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30.1- UNIFORMIDAD DE LAS MILICIAS, EL EJÉRCITO POPULAR Y LAS BRIGADAS INTERNACIONALES (01)

MILICIAS POPULARES

30.1.1 Alrededores de Madrid. Josefina Vara, voluntaria del batallón Largo Caballero nos muestra la indumentaria más común en las milicias. Mono de cremallera, toda una novedad. Gorrillo con estrella del Partido Socialista. Trinchas y cartucheras reglamentarias y mosquetón español.

30.1.2 Esta compañía de la columna del POUM, posa en el cuartel Lenin de Barcelona, lista para marchar al frente. La indumentaria es otoñal y todos van bien calzados y con prendas de abrigo. Al final de la formación destaca por su estatura George Orwell.

30.1.3 Los anarquistas, aparentemente, dejaban a cada uno a su bola. Pero pronto comprendieron la necesidad y las ventajas de uniformar a la tropa en una guerra. Diseñaron una interesante indumentaria con las facilidades que les proporcionó el controlar la industria textil, de la piel y del calzado. Sus unidades más emblemáticas, las que se atrincheraban frente a Zaragoza y las de Huesca que dependían de Barcelona, se nos presentan con la gorrilla de campaña modelo CNT, que es la que llevan. Esta gorra cuajó en todas las unidades confederales y en todos los frentes donde las hubiera. Era impermeable y al desabrocharse permitía proteger las orejas. Muy práctica. La cazadora y el pantalón eran de pana, como en el Norte, o de paño. El calzado, que en este caso, corresponde a botas de agua, por las lluvias, solía ser de buena calidad. Los hombres están lustrosos pese a que no se afeiten.

30.1.4 Miembros del Batallón de Acero. El 5º Regimiento tenía vocación uniformadora y militar, a su estilo, pero militar. Eso se notaba en sus actuaciones y en su uniformidad, que en este caso, y en verano, parece impecable, si no fuera por que dos de sus miembros llevan las trinchas al revés. Bueno, pecata minuta...

30.1.5 El frío en la sierra madrileña por las noches no era ninguna broma y estos milicianos que marchan para el frente serrano se preocupan de ir preparados adecuadamente con la colaboración de la entrañable compañera. nada más iniciarse la rebelión, y ante la avalancha de voluntarios, los sindicatos y partidos organizaron prestamente talleres de confección de uniformes, monos de combate, macutos, gorrillos, etc...

30.1.6 El futuro presidente del Consejo de Ministros Largo Caballero visita a las fuerzas milicianas que sitian el Alcázar de Toledo. Para la ocasión, el dirigente de UGT al que acompaña su mano derecha, Wenceslao Carrillo, han adecuado su indumentaria y su armamento. Camisa blanca, mono de trabajador, cinturón, gorro de explorador, y uno un carabina Tigre y el otro una carabina Destroyer. El resto de los asistentes van de verdad, es decir, monos de trabajador, trinchas y al menos una gorra reglamentaria.

30.1.7 Como decimos, en el Quinto regimiento se primaba la apariencia militar. Estos miembros de un batallón del regimiento nº 13 "Pasionaria" se han esforzado todo lo que han podido en parecer soldados. Destaquemos su extremada juventud, su delgadez y su decidida mirada.

30.1.8 En Barcelona, Durruti tuvo un entierro multitudinario. Impresionante según todos los testigos. No volvió a repetirse nada parecido hasta la despedida de las BB.II. En noviembre de 1936, Durruti que peleaba en Madrid con parte de su columna y que había sido fuertemente reprendido por el mando de la defensa de Madrid el día anterior por la mala actuación de su columna, se aprestaba a cumplir una orden de asalto para sus tropas, cuando al salir del coche en que viajaba, un estúpido accidente con un naranjero MP28 (que no llevaban seguro) acabó con su vida al golpear la culata del arma el suelo y entrarle la bala desde abajo en la tetilla izquierda. La desolación fue tremenda. Un gran líder como aquél, muerto de aquella manera. Las acusaciones empezaron pronto, pese a que sus acompañantes sabían la verdad, y pese a que la CNT de Madrid no acusó a nadie en su primer comunicado, entre otras cosas porque conocía los hechos. Pero líderes maliciosos acostumbrados a pescar en aguas revueltas, pronto lanzaron acusaciones contra sus enemigos favoritos, los comunistas, quienes sin saber la verdad del accidente, se revolvieron recurriendo a la misma mentira, pero cambiando el enemigo favorito, los trotskistas. Un despropósito del que incluso surgieron posteriormente libros que pretendían demostrar la maldad comunista en estos hechos. En fin, mentiras y más mentiras alrededor de la trágica muerte de este héroe popular que fue despedido en Barcelona con realmente se merecía. En la imagen de su cortejo fúnebre, vemos unos milicianos muy característicos de la FAI combatiente, con la buena gorra de campaña de la CNT, y sobre todo, con un curioso bigotillo cuyo significado se nos escapa, al estar repetido al menos en las tres figuras de la derecha.

30.1.9 En un desfile por las calles de Madrid de las fuerzas del Quinto regimiento de los que tanto le gustaban a su primer comandante Enrique Castro Delgado, vemos a los oficiales del batallón Primero de Mayo. Todos marcan el paso con brío y ritmo y en cierto modo se adelantan al que será el saludo reglamentario del Ejército Popular, aunque habrá que llevar el puño a la sien.

30.1.10 El mismo desfile por la Puerta del Sol. Los milicianos marcan bien el paso, llevan el fusil aceptablemente y las filas parecen bien alineadas, aunque no han formado por alturas. Algunos llevan correajes, pero ninguno trinchas ni cartucheras y todos llevan gorrillo isabelino tan caro a toda fuerza armada de este país desde el siglo XIX. Yo diría que estamos en septiembre.

EJERCITO POPULAR

30.1.11 Estamos en noviembre de 1936. El Ejército Popular acaba de nacer y el nuevo reglamento se impone lentamente a la par que se numeran las brigadas donde se agrupan las antiguas columnas. Aquí vemos a los soldados de la columna Prada-Rovira formados para retirarse del frente y ser reorganizados. La tropa parece bien alimentada y bien pertrechada. Estos uniformes son prototípicos del Ejército del Centro.

30.1.12 Inequívoca tropa regular, donde no hay ni una concesión a la fantasía personal, desfila tras terminar la instrucción en un CRIM. Es la primavera de 1937, ha llovido y hay cierta fragilidad en estos soldaditos que se esfuerzan por desfilar marcialmente.

30.1.13 La Generalitat de Cataluña, y mientras el gobierno de la nación se batía desesperado en una multitud de frentes, pensó que lo mejor sería tener un ejército propio. Y puestos a la faena emprendieron una militarización paralela a la del gobierno, basada en divisiones de tres regimientos. Diseñaron un uniforme y un reglamento y llegaron a formar hasta 5 divisiones sobre el papel, arrejuntando las columnas de todo pelaje que pululaban por el frente aragonés. Esta militarización era muy suave, a gusto del consumidor, de modo que las unidades anarquistas más recalcitrantes apenas se quejaron, como harían posteriormente cuando llegase la militarización de verdad. Naturalmente, el gobierno de Largo Caballero, no podía permitir semejante disparate militar, y cuando su brazo se hizo lo suficientemente fuerte en Cataluña, acabó con este estado de cosas. Igual despropósito, aunque con mayor fortuna, había ocurrido con el ejército nacionalista del PNV de Aguirre en el Norte. Pero el brazo del gobierno nunca pintó nada en Bilbao mientras fue republicano. En la imagen, enviada por un lector y que apareció en la red, vemos a personal del Ejército de Cataluña en un cuartel de Figueras, concretamente de la 3ª división, 2º regimiento, 3º batallón. Es febrero de 1937. La imagen venía en muy mal estado y fue retocada.

30.1.14 Cuando la militarización gubernamental llegó a Cataluña estaba bien adentrado el año 1937. Y provocó multitud de incidentes entre las milicias anarquistas y poumistas. Pero finalmente fue aceptada como mal necesario por estas fuerzas. En la imagen, soldados del Ejército Popular Regular en un CRIM catalán forman para esta foto de propaganda.

30.1.15 Alumnos de la Escuela Popular de Guerra de Paterna desfilan el 17 de enero de 1938 ante una delegación de diputados laboristas ingleses. La formación es buena, los uniformes también.

30.1.16 En la guerra terrestre los soldados de infantería tienden a confundirse con la propia tierra cualquiera que se a la estación del año. Al final resulta difícil distinguir un bando de otro, como en esta imagen en la que si no fuera por el marchamo de la foto resultaría imposible saber de qué lado están luchando estos soldados.

30.1.17 ¡Vaya! Una rara imagen. Entrega de bandera de una unidad del XIX Cuerpo del Ejército Popular en la plaza mayor de Torrebaja (Valencia). La formación es prácticamente impecable, excepto los cascos, que los hay de todos los modelos. Nadie es perfecto. La imagen es de J. Sanchís. Fotografía de guerra (1937-38) Biblioteca valenciana.

30.1.18 La uniformidad del frente del Ebro estaba condicionada por dos factores. Primero y principal, la falta de materias primas textiles que obligaba a las fábricas del ramo a trabajar con prendas en las que se ahorrara tela, como gorrillos, camisas, camisolas, chaquetas, etc... Y, segundo, la canícula que hacia que los soldados fueran arremangados y descamisados. Otro factor, más, el Ejército del Ebro aguantó toda la campaña con la misma impedimenta (de julio a octubre) como se aprecia en todas las imágenes. El mejor ejército que nunca tuvo la República, ¡y Cataluña! andaba escaso de todo. Y se apaño con lo que tenía, primero para darles badana a las tropas de Yagüe, y segundo para aguantar como leones la brutal artillería aérea y terrestre y las embestidas de la tropa de choque franquista, la última que les quedaba a los rebeldes después de la sangría de Valencia. En la imagen soldados del V Cuerpo se fotografían próximos a la boca del tunel donde se refugían de los ataques aéreos cuando están descansando en retaguardia.

30.1.19 Esta compañía de una de las brigadas mixtas que trataron de tomar Cerro Rojo, pasa revista en formación con una más que aceptable uniformidad. De todos los soldados en la imagen sólo tres no levan el casco Adrián.

30.1.20 Por la carrera de San Jerónimo desfilan los gastadores de un batallón de pontoneros del Ejército del Centro.

30.1.21 Estupendo encuadre de este tanque y la infantería de acompañamiento. Es invierno, hace frío, pero todo el mundo va bien pertrechado. Han corrido muchos tópicos sobre el E.P en lo referente a vestuario: Soldados en alpargatas, gente en camiseta, cada uno como le daba la gana, etc... Al miliciano y al soldado republicano, nunca le faltó la ropa. Sí es que es cierto que tenía menor uniformidad que los rebeldes, pero en general, el calzado y la ropa eran de mejor calidad. Y sólo es a finales de 1938 con la pérdida de las centrales eléctricas del Pirineo, cuando la industria textil catalana entra en crisis irreversible, crisis de materias primas, al cortarse el territorio republicano en dos y crisis energética como decimos. Pero ya quisieran los rebeldes la calidad de prendas que se ve en el Ejército del Centro, pese a la menor uniformidad que señalamos. En cuanto a las denostadas alpargatas, siempre fue el calzado reglamentario del ejército español en el estío. Eran frescas, baratas de reponer y daban trabajo a multitud de pequeñas empresas de calzado del esparto de Cataluña y Levante. Pero siempre hay un ignorante que ve a un ejército en alpargatas, en vez de un ejército en verano.

30.1.22 En la despedida de las Brigadas Internacionales en Barcelona se reunió alrededor del gobierno, la flor y la nada de los mandos del E. P. del Grupo de Ejércitos de la Región Oriental, esto es, Cataluña. Vemos al general Vicente Rojo, jefe del Estado mayor Central, con su chaqueta de cuello cerrado, sus pantalones montar y su gorrillo isabelino. a su lado Modesto, ya coronel, jefe del Ejército del Ebro, con la misma chaqueta, el mismo gorro pero pantalones normales. En el centro, y con las manos en los bolsillos, el inefable teniente coronel Lister con su chaqueta abierta, y con camisa y corbata. Dos puestos más alla, El comisario general Osorio, a su lado el subsecretario de Defensa, Coronel Cordón, y verdadero artífice del Ejército del Ebro. A su lado el pequeño de estatura pero grande de corazón el comisario de división Álvarez, sin gorra. Detrás y viéndose apenas, Luigi Longo, conocido por Gallo, y un poco más detrás la calvorota de Andre Marty. Todos van perfectamente uniformados y representan la élite del Escudo de la República, el Ejército Popular en Cataluña.

30.1.23 Un grupo de oficiales de Estado Mayor y de mandos de batallones de la 43 división posan con una sorprendente uniformidad que recuerda un poco las tropas profesionales de antes de las guerra, en al menos un par de individuos.

30.1.24 Soldados republicanos, hartos de mili, mezcla de veteranos y bisoños aceleradamente instruidos se preparan para una ofensiva local en los alrededores de Fraga tras la rotura en dos del territorio republicano. Capa y Hemingway estaban allí. Los soldados visten como pueden, luchan valientemente y mantienen las filas.

30.1.25 El comisario de brigada José Fusimaña, obrero catalán que murió combatiendo a los alemanes en Rusia al mando de una unidad de guerrilleros, muestra su uniforme de comisario en reglamentario paño negro. En el centro, Lister, aun de mayor, con su camisa y corbatas ajenas al reglamento. Y a la derecha, el comisario de brigada Álvarez con una cazadora de cuero muy al gusto de la época. La foto presenta un cierto enigma en fecha y lugar. Hay una casa en ruinas detrás, y salvo que sea ruina natural, esto quiere decir que la foto fue hecha cerca del frente. Por otro lado, Fusimaña no se incorporó al V Cuerpo hasta Belchite, pero vistos los uniformes, estamos en otoño, por tanto se trataría del Frente de Aragón en el otoño de 1937, o quizá en la concentración de tropas del Ejército de Maniobra, preparativo de la ofensiva de Teruel.

BRIGADAS INTERNACIONALES

30.1.26 Esta excelente imagen de miembros de la XIV Brigada Internacional en el frente de Córdoba en diciembre de 1937 pertenece al archivo del general Walter, unas 300 imágenes del fondo del Centro de Documentación de las Brigadas Internacionales, hospedado en el Archivo Histórico de Albacete. La imagen es muy interesante en cuanto a uniformidad. Para empezar desmiente categóricamente que los internacionales, al igual que los soldados del E.P., iban como les daba la gana. No parece el caso, ni en esta imagen ni en todo el archivo Walter. El armamento es un poco dudoso, no son Moisin-Nagant, diría que se trata de fusiles Mauser alemanes "Spandau" del modelo 1888 que llevaba una camisa protegiendo el cañón, y que es contemporáneo del Mauser "Kommission"" del mismo año que dio bastantes problemas

30.1.27 No sabemos a que Brigada Internacional pertenecen estos soldados que saludan en las Casa de Campo de Madrid. Quizá sean franceses de la XIV BB.II. por la forma de saludar mezclada con el puño cerrado del E.P. La uniformidad es buena, pero sin duda estamos cerca del frente.

30.1.28 Los tanquistas rusos venían de instructores, pero cómo sería la cosa que tuvieron que ponerse a combatir. En la base de carros de Alcalá de Henares recibieron la visita de Largo Caballero. Los tanquistas formaron en un parque de la ciudad alcalaina, para ser revistados.

30.1.29 Voluntarios internacionales de la XV Brigada Internacional posan para destacar la presencia de diversas razas. La uniformidad es muy aceptable.

30.1.30 Miembros del batallón británico de la XV Brigada Internacional posan para el fotógrafo. Pese a todo lo que se ha dicho sobre lo desarrapados que eran en este batallón, aquí vemos que no.

30.1.31 Este voluntario alemán no pertenece a la Legión Cóndor, es un internacional de la IX Brigada. ¡Quién lo diría! Parece que a los alemanes les sientan bien los uniformes en cualquier ejército.

30.1.32 Voluntarios franceses del batallón Comuna de París de la XI Brigada Internacional se dirigen al frente en formación de marcha. Destacan sus vistosos coletos de cuero que además de otras imágenes tomadas la misma jornada, no se vuelven a ver en otras imágenes.

30.1.33 Brigadistas no identificados posan para el fotógrafo en uniforme de paseo. Ignoramos, fecha, lugar y unidad.

30.1.34 En el Albacete republicano, base primero de los batallones de voluntarios del gobierno Giral, y base después las Brigadas Internacionales, posan para Luis Escobar, un magnífico fotógrafo local, estos brigadistas no identificados en una parada militar en un parque de la ciudad. Escobar si vio obligado a destruir sus negativos por miedo a los franquistas al final de la guerra.

30.1.35 Miembros de la compañía de ametralladoras del batallón canadiense Mackenzie-Papineau posan tan campantes para el fotógrafo, luciendo estandarte y montaje AA.