Dentro del Socialismo, se identificaba con Prieto. En el XIII Congreso del partido, celebrado en octubre de 1932 fue elegido vicesecretario de la Comisión Ejecutiva del PSOE. Vidarte era un parlamentario de vida intensa ejerciendo muchos empleos públicos en el periodo republicano. Destacando como fiscal en el Tribunal de Cuentas. Era amigo de Prieto y Negrín y participó en la estructura ministerial de Hacienda con este último. Posteriormente y ya con el primer gobierno de Negrín fue subsecretario de Gobernación con Zugazagoitia. Enviado a Méjico por Negrín, contacto con Lázaro Cárdenas para asegurar el exilio republicano en caso de perder la guerra, lo que parecía evidente en 1938. Estuvo en la reunión de Cortes de Figueras el 1 de febrero de 1939. Se exilió Méjico y como todos los que habían participado en los gobiernos de Negrín, sufrieron las iras de Prieto y fueron expulsados del Partido. Eran 35 militantes de gran valía (Lamoneda, Amaro del Rosal, Vidarte, Negrín, etc...), pero Prieto estaba sediento de venganza, y lo que no pudo hacer con los largo-caballeristas lo hizo sin piedad con los de su misma fracción que apoyaron los gobiernos de Negrín, del que por cierto era intimo amigo. En octubre de 2009, el PSOE les rehabilitó, no creo que desde el Más Allá se enterara ninguno.

Fernando Valera Aparicio.

(Madroñera, Cáceres,1899 - París 1982) Líder de las Juventudes Republicanas de España antes de 1931. Dirigente del Partido Republicano Radical Socialista, empleado en el Instituto Geográfico y Estadístico. Diputado por Valencia en las Cortes constituyentes 1931, por la fracción Radical Socialista, y en las ordinarias de 1936 por Badajoz, representando a Unión Republicana. En el exilio fue ministro del gobierno en el gobierno de Rodolfo Llopis, vicepresidente y ministro de Hacienda y Justicia en el de Álvaro de Albornoz (1947-1952), ministro de Estado en el de Félix Gordón Ordás (1951-1960), de Estado y secretario del Consejo de Ministros del gobierno de Emilio Herrera (1960-1962) y de Negocios Extranjeros del gabinete de Claudio Sánchez-Albornoz (1962-1971). Dirigió Unión Republicana, asumiendo la presidencia del Poder Ejecutivo desde febrero de 1971 hasta junio de 1977, momento en el cual disolvió las instituciones republicanas en el exilio. Falleció en París.

Augusto Vivero.

Augusto Vivero fue un periodista español que había nacido en La Habana en 1882. Trabajó de joven como redactor de El Heraldo de Murcia y posteriormente del Diario Universal, donde fue director. También colaboró con El Liberal. Tras otros cargos en diarios menores da el salto en 1913 a El Imparcial como redactor jefe. Reconocido como buen profesional tiene la oportunidad de fundar la revista África Española. Posesiones que tendrían gran trascendencia en su vida profesional al ser estudioso de los sucesos que allí acontecieron al principio de los veinte. Su reportaje, "El derrumbamiento. La verdad sobre el desastre del Rif" hizo temblar, junto con el de Indalecio Prieto muchos despachos del gobierno de la monarquía, y probablemente le sentenció para el futuro. Con la guerra, el diario ABC quedó huérfano de directivos y redactores, algunos de los más señalados redactores derechistas y que habían exasperado a la población con sus infundios y provocaciones, habían sido fusilados en los primeros meses de la guerra. Otros habían huido o estaban refugiados en embajadas. En estas condiciones, Vivero se hizo cargo del diario a petición del Comité Obrero. El 25 de julio renació el ABC madrileño como periódico republicano de izquierdas. Pero la población madrileña no tenía por costumbre leer ABC, por ello la cabecera, para evitar el cierre, demandó el patrocinio de Unión Republicana de Martínez Barrios. El problema fue que Vivero quería sacar adelante el periódico como fuera y publicó un escabroso reportaje sobre el asalto miliciano a una iglesia donde fueron expuestas a la vista varias momias de monjas. El propio Giral se horrorizó y se llamó al periodista y diputado por Tenerife Elfidio Alonso para que se hiciera cargo de la dirección. Que aunque tampoco aumentó la tirada de la cabecera, al menos consiguió que sobreviviera. Al fin de la guerra, Vivero fue detenido, encausado y fusilado y además calumniado por la caterva de reaccionarios que retomaron ABC tras la guerra. Su viuda fue multada e investigada para poder expropiarles sus bienes (robo legal). Pero la señora sólo tenía hijos y deudas. De Elfidio Alonso no se volvió a hablar en ABC, pero al menos no lo fusilaron.

Pablo Yagüe Estebarán

Dirigente del Sindicato de Artes Blancas (panaderos y pasteleros) y miembro del PCE que fue Consejero de Abastos de la Junta Delegada de Defensa de Madrid. Fue  víctima de un tiroteo en un Control, con miembros de la CNT. Evento bastante corriente entre anarquistas y comunistas. Al final de la guerra fue detenido por los franquistas, vuelto a soltar y vuelto a detener. Se le formó causa y fue fusilado en las tapias del Cementerio del Este en 1943. Estaba muy bien considerado en todos los partidos del Frente Popular.

Ricardo Zabalza (1898 - 1940)

Nacido en el valle de Baztán, en Errazu, este militante socialista navarro era hijo de médico de pueblo y estudio magisterio. Buscó trabajo y aventuras en Argentina cuando sólo tenía 15 años. Allí pasó su juventud y ya treintañero regresó a España concretamente a Pamplona. Como se relacionaba con círculos ugetistas y socialistas le fueron encomendando puestos de dirección en el sindicato y en 1933 fue elegido Secretario General de la Federación Provincial de Trabajadores de la Tierra, sucursal de la conocida FNTT. Para las elecciones de 1933 se presentó por el PSOE pero no fue elegido, todas las actas fueron a parar al bloque derechista, lo que provocó respuestas airadas, pues el candidato más votado fue precisamente Zabalza. En 1934 fue elegido para dirigir la FNTT. Partidario del ala Largo Caballerista movilizó su sindicato en varias ocasiones con motivo del bienio negro y participó en la preparación de la de Octubre. Y por ese motivo el gobierno derechista le encarceló como a otros muchos líderes de la izquierda. Para las elecciones de febrero de 1936, Zabalza hizo campaña por toda la España del Sur, pues se presentaba por Badajoz, consiguiendo su acta de diputado. Al estallido de la guerra se mostró muy activista y tras participar en el asalto al Cuartel de la Montaña, partió para Badajoz con la intención de crear milicias populares. En el otoño partió para Valencia con el gobierno y fue durante un tiempo gobernador civil de la provincia. Se dedicó luego a las colectividades agrarias de las que era experto. Políticamente estaba muy distante del gobierno Negrín siendo fidelísimo de Largo Caballero manteniendo una actitud extremadamente hostil con el gobierno Negrín y el Partido Comunista muy semejante a la de los anarquistas madrileños. Por ello participó de grado en el golpe del coronel Casado, siendo sus últimas actividades la de evacuar al personal afín y sus familias. Lo que fue bastante dificultoso, dadas las condiciones de rendición a Franco de los casadistas. Detenido en Alicante por los italianos, pasó al campo de Albatera para su clasificación y tras pasar un tiempo en la cárcel de Orihuela, y como ya le tenían preparada la sentencia le llevaron a Porlier con la llamada expedición de los 101, exquisita selección franquista de todos aquellos dirigentes republicanos que pensaban fusilar en una andanada de primera hora del año 1940. En febrero de ese año fue fusilado contra las tapias del cementerio de Madrid en compañía de otros militantes republicanos.

Secundino Zuazo Ugalde

El más conocido arquitecto de la II República.

Lea en Arte: http://www.arte.sbhac.net/Plasticos/Zuazo/Zuazo.htm

Julián Zugazagoitia.

Carcel de Porlier 1940. Julián Zugazagoitia, el más alto, que sería fusilado. A su izquierda David Antona que ya conocía su sentencia a muerte cuando le hicieron esta foto (sería indultado pero murió de tuberculosis abandonado por todos), después, Cruz Salido, que sería también fusilado, después Cipriano Rivas Cheriff y Melchor Rodríguez que salvaron la vida. Los dos más a la izquierda son los republicanos Amos y Montilla, de los que ignoramos su suerte.

Militaba en el Partido Socialista y fue diputado de las Cortes Constituyentes y en las de 1936, por Bilbao. Dirigió durante muchos años El Socialista de Madrid. Durante la Guerra fue Ministro de la Gobernación. A su término se refugió en Francia, donde fue detenido por la policía española y conducido a España, donde se le juzgó y fue fusilado. Escribió de un tirón en 1940, antes de ser detenido por la Gestapo, "Guerra y vicisitudes de los españoles", uno de los libros de mayor interés de la GCe.

Junto con el Dr. Negrín y Tagüeña, componen el trío de Ases de la honestidad política de la República en guerra.

Julián, en su época de periodista del El Socialista.

 

 

 

Zugazagoitia, en 1934,en la cárcel, recibe la vista de su familia.

Encima, la tumba de Zugazagoitia y de su amigo Cruz Salido.

A la izquierda, el Gran Zuga, en una pose y vestimenta muy de periodista político de la época.

Sebastián Zapirain Aguinaga

Guipuzcoano y carpintero ebanista y militante del PCE desde antes de la II República. Estuvo en Rusia en una Escuela de Formación para militantes. Con motivo de sus actuaciones en la Huelga General Revolucionaria de 1934, es detenido tiempo después e ingresado en el fuerte de Guadalupe. Absuelto a la llegada de la II República, el Partido le envió a Madrid para trabajar en el Mundo Obrero. Al estallido de la Guerra Civil Zapirain se incorporó a la lucha, primero como instructor en el 5º Regimiento y luego como Comisario en una unidad comunista. En abril de  1937 se crea la 39 división del XIII Cuerpo del Ejercito de Levante. En mayo de 1937 el Diario Oficial del Ministerio de Defensa le nombra Comisario de Brigada con plaza en el Estado Mayor de Guadalajara que suponemos sería el IV Cuerpo, frente en el que combatió. Hay relatores que lo sitúan como comisario en el XVIII Cuerpo en Brunete. Le perdemos la pista pero al terminar la guerra partió en avión junto con otros camaradas para Oran y desde allí embarco para Rusia pues figura en las listas de comunistas embarcados para Rusia. En Rusia le enviaron a Sudamérica para organizar el Partido por esas lindes, pero con motivo de los acontecimientos que le suceden al PCE del interior y clandestino, esto es Heriberto Quiñones y Jesus Monzón, la dirección le envía en una expedición con Santiago Álvarez con destino Madrid. Era la segunda vez que el PCE del exterior enviaba leales camaradas a poner orden en el interior, la primera para cortar el proceso de Quiñones en el 42, y esta para organizar el partido en 1945. Ambas expediciones fueron detectadas y sus miembros detenidos y la mayoría fusilados tras ser horrorosamente torturados. En el caso de Álvarez y Zapirain, acababa de terminar la guerra mundial en Europa, Franco estaba intranquilo con la reacción del gobierno americano y tras una fuerte campaña de propaganda para salvar la vida de los dos comunistas, el gobierno les conmutó la pena por cadena perpetua. Esto sucedió por las circunstancia internacionales, sino de qué. Zapirain paso 10 años de durísimo penal y tras conseguir la libertad provisional fue expulsado del país. Desde Méjico se le encargo reconstruir el Partido Comunista de Euskadi, pero corrían tiempos muy difíciles para la clandestinidad, la guerra ya quedaba lejos y la población tardaba en sensibilizarse contra la dictadura después del terror que se había extendido sobre los campos y las fábricas de España. Así que en 1956 fue de nuevo detenido y expulsado, recalando en la suave Checoslovaquia para la emigración comunista española. A la muerte de Franco regresó a España, y como la mayoría le costó reconocerla, aun así se afinco en San Sebastián donde murió en 1996