S.B.H.A.C.

Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores

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5.1-FUERZAS AÉREAS DE LA REPUBLICA ESPAÑOLA

5.1.1 El que fue jefe de escuadrilla de la 2º de Chatos, Vinyals posa perfectamente pertrechado junto a su Chato (I-15)

5.1.2 Tres pilotos también perfectamente pertrechados, con sus paracaídas y sus buenas botas de vuelo, posan para el fotógrafo en posición de revista, en esta foto de propaganda.

5.1.3 Pilotos de la escuadrilla de Lacalle (arriba el segundo por la derecha), a la derecha de Lacalle, Castañeda, el del pelo blanco, agachado, Harold Dahl. En el extremo izquierdo, Frank G. Tinker. A la vera de Castañeda, el más pequeño, Gil.

5.1.4 Una escuadrilla del grupo 24 de bombardeo delante de un Katiuska Tupolev SB-2. Los hombres llevan excelentes prendas de cuero, botas, manoplas, gorra de vuelo, etc...

5.1.5 Pese a la mala calidad de la fotografía, el documento es excepcional. Frente de Teruel, febrero, soldados de la legión Cóndor y soldados rebeldes, observan los restos de un Chato y de su carbonizado piloto. Observe el lector, que excepto, los alemanes, cada quisque va uniformado como le viene en gana, o como buenamente puede, que es lo más probable.

5.1.6 Este Bombardero Potez 54 de origen francés que ha caído sobre la panza es observado con curiosidad por paisanos y militares. Según Salas el Potez 54 matriculado N fue derribado por un Chirri el 30 de octubre de 1936.

5.1.7 Un grupo de aspirantes a pilotos de caza en uno de los cursos seguidos en la URSS se fotografía para el recuerdo, seguramente, deseosos de terminarlo para volver al suelo patrio y practicar las enseñanzas. Todos jóvenes, todos voluntarios, todos delgaditos. Republicanos, en suma.


Hemos recibido:

Hola, mi nombre es Ángel Hermógenes Rodríguez, y llevo el nombre de mi padre, Hermógenes Rodríguez, piloto republicano y el segundo desde la derecha en la fila de agachados en la fotografía 5.1.7, Fuerzas aéreas de la República Española. He encontrado su web por casualidad, y al encontrarme con esa fotografía y leer el texto de apoyo, he pensado que quizás les interesaría saber algo más sobre ese grupo: ninguno de ellos volvió para poner en práctica lo que aprendieron en la academia de vuelo de Kirovabad, en el Cáucaso. Les cogió allí el final de la guerra (a mi padre le dieron la noticia durante un ejercicio de vuelo) y los que no escogieron integrarse en el ejército soviético ni incorporarse a las fábricas permanecieron allí como 'invitados' (el gobierno de la República había pagado una gran cantidad en oro por su formación) hasta que se convirtieron en una molestia y los enviaron al gulag, en Karaganda, desde donde iniciaron una larga odisea de 14 años a través de numerosas cárceles y campos de trabajos forzados en toda la URSS, desde Odessa hasta Magadán, en Kolima. En su cautiverio vieron llegar a los prisioneros de la División Azul, con los que fueron repatriados en el año 54 en el famoso barco Semiramis. En la época, Franco utilizó la repatriación de los presos españoles como una gran maniobra de propaganda, incluso existe un Nodo sobre la llegada del barco... Pero no se hizo ni mención de que parte del grupo eran pilotos republicanos, que ayudaron a los presos de la División Azul a su llegada, llegando a salvar la vida del famoso capitán Palacios (de quién sus propios hombres afirmaron que fue un cobarde y que se escondió en la batalla de Krasny Bor). Asimismo, su liberación se logró debido a la toma de conciencia de la comunidad internacional sobre la existencia y penosa situación de presos españoles en los gulag gracias a las cartas clandestinas a la Cruz Roja Internacional que mi padre y sus compañeros lograron sacar a través de repatriados alemanes.

Es una triste historia que aún hoy día, cuando ya sólo queda uno de ellos con vida, es prácticamente ignorada.

 Un saludo cordial.

5.1.8 Una de las mejores virtudes del Chato (I-15) era precisamente la que aquí vemos, su asombrosa capacidad de ascensión. Esta versatilidad le hacía muy peligroso frente a su de normal adversario, el Chirri (Fiat 32) de los rebeldes, que a pesar de ser superior en velocidad y armamento, era mucho menos acrobático.

5.1.9 Este Super-Chato con la siglas CC-086 pertenece a la única partida recibida por la República de 31 piezas y que fueron ensamblados en las SAF 3/16 de Sabadell. Tras un par de misiones, 29 supervivientes aterrizaron en Francia (Carcassonne) al final de la guerra.

5.1.10 Espléndida imagen de una formación de SB-2 en misión de bombardeo. Los Katiuska fueron el bombardero estándar de la Aviación Militar republicana, todos los demás tipos de bombarderos fueron relegados a misiones nocturnas, de reconocimiento, escuela, etc... El SB-2 era muy rápido, pero también frágil, pues su fuselaje era de duraluminio. 

5.1.11 Apreciamos aquí con más detalle la peculiar estampa del Katiuska.

5.1.11.1 Detalle de las ametralladoras de la torreta frontal del SB-2, dos ShKas de 7,62 mm.

5.1.12 Esta operaria republicana trabaja en el montaje de un Chato en la SAF de Sabadell, que era una de las factorías donde se ensamblaban los aviones recibidos del la URSS.

5.1.13 Rómulo Negrín, hijo del Doctor Negrín, presidente del Consejo de Ministros de la República desde la caída del gobierno de Largo Caballero en 1937, posa en el centro de esta imagen, recostado sobre su Chato. Otros dos hijos de republicano famoso, Luis y José Alcalá-Zamora, también combatieron en el EPR. José falleció en un hospital de Valencia en 1938, Luis, repaso la frontera francesa y tras pasar por los campos de internamiento, se exilió a la Argentina. Uno de los hijos de Largo Caballero, que cumplía el servicio militar en el regimiento de Transmisiones nº1 del Pardo, fue capturado por los rebeldes, tras la defección y huida del citado regimiento, y pasó toda la guerra en prisión hasta que fue liberado y pudo exiliarse, ya muerto su padre.

5.1.14 Los pilotos H. Dahl y Castañeda miran al cielo a petición del fotógrafo para un reportaje de una revista republicana.

5.1.15 Soldados de la Aviación Militar republicana posan con su oficial, bien aseados y con sus azules uniformes en perfecto estado de revista. ¡Para que luego digan!

ADENDA 2010

5.1.16 Los aviadores navales Lázaro y Gutierrez posan al principio de la guerra con una impresionante bomba de las que supuestamente  han lanzado sobre teruel desde su Vickers-Vildebeest. ¡Caray con la casa Vickers!, fabricaba ametralladoras, cañones, tanques, aviones y barcos.

5.1.17 Un mosca I-16 Tipo 10 en pleno vuelo y con el tren de aterrizaje a medio cerrar, incidente que era muy corriente en este modelo, según relatos.

5.1.18 Un Tupolev SB-2, Katisuka, el número 46 y con matricula BK-069.

5.1.19 El mismo modelo de aparato en la exposición del Kursaal en 1938, de material capturado por los franquistas. En el cartel se le llama Martin Bomber, con la manía que tenían los franquistas de ponerles nombres americanos a los modelos rusos (al chato, le llamaban Curtiss). Por cierto, en el cartel se dice que hasta ese momento, finales de 1938, llevaban derribados 104. Teniendo en cuenta que los aviones derribados son sólo un porcentaje de los perdidos por otras causas, y dado que por las fechas, las fuerzas aéreas republicanas aún disponían de más de cuarenta de estos aparatos, es de suponer que el alto mando franquista suponía que el número de aviones adquiridos de este modelo superaba los 200. Menudo servicio de inteligencia, si tenemos en cuenta que sólo se recibieron 92. Así hacían luego sus cuentas Salas Larrazabal y compañía, la famosa cofradía de los "datos exactos". Lo mismo les pasó con los tanques T-26, de los que llegaron a hablar de mil unidades. Su hubiéramos tenido mil, no le quepa duda lector, los hubiéramos barrido del mapa (llegaron 281 T-26 y 50 BT5, mas unos 60 blindados de ruedas)

5.1.20 Un chato, I-15, visto por la trasera. Este ejemplar fue capturado por los rebeldes.

5.1.21 Este no. Y aquí está en una pista hormigonada de algún aeropuerto de la zona Centro. Esta característica de las pistas hormigonadas, fue decisiva en la batalla de Guadalajara, cuando por mal tiempo, la aviación franquista (en realidad tres aviaciones diferentes, alemana, italiana y rebelde), no pudo despegar de sus aeródromos de tierra y la fuerza aérea republicana sí.

5.1.22 Un piloto le señala a su mecánico un desperfecto en los alerones. Como no se distingue bien, quizá sean debidos a un proyectil enemigo, o a una rotura por avería. Delante del mosca, aunque apenas se aprecia, esta el camión, de puesta en marcha, que junto al mono de vuelo sin poner nos hace pensar que el piloto acaba de aterrizar y el camión lo había remolcado.

5.1.23 Batalla de Guadalajara, un cadena de chatos ametralla al enemigo mientras desde las avanzadillas republicanas el fotógrafo tomo buena cuenta de ello.

5.1.24 El bombardero Potez 54 de matricula P-002 y su tripulación. La República adquirió 18 de estos aparatos, que llegaron desprovistos de óptica y armamento. Todo eso hubo que improvisarlo. La falta de pilotos adecuados obligó a pasar de cuatro tripulantes a siete, que eran 200 kilos de peso más. Además, la falta de visores de bombardeo obligaba a volar bajo, donde se es más vulnerables y donde, por cierto, los motores, diseñados para quemar combustible a 4000 metros de altura, proporcionaban un empuje mucho menor. Se extendió la leyenda de sus pobres cualidades aéreas, pero no era verdad, eran maniobreros, duros de pelar y cubrieron la misión de bombardeo hasta la llegada del material ruso.

5.1.25 Un  camión de arranque de las Fuerzas del Aire, mecánicos y pilotos.