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26.22- EL BIENIO NEGRO

26.22.1 Cola para las elecciones del 19 de noviembre de 1933. Por primera vez votaban las mujeres tal como había sido aprobado el voto femenino en las cortes republicanas.  La gran abstención (propiciada por los anarquistas) y la tendencia conservadora de las mujeres hizo perder el gobierno a las fuerzas netamente republicanas.  La composición de las Cortes cambió radicalmente, los intelectuales, profesionales, y políticos ilustrados republicanos dejaron paso a terratenientes, banqueros, empresarios, aristócratas y reaccionarios que nunca hubieron soñado estar en semejante parlamento, precisamente de una república que ellos ansiaban destruir.

26.22.2 Alejandro Lerroux forma gobierno con el apoyo parlamentario de la CEDA al poco de ganar las elecciones las derechas. A destacar la presencia de Martínez Barrios en este gobierno supuestamente centrista. La alianza Lerroux y Martinez Barrios duró hasta el 16 de mayo de 1934. El cuatro de octubre Lerroux forma gobierno con la CEDA de Gil Robles. El espanto de las izquierdas fue terrible, un partido parafascista en el gobierno de la República, algo impensable un año atrás. No sólo la República no iba a proseguir en sus reformas, sino que todo el entramado reformista creado por Azaña y sus gobiernos, corría grave peligro, pero aún más, la CEDA y sus aliados, aun más extremistas, lo que pretendían era destruir la República para crear un estado al estilo italiano, según se había hartado de anunciar Calvo Sotelo. Las izquierdas y los partidos obreros comprendieron la necesidad de actuar. Todo estaba en peligro, y ese peligro era mismamente el fascismo. Eso trajo Octubre.

 

26.22.3 El entierro de Maciá, presidente de la Generalitat, el 27 de diciembre de 1933 fue una gran manifestación de duelo para los nacionalistas conservadores.

26.22.4 Gil Robles, que andaba de imitaciones a lo mussoliniano, en el famoso mitin del Escorial, dónde dejó muy claro que él era el jefe del neofascismo español, Calvo Sotelo incluido. En este mitin los incondicionales de Gil Robles le saludaron con gritos rituales al estilo fascista, ¡Jefe, jefe, jefe!, lo que en la distancia suena incluso ridículo. Fuhrer, Duce, Jefe, Caudillo, parafernalia fascista.

26.22.5 Detenidos, al parecer comunistas, en la manifestación del uno de mayo de 1934. La tolerancia estaba bajo mínimos.

26.22.6 Acto del ingreso en la Real Academia de Pío Baroja en 1934. De izquierda a derecha, Marañón, Menéndez Pidal, Alcalá Zamora y el propio Baroja.

26.22.7 Maniobras con fuego real en León en 1934, presididas por Franco, a la sazón Jefe de Estado Mayor del ejército, y con López Ochoa (que comandaría las fuerzas gubernamentales en octubre) y Masquelet, y dónde se les ve acompañados de observadores militares extranjeros. Al poco vendría la de Octubre.

26.22.8 Las izquierdas, pero en concreto el Partido Socialista, decidieron declarar la huelga insurreccional para evitar la presencia de Gil Robles en el gobierno. Los incidentes se produjeron en prácticamente todas España, pero de forma especial en Madrid, Barcelona, Eibar y en Asturias, donde la insurrección duró veinte días y costo centenares de muertos y miles de prisioneros. En la imagen, manifestaciones en Madrid con ese motivo. La izquierda equivocó de cabo a rabo su estrategia, que venía muy marcada por el radicalismo del ala Largo Caballerista del PSOE y por la UGT, dominada completamente, por este líder. Los nacionalistas catalanes se unieron a la huelga con pretensiones de mayor autonomía, los anarquistas y los comunistas la apoyaron con reservas, excepto en Asturias, donde la consigna UHP, ¡Unios, hermanos proletarios! arrastró a todo el movimiento obrero a la lucha. El temor al gobierno parafascista sobrecogía a la izquierda, pero la estrategia era del todo aventurera. El mismo Prieto que la deploraba, se vio obligado a prepararla buscando armas y organizando la insurrección. Una estrategia más correcta hubiera pasado por la ampliación de las alianzas de centro-izquierda, manifestaciones masivas, y en todo caso huelgas generales pacíficas. Pero los líderes obreros se habían vuelto muy radicales ante la incapacidad, primero de Azaña, para llevar adelante las profundas reformas que a su juicio necesitaba el país, y más aun al ver que lo poco que se había conseguido iba a desaparecer e incluso se iba a retroceder, como así fue. Entonces, apostaron por todas, y sin tener la más mínima oportunidad. Como siempre, el día soñado había llegado. Lo que llegó fue sangre y hierro.

26.22.9 Fuerzas de orden público protegen el Congreso de los Diputados durante los hechos de octubre de 1934 en Madrid.

26.22.10 Octubre del 34. Los cañones que desalojaron a cañonazos el Centro Autonomista de Dependientes de Comercio e Industria, CADCI, bastión de los Escamots nacionalistas.

26.22.11 El Comité de Madrid de la Huelga revolucionaria de 1934, en Prisión. De izquierda a Derecha, Petrichelli, Fulgencio Ayala, Cruz Salido, Zugazagoitia, Trigo Mairal y Cayetano Antonio López.

26.22.12 Cárcel Modelo de Madrid, Octubre de 1934. El ex-gobierno de la Generalitat reunido en prisión. De izquierda a derecha, Barrera, Muhí, Comorera, Companys, Esteve, Gassol y Mestres.

26.22.13 Marcelino Domingo visita a Azaña, detenido en el destructor Sánchez Barcaiztegui en Barcelona tras los sucesos de octubre de 1934.

26.22.14 Mujeres y viudas de mineros asturianos detenidos o muertos en octubre del 34 posan para la prensa. Todas de riguroso luto.

26.22.15 La coalición Lerroux-Gil Robles era inestable, pues mientras los primeros buscaban beneficio propio, los segundos querían hacer simplemente la contrarrevolución en beneficio de las oligarquías que en parte representaban. El caso es que saltó el escándalo del estraperlo, llamado así por los nombres de los principales estafadores Strauss-Perl. El chollo consistía en unas supuestas máquinas de juego a instalar en los casinos de San Sebastián y Mallorca. Frente a otras corruptelas de los amigos de Lerroux (al que Azaña llamaba Filibustero), esto era pecata minuta. Pero la oposición supo manejar este asunto y resquebrajar la alianza Lerroux-Gil Robles, era octubre de 1935 y Lerroux tuvo que dimitir. En la imagen, los extranjeros que propiciaron el escándalo con sus chantajes y amenazas, una vez que lo de la ruleta les salió mal.

26.22.16 Quintos de 1935. Qué poco se imaginaban, los pobres, que serían la primera carne de cañón que ambos bandos sacrificarían al poco de iniciada la rebelión militar.

26.22.17 En 1935, las izquierdas van recuperando color, a la par que se rompen las alianzas de derechas. En Mestalla, Azaña se despacha en uno de los mítines más importantes de la época.

26.22.18 Portela Valladares con su gobierno en diciembre de 1935 al poco de convocar elecciones para el 16 de febrero de 1936

26.22.19 Electores de un barrio de clase alta hacen cola para votar. A destacar la presencia de mujeres, que era la segunda vez que votaban en elecciones generales. Y a destacar la expresión del segundo cura que es mucho más expresiva que todo lo que podamos decir. También la mirada de la señora del abrigo de pieles se las trae.