Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores

                    11.- El frente Norte

11.4.1 Barcaza tanque Trubia en los talleres. Quizá en Asturias o quizá en Bilbao.

Unidades y medios blindados en el Norte.

En el norte republicano existían algunas piezas experimentales de escaso valor militar pero existía una incipiente industria que en buenas manos podría desarrollar algún proyecto de material blindado o continuar mejorando el proyecto existente. El material recibido en el Norte es bastante variable en cuanto a cantidad y calidad. Dentro de la operación X (Armas para España) desde Rusia con amor pero a tocateja, el expediente Y-7, el vapor Andreiev, llegó a Bilbao el 1 de noviembre de 1936 cargadito de armas, aviones y 30 autos blindados con su dotación de combustible y munición y un grupo de asesores rusos. Se trataba de 20 BA-6 y 10 FA-I, que fueron repartidos a razón de 10 BA-6 y 5 FA-I para Euskadi, 7 BA-6 y 3 FA-I para Asturias y 3 BA-6 y 2 FA-I para Santander [CIUTAT 1978 P42] 1 Este reparto tan poco salomónico de las mejores armas llegadas al Norte indica cómo andaban las cosas en el terreno militar en estos tres reinos taifas. Aún la República pudo adquirir para el Norte una partida de 32 piezas de la Gran Guerra que llegó a finales del mismo mes en el Andra a Santander con 32 carros Renault en muy mal estado. De estos no sabemos el precio pero nos lo imaginamos.

11.4.2 Un Somua-Naval destruido en la campaña vizcaina.

El Batallón de autos blindados.

En toda la zona republicana, los talleres metalúrgicos parece que se vieron impelidos por el ardor miliciano a construir ingenios blindados basados en coger el chasis de un camión o autobús y ponerle planchas recortadas de hierro hasta conseguir una especie de funda blindada que permitía cierta seguridad a los milicianos de su interior. También se dotaba de troneras para la fusilería y hasta de torretas para ametralladoras. En general, los motores de los camiones apenas se arrastraban por carretera y menos los ingenios de primera hora, que eran realmente camiones protegidos popularmente llamados “tiznaos” en la zona centro, y de aparatosas dimensiones y que dadas las muchas fotografías donde aparecen despanzurrados, debían ser fácil blanco para la artillería. La evolución fue a ingenios más pequeños y mejor armados. En el País Vasco, destacaron los talleres de la Compañía Euskalduna, la Compañía Española de Construcción Naval de Sestao, los Talleres Echevarría y otros como los fabricados en Placencia de las Armas. Tan pronto como empezaron a salir de los talleres vizcaínos estos blindados de fortuna se formó la unidad, pomposamente llamada Batallón de Autos Blindados, que llegó a tener 25 piezas de todo tipo, pero sobre todo los Somua-Naval con chasis de autobuses. Esta unidad participó en la ofensiva de Villarreal donde perdió al menos cuatro piezas y fue disuelta cuando se formó el Regimiento de Carros de Combate. Las existencias se repartieron entre los sectores del frente vizcaíno.

11.4.3 Cuatro FT-17, dos tiznaos y un tractor en un taller de la Navald e Sestao

El Regimiento de Carros de Combate del Norte.

En el Norte se formó la primera unidad blindada real, un regimiento de carros de combate quería ser, con tres batallones blindados formados por unos 16 Renault operativos (11 con cañón de 37 mm.y 5 con ametralladora polaca) más los Trubia, en sus distintas versiones, existentes y fabricados, unos 8, y varios Landesas ya existentes que eran en realidad tractores armados. Se completaron al parecer sólo dos compañías. La compañía con los carros realmente útiles, 10 piezas, se enviaron a Asturias como apoyo a las escuálidas fuerzas blindadas asturianas, a la sazón un Trubia que se había averiado y una colección variopinta de tiznaos. La actuación de la unidad de orugas en la zona de Ventanielles fue muy mala y finalmente fueron retirados. Era un material muy viejo y muy mal mantenido. El segundo envío de 32 FT-17 venía en idénticas condiciones. Fueron adscritos al regimiento y nueve de ellos pasaron a talleres de reparación. El regimiento se organizó con dos batallones como ya dijimos. El primero de tres compañías con los carros Renault de 10-12 piezas cada. El segundo batallón se formó con los blindados rusos en dos compañías. Esta unidad se conformó realmente como una unidad administrativa de dos batallones orgánicos, pues las compañías fueron repartidas en los tres Cuerpos. Hay que hacer notar que había muchas piezas en los talleres de la Constructora Naval de Sestao para su puesta a punto. El gobierno vasco realizó un notable esfuerzo para hacer operativas sus fuerzas blindadas, pero lo tenía todo en contra. Apenas había porta tanques con potencia para circular por las empinadas carreteras vascas. Caso de no usarse porta tanques, las piezas llegaban averiadas, con sus embragues quemados, lo que fue muy corriente dada la escasa relación de potencia de las maquinas (CV contra Tm.) y la impericia de sus conductores. Esta fragilidad hacía que cualquier acción necesitase un permanente servicio de remolque para no tener que abandonar las piezas. Quedaba muy claro que el material más dúctil era el soviético. De hecho se dieron instrucciones para una especie de guerra blindada por carretera que consistía en poner en cabeza los BA-6 y los FA-I, detrás los carros orugas disponibles, a su trasera los servicios de recuperación, y a la cola camiones protegidos con la infantería. Esto era un imposible. En cuanto la artillería rebelde alcanzaba una pieza, el resto de la cola quedaba bloqueado. Y si el ataque era aéreo la situación se volvía endemoniada pues los pilotos de la Condor, iban siempre a por los últimos de la columna, con lo que no había manera de retirarse. Los rebeldes por el contrario disponían de medios ligeros de orugas más rápidos, tanto alemanes como italianos, lo que les permitía maniobrar en campo abierto, todo el poco campo abierto que hay en el norte español, aunque tampoco les sacaron mucho provecho, también andaban escasos de piezas. Desde luego, Vizcaya no era Abisinia. En general, los medios blindados republicanos del norte funcionaron bien como guardianes de nudos de comunicaciones, para proteger retiradas, o en ataques de flanqueo a la contra, la especialidad republicana.

11.4.4 Varios Trubias en un acuartelamiento de Bilbao.

El Batallón de Carros de Combate (Norte)

Tras la pérdida de Bilbao y en el impase mientras los rebeldes se reorganizaban para su ofensiva sobre Santander, los republicanos hicieron lo mismo. El regimentó de carros se le dio a Alfredo Samaniego. [CIUTAT 1978] El nuevo batallón de Carros de Combate (orugas) se le dio a Valeriano Marquina que venía del Estado Mayor de Ibarrola. Era Inspector General de Blindados el teniente coronel Fantova que tenía experiencias en estos medios bélicos. Consciente Fantova de lo que se avecinaba, quiso reorganizar la unidad, concentrarla y distribuir las máquinas de forma mixta en grupos de combate que tendrían materiales rusos, Renault y Trubias. El reformado regimiento disponía de 45 Renault, 15 BA-6/FA-I rusos y 10 Trubias3 distribuidos como decimos en tres grupos, Mataporquera, La Población y San Pedro del Romeral. [SAIBIGAIN 2018] (1)

 El historiador militar Cardona vuelve a fiarse de los historiadores franquistas y nos asegura que en el Andreiev llegaron 14 T-26. El pone B-26B, pero suponemos que es una errata. [CARDONA 2006 P160] (2)

(1) 5 Trubias habían sido reclamados a los asturianos con gran disgusto de estos.

(2) Lucas Molina, un historiador pro franquista especializado en armas de la GCe pero muy pulcro con sus cifras, no alude al supuesto o supuestos T-26 en el Norte en su reciente trabajo en la Revista de Historia Militar. Esto significa que esta historia de los T-26 en Euzkadi tiene los días contados. [MOLINA 2022] Molina es el Boss entre los historiadores militares favorables a los franquistas. Y esto no es una crítica a su ideología. Tampoco yo renuncio a la mía.

11.4.5 Auto ametralladora-cañón ruso tipo BA-6 en un acuartelamiento de Bilbao

Es entonces, cuando se produce un enfrentamiento relativamente masivo entre las fuerzas del Regimiento de Carros del Norte y las tanquetas italianas Fiat-Ansaldo en las cercanías del balneario de Corconte cuando el grupo blindado de Mataporquera se vio en apuros con grave riesgo de copo, y las maquinas de La Población salieron por sorpresa de las arboleda del balneario deteniendo en seco a las tanquetas italianas, y aunque con pérdidas, la acción permitió al grupo de Mataporquera retirarse. Aún esta nueva unidad protagonizó algunas emboscadas más en la batalla por Santander. [PEREZ 1995] Según un documento del Ejército del Norte el batallón de carros de combate estaba orgánicamente compuesto de:

Dos compañías de tanques Renault FT-17, con 35 piezas

Una compañía de AAC rusas, con 15 BA-6 y FA-I

Tres compañías de tanques Trubia de la serie Naval, lo que supondría 45 piezas. Más que dudoso.

El experto en artillería, Antonio Mortera duda de que se llegaran a fabricar en la Naval de Sestao 45 piezas, y probablemente la serie de este Trubia vasco no llegara a los 15, 12 más probable.

11.4.6 BA-6 en Asturias preparándose para la ofensiva bajo la lluvia.

Medios blindados en Asturias

El 18 de julio existían en Asturias cuatro blindados de oruga. Los correspondientes al modelo Trubia con un motor de 75 caballos de la serie inicial o A. Tres estaban depositados en el regimiento de Infantería Milan nº 32 de Oviedo. El cuarto se encontraba en la factoría de Trubia. Al inicio de las hostilidades, los rebeldes de Aranda usaron los Trubia para fortalecer el anillo defensivo, uno en el Campo de los Patos y los otros en el barrio de la Argañosa, donde cumplieron su función como blocaos móviles. El 22 de agosto en una salida de los rebeldes los usaron para proteger la infantería, quedando uno de ellos muy dañado que fue desguazado. Los republicanos también perdieron su pieza en el ataque del 10 de septiembre y un tractor armado Landesa de los dos que tenían. En cuanto a posibles autos blindados Bilbao del grupo 10 de la Guardia de Asalto, no sabemos si contaba con estas piezas, aunque no se han visto imágenes de su uso, lo que en general, en una guerra tan fotografiada desde primera hora, hace su presencia bastante difícil. A los pocos días del inicio de la guerra, los talleres metalúrgicos asturianos comenzaron su producción de autos blindados, la Constructora Gijonesa Juliana S.A., Duro Felguera, y la Fábrica de Mieres S.A. sobre todo. Varios de ellos recién terminados intervinieron en el asalto al Cuartel de Simancas. [MARIN-MATA 2008]

A primeros de noviembre llegaron al Norte 30 autos blindados del tipo Autoametralladora Cañón rusos, como ya hemos dicho, y en el reparto le correspondieron a Asturias 7 BA-6 y 3 FA-I con los que al igual que en Bilbao y Santander se formaron las tres compañías de autos blindados (una por provincia) que formaron el batallón orgánico de AAC. Con los Renault llegados un mes después se formó un batallón de blindados de oruga cuyas mejores piezas fueron enviadas a Asturias para intervenir en los ataques de mediados de noviembre que a punto estuvieron de tomar Oviedo.

Los Renault dieron mal resultado en la batalla por Oviedo y fueron posteriormente reclamados por los vascos, quedando la compañía de AAC y los tiznaos como únicas fuerzas blindadas en Asturias. Quedó bien evidente que estos ingenios rusos eran mucho más eficientes y adaptables a la orografía asturiana, donde las fuerzas de ruedas cumplían muy bien su papel de salvaguardia de cruces de camino, amén de cubrir los repliegues con seguridad.

Se sabe que la fábrica de armas de Trubia recibió peticiones para la reparación y fabricación de carros de combate del tipo Trubia en fecha tan tardía como julio de 1937, y que no se sustanciaron en nada en aquellas instalaciones tan precarias bombardeadas de día y dicen que saboteadas sutilmente de noche, cuando los turnos funcionaban, por dirigentes secretamente pro rebeldes. (1)

(1) Este fue el caso de su director, el coronel Franco Mussió, al que se acusó de sabotaje y que de hecho fue llevado al Tribunal Popular de Gijón, que lo absolvió en una dura polémica entre comunistas acusadores, probablemente con buenas razones ante el escándalo de tan escasa producción, y de otro lado, sus defensores, el Partido Socialista y otros republicanos. Lo curioso es que Franco Mussió que antes de la guerra se conjuró con Aranda, al final de ésta se le encargó el mando militar de Gijón los últimos días republicanos en Asturias, mientras casi todos los dirigentes huían, lo curioso es, decimos, que los franquistas tardaron pocos días en fusilar al coronel Franco Mussió. No le perdonaron su defección. Así que, agente de Franco no era, simpatizante de la República tampoco, aunque supo morir con dignidad por ella. Lea un trabajo sobre su proceso.

11.4.7 La dotación asturiana de un BA-6 y su infantería de apoyo. Ofensiva de noviembre del 36 contra el Oviedo arandino.

Desde mediados de noviembre, los republicanos atacaban Oviedo. El 30 de noviembre se produjo una nueva ofensiva que había sido preparada por el Estado Mayor del Cuerpo asturiano y con la intención de que coincidiera con la ofensiva de los vascos sobre Vitoria. La idea de maniobra era sencilla, ocupar el Monte de los Pinos para cortar las comunicaciones rebeldes entre Oviedo y el Escamplero. En esta operación, la compañía de Autos Blindados rusos se dividió en dos secciones, la Primera, con los BA-6, con su poderoso cañón de 45 mm. apoyó al batallón nº 33 de las MAOC mandado por el mayor de milicias Barzana. La otra sección quedo en reserva para futuras necesidades. [RODRIGUEZ 2007]

Estas acciones desde el punto de vista de los elementos blindados no fueron significativas, aunque el 5 de diciembre, tras ocupar los republicanos el pico del Otero, los autos blindados y algún carro de oruga consiguieron amenazar el P.M rebelde de Santullano. [RODRIGUEZ 2007]

Desgraciadamente, todo este esfuerzo ofensivo se perdió por los acertados contraataques de las tropas de Aranda que sabían muy bien, dónde y cómo hacerlo para recuperar la mayoría de las posiciones perdidas en estas ofensivas. Políticamente estas fallidas ofensivas de finales de año provocaron una grave crisis en el Consejo de Asturias y León con resultado de nuevo gobierno.

A principio de 1937, el Estado Mayor del Ejército del Norte preparó ofensivas generales para cada uno de sus tres Cuerpos con la finalidad de fijar al enemigo, mientras preparaba una reserva de brigadas de las tres provincias para iniciar una ofensiva en Oviedo con fuerzas vascas, santanderinas y naturalmente asturianas. Para ellos el regimiento de carros del Norte envió dos compañías, una de orugas y otra de ruedas.

Para la comandancia de Lugones-Colloto se proporcionó a la 5 Brigada Asturiana tres carros de orugas y un tren blindado manejado por la CNT (1) que tuvo gran protagonismo pero que fue alcanzado por la artillería de Aranda y hubo de retirarse. A la comandancia de Oviedo se le agregaron doce piezas entre orugas y ruedas.

(1) La CNT de Gijón fue la más empeñada en fabricar camiones protegidos, “tiznaos” que fueron usados con relativa frecuencia pero que eran fácil blanco para los artilleros de Aranda.

11.4.8 El Trubia original modelo de 1926 en su versión A4 ya terminado en la Fabrica de Armas. Se trataba de un modelo pobre, sin visión de futuro y sin uso militar real más allá de demostraciones.

A medida que la ofensiva republicana iba reduciendo el anillo defensivo rebelde, su resistencia se hacía más tenaz, pues Aranda impuso una disciplina de sangre y fuego. En el ataque al convento de las Adoratrices que pese a estar en ruinas ofrecía unas poderosas defensas, se ordenó a una sección de AAC rusos encabezar el ataque. La disposición de las maquinas rebeldes impidió el avance de la infantería y el objetivo no se pudo tomar pese a la buena intervención de la sección blindada. El periodista Juan Antonio Cabezas glosó la heroicidad de las tripulaciones en esta acción que presenció personalmente como corresponsal de Avance. Aranda recibió refuerzos y pertrechos suficientes para aguantar el chaparrón hasta que los republicanos detuvieron la ofensiva.

Comenzó entonces la ofensiva rebelde contra Bilbao y las unidades blindadas “prestadas” fueron reclamadas por los vascos. Además se enviaron brigadas asturianas para reforzar el frente vasco. La pérdida de Bilbao no significó la destrucción del batallón de Carros de Combate que logró preservar muchas de sus piezas.

No se sabe que en la pequeña ofensiva de agosto del Ejército Popular asturiano contra el pasillo de Oviedo intervinieran unidades blindadas del batallón de carros blindados, aparte de las piezas “propias” de ruedas de origen ruso.

A la caída de Santander, el batallón de carros, bastante mermado consiguió salvar parte de sus unidades y alcanzar las líneas republicanas, donde ya no tuvo actuaciones significativas mas allá de las puramente defensivas.

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