S.B.H.A.C.

Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores

Memoria Introducción Carteles Fuerzas Personajes Imágenes Bibliografía Relatos Victimas Textos Prensa Colaboraciones
Imágenes de la Guerra Civil española Enlaces

29.2.- Armas en acción.

- Armamento de Compañía - Vida en las trincheras - Servicios -

29.2.1 Barcelona 19 de julio de 1936. El dibujante Helios Gómez a la izquierda con una carabina Tigre. El periodista Josep Estivill en el centro, y el obrero Manuel Trueba con la ametralladora Hotchkiss de 7 milímetros, modelo 1914 de fabricación nacional. La foto no es una pose, pues hay varias imágenes más de esta misma escena. La alimentación de la máquina es de corredera por la izquierda. La máquina era fiable y de buen tiro. Los atascos eran sencillos de solucionar, por contra de las máquinas de alimentación por cinta. En la imagen apreciamos también el escudo protector que llevaban algunas de estas máquinas.

29.2.2 Esta sí que es una pose, o al menos un descanso en las luchas de primera hora de la ciudad de Madrid. Observe el lector, qué pedazo de bicho era la Hotchkiss, originariamente de 8 mm. y recalibrada en España a 7 mm. para poder usar los cartuchos reglamentarios del Mauser de 1893.

29.2.3 Este modelo de la Hotchkiss lleva asa en vez de culata. Quizá el modelo de asa estaba diseñado para vehículos blindados. La República importó modelos de la Hotchkiss de 8 mm. (el original francés) y de 7,92 mm. recalibrados.

29.2.4 Un fotógrafo y un músico, no pueden resistir la tentación de asomarse por la tronera del nido de ametralladoras para contemplar el frente enemigo. La máquina, una Hotchkiss, omnipresente en todos los frentes tempranos de la guerra civil.

29.2.5 Ahora se trata de una Saint Etienne, que fue una mejora de la ametralladora francesa Puteaux, y que se demostró muy buena máquina, pero tremendamente delicada de manejar. Durante la Gran Guerra fue retirada de primera línea. En España tuvo los mismos problemas que en Francia, al igual que el famoso fusil ametrallador Chauchat, que se demostraron muy problemáticos, salvo que el personal estuviera altamente instruido en su manejo y mantenimiento. Lo que evidentemente, no era el caso entre los milicianos españoles, cualquiera que fuera su bando.

29.2.6 Un voluntario internacional de la división Walter (35) se prepara para disparar (aunque sin proveedor) con una ametralladora Colt modelo 1914/15, que aunque era un arma de apariencia endeble, no lo era. El escenario es la ofensiva Segovia-La Granja en la primavera de 1937. La cinta entra en la máquina por la izquierda y por ello los casquillos están a la derecha. Los mayores cargamentos de estas armas llegaron al Norte, pero también se prodigó en las Brigadas Internacionales, por su temprana adquisición y por la necesidad de estas unidades de contar con maquinas inmediatamente. Modelos de esta Colt ya existían en el ejercito español desde la guerra de África, pero suponemos quedaron en el lado rebelde.

29.2.7 La Colt en el frente de Asturias. Esta imagen estaba volteada erróneamente a nuestro entender. Pues cómo sabemos que la máquina alimenta por la izquierda, esta es su única posición posible. En la imagen, soldados asturianos inspeccionan la máquina para aprender su manejo.

29.2.8 Brigadistas de la división internacional de Walter posan con su ametralladora Colt de la que vemos el escudo pero no el afuste. La república importó escudos y afustes de Rusia, y los adaptó para otras máquinas, además de las Maxim rusas M1910 y las de patente alemana Maxim MG08. En este caso se trata de una Colt a la que en la Maestranza le han incorporado un afuste y escudo Sokolov. Hay pruebas gráficas de que las Colt, con escudo propio (mucho más grande) ya se usaron en la última época de la guerra de África (después de Annual). Los voluntarios están correctamente uniformados y aseados, por lo que la imagen fue tomada probablemente en un descanso de la división.

29.2.9 En Teruel, en el otoño de 1937, estos soldados republicanos manejan una Fiat-Revelli, que quizá formó parte del botín capturado en Guadalajara. Una máquina muy poco fiable. La imagen es de Kati Horna, fotógrafo húngara.

29.2.10 Voluntarios de la brigada Garibaldi parapetados en los alrededores de Brihuega, dice el pie de la foto. No se porqué a mi se me antoja el Jarama. La máquina que sólo vemos parcialmente, y parece  una Maxim rusa modelo 1910.

29.2.11 Este voluntario del Batallón Lincoln parapetado en el frente de Aragón en octubre de 1937, en Fuentes del Ebro, parece enfrascado en su papel de tirador de la Maxim rusa de 1910, aunque no vemos a nadie ayudándole.

29.2.12 De nuevo Belchite. Guardias de Asalto posan con una Maxim. La cinta entra por la derecha.  La imagen es de propaganda, por muy realista que le haya salido el encuadre al fotógrafo. La sonrisa del tirador y de uno de los proveedores les delata. La visera para atrás, como vemos, no se inventó en Harlem, ni en los submarinos alemanes.

29.2.13 Voluntarios internacionales portan una ametralladora Maxim. En cabeza la ametralladora propiamente, y detrás, el afuste y la munición. Probablemente se trate de la Ofensiva de 1937 contra Segovia - la Granja. Los soldados llevan abrigos de cuero.

29.2.14 Hay una interesante cuestión detrás de estas máquinas que arrastran estos 8 soldados de una compañía de ametralladoras. Las ametralladoras son, a nuestro parecer, Maxim MG08 (de patente original alemana), pero van sobre afuste Sokolov, ruso (importados por el gobierno), pero es que además, sabemos que la República fabricó estas máquinas en la Fábrica nº 12 de la Subsecretaría de Armamento y Municiones, luego, hay probabilidades de que las máquinas de la imagen se fabricaran en España en la zona Centro-Levante, y que además, la producción, fuera importante. Resumiendo, pensamos que bastantes de las MG08 que se ven en las imágenes de la Guerra Civil española, no fueron importadas, sino fabricadas en España. Todos los soldados llevan máscara antigas y cascos tipo Adrían.

29.2.15 Más Maxims MG08. Aquí los soldados descansan a la vera de sus pertrechos. Llevan los uniformes del ejército republicano de 1937-1938, con los característicos pantalones de paño con cierre sobre la bota, de lazada o de goma. Uno de ellos lleva una cazadora de pana, que también se prodigó. Disponen de fusiles rusos Moisin-Nagant, una Astra 400 en su funda, picos, palas y azadones. La trinchera que vemos, es más bien la cuneta de la carretera, aunque parece que han cavado un poco, pues hay escombros removidos. Los soldados tienen toda la pinta de haberse dado una buena caminata, pues aunque adoptan posturas de circunstancias, vemos que tienden a relajarse, casi cuan largos son.

29.2.16 El desastre de marzo, las retiradas de la primavera del 38 en Aragón. Una columna de voluntarios internacionales se retira para buscar una mejor posición donde resistir. Vemos a un soldado herido y a su compañero arrastrando una ametralladora, probable Maxim rusa, que con su carrito y escudo alcanzaba los 50 Kg., y que sería como poner una lavadora moderna en un carrito y tirar de ella por una trocha de circunstancias, heridos, agotados, y con el enemigo (que no hacía prisioneros entre los internacionales) a la espalda. Los internacionales fueron la vanguardia en retirada en Aragón, ni siquiera el V cuerpo estuvo a la altura. La combinación de tanques T-26 y unidades dispersas de internacionales permitió la retirada de las grandes unidades del Ejército Popular, a un preció altísimo para las Brigadas Internacionales.

29.2.17 En el frente de Teruel, la dotación de esta máquina posa para el fotógrafo en una actitud muy veraz pero poco probable. Nadie pone sus preciadas máquinas al raso, salvo en situación de emergencia, y ese no es el caso, pues no habría ningún fotógrafo. De todos es sabido que en las situaciones de combate real, los soldaditos se encuentran siempre solos, y que buscan con naturalidad el resguardo, y si no lo hay, como en la imagen, se ponen a cavar como locos, más, si esperan un ataque. De estar nosotros equivocados, se trataría de los soldados más valientes (o inconscientes) del Ejército Popular, con esa niebla, y a merced de la fusilería enemiga o de un bombazo de mano.

29.2.18 Esta sí que es de propaganda, y además estupenda. El Moisin-Nagant en primer plano, y detrás, majestuosa, la incomparable Maxim rusa de 1910. Los voluntarios internacionales, con sus máscaras antigas y correctamente uniformados, se muestran sólidos, alegres y decididos, tal cómo precisaba la República y el fotógrafo.

29.2.19 La compañía de ametralladoras de este batallón internacional  por identificar, se mantiene en descanso a discreción (ya saben, puedes mover todo el cuerpo excepto el pie izquierdo) mientras espera la llegada de algún capitoste y el fotógrafo supo captar esta bella imagen. Las maquinas son Maxims MG08, con afuste y escudo Sokolov..

29.2.20 Lanzagranadas de trinchera en posición de disparo. Ignoro a qué modelo corresponde, a pesar de que hay decenas de imágenes de soldados disparando este mismo artefacto.

Un amable lector y amigo, Eduardo, nos escribe para decirnos:

Referente a las fotos del lanzaminas en una trinchera y que aseguráis haber visto repetidas veces sin poder identificar, parece sin duda un mortero de espiga Ferrobelum (fabricación española) de copia o inspiración rusa, identificable por varias cosas: la lamina de la corredera con la palomilla de fijación (colocada en el lado derecho si lo miras de frente) y la tuerca del final del montante antes de la pieza sobre la que se colocaba la granada, además la base de sujeción parece ser la misma que la que tiene la foto del libro.

29.2.21 Otra vista interesante, nada menos que desde la óptica del enemigo. Quizá el fotógrafo se salió de la trinchera para sacar la instantánea de frente. Variopintos uniformes y variopintos gorros, galones de cabo del nuevo reglamento, una estrella roja en el gorro de un miliciano.

29.2.22 Frente del Norte, el fotógrafo asturiano Constantino Suárez, gran profesional del arte de la fotografía y republicano de pro, represaliado por Franco y apartado de su profesión, despojado también de sus trabajos, como Centelles, como Alfonso, etc..., nos muestra en esta imagen, una de las pocas y verídicas imágenes de acción de la Guerra Civil española. Nadie esta posando, todo el mundo va a lo suyo, en esta batería de lanzaminas (morteros de trinchera, en realidad) tipo Erdhart de 76 mm. y dónde dentro de un momento les largaran una andanada a los rebeldes sitiados en Oviedo.

29.2.23 Otro mortero de trinchera (lanzaminas) también Erdhart de 76 mm., pero esta vez en el frente del Centro. Lo soldados no han bajado la pieza del carrito y parece que se han protegido de retroceso con unos sacos terreros. En cualquier caso, una acción muy poco ortodoxa.

29.2.24 Una unidad regular valenciana al poco de iniciarse la guerra se prepara para disparar una andanada de morteros Valero del 50. La imagen la publicó el ABC republicano.

29.2.25 Un soldado republicano carga un mortero del 60. Al fondo a la derecha se ve otro tubo. Los soldados no llevan correajes, en una uniformidad muy poco militar. La posición es un tanto insólita, en un roquedal, y la imagen puede ser un poco decepcionante si se trata de una unidad de morteros, aunque yo diría que la acción es verídica.

29.2.26 El famoso "gomeru" asturiano que lanzaba petardos y bombas artesanales a distancias insólitas para el brazo humano. La imagen es de Constantino Suárez, el gran fotógrafo asturiano, que con Javier Bueno y Cesar M. Arconada, componen el gran trío de los periodistas asturianos de guerra.

29.2.27 En esta parada militar en Alcalá y que protagoniza la 46 división de Valentín González, "El Campesino", vemos varias cosas interesantes. Primero que la guerra está bastante avanzada a tenor de los uniformes, todos los soldados llevan el mismo uniforme, la cazadora corta, el pantalón de lazada (bombacho), las botas de caña corta, y el gorrillo isabelino. Nos encontramos a finales de 1937, la división desfila ante el Presidente de la República y poco después partirá para el frente de Teruel, donde tendrá gran protagonismo en la segunda y tercera fase de la batalla. La pregunta es: ¿qué clase de trasto es este que arrastran los soldados, un antitanque, un antiaéreo, un cañón de acompañamiento de infantería? Se agradecería ayuda.

Un amable lector y amigo, Eduardo,  nos escribe para decirnos:

Referente a la imagen en la que unos hombres de la 46 División empujan un cañón, que tampoco habéis podido identificar, pudiera ser un Maklen antitanque de 37 mmm pero carente de coraza. Si bien dispongo de varias fotos e imágenes de él, algunas con otra "bocacha" en el tubo y otras sin ella, debo de expresar mis dudas por que no se aprecia el mecanismo de retroceso ni el de alimentación en la foto, pero la cureña parece "clavadita" al dibujo lateral que tengo de él. Me surgió una duda porque la cureña también pudiera parecerse a las cureñas de circunstancias que montó la Subsecretaria de Armamentos en los cañones de 37 mm provenientes de la URSS que montaban (las primeras versiones de)  los carros T-26 y fueron puestos en servicio como antitanque, pero he hallado diferencias, estas últimas no tienen el asiento para apoyo del servidor en  mitad del mastil de la pieza y el tubo de respeto aparenta ser más largo que el de este tipo de cañones, cosa que si corresponde con el Maklen de 37 mm.

Otro lector nos ofrece esta explicación:

Un QF de dos libras naval antiaéreo adaptado a un carrillo. La bocacha y la trasera del cañón que es una especie de mega-ametralladora con la base del mecanismo de las Vickers (Osea Maxim inglesas) son características. Curioso que a nadie antes en España se le ocurriese adoptar un 37/43 mm como anticarro semiautomático, si bien ya se usó en las Guerras Boers en su versión terrestre (Sin apagallamas).

Un saludo: F.J.C.

29.2.28 Lo mismo pero en pleno frente, los soldaditos republicanos arrastran la pieza antitanque, el modelo ruso de 45 mm. y 46 calibres, que era una magnífica copia del 37 mm. alemán.

29.2.29 Dos piezas antitanque en el frente de Teruel, el 45/46 ruso y el Puska-Maklen de patente estadounidense pero comprado por los rusos o quizá capturado por los soviéticos a los rusos blancos durante la Guerra Civil rusa de 1919.

29.2.30 Teléfono de campaña, probablemente ruso. Para hablar hay que darle unas enérgicas vueltas a la manivela para que se cargue la dinamo.

29.2.31 Ingenieros del Ejército del Ebro tendiendo una pasarela sobre pontones.

29.2.32 La pasarela ya construida. La travesía se hacía a paso ligero, para evitar el fuego enemigo y sobre todo para evitar los embotellamientos.

29.2.33 Esta pasarela permite el tráfico pesado. La aviación rebelde ("La numerosa") lo bombardeaba durante el día y los heroicos pontoneros del Ejército del Ebro lo reconstruían por la noche.

29.2.34 El artificiero republicano tiene un amplio historial desactivando bombas de aviación, como lo demuestran las decenas de arandelas de espoleta que el soldado lleva en el correaje. La bomba es más alta que el soldadito.

- Julio Granell nos escribe para darnos más información sobre esta imagen: http://www.elpais.com/especiales/2006/mirada/fotogaleria_4_2.html

29.2.35 Toda la secuencia de la desactivación de esta bomba se encuentra en el Archivo Rojo del Ministerio de Cultura. Los ingenieros llevan todos la chapa de la unidad de artificieros.

29.2.36 Un heliógrafo, sistema de comunicaciones, optimo para la soleada España, (con el único inconveniente, de que el enemigo te lee lo que dices) en acción al principio de la guerra.

29.2.37 Otro teléfono de campaña, cuyos cables, vemos, salen del refugio de cualquier manera. El arma corta del soldado de espaldas, parece un revolver, ¿será un Nagant?

29.2.38 Patrulla alpina de una compañía de esquiadores, en acción en alta montaña, se prepara para pasar la noche al raso. ¡Menuda nochecita!

29.2.39 El general Castelló, jefe del teatro de operaciones del sur de Madrid al inicio de la guerra, días antes de ser nombrado Ministro de Defensa y también días antes de que sufriera un violento ataque de nervios cuando recibió las malas noticias que de su familia, atrapada en zona rebelde, le llegaron. Tuvo que ser crudo para un general de brigada del ejército español, aguantar el voluntarismo desorganizador de los milicianos de primera hora, y cómo en la foto, la insoportable curiosidad de los espontáneos

29.2.40 Heridos y supervivientes de la batalla del Ebro, se recuperan en un hospital de Reus, con los aparatosos artefactos que les mantienen inmovilizadas las articulaciones heridas.

29.2.41 Batalla de Teruel. Retirada de heridos de primera línea. Es evidente que no había ambulancias en Teruel esa oscura tarde. En Teruel actuaron principalmente la división 25 de Vivancos y la 40 de carabineros de Nieto. A una de esas dos divisiones pertenecen probablemente estos soldados. La imagen, magnífica, es de la fotógrafa húngara Kati Horna.

29.2.42 De la misma autora, en la misma situación, un poco antes o después, pero cargada de terrible dramatismo. El soldado herido en la cabeza, conmocionado, extiende la mano buscando un apoyo. Esa mano suplicante de persona herida que precisa ayuda, impregna toda la imagen de emociones antibélicas. Y además, sosteniéndole por la cintura, el camarada le conduce con tesón a su salvación. Pues llegada la hora en que uno es alcanzado por el fuego enemigo, nada te queda excepto los hombres con los que combates, tus camaradas. Excepcional, Kati Horna.

29.2.43 Camiones de primeras curas del Ejercito Regular republicano (Auto-chirs) que transportan a los heridos a un tren hospital en el frente de Teruel.

29.2.44 El tren hospital de la imagen anterior. Los soldados están calientes y tranquilos. El tren, de vía ancha española, es confortable y espacioso. Los trenes hospitales llevaban en el techo la Cruz Roja, lo que no fue óbice para que fueran atacados por la aviación rebelde en varias ocasiones.

29.2.45 Heridos de la 15 Brigada Internacional esperan el momento de ser evacuados, en un puesto de socorro improvisado en el Frente de Aragón en 1937.

29.2.46 Brigadistas, quizá garibaldinos, descansan al abrigo del matorral antes de entrar en acción cerca de Brihuega y derrotar a los italianos. Detrás de los matorrales hay un tanque, o quizá un cañón antitanque, y detrás se ven siluetas humanas.

29.2.47 Brigadistas de la XV, con un periscopio casero en guerra de trincheras, en Fuentes de Ebro en octubre de 1937, poco después de Belchite.

29.2.48 Oficiales de la XV Brigada Internacional en un descanso de la batalla del Ebro. Dicen que las batallas hacen al soldado y también al uniforme. Para los republicanos, El Ebro, fue como Verdún, o Stalingrado. Dura, sangrienta y sin esperanzas. Sólo el empecinamiento y el cumplimiento del deber. Todos sonríen al fotógrafo, pero todos están aprisionados por los efectos de una batalla de desgaste en un terreno demoledor. Sus uniformes apenas se sostienen, las miradas todavía sí. Adiós fotógrafo, tú te vas, nosotros nos quedamos, quizá para siempre en esta sierra pedregosa horadada por cuevas y refugios.

29.2.49 Contigo pan y cebolla en la trinchera del Batallón Lincon, en Aragón, en el otoño de 1937.

29.2.50 Enero de 1938, frente de Teruel. Oficiales y soldados del batallón MacKenzie-Papineau, atrapados en la imagen en cuatro rostros que nos expresan la realidad de la foto. Descanso en retaguardia. Alegría, quizá escepticismo, quizá nada.

29.2.51 Un trinchera en el frente del Ebro recién abierta sirve de mobiliario para comerse un trozo de pan con lo que sea, al tradicional modo de los hombres del campo español. Navajilla en la derecha. Rebanada de pan y cacho de chorizo o queso en la izquierda, y se va cortando pedacitos (de ambas cosas) que se llevan al coleto pinchados en la navaja. Y así hasta terminar la faena. También los obreros de la construcción comían así antiguamente.

29.2.52 Aquí el furriel, abre y abre latas de carne de buey (por lo menos no es rusa), para componer un rancho frío para la tropa. Pues entre el frío del ambiente y el rancho frío, menudo frío que les cae a los pobres soldaditos de primera línea. ¿Quien se comería el salchichón en primer plano? ¿habría vino para todos?

29.2.53 Aquí rancho caliente, y bien contenta que va la tropa, en este caso, soldados regulares del antiguo ejército al principio de la guerra.

29.2.54 Los hombres han cavado trincheras, bastante someras por cierto, y un miliciano se apresta a hacer astillas, pues nada hay mejor cuando estás a la intemperie que hacer una buena fogata. Lo malo es que te ve el enemigo, aunque seguro que los rebeldes también han hecho su buena lumbre.

29.2.55 Estafeta militar de campaña del batallón de Comunicaciones de los Servicios del frente de la Junta Delegada de Defensa de Madrid. El soldado de la izquierda, lleva un gorrito curioso, un capote y a mi parecer un fusil Winchester del 7,62. Se trata de noviembre de 1936 en el frente de Madrid.

29.2.56 Escuela de oficiales de la Tercera Región Aérea. Entrega del Banderín, regalado por el ayuntamiento de Sabadell. Actuó de madrina, la señora madre de Fermín Galán, asistió el general Riquelme, el Jefe de la Región aérea, teniente coronel  Reyes, el teniente coronel Larrea, y el alcalde de Sabadell, señor Moix. Los soldados llevan uniforme azul, trinchas españolas, fusiles rusos y gorrillos de aviación, más regular no puede ser esta fuerza.

29.2.57 Escuela Popular de Instrucción de Guerra de Cataluña. Es octubre de 1936 y son las diez y veinte.

29.2.58 Escuela Popular del Ejército de Tierra en Paterna. Hay uniformidad para todos los gustos, mientras los banderines y los mandos saludan al paso de los alumnos, quizá en la jura de bandera de su graduación como tenientes en campaña del ejército regular de la República.

29.2.59 Valientes guerrilleros del XIV Cuerpo de Ejército posan para el recuerdo. A destacar sus pistolas ametralladoras.