Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores

21.- TE RECUERDO ESPAÑA

Gentes y cosas de un tiempo pasado.

21.1 Jean Laurent fue un francés que se afinco en Madrid en 1843 y que tras casarse con la viuda del un pastelero decantó por la fotografía. Alcanzó gran notoriedad y vendía sus cartulinas en una tienda que abrió en París. Paisajes y sus gentes eran sus objetivos. Esta imagen, una yunta en Toledo en 1892, está guardada en la Hispanic Society de Nueva York.

21.2 Paisanos de Quero, Toledo en 1892. Evidentemente se trata de campesinos ricos posando con sus mejores galas. Todos están saludables y bien alimentados.

21.3 Arsenal de la Carraca, Cádiz, con el crucero Princesa de Asturias en la grada y diversos buques atracados. Es finales de siglo XIX.

21.4 La Rambla de las Flores en Barcelona en 1910

21.5 Kurt Hielscher era un joven e inquieto alemán que viajaba por España cuando estalló la gran guerra. Ante la imposibilidad de volver a su pais se dedico a recorrer el nuestro sacando magníficas fotografías de la España de 1915. En la imagen, una sevillana le pega a la guitarra con su mejor traje.

21.6 Joven lagarterana con vestido tradicional. Un vestido como este valdría hoy en día unos 12.000 euros.

21.7  La mezquita de Córdoba. Vista desde el coro.

21.8 Las Hurdes 1915 y en todo su esplendor de aislamiento y abandono. Al hilo de esta imagen me viene al recuerdo una anécdota que se contaba en mi casa cuando yo era niño. Dicen que la contó Marañón en el viaje a las Hurdes que protagonizó Alfonso XIII. El caso es que iba la comitiva sobre caballerías y tras pararse en una aldehuela como la de la imagen para tomar un refrigerio, le apeteció al monarca un café. Llamaron al alcalde del pueblo y presto y diligente, el buen hombre que nunca se había visto en otra más difícil, servirle un café al rey, se apresuró y al poco volvió con una estupendo café de puchero que los presentes pronto deleitaron. Pero al rey, de gran capricho, como es conocido, le pedía el cuerpo un café con leche. Así que de nuevo nuestro buen alcalde partió raudo para su casa. Al poco regreso con gran cara de satisfacción y con otro pote de café, esta vez con leche. Lo tomó el rey y le gustó. Y viendo el alcalde la cara del monarca atreviose a decir con cierto orgullo. ¡Y la leche, de confianza! Y, entendieron todos, que como solía ocurrir en el gremio de los lecheros, en aquellos tiempos y en todos, ciertamente, que la leche era pura de vaca, sin agua. Y todos asintieron. De nuevo el alcalde agradeció las muestras de cortesía y envalentonado le dijo orgulloso al mismo rey: Es de mi mujer, y si vuesa merced encuentra calostros, no se apure, es que está recién parida...

21.9 Novillada en la plaza mayor de Pasajes

21.10 De nuevo Jean Laurent, esta vez en Cogolludo (Guadalajara), donde en el palacio se ha instalado una posada, abrevadero incluido.

21.11 Emmy Klimsch era una alemana residente en España y de familia de banqueros que tenía afición a la fotografía y que dejó un gran archivo de imágenes de la España (principalmente Madrid). En la Imagen, el famoso restaurante la Bombilla, lugar de reunión nocturna de ricachos y golfos en el Madrid de principios del XX (1919)

21.12 Leganés en 1920. Quién lo diría...

21.13 En la pradera de San Isidro los madrileños disfrutan de la fiesta, de los churros, dicen que los mejores del mundo, y de las atracciones. Es 1920

21.14 Constantino Suárez fue un fotógrafo gijonés que trabajo toda su vida en la región y que al llegar la guerra civil continuó con su meritorio trabajo ilustrando el conflicto desde el lado leal. Al termino de la guerra fue encausado y depurado, privándole de su profesión como al mismo Alfonsín o a Centelles. Su labor nunca fue reconocida económicamente y sólo en su ancianidad le fue reconocido su valor profesional. La fábrica de Moreda. Gijón 1925. Manejando el convertidor en la fundición.

21.15 Distintas imágenes de la Casa de Fieras del Retiro, auténtico antro para los animales y que personalmente conocí en los sesenta-setenta. Las instalaciones eran de vergüenza y los animales estaban enfermos, y lo que es peor, locos. Las imágenes son de 1927.

21.16 Madrid. El Rastro en 1930 y el héroe de Cascorro en la guerra de Cuba, Eloy Gonzalo, al fondo.

21.17 El madrileño rio Manzanares a la altura de El Pardo en una imagen impensable hoy. 1931

21.18 Sevilla 1931. El puente de San Telmo durante las pruebas de carga.

21.19 15 de abril de 1931. Madrid. Proclamación de la II República. Los guardias urbanos se pasean en camión con sus banderas y bien contentos.

21.20 Joaquín Arnau era un fotógrafo catalán afincado en la Mancha desde 1928, concretamente en Quintanar de la Orden, donde ejerció el oficio. Se sabe que Arnau trabajó en 1932 para la Hispanic Society por mediación de la fotógrafa Alice D. Atkinson. Se le pidieron medio centenar de fotografías que acercaran al publico americano a los escenario de Don Quijote. En la Imagen, la plaza de la Morenita en El Toboso, en 1932. Javier de Quintanar tiene una página donde aparece este fotógrafo durante la guerra civil española.

21.21 Madrid, julio de 1934, la terraza del bellas Artes, casi como la de ahora, pero sin una señora.

21.22 Contraste brutal entre la imagen de arriba y esta. Tiernos infantes deslomándose para llevar un jornal en la recogida de la naranja valenciana en 1933. Los niños trabajaban proporcionalmente más que los adultos, dadas sus escasas fuerzas, pero cobraban menos de la tercera parte. Con la reforma laboral y otros recortes de derechos volveremos a esto, y ¡que se jodan!, verdad señora...

21.23 Estos arrapiezos hacen lo que mejor saben, escolingarse del tranvía. Es Madrid, es 1935, el bienio negro, y cuidado con el picoleto, chavales...

21.24 Don Manuel Azaña, en un mitin del partido Izquierda Republicana en 1935. Observe el lector el modernísimo micrófono al ojal.

21.25 La empresa EDIMAT editó un completo libro sobre tranvías de Madrid del entendido autor Carlos López Bustos, que incluyen estupendas imágenes. Esta pertenece a la portada, donde vemos un coche y otro de taller. Cuando yo era un chavea, en Madrid quedaban pocas líneas de tranvías, la 77, que hacía Pueblo Nuevo-Ciudad Pegaso, la 70 que hacía Plaza Castilla-San Blas, la 75 que hacía Ventas-San Blas, la 73 Estrecho-Peña Grande y la 78 Estrecho-Fuencarral. El billete costaba 1,50 Ptas. Los coches eran de tres puertas, y contaban con conductor y cobrador. Los empleados llevaban un uniforme azul con una característica gorra, y era corriente que el "trole" se saliera del cable. Los pasamanos estaban helados en invierno y siempre había un par de asientos reservados para los caballeros mutilados, que eran los del bando franquista. Los viajeros siempre cedían el asiento a las mujeres, más si estaban embarazadas o eran ancianas, a los propios ancianos, y a los tullidos y mutilados, que nadie les preguntaban el motivo, ni la guerra, ni nada parecido. Eran tiempos fríos, grises, de miedo a los uniformes verdes, azules, marrones y hasta negro sotana. Eran malos tiempos, de gran temor a todo lo que sonara a autoridad, pero había buena educación, mucha solidaridad entre pobres, y una cierta inocencia que ya sólo se encuentra en el tercer mundo.

21.26 Tranvía en el Madrid de 1940. Y me quejaba yo en los setenta cuando iban abarrotados.

21.27  La fábrica de armas de Trubia construía cañones antiaéreos de patente alemana, los famosos ocho con ocho en los años cuarenta. La imagen corresponde a un convoy de estas armas listas para ser entregadas a las autoridades. Ignoro dónde se construía el sistema de puntería, que en su tiempo era de los más avanzados.

21.28 Presos políticos se cortan el pelo en la cárcel de Porlier en agosto de 1941, bajo el lema ese. Pues ni grande, ni libre.

21.29 José Vélez Abascal, fotógrafo en Asturias durante el franquismo nos trae en el Oviedo de 1960, el restaurante "La Gruta" que poco se parece a las estupendas instalaciones actuales.

21.30 No son guardaespaldas sicilianos, no señor, son curas en la semana santa de Vitoria en 1962. Pero yo saldría corriendo si me los encontrara una triste noche de Viernes Santo. La Semana Santa era terrible en nuestro pasado reciente. Toda España era un campo de contrición donde no había cine, ni bailes, ni teatro. Esto para las clases medias, porque los ricos de verdad y los pobres maldito el caso que le hacían a los curas. Y en el caso del alivio de la entrepierna por vías mercantiles, la actividad era mayor en la Semana Santa pues al no haber en qué entretenerse, la gente siempre recurre a la entrepierna. Y es que a los curas estas disciplinas siempre les salen al revés, aunque a ellos también les importaba un bledo siempre que hicieras como que sí.

21.31 Manuel Iglesias, conocido fotógrafo español, se lució como nunca con esta simbólica imagen.