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La Marina de guerra republicana

Buques de combate de la Marina de guerra republicana:

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ACORAZADOS Y CRUCEROS

Acorazado Jaime I

El Jaime I fue el último de los acorazados de la clase España, los últimos con que contaría la Armada Española. El primero de todos ellos, el España (1912), se hundió en 1923 al encallar en el cabo Tres Forcas dentro de las operaciones de recuperación del territorio de África tras el desastre de Annual. El segundo, el Alfonso XIII (1913) participó como su hermano mayor en las operaciones de la guerra de África y en el desembarco de Alhucemas. Con la llegada de la II República su nombre cambió al de España.  Quedó en manos rebeldes aunque su tripulación luchó durante cuatro días denodadamente por conservar el buque y mantener la legalidad republicana. De su dotación fueron condenados a muerte 28 marinos, y 34 a cadena perpetua. El tercero, el Jaime I, fue botado en 1914, pero no entró en servicio hasta 1921 por dificultades en la obtención de materiales. Participó en el desembarco de Alhucemas, poniendo incluso sus dos piezas de desembarco, dos Armstrong 76,2 mm., en tierra para apoyo de la infantería. Con la llegada de la República, conservó su nombre y junto a su gemelo, que sí lo cambió, y con los tres cruceros de la clase Libertad, formó la I División de la Escuadra. En la revolución de Octubre fue destacado a Asturias, participando en inútiles bombardeos a poblaciones desprotegidas y desembarcando marinería. Tras la retirada del España, el Jaime I quedó como único acorazado de la flota.

A mediados de julio y sospechando las autoridades republicanas del mando y oficialidad del Jaime I, se relevó a su capitán, el capitán de navío, Julio Iglesias y unos días después a su segundo, el capitán de fragata Luis Vierna. En la tarde del 17 de julio el buque se trasladó a Vigo. Los oficiales conspiradores se preparaban para rebelarse contra la República, pero la marinería y clases se mantuvieron ojo avizor según llegaban las noticias del Norte del África. En Vigo, los oficiales, prontamente rebeldes, embarcaron a dos oficiales para reforzarse, y recibiendo, el barco órdenes de dirigirse Cádiz para bloquear el Estrecho. Los cabos del Jaime I, se organizaron rápidamente, pues las noticias se disparaban. El día 20, se recibieron las comunicaciones del radiotelegrafista Benjamín Balboa, para que la flota se mantuviese leal. Los cabos se armaron y procedieron a detener a los oficiales más manifiestamente desleales y se dirigieron al puente de mando para exigir al capitán su adhesión a la República. Se desató un tiroteo, donde perecieron dos oficiales rebeldes y los cabos y la marinería se hicieron con el buque, comunicándoselo a las autoridades republicanas. Se formó un Comité para hacerse cargo del buque, y como ningún oficial quiso colaborar, los auxiliares segundos se pusieron a manejar el acorazado.

El buque arribó a Tánger dónde estaba concentrada la flota leal. A partir de aquí, el acorazado realizó labores de patrulla y bombardeo en la misión de impedir el paso del Estrecho a los rebeldes. Todo ello con base en Málaga.  En una de las recaladas de la flota republicana en Málaga, los rebeldes aprovecharon, con ayuda italiana para pasar tropas de África a la península.

A mediados de agosto fue atacado por dos Ju-52 alemanes recién recibidos por Franco, una de cuya bombas obligo al Jaime I a regresar a Cartagena para reparaciones. Después participó en el malogrado desembarco de Bayo en Mallorca y también en el reembarque. A finales de septiembre la flota republicana, se dirigió al Norte, por decisión política de Prieto, recién nombrado Ministro de Marina. El hecho tuvo ventajas políticas y militares (se pudo romper el bloqueo rebelde y desembarcar pertrechos para Bilbao), pero dejó desguarnecido el Estrecho, factor que aprovecharon el Canarias y el Cervera para proteger los convoyes rebeldes y de paso hundir al Destructor leal Ferrandiz y averiar seriamente al Gravina, cuando trataron de impedirlo. Tras unos días colaborando en el frente Norte, el acorazado regresó a Cartagena. No sin antes dejar cuatro de sus piezas de 101, que servirían para armar la flota auxiliar vasca. Ni los rebeldes ni los republicanos tuvieron el más mínimo encuentro naval. Parece que una parte de la tripulación participó en Bilbao en el asalto al buque prisión Cabo Quilates, dónde se asesinó a 38 detenidos derechistas.

Tras el torpedeo del crucero Cervantes por el submarino italiano Torricelli, el acorazado entró en crisis, su vetustez, la poca moral combativa de la tripulación, y su indefensión antiaérea, dejaron al Jaime I encajonado entre Cartagena y Almería, mientras los rebeldes se hacían cada vez más atrevidos, viendo como la más potente unidad republicana siempre encontraba excusa para no enfrentárseles. En abril del 37, al regreso de una misión de bombardeo, embarrancó en punta Sabinal. El crucero alemán Leipzig que andaba fisgando, informó al Canarias, que esperando encontrarlo sólo puso toda maquina para enviarlo al fondo, confiando en la mala puntería del Jaime I, y la mayor velocidad del crucero pesado rebelde. Pero el Jaime I había conseguido zafarse y llegar a puerto seguro. Tras otras singladuras sin importancia, a finales de mayo y actuando de batería flotante en el puerto de Almería, fue alcanzado por un bombardeo aéreo obligándole a regresar a Cartagena para reparaciones. En ello estaba cuando una explosión en la torre nº 3 mató a 300 e hirió a 200, prácticamente toda la dotación. Se dijo que había sido un sabotaje, pero es más seguro que fuera una imprudencia. El buque quedo posado en el fondo y se procedió desmontar su artillería para otros buques y para la defensa de costas.  Fue reflotado en 1938 pero no podía ser reparado en los diques cartageneros.

Como en abril de 1937, el acorazado España, en manos rebeldes, se había hundido al chocar con una mina que el mismo había echado al mar, ninguno de los tres acorazados de la clase España (los Dreadnoughts más pequeños jamás construidos) estaba ya en servicio en julio de 1937. Decididamente, la poca supremacía naval que le quedaba a la II República, se perdió con el Jaime I. Los cruceros pesados Canarias y Baleares marcaron la pauta, con el apoyo de los submarinos italianos (más de sesenta actuaron durante la guerra civil española) y los poderosos buques de guerra alemanes a modo de marina auxiliar franquista. No es de extrañar que las autoridades republicanas, sabiendo lo que había, oficiales secretamente desafectos, marinería completamente desmoralizada en manos de estúpidos Comités, pusieran a la flota a convoyar. Aún así, en un único ejemplo de cómo pudieron haber sido las cosas, la flota republicana le dio un zarpazo terrible a la rebelde hundiéndole el Baleares en marzo de 1938 en el Cabo de Palos

El Jaime I, en el puerto de Cartagena, tocando fondo.

Datos técnicos:

Botadura 1921. Desplazamiento 15.700 tms. Velocidad max. 19 nudos. Tripulación: 854

Armamento en julio de 1936:

8 piezas 305/50 mm. Vickers.
20 piezas 101,6/50 mm. Vickers
2 piezas 76,2/34 mm. Vickers AA
4 piezas 42 mm.
8 ametralladoras 7 mm. Vickers

Armamento en enero de 1937

8 piezas 305/50 mm. Vickers.
16 piezas 101,6/50 mm. Vickers
2 piezas 76,2/34 mm. Vickers AA
2 piezas 47/50 mm.Vicker AA
2 ametralladoras 25 mm. Hotchkiss AA

Vickers AA 76,2/34 que dotaba a la clase España. Imagen: REHM

Crucero Libertad

Se había llamado durante la monarquía Príncipe Alfonso, y era el cabeza de serie de su clase (Libertad, Almirante Cervera y Miguel de Cervantes).  Provenían de la Ley Miranda de 1915, que pretendía la construcción de cuatro cruceros rápidos. Se construyó una primera serie (La clase Méndez Núñez) con el Méndez Núñez y el Blas de Lezo, que nacieron ya anticuados. Esto no le ocurrió a la clase Libertad, que aprendiendo de los errores, se construyó a partir de 1922 con todas las tecnologías nacidas de la gran guerra e incluso con innovaciones nacionales. Los tres cruceros rápidos eran, eso muy rápidos, y se demostraron excelentes barcos.

El Libertad (Príncipe Alfonso, durante la monarquía) se botó en 1926, y era en ese momento, el buque más moderno de la flota. Cumplió debidamente sus tareas en ejercicios y tareas hasta 1934, donde participó en las operaciones navales que con motivo de la Revolución de Octubre se desarrollaron en las costas de Gijón.  El 18 de julio se encontraba fondeado en El Ferrol. Al crucero se le ordenó zarpar rumbo a Algeciras, para así controlar el Estrecho.  Ante la actitud golpista de la oficialidad, la dotación mantuvo la legalidad republicana y tomó presos a los rebeldes, formándose un Comité.  A duras penas. por la completa falta de oficialidad, y por falta de combustible, el crucero pudo llegar a Tanger.  El Libertad se convirtió en el buque insignia de la Escuadra, tomando el mando del buque el capitán de fragata Fernando Navarro Capdeviella. Las siguientes singladuras fueron las de toda la flota con base en Maálaga.

A finales de septiembre, con el Cervantes, el Jaime I y la escolta de destructores, partió para el Norte, donde estos buques atracaron en Gijón, Santander y Bilbao.  La escuadra regreso sin novedad a Málaga.  A partir de aquí, la flota se dedica al convoyeo durante todo año el 1937, sin acciones dignas de novedad. El seis de septiembre de 1937, una flotilla de ocho destructores, el Méndez y Libertad, salen de Cartagena con la misión de proteger un convoy de suministros al norte de Argel. Tras enlazar con el convoy no tardan en toparse con el Baleares. Comienza un intercambio de disparos, desventajoso para el Libertad, que además se quedó sólo frente al crucero pesado rebelde. Aún así, el Libertad le endosó dos impactos que le causaron problemas en la dirección de tiro al Baleares. También el Libertad llevaba al menos dos impactos serios cuando se perdió de vista al enemigo. Un poco después,  volvieron a tomar contacto, poniendo la artillería del Libertad en aprietos al Baleares, pero sin lograr alcanzarle. A media tarde, el Méndez y el Libertad volvieron a contactar con el Baleares, pero ninguno de los tres buques hizo blanco. Tras este encuentro, el Libertad siguió sus rutinarias misiones de convoyeo.

En marzo de 1938, en un descabellado plan ruso de torpedear los buques pesados rebeldes fondeados en Palma. El Libertad y el Méndez y su escolta de destructores partieron el día cinco. A la tarde, las lanchas rusas alegaron mala mar y regresaron. En el camino, la división de cruceros rebeldes (Canarias, Baleares y Cervera) se cruzó con la flota republicana. El Baleares cometió el error de disparar un proyectil iluminante que le dejó a la vista de todos. El Libertad largó entonces al Baleares andanada tras andanada, hasta que viendo una terrible explosión provocada por los torpedos lanzados por los destructores, los barcos republicanos se retiraron. Previamente el Canarias se había retirado también para proteger el convoy. Cuando el Canarias y el Cervera regresaron para socorrer al Baleares, primero se encontraron a dos destructores ingleses que recogían a los supervivientes, y luego, tuvieron que sufrir el ataque de los bombarderos Katiuskas republicanos. Se demostraron varias cosas con esta victoria naval republicana. Primero, que la marina rebelde también ponía agua de por medio cuando lo veía crudo. Segundo, que el principal motivo del hundimiento del Baleares fue la incompetencia de sus mandos, una por mandar disparar un proyectil iluminante, que fue como encender la luz de la piscina, y segundo, la incorrecta forma de almacenar combustible y municiones que provocó la voladura del barco y la muerte de 791 hombres. Estas dos cuestiones se traducían en una, mal de victoria, o en Román paladino: prepotencia.

El Libertad no volvió a realizar misiones de combate y sufrió daños por los bombardeos, como toda la flota. El 5 de marzo de 1939 abandonó Cartagena para internarse en Bizerta. Días después, Francia entregó los barcos de la flota republicana a Franco, y el crucero cambiaría de nombre de nuevo, esta vez Galicia.

Datos técnicos:

Botadura 1926. Desplazamiento 7.975 tms. Velocidad max. 33 nudos. Tripulación: 564

Armamento en julio de 1936:

8 piezas 152’4/50 mm. Vickers
3 piezas 101’6/45 mm. Vickers
2 piezas 47/50 mm. Vickers AA
1 ametralladora 7 mm. Vickers
12 Tubos lanzatorpedos.

Armamento en enero de 1937:

8 piezas 152’4/50 mm. Vickers
3 piezas 101’6/45 mm. Vickers
1 ametralladora 13'2 mm. Hotchkiss AA
12 Tubos lanzatorpedos.

Armamento en junio de 1938

8 piezas 152’4/50 mm. Vickers
3 piezas 101’6/45 mm Vickers
1 pieza 76'2 mm. AA
2 ametralladoras 25 mm. Hotchkiss AA
12 Tubos lanzatorpedos.

Armamento en octubre de 1938:

8 piezas 152’4/50 mm. Vickers
3 piezas 101’6/45 mm. Vickers
2 piezas 40/60 mm. Bofors AA
4 ametralladoras 20 mm. Oerlikon AA
12 Tubos lanzatorpedos

Crucero Miguel de Cervantes

Fue botado en 1931 y fue el último de la clase Libertad. Integrado en la Primera División de la Escuadra, junto con los acorazados y sus gemelos, el Cervantes llevó la misma vida que sus hermanos, participando en el transporte de tropas durante la revolución del 34 en Asturias. El 18 de julio le pilló en dique seco en el Ferrol. El gobierno, sabiendo el nido de conspiradores que era la base naval, ordenó al Cervantes que se dirigiera a Algeciras para controlar el Estrecho. Esta orden salvo para la República, al Jaime I, al Libertad y al propio Cervantes. Los oficiales, cumpliendo la orden a regañadientes y a velocidad lenta, se prepararon para pasarse a los rebeldes. A la altura de Lisboa, sabiendo ya la tripulación lo ocurrido en el Libertad, la tripulación mantuvo la legalidad republicana arrestando a los oficiales facciosos, arrivando el buque a Tanger sin novedad.

El Cervantes participó de la expedición al Norte y a su regreso desarrolló las mimas tareas que el resto de la buques de combate. El 22 de noviembre de 1936 se encontraba fondeado a la entrada del puerto de Cartagena junto con el Jaime I. El submarino pirata italiano Torricelli largó una andanada de torpedos al Jaime I, que pudo evitarlos, no así el Cervantes que recibió el impacto por el costado de estribor. Su capitán, Ubieta, consiguió que lo remolcaran al puerto comercial y tras algunos largos arreglos en el dique seco (era de menor longitud), el Cervantes entró en reparaciones, quedando listo para el servicio en marzo de 1938. Aunque no tuvo ninguna acción digna de mención, esperando como todos el final, mientras aguantaban el chaparrón.

Sala de máquinas del Cervantes

Datos técnicos:

Botadura 1931. Desplazamiento 7.975 tms. Velocidad max. 33 nudos. Tripulación: 564

Armamento en julio de 1936:

8 piezas 152’4/50 mm. Vickers
4 piezas 101’6/45 mm. Vickers
2 piezas 47/50 mm. Vickers AA
1 ametralladora 7mm. Vickers
12 Tubos lanzatorpedos.

Armamento en  Oct-38:

8 piezas 152’4/50 mm. Vickers
4 piezas 101’6/45 mm. Vickers
1 pieza 40/60 mm. Bofors AA
1 ametralladora 20 mm. Oerlikon AA
12  Tubos lanzatorpedos

Crucero Méndez Núñez

El crucero Méndez Núñez de la clase de su mismo nombre (con el Blas de Lezo) se botó en 1925. Y junto a  su malogrado gemelo, fue el primero de los cruceros rápidos del Plan Miranda. Cuando se botaron ya estaban anticuados. Y además no eran tan rápidos.  El Blas de Lezo encalló en las rías gallegas, abriéndose una brecha enorme. Fue reflotado, pero en la travesía a puerto se hundió sin remisión.

(Composición fotográfica del Blas de Lezo sobre el que vuela el Plus Ultra)

El Méndez Núñez tuvo la misma vida que el resto de la flota antes de la guerra. En junio de 1936 se dirigió a La Carraca (Cádiz) para reparaciones, pero se le ordenó variar el rumbo hacía Tanger y luego a Ceuta para aprovisionarse para un largo viaje a Guinea española, con la intención gubernativa de templar los posibles ánimos de los conspiradores. El crucero llegó a Santa Isabel el 24 de junio de 1936. Sobre el 20 de julio recibió orden de dirigirse a Dakar. Oficialidad y dotación, ya se miraban con recelo, pues todos estaban al cabo de todo y sólo era momento de lanzar la chispa. La intención de los oficiales era recalar en Las Palmas y asegurar el buque para la rebelión. Llegados a Dakar, los oficiales vieron peligrar sus intenciones y se decidió retornar a Guinea donde los oficiales pensaron podrían asegurar el crucero. No obstante, la dotación, organizada en Comité, obligó a la oficialidad a carbonear y posteriormente regresar a Fernando Poo. La situación se descontroló, los oficiales desembarcaron y buscaron transporte por sus propios medios para incorporarse a los rebeldes. El Comité sólo permitió la presencia en el buque de dos oficiales. Recalado de nuevo en Dakar, los dos oficiales, sintiéndose estrechamente vigilados y viendo la imposibilidad de entregar el buque en Las Palmas, optaron por fugarse y desaparecieron en Dakar con la misma intención que sus anteriores compañeros. Gobernados por los auxiliares, el Méndez Núñez consiguió atracar en Málaga el 21 de septiembre con la protección de destructores leales.

Como las máquinas del crucero necesitaban reparaciones desde mucho tiempo atrás, se dirigió a Cartagena para este fin. En el camino se cruzó con la flota expedicionaria republicana camino del Norte. Las reparaciones se hicieron deprisa y corriendo pues era el único crucero que le quedaba a la República en el Mediterráneo. Para la vuelta de la escuadra del Norte, ya estaba el Méndez Núñez y tres destructores protegiendo el Estrecho, por donde pasaron sin novedad todas las unidades de la flota.

Tras el torpedeo del Miguel de Cervantes por el Torricelli, el Méndez Núñez participo en distintos rastreos de búsqueda de submarinos italianos. Después zarpó para Barcelona con los destructores Gravina y Sánchez Barcáiztegui. Posteriormente regreso a Cartagena sin nada importante que reseñar. En la base se dedicó al convoyeo y a la búsqueda de los cruceros nacionalistas. El Méndez Núñez participó en los combates del Cherchel y de Cabo Palos sin prácticamente ningún protagonismo, por la poca velocidad del buque. Con el resto de la flota operativa se interno en Bizerta en marzo de 1939, siendo entregado a los franquistas por las autoridades francesas.

Datos técnicos:

Botadura 1925. Desplazamiento 4.780 tms. Velocidad max. 29 nudos. Tripulación: 320

Armamento en julio de 1936:

6 piezas 152’4/50 mm. Vickers
4 piezas 47/50 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7 mm. Vickers
12 Tubos lanzatorpedos.

Armamento en junio de 1938:

6 piezas 152’4/50 mm. Vickers
4 piezas 76'2/45 mm. Vickers AA
1 piezas 47/50 mm. Vickers AA
1 ametralladora 13'2 mm. Hotchkiss AA
12 Tubos lanzatorpedos.

Armamento en octubre de 1938:

6 piezas 152’4/50 mm. Vickers
4 piezas 76'2/45 mm. Vickers AA
3 ametralladoras 20 mm. Oerlikon AA
12 Tubos lanzatorpedos

DESTRUCTORES

Destructor Alsedo

La clase Alsedo de destructores( Alsedo, Velasco y Lazaga) viene de la Ley Miranda de 1915, que preveía seis cazatorpederos para la flota. Se materializaron en tres destructores de la clase Alsedo y los tres primero de la clase Churruca. Eran buques rápidos pero escasamente armados. Tenían cuatro chimeneas, cosa insólita en la marina de guerra española. Su vida operativa antes de la guerra fue intensa, más que nada por la escasa presencia de destructores en la armada en los primeros años de su botadura.  Al estallido de la rebelión, el Alsedo se encontraba en Cartagena y recibió órdenes de dirigirse a Almería y posteriormente a Málaga. Los oficiales desafectos fueron detenidos y el buque escoltó al petrolero Ophir con combustible para la flota recalada en Tanger. Tras un reconocimiento por la costa de Malaga fue gravemente saboteado por su comandante (se supo posteriormente) y debió regresar a Cartagena, donde prácticamente pasó de una reparación a otra, con graves sospechas sobre sus mandos y sus comités. El fin de la guerra le cogió inoperativo, naturalmente, en Cartagena.

Datos técnicos:

Botadura 1925. Desplazamiento 1.164 tms. Velocidad max. 34 nudos. Tripulación: 70

Armamento en julio de 1936:

3 piezas del 101’6/40 mm. Vickers
2 piezas del 47/50 mm. Vickers AA
4 Tubos lanzatorpedos

Destructor Lazaga

Gemelo del anterior y botado en el mismo año. El 18 de julio se encontraba en reparaciones en Cartagena. El capitán del barco, ferviente partidario de los rebeldes, se reunió en este buque con sus partidarios y al ver la Base perdida, se entregaron. Los siguientes mandos del destructor eran todos secretamente desafectos y sabotearon las órdenes e incluso la maquinaria para que sus barcos permanecieran siempre en reparación. Y no parece que a los comités les importara mucho. A principios de septiembre fue torpedeado por el submarino italiano Giuseppe Finzi, que falló. Acompañó a la flota en el combate de Cabo de Palos, aunque no intervino. Ya en la base fue averiado levemente por la aviación italiana al final de la guerra, que era lo que le faltaba para no asomar el morro.  Fue capturado en Cartagena por los rebeldes.

Datos técnicos:

Botadura 1925. Desplazamiento 1.164 tms. Velocidad max. 34 nudos. Tripulación: 70

Armamento en julio de 1936:

3 piezas del 101’6/40 mm. Vickers
2 piezas del 47/50 mm. Vickers AA
4 Tubos lanzatorpedos

Armamento en julio de 1937:

1 pieza de 120/45 mm. Vickers
2 piezas 101’6/40 mm. Vickers
2 ametralladoras 13'2 mm. Hotchkiss AA
4 Tubos lanzatorpedos
1 lanzador de cargas de profundidad

Destructor Sánchez Barcáiztegui

Dentro de la magnífica clase de su mismo nombre, el Sánchez Barcáiztegui (algunos autores, la llaman clase Churruca) formaba parte de la 1 Escuadrilla de Destructores con base en Cartagena y allí se encontraba cuando se produjo la rebelión militar en África. El ministerio le ordenó poner rumbo al estrecho para tenerlo bajo control gubernamental. Arribó a Melilla, junto con el Lepanto y el Almirante Valdés. A la flotilla se le ordenó bombardear Melilla. El capitán del Sánchez Barcáiztegui convocó reunión de capitanes, pues no tenía ninguna intención de bombardear la ciudad. Atracaron en Melilla, el Valdés y el Barcáiztegui. Varios militares ya rebelados subieron a los destructores con la intención de que transportaran tropas a la península. Al ver la tripulación la desafección de los mandos, la dotación restableció por la fuerza la legalidad republicana, iniciando una rápida y casi accidentada maniobra de desatraque, que en el Valdés le costó embarrancar en la escollera. El Barcáiztegui llegó a Málaga el 19, con la oficialidad a buen recaudo. Salió luego para Tánger escoltando al petrolero Ophir para que la flota en Tánger estacionada repostase.

El destructor pasó todo el mes de agosto patrullando el estrecho sin nada digno de mencionar. Cuando la flota partió para el Norte, el Barcáiztegui quedó en Málaga junto a otras unidades. A la vuelta de la flota, acompañó al Méndez Núñez para la protección del estrecho. Luego, el destructor realizó todo tipo de misiones de escolta y bombardeo de puertos enemigos, sin nada importante que reseñar.

En septiembre de 1937, tuvo un breve pero violento encuentro con el Canarias cuando protegían a un mercante junto con otros destructores. En la acción del Cabo de Palos, en marzo de 1938, parece que el Sánchez Barcáiztegui lanzó primero una andanada de torpedos al Cervera, dos, que fallaron, y otra más al Baleares, seis, de los que alguno pudieron ser acierto. En diciembre forma parte de la fuerza que trata de ayudar al José Luis Díez a pasar el bloqueo franquista del Estrecho, sin éxito. En febrero de 1939 entró en dique y allí, en marzo, fue bombardeado gravemente, quedando inoperativo en la base.

Datos técnicos:

Botadura 1927. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936

5 piezas 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad.

Armamento en enero de 1937:

4 piezas 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad.

Armamento en junio de 1938:

4 piezas 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 13'2 mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad.

Destructor José Luis Díez

La marinería del José Luis Díez arrestó a su oficialidad desafecta el 19 de julio. El 22 al mando del Capitán de corbeta Luis González Ubieta se dirigió a Alicante para mantener la ciudad bajo control gubernamental. A primeros de agosto partió para Málaga. Realizó otra misión en Melilla y patrulló el las aguas del Estrecho con distintas misiones.

Formó parte de la flota destacada al Norte, navegando en vanguardia. El 25 de septiembre fondeaba en el Musel, el puerto de Gijón. realizando algunas misiones de bombardeo. Al retorno de la flota, se decide crear las Fuerzas Navales del Cantábrico, con el José Luis Diez y dos submarinos.

La actuación del José Luis Díez en el Norte fue desastrosa. Su oficialidad, de escasa lealtad, boicoteo todas las misiones que le encargaron, y a la tripulación no pareció importarle mucho, o no encontró manera de impedirlo. Protagonizó sonoros incidentes con las autoridades vascas y vergonzosas espantadas. Uno tras otro sus comandantes, todos partidarios de los facciosos, consiguieron que el buque no realizara misiones de ningún tipo, o abortara las pocas que no podía evitar. Los motivos por los que el Estado Mayor de la Flota, o el mismo ministro, permitieron tal desidia y traición, no las conozco, pero claman al cielo. Como sería la cosa que el gobierno vasco, tomó cartas en el asunto y más de la mitad de la dotación fue arrestada y sustituida por marinos vascos del bou Gipuzkoa. Siendo su comisario político el ex-capitan del bou, pero manteniendo al actual capitán del barco, otro desafecto. ¡Un desastre!

Naturalmente, de nada sirvió el cambio de tripulación, primero porque los marinos mercantes vascos del Gipuzkoa no estaban preparados para las complejidades de un moderno buque de guerra, por muy valientes que fueran, segundo, por que el capitán suspiraba por internar el barco en un puerto neutral y entregarlo a los rebeldes, para hacer méritos y así ser aceptado por sus correligionarios, sin tener que explicar que hacía mandando un buque del gobierno. Y así fue, el Díez, evacuó Bilbao con refugiados y atracó en un puerto francés. El capitán, bajo a tierra y ya no volvió. El Diez, con mando de fortuna se reunió con el Ciscar (otro de lo mismo) en Le Verdón y juntitos partieron para Santander. Al saberse en el Díez, que el Cervera estaba cerca, dejaron al Ciscar a su ventura y se dirigieron a Gijón. Al Díez se le obligó a regresar a Santander donde se necesitaba su presencia. El Jefe de las Fuerzas Navales del Cantábrico puso de capitán del Díez al del Císcar, que en su día había sido detenido por desafecto y que parece ser que era un golfo redomado. ¡Genial!

El Díez, en una virada, demostrando lo maniobrero de la clase Sánchez Barcáiztegui

Las nuevas misiones de la Fuerza Naval del Cantábrico, eran pura pantomima. Y así hasta que debido a los bombardeos que sufría Gijón, el capitán de acuerdo, con su tripulación y fingiendo estar averiados pusieron rumbo a Inglaterra, dejando al Ciscar a su suerte. El destructor alcanzó Falmouth, donde fue reparado, Puesto en cuarentena por varios casos de tifoideas en la tripulación, cambiado el mando y con órdenes de incorporarse a la flota en Cartagena. Levó anclas y se detuvo en Le Havre, donde el antiguo capitán, varios oficiales y marineros desertaron. Se volvió a cambiar de capitán y cuando llegó el dinero para las reparaciones, se le camufló como un destructor inglés. Partió nuestro amigo, rumbo a Cartagena, mientras la marina franquista ponía en marcha una operación de búsqueda y captura, pues necesitada de destructores modernos, no quería perderse el bocadito. Como en las mejores historias marinas, el José Luis Díez, acudió a su cita con el petrolero Saturno, a unas 170 millas del Cabo San Vicente. Allí aparecieron dos pesqueros rebeldes que el Díez apresó, entregando sus tripulaciones al petrolero y hundiendo seguidamente los pesqueros. El 26 de septiembre de 1938 fue avistado por un destructor rebelde en el estrecho, y pronto el Díez se vio bajo el alcance de los cañones del Canarias, que le obligaron, ya dañado, a refugiarse en Gibraltar. Allí quedó en reparaciones hasta que el 30 de diciembre, tras las reiteradas órdenes del Estado Mayor de la Flota para que saliera, el destructor salió con rumbo a Cartagena. Al poco fue avistado por buques menores de la flota rebelde que rápidamente se lanzaron al combate sin esperar a sus cruceros. El destructor trató de alejarse de la jauría, pero no pudo, llegó a abordar al Vulcano y a lanzarle un torpedo, que estando el minador rebelde tan escorado, el torpedo le paso por encima de la cubierta sin causarle el menor daño. Finalmente el Díez varó en aguas próximas al peñón, y poco después fue llevado por los franquistas a Cádiz.

Datos técnicos:

Botadura 1928. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad.

Armamento en enero de 1937

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 25 mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad.

Armamento en octubre de 1938:

4 piezas 120/45mm. Vickers
1 pieza Vickers 76'2/45 mm. AA
2 piezas Vickers 40mm. AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad.

Destructor Almirante Ferrándiz

El Ferrándiz era el buque insignia de la 1ª flotilla de destructores. Poco antes de 18 de julio, Giral, ministro de marina, destituyó al capitán de este buque, porque sabía que andaba en conspiraciones con sus compañeros. Además ordenó al destructor partir para Barcelona y ponerse a las órdenes del presidente de la Generalidad. El problema es que los oficiales de la unidad de destructores, se negaron a tomar el mando, lo que suponía de hecho, rebelión militar. El propio jefe de la flotilla de destructores tuvo que tomar el mando y conducir al destructor a Barcelona. Giral no arrestó a nadie. Estupendo.

Llegado al destructor a Barcelona, recibió orden de regresar a Cartagena. Lo que hizo el 19, cuando la base todavía no se había decantado por ningún bando y oficiales y marinería se vigilaban sin disimulo. Y recibió un nuevo capitán. Ese mismo día llegó de nuevo orden de partir para Valencia, donde arribó la madrugada del 20. El capitán, Fernando Navarro, capitán de fragata, recibió temporalmente el mando de la flota, con ordenes de concentrarse en Tánger. El Ferrándiz participó en esos días en la protección del estrecho. Cuando la flota partió para el Norte, el Ferrándiz continuó sus labores de patrulla en el estrecho. Llamado por el Gravina que estaba siendo atacado por el crucero rebelde Cervera, se topó con el Canarias. Quiso zafarse, pero llevaba una caldera apagada, y el Canarias fue alcanzándole poco a poco hasta que lo tuvo a tiro en una distancia en la que el destructor no podía defenderse y andanada tras andanada lo hundió. Los rebeldes recogieron a los náufragos, de los que unos pasaron al cautiverio y otros fueron fusilados.

Datos técnicos:

Botadura 1929. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en septiembre de 1936

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Lepanto

El Lepanto fue el único destructor cuyo capitán se mantuvo leal al gobierno.  No obstante, sus oficiales eran todos facciosos. Navegó hasta Almería para asegurar la plaza y posteriormente a Melilla donde coincidió con el Barcáiztegui y el Valdés, cuyas oficialidades querían ponerse inmediatamente a convoyar tropas rebeldes, en vez de bombardear la ciudad, como les habían ordenado. EL capitán del Lepanto reunió a la tripulación y partieron para Málaga. El capitán bajó para una entrevista con el comandante militar de la plaza, momento que aprovechó la dotación para detener a los oficiales desafectos. De vuelta a Almería, el Lepanto embarcó a gran numero de oficiales rebeldes para entregarlos en Cartagena, donde muchos de ellos fueron ejecutados, unos con juicio y otros sin él.

El Lepanto, como todos sus gemelos en la zona, patrulló el estrecho con poca fortuna y fue alcanzado por la aviación rebelde. Reparado, realizó misiones de patrulla y de castigo en el Mediterráneo. Acompañó a la flota al Norte, y de regreso continuó sus misiones de búsqueda sin resultados del enemigo.  También estuvo destacado en Barcelona durante algún tiempo. Participó en el encuentro del Cherchel, aunque sin tener protagonismo directo.  No así en el del Cabo Palos, dónde se dice que fue uno de sus torpedos el que envió al fondo al Baleares. El Lepanto huyó a Bizerta al final de la guerra y fue entregado a los franquistas por las autoridades francesas.

Datos técnicos:

Botadura 1930. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 25 mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Churruca

El Churruca se encontraba en Cartagena a las primera noticias de la rebelión militar. Se le ordenó salir para Cádiz. A la altura de Algeciras se le ordenó recalar en ese puerto. Allí los oficiales tomaron secretos contactos con los rebeldes. Y se decidió llevar el destructor a Ceuta para traer tropas del ejército de África a la península. El gobierno le ordeno bombardear Ceuta en colaboración con aviones leales. No sólo no hicieron ni caso, sino que entraron el puerto, cargaron tropas y las desembarcaron en Cádiz, dónde se combatía en algunas dependencias todavía leales al gobierno. El Churruca abandonó el puerto para evitar ser blanco de los tiroteos, pero la oficialidad rebelde no tuvo la precaución de embarcar una sección de infantes para controlar a la tripulación. Y así la dotación que no estaba dispuesta a aceptar la deslealtad de su oficialidad al gobierno que les pagaba el sueldo, tomó presos a todos los oficiales. En el camino a Málaga para desembarcar los presos se topó con el cañonero Dato que apoya la rebelión, pero no pudieron hacer nada pues los oficiales habían tirado al agua las llaves maestras de los cañones.

Los meses siguientes los pasó el Churruca patrullando el estrecho con poca fortuna.  A principios de 1937, como sus gemelos, se puso a convoyar. En el verano de ese año, formó parte de una agrupación que desde el puerto de Valencia se dedicó a patrullar las costas. En agosto, disuelta la unidad citada, partió con una misión de protección de mercantes, y fue torpedeado por el submarino italiano Jalea (como verá el lector, los rebeldes no necesitaban submarinos propios, tenían los mejores de la época, italianos y alemanes). Gravemente averiado, el Churruca, ayudado por otros buques, regresó a puerto y entró en dique seco. En esas estaba cuando una bomba de aviación le destrozó la popa. Su artillería fue desmontada para armar al nuevo Jorge Juan. El final de la guerra le cogió en esa tesitura.

Datos técnicos:

Botadura 1931. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 25 mm. Hotchkiss AA
3 ametralladoras 7 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Alcalá Galiano

El Alcalá Galiano se encontraba en servicio en Cartagena el 18 de julio de 1936. La oficialidad se encontraba a la expectativa de noticias, y podíamos decir que la tripulación también. Las órdenes y las contraórdenes se sucedieron paulatinamente, hasta que el destructor se dirigió a Barcelona para asegurar la plaza para el gobierno. Apenas había pasado por Escombreras, cuando recibió contraorden, vuelta a la base. Allí la tripulación detuvo a la oficialidad y se puso a las órdenes definitivas del ministro de marina, Giral. Cambiado el capitán, el destructor partió para Valencia regresando a la base tres días después, trasladándose, al igual que sus gemelos, al puerto de Málaga,. con la intención de cerrar el paso a los rebeldes en el estrecho. Fue el único destructor republicano que trato de impedir el mal llamado "convoy de la victoria", con gran valentía, todo hay que decirlo, el cañonero Dato y el guardacostas Uad Kert, se le enfrentaron, uno por cada borda, y el destructor, falto de mandos competentes, se vio superado y hubo de retirarse, el famoso convoy pasó, aunque todos los autores saben de la escasa relevancia de las tropas que pasó, no así de lo importante de la operación, romper el bloqueo de Giral en el estrecho.

A continuación realizó labores de protección para terminar de despejar el puerto de Tánger de buques republicanos. Participó también en el intento de bloqueo del puerto de Huelva (hundiendo dos mercantes en su bocana), que fracasó. También salió para el estrecho, poco después, para proteger al Méndez Núñez que venía de Guinea.

A partir de aquí el buque realiza misiones de escolta y de represalia (bombardeo de puertos enemigos, para levantar la moral). En marzo del 37, junto con una flotilla de destructores, participó en un intento de destrucción de buques enemigos atracados en Ceuta. La acción trascurrió sin pena ni gloria. El 11 de junio colisionó dentro del puerto con el mercante Magallanes, entrando en dique seco para reparaciones. Se le desmontó la artillería para armar al Ulloa. Al final de la guerra fue alcanzado por bombas de aviación que le produjeron serios daños. Y así lo encontraron los franquistas en Cartagena.

Datos técnicos:

Botadura 1932. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 25 mm. Hotchkiss AA
4 ametralladoras 7 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Almirante Valdés

El 18 de julio y dentro de la 1ª flotilla de destructores, el Almirante Valdés se encontraba en Cartagena con su oficialidad al pairo de las noticias que llegaban de Madrid y otras ciudades. El capitán del destructor había pasado a tomar el mando de la 1ª Escuadrilla, dado que este había sido cesado el 16 por Giral. Cumpliendo sus órdenes, el destructor partió para Melilla, recalando el Almería. A su arribada a Melilla, se encontró con el Sánchez Barcáiztegui y el Lepanto, este último con un comandante leal. El Valdés y el Sánchez atracaron el puerto y su oficialidad entró en contacto con los oficiales rebeldes, hasta que las tripulaciones de ambos buques levaron anclas a la fuerza. En las maniobras, el Valdés quedó embarrancado y tardó en ser liberado con la ayuda del transporte Monte Toro. En ese mismo momento, la dotación al mando de los auxiliares se hizo cargo del buque, deteniendo a los oficiales rebeldes. EL día 19 el destructor llegó a la base, con las tripulaciones en estado de euforia, y tras unas reparaciones del casco, partió para Málaga para controlar el estrecho y con un nuevo capitán.

El Valdés fue un ejemplo de ineficacia de la conjugación de mandos que suspiraban por la rebelión y comités inoperantes. Una desgracia para la República este tipo de dotaciones. Destructores y sobre todo submarinos fueron los ejemplos más perniciosos.

El destructor, como sus iguales, participó en el control del estrecho con pocos resultados, incluido un incidente con un mercante alemán que propició la intervención del acorazado de bolsillo Admiral Scheer. En esas misiones, no demostró la tripulación ningún ardor guerrero y si alguna que otra espantada en sus misiones. En septiembre de 1936, partió con el grueso de la flota al Norte, de donde regresó casi un mes después. A partir de aquí y como todos los destructores, se puso a escoltar mercantes, salidas de búsqueda de la flota enemiga, infructuosas y bombardeos de represalia. A partir de junio de 1937 quedó destacado un mes en Barcelona. Más tarde formó una flotilla de defensa de costas en Valencia junto a lanchas torpederas.

El resto de año y principios del siguiente, el Valdés, protegió mercantes y participó en la operación de intento de ataque con lanchas torpederas a la ciudad rebelde de Palma. Aunque no participó en la acción del hundimiento del Baleares. Posteriormente realizó viajes de enlace, entre Cartagena y la base de Mahón y Barcelona. Intentó proteger junto con otras unidades el retorno del José Luis Díez, que resultó infructuoso, por el fuerte bloqueo rebelde, la estulticia del mando del Díez y las pocas ganas de combatir del resto de la flota republicana. Terminó en Bizerta como todas las unidades operativas en Cartagena al final de la guerra.

Datos técnicos:

Botadura 1932. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
1 ametralladora 13,2  mm. Hotchkiss AA
4 ametralladoras 7 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en junio de 1938:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Almirante Antequera

El Almirante Antequera, aún perteneciendo a la 1ª Flotilla de destructores, se encontraba destacado en Santander el 17 de julio. Toda la oficialidad estaba comprometida, y pese a recibir urgentes órdenes de dirigirse al estrecho, los oficiales retrasaron su partida todo lo que pudieron, hasta la noche del 19, llegando a Málaga el 21 por la tarde.  Allí estaba el Alsedo, cuya dotación había arrestado a su oficiales por rebeldes. Miembros del Comite del Alsedo visitaron al Almirante Antequera para pedir a sus compañeros que detuvieran a los oficiales. No obstante, la tripulación del Antequera permaneció tranquila. Tras una misión de vigilancia por la costa andaluza y a su regreso, los mandos del Antequera se entregaron a las autoridades republicanas.

El destructor recibió nuevo mando y se dedicó a patrullar para impedir el paso de tropas rebeldes por el estrecho. En agosto participó en bombardeo y desembarco de Ibiza, teniendo su base en Valencia. En parejas operaciones, bombardeó Palma y protegió a las tropas de Bayo que desembarcaron en Porto Cristo. También participó en las labores de protección del mercante Magallanes, que procedente de Méjico, traía materiales de guerra para la República. Junto con el grueso de la flota, el 19 de septiembre partió para el Norte, donde recaló casi un mes. A continuación, y como todos los destructores republicanos con base en Cartagena, se puso a proteger convoyes y ocasionales bombardeos sobre puertos rebeldes. El mando designó al Antequera para que reforzara las Fuerzas Navales del Cantábrico. Salió, pues el destructor con este rumbo el tres de marzo de 1937, pero al poco, el mal tiempo le averió la radio y otros elementos básicos. Regreso el destructor a Cartagena, y sin bajar a tierra, fue reparado. Partió de nuevo el Antequera, y con muy mal tiempo pudo atravesar el estrecho de noche.  El tiempo siguió empeorando y ya con serias averías, el destructor se dirigió a Casablanca, donde los amables franceses le negaron ayuda. Con dos mecánicos llegados de España, la tripulación no sólo reparó las averías sino que camufló el destructor como si fuera inglés. Así retornó a Cartagena, sin incidentes graves, pese a ser atacado por un hidro rebelde y el fuego de varios cañoneros.

El Antequera se puso entonces a proteger el tráfico costero republicano en el Mediterráneo. En septiembre y escoltando a los cruceros, participó en el combate del Cherchel. Pocos días después y protegiendo mercantes gubernamentales en compañía del Gravina y del Sánchez Barcáiztegui, fueron avistados y cañoneados por el Canarias. El Antequera largo dos torpedos que fallaron, sorteó con habilidad el peligroso fuego del Canarias, hasta que los destructores decidieron abandonar a los mercantes. El mayor delito que un destructor puede cometer cuando tiene encomendada esta misión. Los mercantes fueron atrapados por el Canarias, y a ningún capitán republicano se le formó consejo de guerra sumarísimo (¿Y a quién iban a poner si los fusilaban por cobardía ante el enemigo?).

En marzo, y como escolta de los cruceros, el Antequera participó en el hundimiento del Baleares, al largarle, cinco torpedos. En octubre se le cambio la artillería, colocándole piezas de 120 de tiro rápido. Participó también en el intento de proteger el regreso del José Luis Díez, sin éxito como se sabe.

En marzo del 39, y con la flota todavía operativa, se dirigió a Bizerta y poco después los franceses entregaron el buque a los rebeldes.

Datos técnicos:

Botadura 1934. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
1 ametralladora 13,2  mm. Hotchkiss AA
4 ametralladoras 7 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en junio de 1938:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

El Vickers 120/45 modelo F de la segunda hornada de la serie Churruca (la primera llevaba el modelo D). Imagen: REHM

Destructor Almirante Miranda

El 18 de julio el destructor Almirante Miranda se encontraba pendiente de recibir su artillería. Recibidas las piezas y tras las pruebas de mar, su primera misión fue proteger las tropas de Bayo en Mallorca. En esta misión, el Miranda realizó idas y venidas, bombardeos y todo tipo de protección. Regresó a Cartagena para reponer munición y combustible y fue destinado al estrecho, con base en Málaga. Con el grueso de la flota, partió para el norte en septiembre. A su regreso y como ocupaba la ultima posición fue atacado varias veces por aviones rebeldes, pero sin consecuencias.

El destructor realizó entonces labores de patrulla, sin nada digno de mención. Acompañó al Jaime I con rumbo a Almería, cuando este varó y tuvo que esperarse la llegada del remolcador Ciclope, para rescatarlo. En el combate del Cherchel no participó directamente aunque estuvo presente. Tampoco participó en el hundimiento del Baleares, limitándose a la protección de la costa republicana entre Cartagena y Barcelona.

Su última misión de importancia consistiría en tratar de ayudar al José Luis Díez a regresar a Cartagena. Misión que fracasó. Llevó a Ubieta a Menorca para que se hiciera cargo del mando el 4 de febrero y poco más pues el buque partió para Bizerta con el resto de la flota en condiciones de navegar.

Datos técnicos:

Botadura 1934. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
4 ametralladoras 7mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza de 101,6/40 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 13,2  mm. Hotchkiss AA
4 ametralladoras 7 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en junio de 1938:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Gravina

Al Gravina se le estaba montando, en Cartagena, la artillería el 18 de julio de 1936. No hubo por ello incidentes en el buque. La artillería que se le montó finalmente no era la suya, sino cañones de 101,6 mm. procedentes del primer España. Por motivos desconocidos, esta artillería se montó defectuosamente, por lo que no entró en servicio hasta septiembre.

El destructor quedó en el Mediterráneo cuando el grueso de la flota subió al Norte. En una de sus patrullas, fue acosado por el Cervera y el Canarias, que andaban a sus anchas, con la flota republicana en el Norte. Acudió al socorro el Ferrándiz, y tuvo éste destructor la mala suerte de ser cogido por el Canarias con una de sus calderas apagadas, por lo que no pudo escapar. E l crucero pesado rebelde, lo cañoneó hasta que lo hundió. El Gravina fue localizado a su vez por el Cervera en la bahía de Tánger y recibió varias andanadas de las que una de ellas le alcanzó. El capitán del destructor opto por rendirse (ya se sabe, para hacer meritos con que pasarse al enemigo), pero la tripulación se negó, encendió la cuarta caldera y puso agua de por medio, refugiándose en Casablanca. La Marina republicana preparó una operación para ayuda r al Gravina a volver a su base, coincidiendo con la vuelta de la flota del Norte. EL Gravina debía salir a su encuentro junto con un petrolero y un carguero allí recalados. Pero no lo hizo. La flota del Norte cruzó el estrecho sin problemas, y el Gravina perdió su mejor oportunidad. El mando naval republicano, tuvo que enviar a uno de sus mejores hombres para que se hiciera cargo del destructor, Ubieta, que consiguió pasar.

El Gravina se integró en las flotillas de destructores y como sus iguales realizó labores de patrulla y represalia sin más incidencias.  Era la escolta del Jaime I, cuando este varó en Almería el 25 de abril de 1937. Alternó todos los puertos republicanos del Mediterráneo en labores de protección de costas y convoyes. Estuvo presente en el combate del Cherchel, aunque no participó directamente. En septiembre tuvo lugar el encuentro de varios destructores con el Canarias. El Gravina trató de ayudar al Antequera, pero al poco salió de la zona abandonando al J.J. Sister a su suerte.

En la del Cabo de  Palos, el Gravina, volvió como salió, sin intervenir. Realizó posteriormente varias misiones de Barcelona a Cartagena, y viceversa y participó en el intento de ayuda al José Luis Diez. Acompañó también al Almirante Miranda a Mahón el 3 de febrero. Ligeramente averiado por la aviación italiana, emprendió su ultimo viaje con bandera republicana a Bizerta con familiares de los tripulantes a bordo.

Datos técnicos:

Botadura 1936. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en julio de 1936:

5 piezas de 101,6/40 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
1 ametralladora 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Escaño

El Escaño también se encontraba en fase de armamento el 18 de julio. El 19 de septiembre se encontraba ya operativo y realizó junto con la mayor parte de las unidades republicanas en la expedición al Norte. De regreso, realiza las mismas tareas de protección y represalia de sus gemelos. Patrulló el Golfo de Valencia a mediados de febrero. Escoltó pocos días después al mercante Mar Negro. Navegó hasta Barcelona y Mahón, en cuya última singladura estuvo a punto de chocar con el crucero auxiliar Lázaro. En mayo recogió a dos mercantes procedentes del Bósforo. Y en meses sucesivos, fue esta labor de escolta, propia de sus funciones la que más prodigó. Estuvo presente en el combate del Cherchel pero, como el resto de los destructores, no intervino. el 17 de septiembre de 1937 sufrió importantes daños por un ataque aéreo y hubo que meterlo en dique seco.

Ya operativo, formó parte de la flotilla de destructores presentes en las cercanías del hundimiento del Baleares, aunque no participó en las acciones. Tras varias misiones con destino en Barcelona y también de protección antisubmarina del crucero Cervantes.

En octubre de 1938 le fue instalada definitivamente las piezas de 120 mm. que le correspondían. Participó en el intento de ayuda al José Luis Díez. El 5 de marzo se internó en el puerto de Bizerta.

Datos técnicos:

Botadura 1936. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
1 ametralladora 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Armamento en junio de 1938:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Císcar

El Ciscar estaba recibiendo su artillería cuando el 18 de julio. Dada la situación se le armó de circunstancias y entró en servicio a principios de noviembre de 1936. Su primera misión fue salir en busca del Canarias con otros destructores de la flotilla. Pero el Canarias ya se había esfumado. A continuación realizó un bombardeo de represalia sobre Ibiza. Y en las semanas siguientes realizó distintas labores de patrulla y escolta.

En abril de 1937 y ante los insistentes apremios de las fuerzas del Norte, se propuso una nueva intentona de reforzar las Fuerzas Navales del Cantábrico. Al contrario que en el anterior intento del Antequera en marzo, el Ciscar disfrazado de destructor inglés, arribó al puerto de Santander el 11 de abril, junto con el submarino C-4. Se traslado a Bilbao, y sufrió una avería en la hélice que le tuvo parado dos días (era el principio de una gran amistad entre el Ciscar y las averías). Dos días después realizó su primera misión de escolta en el Norte, concretamente a un mercante inglés que entraba en el Adra. Al regresar a puerto el Ciscar, abordó a un dragaminas vasco, hundiéndole (y van dos).

En mayo, y desde el puerto de Sestao, y con unidades de la Marina Auxiliar Vasca, bombardeó posiciones rebeldes. A la vuelta se topó con el bou armado rebelde, Galerna, al que cañoneó sin resultados, pues éste, huyó a toda maquina. EL bacaladero rebelde llamó a su hermano mayor, el crucero Cervera, y esta vez, el que puso agua de por medio fue el Ciscar.

En días siguientes escoltó a varios mercantes cargados de refugiados. El 26 de mayo, dejó en la estacada a un mercante con suministros vitales ante la presencia del Cervera. Fue esta la primera de una serie de indolencias que provocaron la protesta del presidente Aguirre, tanto por el Ciscar, como por el José Luis Diez, siendo en este último, la situación, todavía peor.  A finales de mayo, las fuerzas de seguridad vascas irrumpieron en los destructores e internaron a toda la tripulación, excepto los profesionales indispensables para la navegación. Esto sentó muy mal a Madrid, además, las tripulaciones vascas de repuesto (bou Bizkaya), podían ser muy valientes, pero carecían de conocimientos para las complejas tareas de un buque de guerra. De hecho la situación no varió un ápice. Pues aunque el comisario del barco, era el antiguo capitán del Bou Bizkaya, su nuevo capitán era un alférez de navío que (como mínimo) suspiraba por desertar. En una importante misión en pareja con el José Luis Díez que se planteó para capturar un mercante rebelde, el capitán del Ciscar la boicoteó sin ningún disimulo, retrasando su salida, y luego, con la escusa del Cervera, pretendió dirigirse a Burdeos para darse tranquilamente el piro, y quizá entregar el buque a los rebeldes con los que hacer méritos para pasarse. Denegado el permiso para esa singladura, regresaron ambos destructores a Bilbao, y en el camino se toparon con el Cervera que no les vio. Era una estupenda oportunidad de cañonear al llanero solitario del Cantábrico, pues estaban a menos de 2000 metros. La tripulación del Ciscar se aprestó a disparar, pero, ¡oh sorpresita!, fallaron los mecanismos de disparo (otra que te meto, Aniceto).

Las cosas se ponían feas, los rebeldes estaban muy cerca ya de Bilbao y la aviación de tres nacionalidades castigaban el puerto con frecuencia. Los Jefes de las Fuerzas Navales del Cantábrico, embarcaron con sus familias y algunos refugiados de postín. La intención de estos oficiales y de ambos capitanes era internarse en Francia y terminar su poco heroica guerra, consecuentemente, de la forma menos heroica. Alguien dio el chivatazo a Madrid y se ordenó a los buques taxativamente que se dirigieran a Santander. Pero ni caso, el Ciscar desembarcó a sus refugiados en Francia (La Pallice) y los mandos de las Fuerzas Navales del Cantábrico desertaron en masa. Lo que quedaba de la dotación decidió volver a Santander, junto con el José Luis Díez, que se les había unido en Le Verdon, pero por el camino, el José Luis Díez se dirigió a Gijón que era más seguro. EL Ciscar, solito, entró en Santander. No se sabe cómo, pero se consiguió al final que tras casi un mes de inactividad en el puerto, el Ciscar y el José Luis Díez participaran en una operación de caza del Cervera. Iba delante el Ciscar de cebo, y detrás el Díez para atacarlo con torpedos. Efectivamente, el Cervera los vio, pero el Díez no fue capaz de colocarse en posición, y el Ciscar, temiendo ser hundido, volvió a Gijón. ¡Vaya pareja!

Aún hubo un pequeño encuentro con buques menores de la marina rebelde, sin consecuencias. Santander cayó y ambos destructores se refugiaron en Gijón. Los cosas estaban muy crudas, se corría más riesgo en puerto que en alta mar. Así que a la primera oportunidad, una misión de apoyo a las tropas de tierra, ambos destructores partieron, el Díez se las piró a Plymouth y el Ciscar, tripulación empeñada, decidió cumplir su misión y volver a Gijón. Las autoridades republicanas trataron de conservar el Ciscar para la evacuación de altos mandos y personalidades que pudieran correr peligro de muerte de caer capturados, pero esa ilusión se esfumó cuando el 19 de octubre el buque fue bombardeado y se escoró en el puerto quedando inoperativo.

Datos técnicos:

Botadura 1936. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en enero de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
1 ametralladora 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Jorge Juan

El 18 de julio se encontraba en fase de armamento. Entró en servicio a finales de agosto de 1937. Estuvo presente en los combates del Cherchel de octubre de 1937, aunque no participó directamente. Realizó diversos servicios de patrulla y en el combate del Cabo de Palos aunque formaba parte de la escolta de las lanchas rusas G-5, no participó tampoco en la acción.

Se dedicó después a proteger al tráfico costero, y ya en julio de 1938, recibió la artillería del Churruca, que se encontraba en dique seco. Nuevamente realizó servicios de costa sin nada digno de mención, protegiendo la ruta Cartagena-Valencia-Barcelona. El fin de la guerra le pillo operativo por lo que se internó en Bizerta con el resto de la flota republicana.

Datos técnicos:

Botadura 1937. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en agosto de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

Destructor Ulloa

Entró en servicio en noviembre de 1937, y su dotación fue la del Churruca que se encontraba en dique seco. Realizó misiones rutinarias de patrulla. Mandaba la flotilla de protección de las lanchas torpederas que en marzo de 1938 pretendían atacar en Palma a las cruceros rebeldes, y que al regreso propició en hundimiento del Baleares. El Ulloa no participó en esa acción. A continuación realizó diversos viajes a Barcelona protegiendo mercantes. En agosto de 1938 participó en el intento de ayudar a Díez a regresar a Cartagena. Las misiones que le restan fueron rutinarias y temerosas. Al final de la guerra se internó en Bizerta.

Datos técnicos:

Botadura 1937. Desplazamiento 1.650 tms. Velocidad max. 36 nudos. Tripulación: 175

Armamento en noviembre de 1937:

4 piezas de 120/45 mm. Vickers
1 pieza 76'2/45 mm. Vickers AA
2 ametralladoras 13,2  mm. Hotchkiss AA
6 Tubos lanzatorpedos
8 Cargas de profundidad

SUBMARINOS Y LANCHAS TORPEDERAS

Submarino B-1

El buque nodriza de submarinos Kanguro y seis clase B abarloados a su borda.

Estaba en servicio en 1936.

Formaba parte de la flotilla de submarinos de Mahón, junto con el B-2, B-3 y B4, y se encontraba en reparaciones. Su comandante fue cesado. Operativo en diciembre de 1936. Desaparecida la flotilla de submarinos de Mahón, pasó a formar parte de la de Cartagena. En una de sus escasas salidas, avistó al Cervera y lo tuvo a tiro de torpedo, pero el capitán (no le diré de quien era simpatizante), adujo que no se atrevía a disparar no fuera que el susodicho buque fuera en realidad el Libertad pero camuflado de Cervera. El Presidente del Comité de a bordo, también se amilanó. Y todo contentos, el Cervera ni se enteró y el B-1 se volvió a puerto, mientras el capitán de la nave, encerrado en su camarote, apuntaba la heroica acción para cuando le tocara pasarse a los suyos. Pocó después se le encomendó patrullar la costa Valencia-Sagunto. Averiado por una colisión con un mercante ingles en el puerto de Alicante en noviembre de 1937, pasó el resto de la guerra en Cartagena, donde fue capturado por los franquistas a finales de marzo de 1939

Datos técnicos:

Botadura 1922. Desplazamiento 556/835 tms. Velocidad max. 16/10 nudos. Tripulación: 28

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
4 Tubos lanzatorpedos.

Submarino B-2

  Dado que sus sucesivos comandantes eran todos partidarios de los franquistas, el B-2 no realizó ninguna acción que no fuera breves patrullas en el triangulo Cartagena-Mahón-Barcelona. Realizó también alguna misión en Málaga, sin incidencias bélicas que reseñar. Pasó luego a Almería, donde se mantuvo prácticamente en puerto. Luego volvió a Cartagena, y allí aguanto hasta que acabó la guerra con la escusa de averías, sabotajes en realidad. Y no se fusiló a nadie por traición.

Datos técnicos:

Botadura 1923. Desplazamiento 556/835 tms. Velocidad max. 16/10 nudos. Tripulación: 28

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
4 Tubos lanzatorpedos.

Submarino B-3

Formaba parte de la flotilla de Mahón. Como en las fechas de la rebelión estaba de viaje de instrucción, sus oficiales tuvieron contacto con otros de la misma cuerda, pero al llegar a Mahón fueron detenidos y puesto el buque al servicio de la República. Participó luego en la expedición para recuperar Cabrera. Y el posterior desembarco en Mallorca. Quedando de observador en la zona para el resto del año. Volvió luego a Cartagena, simuló averías varias y terminó por colisionar con un mercante en diciembre de 1936. Fue dado de baja de la flota.

Datos técnicos:

Botadura 1924. Desplazamiento 556/835 tms. Velocidad max. 16/10 nudos. Tripulación: 28

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
4 Tubos lanzatorpedos.

Submarino B-4

 

En servicio en julio de 1936. Dado de baja en marzo de 1937.

Datos técnicos:

Botadura 1924. Desplazamiento 556/835 tms. Velocidad max. 16/10 nudos. Tripulación: 28

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
4 Tubos lanzatorpedos.

Submarino B-5

En servicio en julio de 1936. Hundido por un hidroavión rebelde en Málaga en octubre de 1936.

Datos técnicos:

Botadura 1925. Desplazamiento 556/835 tms. Velocidad max. 16/10 nudos. Tripulación: 28

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
4 Tubos lanzatorpedos.

Submarino B-6

En servicio en julio de 1936. Hundido por el destructor Velasco y tres bous armados en el Cabo Peñas en septiembre de 1936. Parece que el capitán de la nave, que suspiraba por los rebeldes, dejó el tubo acústico abierto, cuando se ordenó inmersión ante la aparición en el horizonte del destructor rebelde Velasco. Al empezar a caer agua por el tubo y ante la sorpresa de la tripulación ordenó emerger, con la secreta intención de hundir el submarino y entregarse. La dotación artillera del B-6, que no era manca le largó un par de andanadas al Velasco y a uno de los bous, y si no fuera porque el malvado (pero valiente, a su manera) capitán puso al submarino de popa, para impedirle disparar, la cosa podía haberse puesto fea para todos. El capitán ordenó rendir la nave y hundirla. Dos de los tripulantes perecieron arrastrados por el remolino del hundimiento y el resto de la tripulación fue rescatada por el Velasco. La tripulación fue condenada a muerte masivamente, aunque sólo se ejecutaron algunas. Al capitán le dieron un premio. A propósito de este tipo de oficiales en la armada republicana, hemos de decir que uno puede ser muy valiente y tener mucha sangre fría para fingir lealtad mientras se prepara una gorda que llevará a la muerte a tu tripulación. Pero no deja uno de ser un vil traidor con agravantes. Y ya sabemos que muchos marinos rebeldes fueron fusilados, unos con juicio legal y otros de mala y reprobable manera, pero ello se lo habían buscado al alzarse contra el gobierno legal. Pero en nada influye a mi entender en el ánimo de estos oficiales, pues nadie les había hecho nada el 18 de julio y en el Ferrol y en Cádiz se cargaron a todo el marino y marineros que tuvieron el valor de defender la legalidad vigente. Así que menos cuentos.

Datos técnicos:

Botadura 1926. Desplazamiento 556/835 tms. Velocidad max. 16/10 nudos. Tripulación: 28

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
4 Tubos lanzatorpedos.

Submarino C-1

En servicio en julio de 1936. Hundido por aviones italianos en Barcelona en octubre de 1936. Reflotado pero no reparado. Capturado por los franquistas en Barcelona en enero de 1939.

Datos técnicos:

Botadura 1927. Desplazamiento 925/1.144 tms. Velocidad max. 16/8,5 nudos. Tripulación: 40

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos.

Vickers 76,2/45 Modelo SS que dotaba a la clase C. Imagen: REHM

Submarino C-2

En servicio en julio de 1936. Se paso a los rebeldes en Cartagena el 5 de marzo de 1939, y se entregó a los franquistas en Palma de Mallorca el día 7.

Datos técnicos:

Botadura 1927. Desplazamiento 925/1.144 tms. Velocidad max. 16/8,5 nudos. Tripulación: 40

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos.

Submarino C-3

En servicio en julio de 1936. Torpedeado a las afueras de Málaga por el submarino alemán U-34 el 12 de diciembre de 1936.

Datos técnicos:

Botadura 1927. Desplazamiento 925/1.144 tms. Velocidad max. 16/8,5 nudos. Tripulación: 40

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos.

Submarino C-4

En servicio en 1936. Huido a Bizerta al final de la guerra fue entregado a los franquistas el 30 de marzo de 1939

Datos técnicos:

Botadura 1927. Desplazamiento 925/1.144 tms. Velocidad max. 16/8,5 nudos. Tripulación: 40

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos.

Submarino C-5

En servicio en julio de 1936. Desaparecido por causas desconocidas en el golfo de Bizcaya.

Datos técnicos:

Botadura 1927. Desplazamiento 925/1.144 tms. Velocidad max. 16/8,5 nudos. Tripulación: 40

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos.

Submarino C-6

En servicio en julio de 1936. Averiado por un ataque aéreo en Gijón el 20 de octubre de 1937 y varado por la tripulación. Los franquistas consiguieron reflotarlo.

Datos técnicos:

Botadura 1927. Desplazamiento 925/1.144 tms. Velocidad max. 16/8,5 nudos. Tripulación: 40

Armamento en julio de 1936:

1 pieza del 76,2/45 mm. Vickers
6 Tubos lanzatorpedos.

Lancha torpedera 11

De origen ruso. Entrada en servicio en junio de 1937. Huida a Port Vendres en febrero de 1939. Entregado a los franquistas en 1939.

Datos técnicos:

Botadura 1936. Desplazamiento 15 tms. Velocidad max. 42 nudos. Tripulación: 5-6

Armamento en julio de 1937:

2 ametralladoras 7 mm. AA
2 Tubos lanzatorpedos
4 cargas de profundidad.

Lancha torpedera 21

De origen ruso. Entrada en servicio en junio de 1937. Huida a Port Vendres en febrero de 1939. Entregado a los franquistas en 1939.

Datos técnicos:

Botadura 1936. Desplazamiento 15 tms. Velocidad max. 42 nudos. Tripulación: 5-6

Armamento en julio de 1937:

2 ametralladoras 7 mm. AA
2 Tubos lanzatorpedos
4 cargas de profundidad.

Lancha torpedera 31

De origen ruso. Entrada en servicio en junio de 1937. Averiada accidentalmente y capturada por los franquistas en Cartagena al final de la guerra.

Datos técnicos:

Botadura 1936. Desplazamiento 15 tms. Velocidad max. 42 nudos. Tripulación: 5-6

Armamento en julio de 1937:

2 ametralladoras 7 mm. AA
2 Tubos lanzatorpedos
4 cargas de profundidad.

Lancha torpedera 41

De origen ruso. Entrada en servicio en junio de 1937. Hundida por aviones alemanes en el puerto de Barcelona en julio de 1937

Datos técnicos:

Botadura 1936. Desplazamiento 15 tms. Velocidad max. 42 nudos. Tripulación: 5-6

Armamento en julio de 1937:

2 ametralladoras 7 mm. AA
2 Tubos lanzatorpedos
4 cargas de profundidad.

Lancha torpedera/Lancha patrullera C-19

Entró en servicio en agosto de 1936. Primero fue usada como lancha patrullera para luego ser transformada en lancha torpedera en 1937. En 1938 se le retiraron los tubos lanzatorpedos y volvió a sus labores de patrulla. Se desconoce su destino final.

Datos técnicos:

Botadura 1936. Desplazamiento 36 tms.

Armamento en septiembre de 1937:

1 ametralladora 7 mm. AA
2 Tubos lanzatorpedos

Armamento en julio de 1938:

1 ametralladora 7 mm. AA
1 carga de profundidad.

Lancha torpedera A-1

En servicio en el invierno de 1937. Sus motores siempre dieron problemas y se le quitaron sus tubos lanzatorpedos en 1938. Final desconocido.

Datos técnicos:

Botadura 1937.  Velocidad max. 35nudos. Tripulación: 5

Armamento en septiembre de 1937:

1 ametralladora 7 mm. AA
2 Tubos lanzatorpedos

Armamento en julio de 1938:

1 ametralladora 7 mm. AA
1 Carga de profundidad.

Lancha torpedera A-2

En servicio en el invierno de 1937. Como su gemela sus motores eran demasiado lentos y finalmente se le quitaron sus tubos lanzatorpedos en 1938. Final desconocido.

Datos técnicos:

Botadura 1937.  Velocidad max. 25 nudos. Tripulación: 5

Armamento en julio de 1937:

2 ametralladoras 7 mm. AA
2 Tubos lanzatorpedos

Armamento en julio de 1938:

1 ametralladora 7 mm. AA
1 Carga de profundidad.

OTROS BUQUES DE LA FLOTA

Cañonero Laya

Estaba en servicio el 18 de julio de 1936, no participó en operaciones dignas de mención. Fue bombardeado y hundido por aviones italianos el 15 de junio de1938

Datos técnicos:

Botadura: 1927

Desplazamiento: 1197 Tm.

Velocidad: 13,5 nudos

Tripulación: 127

Armamento:

Julio de 1936: 4 Cañones de 76’2/50 Vickers ; 2 ametralladoras 7 mm. AA

Marzo de 1938: 4 Cañones de 76’2/50 Vickers; 1 ametralladora 20 mm. Oerlikon AA

TORPEDEROS

Torpedero 3

Estaba en servicio el 18 de julio de 1936. En octubre de 1937 huyó a Burdeos. Desguazado en 1938

Datos técnicos:

Desplazamiento: 180 Ton apc

Dimensiones: 50 x 5 x 1'7 metros

Propulsión: turbinas Parsons, calderas Normand, 3.750 cv máximo, 26 nudos

Tripulación: 34

Armamento:

3 cañones Vickers de 47 mm, 3 Tubos lanzatorpedos de 450 mm (1 montaje sencillo y otro doble)

Torpedero 14

Estaba en servicio el 18 de julio de 1936. Capturado por los franquistas  en Cartagena en marzo de 1939

Botadura: 1915

Desplazamiento: 180 Tm

Velocidad: 26 nudos

Tripulación: 31

Dimensiones: 50 x 5 x 1'7 metros

Armamento:

Julio 1936: 3 cañones Vickers de 47 mm, 3 Tubos lanzatorpedos

Marzo 1938: 3 cañones Vickers de 47 mm, 4 cargas de profundidad.

Torpedero 17

Estaba en servicio el 18 de julio de 1936. Capturado por los franquistas en Cartagena en marzo de 1939

Botadura: 1918

Desplazamiento: 180 Tm

Velocidad: 26 nudos

Tripulación: 31

Dimensiones: 50 x 5 x 1'7 metros

Armamento:

Julio 1936: 3 cañones Vickers de 47 mm, 3 Tubos lanzatorpedos

Marzo 1938: 3 cañones Vickers de 47 mm, 4 cargas de profundidad.

Torpedero 20

En la imagen, cuatro torpederos en la Cartagena de la monarquía alfonsina.

Estaba en servicio el 18 de julio de 1936. Dado de baja en 1938 y desguazado.

Botadura: 1919

Desplazamiento: 180 Tm

Velocidad: 26 nudos

Tripulación: 31

Dimensiones: 50 x 5 x 1'7 metros

Armamento:

Julio 1936: 3 cañones Vickers de 47 mm, 3 Tubos lanzatorpedos

Torpedero 21

Estaba en servicio el 18 de julio de 1936. Dado de baja en 1938 y desguazado.

Botadura: 1919

Desplazamiento: 180 Tm

Velocidad: 26 nudos

Tripulación: 31

Dimensiones: 50 x 5 x 1'7 metros

Armamento:

Julio 1936: 3 cañones Vickers de 47 mm, 3 Tubos lanzatorpedos

Torpedero 22

Primo de Rivera en un famoso cuadro que rememora el desembarco en Alhucemas desde el torpedero 22.

Estaba en servicio el 18 de julio de 1936. Dado de baja en octubre de 1938 y desguazado.

Botadura: 1919

Desplazamiento: 180 Tm

Velocidad: 26 nudos

Tripulación: 31

Dimensiones: 50 x 5 x 1'7 metros

Armamento:

Julio 1936: 3 cañones Vickers de 47 mm, 3 Tubos lanzatorpedos

GUARDACOSTAS

Guardacostas Xauen

Estaba en servicio en julio de 1936.  Auto hundido por su tripulación en Málaga el 8 de febrero de 1937. Fur reflotado por los franquistas y puesto en servicio de nuevo con el mismo nombre

Botadura: 1918

Desplazamiento: 780 Tm

Velocidad: 10 nudos

Tripulación: 49

Armamento:

Julio 1936: 2 cañones Armstrong de 76,2 mm.

Guardacostas Uad Muluya

Estaba en servicio en julio de 1936.  Hundido por el crucero  Cervera en Estepona el 9 de octubre de 1936.

Botadura: 1917

Desplazamiento: 430 Tm

Velocidad: 9,5 nudos

Tripulación: 39

Armamento:

Julio 1936: 1 cañón Armstrong de 76,2 mm.

Guardacostas Uad Lucus

En servicio en julio de 1936.  Hundido por el crucero  Cervera en Estepona el 9 de octubre de 1936.

Botadura: 1917

Desplazamiento: 430 Tm

Velocidad: 9,5 nudos

Tripulación: 39

Armamento:

Julio 1936: 1 cañón Armstrong de 76,2 mm.

Guardacostas Tetuán

En servicio en julio de 1936. Huido a Ibiza el 6 de marzo de 1939 y rendido a los franquistas.

Botadura: 1919

Desplazamiento: 465 Tm

Velocidad: 10,5 nudos

Tripulación: 40

Armamento:

Julio 1936: 1 cañón Armstrong de 76,2 mm.

febrero 1938:  1 cañón Armstrong de 76,2 mm. 1 ametralladora Vickers AA